Hay algo casi subversivo en la normalidad de Odriozola, un futbolista sin tatuajes, un infatigable velocista que (de necesitar una moto para recorrer la banda, cosa que no precisa) haría bien en proveerse de una sacada de la película Quadrophenia. Nos recibe en Valdebebas (o sea, en Disney World, como se verá) después del entrenamiento, aunque ya habíamos tenido el gusto de saludarle en la VI Fiesta Pirata de Esteban Granero, unos días antes. Su buen manejo del idioma desarma tanto como su afabilidad.
Alguien que te conoce bien te definió del siguiente modo en un artículo en La Galerna: “Electricidad y velocidad. Son las dos palabras que definen a Álvaro Odriozola dentro y fuera del césped. No recuerdo una carrera más meteórica que la del internacional guipuzcoano. La distancia más corta entre dos puntos en el mundo del fútbol es la línea que traza Álvaro Odriozola”. ¿Te sientes bien descrito por estas palabras?
Bueno, lo primero que tengo es orgullo al saber que alguien me ha descrito así.
Luego te digo quién es...
No hace falta, me lo imagino. (Risas). Pero yo siempre lo digo: estos dos últimos años están siendo un sueño, un guión de película.
Porque tú hace dos años estabas con el Sanse en Segunda B.
Exacto. Dos años y dos meses. Y de hecho me encontraba en esa dicotomía entre el fútbol y los estudios. Me planteaba seriamente estudiar para ser piloto.
¡No me digas! ¿Civil o militar?
Piloto comercial. Estaba pensando en ello. Llevaba tres años en el filial sin haber tenido ninguna oportunidad a pesar de estar jugando bien. Pero se lesionaron Carlos Martínez y Joseba Zaldua, y por esta desafortunada coincidencia debuté con la Real el 16 de enero de 2017 a los órdenes de Eusebio Sacristán. Dos partidos más tarde, me puso de titular y me dio mucha confianza. Y de ahí al Real Madrid el año siguiente. Es un guión de Hollywood. Es como dije en mi presentación: he llegado a Disney, y miro las cosas como un niño mira a Mickey Mouse y a esta gente. Mi entrenador es Zinedine Zidane, qué más quieres que te diga. El Real Madrid es el Everest del fútbol. En el mundo del fútbol no hay nada más grande que el Real Madrid, aunque por supuesto sigo amando a la Real. El Madrid es el pico más alto. El mérito, claro, no está en llegar a escalarlo sino en ser capaz de quedarte ahí. Es complicado, porque en el Everest hace mucho frío (risas), pero trabajamos para estar aquí muchos años.
Es una buena metáfora la del frío. ¿En qué se nota?
El trato de la gente es enormemente cálido. Tanto la afición como la gente del club. El frío es la exigencia, que ya sabemos que es enorme.
Antes has mencionado quién es tu entrenador. Hemos visto una foto tuya de pequeño con un balón que ponía ZIDANE...
Con ocho o nueve años, unos amigos de mi madre nos invitaron al Bernabéu, fue mi primera vez. Esos amigos me regalaron un balón de mi ídolo, Zidane. Me enamoraba verle jugar. Y ahora me entrena. ¡Sigue el guión de película!
Se puede decir entonces que eres madridista desde la infancia, ¿no?
Soy de San Sebastián y siempre he sido de la Real, pero siempre me ha gustado la historia, y a base de mucho leer sobre ella he sabido que el Madrid siempre se ha portado muy bien con la Real. Incluso, en el Centenario de nuestro equipo, el Madrid vino a jugar totalmente gratis. Nunca lo olvidaré porque yo estaba de recogepelotas (risas). Por eso siempre me causó simpatía el Madrid. Por eso y porque allí jugaba Zidane, que era mi ídolo. Al ir por primera vez al Bernabéu, mi admiración por el Madrid se acrecentó. Quién me iba a decir que acabaría aquí. No puedo estar más contento.
hace algo más de dos años,estaba pensando en dedicarme a estudiar para ser piloto comercial.
Cuando llega la oportunidad de ir al Madrid, ¿había otras ofertas encima de la mesa?
Sí, pero yo lo tenía clarísimo. Para que yo saliera de mi Real Sociedad, tenía que ser el Madrid o ningún otro.
Es fácil que seas percibido como un símbolo de la buena relación entre los dos clubes. ¿Estarías de acuerdo en esta interpretación?
Efectivamente. Son dos clubes maravillosos con una estupenda relación desde siempre. Por eso fructificó el fichaje y todo fue más fácil. Son mis dos clubes. Hay mucho madridista en el País Vasco, ¡eh! Sobre todo en Guipúzcoa.
Este mismo periodista al que antes aludía te define, en lo personal, como un chico natural que cultiva una imagen clásica y ama su cuadra de Lasarte. ¿Te ves reflejado?
Pues sí. Me considero una persona normal. Mi máxima es que primero están las personas y luego los futbolistas. Nadie tiene que sentirse más que nadie por tener más fama o más dinero. Y lo que decías: tengo una pasión que son los caballos, y más específicamente las carreras. De pequeño me llevaban a montar y luego al hipódromo, y enseguida me enamoré de ese mundo. Ahora puedo tener caballos, algo que adoro, y así puedo desarrollar mi principal hobby. Me viene bien además para desconectar del fútbol.
¿Es tu refugio cuando hace mucho frío en el Everest, por seguir con el paralelismo anterior?
Exacto. En el fútbol hay mucha presión, vivimos al límite. Uno necesita un escape. El mío es mi cuadra.
Sergio (Ramos) también es aficionado a los caballos. ¿Habláis mucho de esto entre vosotros?
Sí. Él tiene los clásicos caballos andaluces, el pura sangre español. En el norte se llevan más los caballos de carreras. Pero es la misma pasión: el caballo. Hablamos mucho de ello.
¿Qué hiciste cuando Ramos marcó el gol de la Décima?
Lo recuerdo como si fuese ayer. Lo vi con mi hermano y mi padre, que es como yo, de la Real y gran admirador del Madrid. Fue una locura. Una explosión de júbilo.
Quién te iba a decir a ti que ibas a tener a Ramos de capitán algún día.
Exacto. Ya se lo he dicho al propio Sergio: tengo una foto con él en el aeropuerto de Miami, siendo yo casi un niño. Me hice con él la típica foto de fan. Hace poco se la enseñé.
Curioso. ¿Es su gol en Lisboa tu momento favorito como aficionado del Madrid?
Creo que sí. Aunque también me acuerdo, pese a que era pequeñísimo, de la volea de Zidane.
Antes decías que tu ídolo futbolístico es precisamente Zidane. ¿Quién es tu ídolo en lo personal?
Soy partidario de buscar ídolos entre tu gente más cercana. Yo tengo a mi abuela por parte de madre, que es la única que me queda. Le tengo especial cariño. Su marido, mi abuelo, murió cuando yo tenía cuatro años, y ella sacó adelante la familia. Siempre ha cocinado para todos sus hijos y nietos, siempre preocupada por todos. Es la persona que más admiro en este mundo.
¿Te consideras entonces una persona muy familiar?
Profundamente. La familia es lo más importante en la vida junto con los amigos, que son la familia que uno elige.
Eres tan normal que constituyes, paradójicamente, casi una anomalía en este mundo del fútbol donde prima la excentricidad. ¿Cuántos tatuajes tienes?
Ninguno.
¿Ninguno?
No me gustan. Es un mundo que no me llama.
¡Pero sí hasta Kroos está tatuado!
Y es algo que respeto totalmente. Hay incluso tatuajes que a según quién me parece que les quedan bien. Pero no va conmigo, yo soy un pelín más clásico. Aunque es verdad que a veces soy menos clásico de lo que parece. Somos jóvenes al fin y al cabo, y si no haces alguna extravagancia ahora imagínate...
Volviendo a lo estrictamente futbolístico, ¿qué balance haces de la temporada que encara su recta final?
A nivel colectivo, ha sido un año complicado, eso está a la vista. Han pasado tres entrenadores. A nivel personal, mi aprendizaje ha sido tremendo. Esto es un máster avanzado. He aprendido de los buenos pero sobre todo de los malos momentos.
Tu temporada viene marcada por algo inusual: o has sido titular o has estado en la grada, sin haber estado casi nunca en el banquillo. ¿Cómo se lleva esta situación tan anormal?
Es cierto que es una situación extraña, pero a esta alturas todos estamos preparados para cosas así. Yo prefiero tomarlo como algo anecdótico. Trabajo para estar en el once y al final es el entrenador el que decide. ¿Que me toca jugar un partido entero y al siguiente ir a la grada? Pues es verdad que no es habitual, pero me lo he tomado de la mejor manera posible, trabajando más si cabe.
Retomando lo colectivo, para el aficionado ha sido un año frustrante pero sobre todo desconcertante. Ha habido amagos inconclusos de despegue (Roma en el Bernabéu, Atleti en el Wanda) que no han fructificado...
Estoy de acuerdo. Ha sido una montaña rusa. Lo importante es hacer autocrítica y obtener un aprendizaje. En este club se aprende mucho. Una temporada en el Madrid es como tres temporadas en otro club. Las semanas son meses.
¿Hay alguna incidencia del factor arbitral en el hecho de que la Liga esté prácticamente ganada por el Barcelona? En torno al penalti no pitado a Vinicius precisamente ante la Real, se dieron varias jornadas con errores clave que perjudicaron al Madrid y/o beneficiaron a los de Valverde...
Son cosas objetivas sobre las que se puede opinar, pero a mí no me toca hacerlo. En el Madrid estamos por encima del asunto arbitral. No hay que poner excusas. Si las cosas no han salido como cabía esperar, tenemos que mirarnos a nosotros mismos para mejorar, eso es todo.
¿Y qué cabe esperar de los diez partidos que quedan?
Siendo realistas, la Liga está muy difícil, pero el orgullo de llevar la camiseta del Madrid nos tiene que hacer darlo todo, como si cada partido fuera una final.
¿Es como una pretemporada pero más larga, una oportunidad de ir ganándose con mucha antelación la confianza del entrenador?
Es cierto que todos estamos dando el 100% para convencer a Zizou. Está claro que eso forma parte de la motivación para hacerlo muy bien en estos diez partidos que restan. No solo en los partidos, de hecho, en los entrenamientos también.
¿Qué es lo que más te ha llamado la atención sobre Zidane en estos primeros compases?
Cuando Zidane es tu entrenador, tú llegas con unas ideas preconcebidas. Como he dicho, siempre le admiré. Era precioso verle jugar. Como entrenador, lo que me está fascinando es su cercanía con el jugador. Creo que a día de hoy, cuando en el mundo del fútbol está prácticamente todo inventado, eso es lo más importante que un técnico puede aportar. Con esa cercanía logra tener a todo el mundo muy enchufado.
¿Ha hablado contigo personalmente para decirte lo que espera de ti?
Ayer precisamente tuve una charla con él. Y sí, hemos hablado de lo que le gusta de mí, así como de los puntos débiles. Zizou siempre te dice la verdad. Esa sinceridad se agradece mucho. Eso en cuanto al jugador. Para el aficionado, su regreso ha renovado la ilusión. Su vuelta es prácticamente como ganar un título. Estamos muy contentos.
en el fútbol está casi todo inventado. lo mejor que un entrenador puede aportar es la cercanía con el jugador.y eso precisamente es lo que más me ha llamado la atención de zizou.
¿En la plantilla sorprendió la vuelta de Zizou?
Sí, sorprendió. Pero yo creo que todos pensaban que, si el Madrid le llamaba, él no podría negarse porque es muy madridista.
Hablando de jugadores que brillan por su estética, dijiste al poco de tu llegada que estabas “enamorado” de Karim...
Sí, alguno lo malentendió (risas). Siempre he sido muy de Karim. Mi hermano y yo siempre hemos sido acérrimos.
Pero tiene sus críticos. ¿Tú qué les dirías para convencerles de la excelencia de Benzema?
El que sabe de fútbol entiende que Karim es el mejor nueve y el mejor diez del mundo. ¡Con todos mis respetos para Luka, que es el mejor diez del mundo! Pero en esa posición de delantero/media punta es único. Hace jugar al Real Madrid. Genera tantísimo fútbol... Ha inventado un puesto.
El único que se puede comparar con él, dicen, es Firmino.
Sí, pero no tiene nada que ver. Al verlos entrenar, Karim es de todos mis compañeros aquel cuya calidad técnica más me ha sorprendido.
Otro de quien siempre fuiste fan es Isco, ¿no? Tienes tuits de 2012 alabándole.
Después del Europeo sub21 que ganó, me hice gran admirador. Su exhibición fue tremenda, y ahí también me enamoré de él. Hace cosas que sólo él sabe hacer, por eso le llamamos “mago”. Compartir equipo con él es otro aliciente más en este guión de película.
¿Cómo le ves ahora? Si el año ha sido malo para todos, para él lo ha sido especialmente...
Le veo bien. Ante el Celta marcó un gol que merecía. Muy contentos por él.
¿Hasta dónde puede llegar Vinicius?
Hasta donde él quiera. Por su calidad y su ambición. Le ves levantando el Bernabéu con dieciocho años y piensas: “Este se va a comer el mundo”. Nos ha dado muchísimo este año. Es una buena noticia en un año difícil.
vinicius puede llegar hasta donde él quiera.
Por la difícil relación al término de la temporada pasada, se ha dicho que Bale puede ser uno de los grandes perjudicados con la llegada de Zidane. ¿Cómo le ves?
Pues yo le veo muy bien. Ante el Celta hizo un partidazo. Trabajó muchísimo. Está motivadísimo. Sabe perfectamente castellano, lo que sucede es que le da vergüenza usarlo, lo cual me parece normal.
¿Habla español entonces, en contra de lo que se dice?
Totalmente. Yo hablo con él en español e inglés, indistintamente. Y yo veo que su compromiso con el club es total. Es muy madridista y ha dado mucho por el club. Como aficionado del Madrid también le he valorado siempre enormemente, nos ha dado muchísimas cosas. Es un jugadorazo, no hace falta que lo diga yo. Esa velocidad. Esa potencia. Y ese acierto de cara al gol. Me gusta mucho.
Se le echan en cara sus lesiones. A veces como si fueran culpa suya...
Es verdad. Eso no lo elige uno. Hay jugadores que son más propensos, otros menos... Pero él trabaja una barbaridad en el gimnasio, se cuida muchísimo.
bale sabe perfectamente español. su compromiso con el club es total.
Tú, qué también eres un jugador explosivo y por tanto susceptible de sufrir muchas lesiones, tienes en cambio buena fortuna en ese sentido.
Bueno, yo también me cuido mucho. Como soy muy explosivo y recorro mucha distancia en cada partido, me tengo que cuidar especialmente. Vigilo mucho el descanso, la alimentación...
¿Sigues alguna dieta específica, como por ejemplo la de Marcos Llorente?
Obviamente, nada de bollería industrial o refrescos. La base son verduras, carbohidratos antes de los partidos y mucha agua.
“No me creo que Odriozola no sea titular”, cantan los de Carolina Durante...
¡Temón! (Risas). Me escribieron antes de sacarla para ver qué me parecía la canción. No les conocía. “¿Qué te parece que hagamos esta canción?” “Pues me parece fenomenal porque me ponéis de lujo”. Ahora estamos en contacto siempre. Me han invitado a varios conciertos. Por desgracia, no he podido ir a ninguno aún. Pero estoy deseando hacerlo para cantar mi canción.
¿Cantas bien?
No.
Tampoco la canción exige ser Freddie Mercury...
Es cierto, es fácil de cantar. Pero para mí no sé porque soy negado.
¿A ti te pasa como al de la canción, que no te crees que Odriozola no sea titular?
Bueno, estoy satisfecho con mis cifras. He jugado diecinueve partidos, con un gol y ocho asistencias. Para ser el primer año, es para estar contentos. Aunque un futbolista siempre quiere jugar más. Es necesario tener esa ambición.
Además compites por el puesto con un jugador al que tú mismo has alabado muchas veces, empezando por el día de tu presentación.
Dani es un futbolista en el que siempre me he fijado. Mi ejemplo a seguir como lateral derecho. Hablamos mucho. Se porta muy bien conmigo.
Sigo pensando en la revelación que nos hacías al principio. En un futuro alternativo, no estaríamos aquí háblanos contigo porque tú estarías estudiando para ser piloto.
Así es. Cómo es la vida, ¿verdad? Pero bueno, estoy estudiando, no te creas. Hago Empresariales, a distancia y poco a poco.
Ah, tampoco lo sabíamos. Pues seguramente en eso también eres rara avis en el vestuario.
(Piensa). Pues ahora mismo no caigo si hay algún otro compañero que estudia alguna carrera. Es difícil, la exigencia que conlleva estar en el Madrid te lo pone muy difícil para dedicar atención a otras cosas. El fútbol en general no lo pone fácil. No hay mucha gente como mi excompañero Luca Sangali, que estudia para ingeniero, imagínate.
Sabemos que es muy amigo tuyo y jugasteis incluso juntos al fútbol-playa de niños. ¿Cómo está? (El jugador sufrió un ictus leve a finales del pasado año).
Está muy bien, afortunadamente. Sí, somos muy amigos. No solo jugamos sino que fuimos campeones de fútbol-playa en quinto y sexto de primaria. Gracias a Dios está muy bien, sin ninguna secuela.
Nos alegramos mucho. Hemos hablado de tu adaptación al Madrid pero no a Madrid, la ciudad. ¿Qué tal el proceso?
Fantástico. Es muy difícil ser infeliz en Madrid con este clima, esta gente y la gran oferta de ocio y cultura de la ciudad.
Entrevista: Jesús Bengoechea. Ramón Álvarez de Mon, Athos Dumas
Fotos: Baldesca Samper
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Grande Álvaro tenemos cubierto muy bien la banda derecha muy bien....la mejor del mundo
Joder que majo... jugadores así se echan de menos, gente (aparentemente) con la cabeza bien amueblada, nada de excentricidades ni divismos, centrados y sensatos. Ya hay muchos cabeza de chorlito en el vestuario como para meter más (un saludo a Pogba!).
Referente a lo futbolístico, yo creo que aún no se ha visto la mejor versión de Álvaro, aunque ha dado muchísimas pinceladas, lo importante es que ha demostrado que se puede contar con él si Carvajal se lesiona. Este año ha sido muy raro y nadie ha podido dar lo mejor de si mismo, esperemos que el año que viene todo sea diferente.
Respecto a lo de Bale y el castellano ... yo me veo muy reflejado en esa situación. Conozco el catalán perfectamente, lo he estudiado desde hace casi 30 años pero mi lengua materna es el castellano y es la que utilizo siempre, no me sale hablar en catalán, me oigo raro porque no estoy acostumbrado, pero si me pusiera a hablarlo muchos se sorprenderían.
Me encanta Odriozola como jugador y persona. Y sí, merece ser titular.
Muy buena, estupenda inyección de positivismo. Parecéis los tres mosqueteros entrevistando a D'Artagnan
¡Grande ÁLVARO ODRIOZOLA! Da gusto oir (leer) a un futbolista con tanto presente y futuro, tan profesional, tan humano, tan bien "amueblado"... ¡tan madridista de verdad! ¡Por siempre ya uno de los nuestros! ¡¡Gracias Odriozola! ¡Semper Fi!
Un jugador como pocos, sensato y coherente. Algo le han enseñado en casa y en la Real.
Entrevista top a un jugador top.
Espero que Zidane de la orden a los jugadores que corresponda de que le pasen el balón más a menudo en esos desmarques en velocidad que suele hacer.
Es desesperante ver como lo hace una y otra vez. Le ven, pero deciden jugar hacia otro lado. Con lo desbordante que es y el buen criterio y acierto a la hora de centrar que tiene.