R: Bueno, lo llevo encantado porque me respetan desde que ganamos la Undécima. Están todos como más calladitos. Ha habido una fase en la que lo pasamos mal los madridistas, pero desde que ganamos la Champions noto algo así en el plató extraño, no sé qué será… (Sonrisa maliciosa).
P: ¿Y tú eres muy de regodeo con estas cosas?
R: Sí, sí, me gusta tocar las narices, claro que sí. Además yo creo que eso es lo bonito del fútbol, la salsa, el pique, y saber que al final es un deporte y que si ganas pues ese día sacas pecho allí en el plató, llegas el lunes encantado y tal. Y si pierdes pues llegas con cara de tonto, pero eso es lo divertido. Los del Madrid tenemos la suerte de que siempre estamos allí arriba, normalmente.
P: Pero en el programa se meten especialmente contigo, hasta los niños, por ejemplo, en el Master Júnior, cuando te dibujaban en aquella tarta del Barça…
R: Bueno, claro, porque había niños catalanes que son muy del Barça y ellos ya saben mi signo, saben que soy muy blanco y muy merengón y se meten conmigo, y eso es divertido. Saben lo madridista que soy y además yo lo cuento sin ningún pudor, que todavía hay gente que no demuestra su signo en esto del fútbol, sobre todo en la política. Hay políticos que no dicen de qué equipo son, qué cosa más ridícula. No decir que soy del Real Madrid porque voy a tener a mis votantes en contra es absurdo. Yo soy claro: sí, soy del Madrid, ¿qué pasa? Hay que pringarse y hay que mojarse, teniendo presente que esto es para pasarlo bien. He tenido la suerte de ir con Jordi a ver la final de la Copa del Rey a Valencia en la que palmó el Barça, también este último Clásico allí en Barcelona, el 1-2… He visto perder muchas veces al Madrid contra el Barcelona y también le he visto ganar, así es el fútbol, pero nunca lo había visto ganar en Barcelona… Y eso es lo más bonito del mundo entero. Salí a dar un paseo por Barcelona después del partido, y ver aquello con una tristeza como si hubiera caído la bomba de Hiroshima, con toda la gente cabizbaja y tú tan contento… Es genial.
<<No hay nada más bonito que ver ganar al Madrid en Barcelona>>.
P: La gente te conoce y sabe que eres del Madrid. ¿Alguna experiencia desagradable en ese paseo post-partido?
R: Al contrario, la gente con gracia, te dicen: “estarás contento y tal”. Y tú vas tan feliz ese día pensando “la que os dimos ayer”.
P: Samantha también es madridista, ¿no?
R: Sí, sí, pero es una floja. Su marido sí que es muy madridista, de los que sufre. A mí me pasa igual, yo sufro con el Madrid. Samantha también pero luego lo suaviza, fíjate hasta qué punto que me decía: “Ay, fíjate, me dio una pena esto de la Champions… A mí no me habría importado que ganara el Atleti”. ¿Pero tú qué madridista eres? Yo siempre quiero que gane el Madrid. ¿Que no juega el Madrid? Pues que gane el Atleti, no me parece mal, pero jugando el Madrid que gane el Real Madrid siempre. Es que no concibo otra cosa, va en el ADN madridista, somos un equipo ganador. Yo no he venido aquí a sufrir, he venido a ganar.
P: ¿Desde cuándo eres madridista?, cuéntanos un poco.
R: Desde siempre. Porque, fíjate, mi padre fue torero y el fútbol no le interesaba mucho, pero mi padre era antimadridista, era atlético, quizá de ahí le venga a mi hermano la vena atlética, y yo como mi madre, que sí que era muy madridista. De ahí me viene, los genes femeninos se me dieron a mí por el Madrid, y a mi hermano los de mi padre. Recuerdo cuando era niño que si perdía el Madrid yo me iba enfadado a la cama y mi padre me chinchaba, el cabrito, “bah, si son unos mantas, no sirven para nada”, me daba una rabia… Pero no cambié un ápice, mis hijos madridistas hasta la médula. Pueden cambiar de religión. Pueden cambiar de sexo. Pueden cambiar lo que quieran, de verdad, pero a mí no me puede salir uno del Atlético, uno del Barça o del Logroñés. Es que no lo entendería.
<<Mis hijos pueden cambiar de religión. Pueden cambiar de sexo. Pero a mí no me puede salir uno del Atlético o del Barça>>.
P: ¿Y cómo viviste la final de Milán?
R: Me invitaron a ir a Milán pero no pude porque tenía demasiado trabajo. Y a veces me gusta ver ese tipo de partidos sin que me molesten demasiado. Lo vi en casa, en familia, pero si por alguna causa ellos no pueden no me importa nada verlos solo. Esos partidos de alta tensión me gusta sufrirlos en soledad.
P: ¿Y cómo viviste los penaltis?
R: Pues como los vivimos todos los madridistas. La primera parte me encantó, un fútbol muy bien jugado. El Madrid controló y doblegó al Atleti, y en la segunda con ese chaval que es muy bueno del Atleti se despistó más el Madrid. El partido se medio igualó y ahí sufrí, pero luego mira. Hay que saber también tirar bien los penaltis, ¡qué quieres que te diga! Es que hay que meterlos, no hay que tirarlos al palo. Y ya está.
P: De todas formas, se veía que íbamos a ganar en la reacción cuando metían los penaltis. Cuando metían los suyos los del Atleti, en cambio, su lenguaje corporal era de alivio. Era impresionante la fuerza que tenían todos los nuestros, y la seguridad de que iban a ganar.
R: Es que al Madrid eso se le ve. Yo me acuerdo de la final de París contra el Valencia, que venía de cargarse al Barcelona, a equipos grandes, y el Madrid había jugado regular pero se había colado en la final. A veces el Madrid es así, hay que vivir con ello, pero llegamos a París. Los del Valencia animaban y nosotros callados, asustados, como diciendo “a ver qué va a pasar aquí”, pero empezó el partido y con los cinco primeros minutos dije: gana el Madrid. Con una fuerza y una seguridad tremendas. Y el Valencia que perdía balones, ese nerviosismo de que estamos en una final y ahora no te pueden temblar las piernas. Hay una cosa que va en los genes, en la manera de vivirlo, y dices: “sería muy raro que se le fuera este partido al Real Madrid”. Es que el factor psicológico es muy importante, y el Madrid en las finales lo domina.
P: ¿Y Lisboa?
R: Lo vi en casa, también. El Madrid jugó mucho mejor que el Atleti. Estaba mi hija María nerviosa pensando que tendría que aguantar a sus primas tocándole las narices y esto pasa en el fútbol, que no quieres aguantar a nadie, y yo le dije: “María, ganamos.” Pero además con convencimiento pleno, pleno. Y no eran minutos para decir eso. Y metimos el gol y pensé que esto sería para un 4-1. No soy pitoniso ni nada pero no di el partido por perdido jamás.
P: Si escuchas a muchos atléticos oirás decir que Sergio Ramos metió el gol con el que se ganó el partido. A ver, hubo una prórroga donde no existió el Atleti. No creo que haya un madridista que, después del gol de Ramos, pensara que ese partido se podía perder.
R: No, no, es que metimos cuatro porque veníamos de jugar bien, estuvimos 30 minutos metido en su área sin encontrar el gol y era de ley que el Madrid ganase. Jamás nadie pensaría que no les íbamos a arrollar. El Madrid estaba fuerte.
P: ¿Tú eres de los que cree que el Madrid necesita tener un modelo, jugar a una cosa o a otra…?
R: Pues no lo sé, llevamos toda la vida hablando de esto y ahí estamos. Somos uno de los mejores equipos del mundo, o el mejor, pero sí que se podría hacer algo más, tener un proyecto deportivo. ¿Cuándo nos va a durar un entrenador cuatro años? Es imposible vivir con ese estrés en el Real Madrid.
P: ¿Y Zidane como entrenador? ¿Cómo le juzgas?
R: Bueno, no se le puede pedir más. Llegas en enero sustituyendo a Benítez y casi ganas la Liga y ganas la Champions, pues qué mínimo que se quede otro año más, pero vamos a sentarnos y decidir qué queremos, cómo jugar, cuál es nuestro estilo si es que queremos o tenemos uno y hay que variarlo, no lo sé, pero ¿tenemos una idea clara? ¿No hay nadie que aporte un punto de serenidad? No lo sé.
P: ¿No existe cierto paralelismo entre el Real Madrid queriendo siempre ganarlo todo y el mundo de los chefs? Lo de ahora con la estrellas Michelin, el no bajarse de la guía, que salgan…
R: Sí, sí, claro que lo hay, porque un cocinero de alta cocina es como un deportista de élite, cuando dicen que qué bien viven y tal. Vale, pero ¿sabes lo difícil que es jugar en primera división al fútbol? ¿Sabes la exigencia que conlleva eso? No lo puede soportar cualquiera y esto también pasa en la alta cocina. Hay que dar el cien por cien y por eso no hay tantos.
P: ¿Y el papel del equipo?
R: Sí, sí, claro, necesitamos un equipo. Tú puedes ser la cabeza visible pero porque sabes el estilo, pero sin equipo estamos perdidos. Y en el fútbol todavía más, por eso cuando en el Madrid compramos caras más que jugadores yo pienso: ojalá que esa cara sea necesaria en ese equipo, que a veces se ha demostrado que no es así.
P: Estamos justo en la época de las caras, a ver quién viene…
R: Hay que tener a los mejores, para eso somos el mejor club del mundo, pero el mejor que te haga falta en el puesto en que te haga falta.
<<Hay que tener a los mejores, pero el mejor que te haga falta en el puesto que te haga falta reforzar>>.
P: ¿Crees que en el Real Madrid se exige que juegue el que más ha costado?
R: Yo me imagino que debe de ocurrir eso, claro. Imagino al dueño de una empresa de hostelería en la que se han gastado mucho dinero en los platos más caros y luego no los pones. Yo, si fuera el que manda, al de abajo le diría: “mire usted, me estoy gastando una fortuna en vajilla y luego me sirve usted en esos platos tan normalitos”. La pregunta es si a ese jugador lo ha pedido el entrenador o el presidente. Si lo ha pedido el entrenador me parece bien, pero si es el presidente entonces no.
P: ¿Vienen aquí jugadores o exjugadores a comer aquí?
R: Sí, sí, y tengo muy buena relación. Hierro, Helguera…
P: ¿Y son de buen saque?
R: Sí. ¡Y siguen manteniendo el tipo, eh! Es exagerada la dieta que lleva Butragueño, por ejemplo, y Karanka igual.
P: Bien. Vamos con tu once histórico del Madrid.
P: Te hago el 11 ya hasta de memoria. De portero, Miguel Ángel. Esa palomitas que hacía… Quizá adornándose demasiado, pero si te ponías en la portería con tus amigos él era quien querías ser. O Arconada. Y yo creo que en el lateral derecho me quedo con Panucci, no sé por qué. En el centro de la defensa Hierro y Helguera, que empezó en el centro del campo pero luego se fue quedando atrás. Además recuerdo que alguien se lesionó en una Copa de Europa o algo así, y rindió espectacularmente bien. Y aquí lo siento pero Roberto Carlos. Marcelo es extraordinario pero está claro. Aquí en el centro del campo me entran muchas dudas. Modric. Fíjate si han pasado tíos por ahí… Pero es que le está dando muchas cosas al Madrid que creo yo que no teníamos, de auténtico jugón. Y al lado Makelele. A la derecha, esto lo hago con el corazón: Míchel. Verle tocar con ese guante… Y me podrían decir: pero ¿y no es mejor Figo? Podría poner a Figo pero el madridismo me pide otra cosa. Y en la parte izquierda he dudado algo más… Demasiado con el corazón quizás, pero he puesto a Gordillo. Podía haber puesto también a Amavisca… Raúl, ¡nos ha dado tanto! Y otro que nos ha dado muchos momentos maravillosos: Butragueño. Y si tuviera que hacer un banquillo pues tendría a Hugo Sánchez, Santillana, ¡quién no querría ser Santillana con esos saltos!
P: ¿Eres muy de la Quinta?
R: Sí, sí. ¡Qué pena que no se llevaran una Copa de Europa! Tengo la espinita por ellos.
P: ¿Y la Séptima cómo la viviste? Porque para tu generación la Copa de Europa era un unicornio…
R: Era el rollo de “tú no has visto ganar una Copa de Europa al Madrid” que a los madridistas nos tenía un poco hartos. Por eso ese gol de Pedja marcó un punto de liberación.
P: Y quién nos hubiera dicho que luego iban a venir las otras. Hablemos de entrenadores. ¿Cuáles te han gustado?
R: Me dio mucha pena Ancelotti. Jugamos de maravilla con él, hasta que ganamos el Mundial de clubes, luego no sé qué pasó que nos desinflamos. No sé qué otro entrenador decirte, quizá Del Bosque por esa tranquilidad. No hace falta dar una voz ni ponerse histérico para que los jugadores sepan qué tienen que hacer.
P: Y el capitán de tu equipo ideal, ¿quién sería?
R: No sé, alguien con capacidad de mando y de decisión. Yo he hablado con algún jugador importante aquí que defendía la labor de Mourinho, como si hubiese cierto provincianismo en el sentido de que hasta que no llegó él no se ordenaron ciertas cosas como se ordenan en los grandes clubes de Europa. Y yo le decía: ¿pero cómo puede ser que le deis todo el peso a este señor? Era es la opinión de una persona que ha estado dentro y te sorprende pero, bah, el Real Madrid no necesita a Mourinho, no sé qué nos ha dado Mourinho.
P: ¿No?
R: No. Me pasa igual que en las cocinas. Hay gente que necesita un dictador y alguien que blasfeme para que le entiendan y le oigan. Mira, no, no me interesa. Creo que las cosas se pueden hacer tranquilos igual o mejor. Esa presión a todo el mundo no me interesa.
P: ¿Eres mitómano?
R: Tengo dos camisetas del Real Madrid, bueno, tengo tres o cuatro que me han ido regalando y dos compradas por mí, una de Míchel y otra de Zidane. No soy mitómano pero sí tengo a esos dos, y no sé cómo no he puesto a Zidane en el once, ahora que lo pienso, siendo un tío de esos que da gusto verles jugar, ¡qué bien le quedaba la camiseta al cabrito! ¡Qué planta! Y tocar el balón como ese tío, qué poquitos hay, qué bueno era. ¡Qué elegancia!
P: ¿Y la BBC?
R: Reprochar algo a Cristiano sería injusto. Me parece el mejor del mundo junto con Messi, dos estilos diferentes, dos maneras, dos personajes. Pero el Madrid necesita gente más tranquila. No podemos dar una imagen chulesca, tenemos que ser un equipo todavía más querido y no un equipo, a veces, odiado. Y tenemos que generar esa empatía y eso se crea con jugadores más empáticos. Pero grandísimo jugador. Negarle algo a Cristiano que te mete 50 goles… Es estratosférico. ¿Y Bale? Un gran jugador pero todavía tiene que demostrar más en el Madrid. Claro, con las lesiones y la presión del precio… Hay jugadores con un perfil no tan mediático que juegan muy bien al fútbol, que al final es de lo que se trata. Con menos cromos creo que también se puede jugar al fútbol. Habría que consensuarlo con un presidente que lo que quiere son sus celebrities.
<<Con menos cromos creo que también se puede jugar al fútbol>>.
P: Pero los ingresos que generan esas celebrities redundan en beneficio del club.
R: Por supuesto, y el mejor equipo del mundo tiene que tener a los mejores jugadores del mundo porque repercute en términos de imagen. Sólo digo que ojalá se haga mirando el equipo más que el negocio. Entiendo que te juegas mucho dinero y esto hay que rentabilizarlo, pero que prime lo esencial que es lo deportivo.
P: ¿Qué piensas de los culés que están firmando para que nos quiten las seis Copas de Europa que llaman “en blanco y negro”?
R: Claro, y que eliminen también la historia de España. Es la cosa más ridícula del mundo. ¿Desde dónde empezamos a contarlas? Que lo digan ellos. Venga, vale, nos quitamos estas, ya estamos empatados a cinco Copas de Europa… ¿Hablamos dentro de 20 años a ver quién tiene más? Bien. Vale. Y si llegamos nosotros y por entonces tenemos más Copas de Europa, ¿os podemos llamar tontos? Me hace mucha gracia cuando precisamente en el franquismo estábamos apartados del resto, aislados incluso. Que el Madrid dominase en Europa en el fútbol no sería precisamente por Franco, ¿no?, si estamos diciendo que no nos querían ni ver, que estábamos aislados por su culpa. Es que no se lo creen ni los niños pequeños.
P: ¿Y qué te ha parecido toda esta campaña de “Todos somos Messi”?
R: Este señor tiene un problema con Hacienda, que pague lo que tenga que pagar como cada persona que trabaja. El Barça no le puede defender porque entonces podemos salir a defender a Mario Conde, a no sé quién… O sea, ¿estamos locos?
P: Es una campaña propiciada por el propio club.
R: Pero usted no tiene vergüenza, está usted defraudando, ¡y encima le ponen una pancarta! Mira, lo de las Copas de Europa me da risa, pero esto ya no, son ustedes unos sinvergüenzas protegidos por no sé quién, es que no lo entiendo. ¿Cómo puede usted defender al señor Messi? Que es un extraordinario jugador de fútbol, extraordinario, puede ser hasta el mejor del mundo, pero es un defraudador y no puede usted apoyar eso. Lo que hay que hacer, si es un club honesto, es corregirle. Si esto pasase con Ronaldo o con cualquiera, a mí me gustaría que el Madrid les sancionase.
P: Y luego está el caso Neymar, donde el propio club reconoció la comisión de delitos.
R: Si Mario Conde ha ido a la cárcel, no sé por qué estos señores no están en la cárcel. ¿Qué diferencia hay? Yo en mi empresa no puedo tener delincuentes. Si un chaval de mi cocina roba en la tienda de enfrente yo no voy a sacar la cara por él. Lo que tengo que hacer es amonestarle porque no puedo tener un sinvergüenza en mis filas, y menos poner una pancarta a su favor. Vaya ejemplo le estáis dando a la sociedad, a los niños…
Entrevista: Francis García Hechi, Nacho Faerna
Fotos: LBV
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