Algunos afortunados ya hemos tenido acceso al primer episodio. La Leyenda Blanca, la serie de Amazon Prime sobre el Real Madrid, se estrena en todo el mundo este viernes 11 de febrero. El creador de la serie y principal impulsor de la idea es Íñigo de Carlos. Su apellido ya deja claro el linaje. Nieto del presidente Luis de Carlos, Íñigo cumple con el estreno de esta docuserie un anhelo personal y, de paso, nos regala una visión del club que amamos sustentada, precisamente, sobre la emoción que nos depara. Nos encontramos —dónde si no— cerca del Bernabéu. Las obras del templo van a buen ritmo y la de Íñigo está terminada… si bien nadie descarta que haya una segunda y sucesivas temporadas. La historia del Real Madrid, como reza el tópico con toda la razón (los tópicos suelen tenerla), es eterna.
¿Cómo surge el proyecto que fructifica en La Leyenda Blanca?
La idea se me ocurre hace años. Al ser nieto de quien soy, siempre había soñado con poder aportar algo al relato sobre el Real Madrid. Le doy vueltas durante mucho tiempo, escribimos y presentamos una primera versión de la historia al club, pero teníamos que definirlo con más detalle. Dos años después, ante la necesidad de incorporar al proyecto un escritor profesional, se une Álvaro de Paz. Estábamos convencidos de que teníamos una idea original para abordar la realidad del mejor club del mundo, y contactamos al club con la idea, que se fue puliendo a lo largo de sucesivas reuniones con ellos. Cuando hubo una idea en firme, nos asociamos con Onza, que fue la herramienta para dar forma al proyecto y para presentar la idea a Amazon.
Y ¿cómo te sientes ahora mismo, cuando la serie está a punto de ser estrenada en Amazon Prime? (Viernes 11 de febrero)
Siento que he cumplido un sueño. He aportado mi granito de arena para que la historia del club de fútbol más exitoso de todos los tiempos sea aún más conocida, y sobre todo para que lo sea de una manera que haga hincapié en lo humano y que, en el aspecto narrativo, no siga los caminos ya trillados. Se trata de transmitir los valores que han aupado al Real Madrid a ser el club que es, y hacerlo desde la perspectiva de la emoción.
¿De qué manera la emoción es el sentimiento catalizador de la docuserie?
Nos centramos en todo momento en el aspecto más humano. Ya sabemos que en el fútbol moderno la cosa va de ganar títulos y vender camisetas, pero hay un sinfín de anécdotas e intrahistorias, y es ahí donde entramos nosotros. La emoción es la fuerza motriz de la serie, no la cronología. No queríamos seguir la típica estructura lineal que comienza con la fundación del club y va avanzando año a año, sino que se producen saltos en el tiempo en función de paralelismos entre cosas de un pasado muy pretérito y otras más cercanas en el devenir del club.
¿Puedes poner algún ejemplo?
Son paralelismos temáticos, por ejemplo las lesiones que han tenido lugar en situaciones límite, en grandes finales sin ir más lejos. Kopa se lesiona en la final de la Cuarta y tiene que seguir jugando cojo porque por entonces no había cambios, y de ahí saltamos a la lesión de César en Glasgow, en la Novena, que permite la irrupción en el campo de Casillas y aquellas paradas milagrosas al Leverkusen en los últimos suspiros del partido. Otras veces el enganche entre el pasado remoto y el más cercano es puramente geográfico. Por ejemplo, la tercera Copa de Europa se resuelve en la prórroga ante el Milan, con aquel gol de Gento, y eso nos procura la excusa para saltar a la Undécima, porque la final contra el Atleti tiene lugar en Milán. Lo hacemos de un modo en que la historia va de atrás hacia delante y viceversa, fluyendo de una manera natural.
Nos centramos en todo momento en el aspecto más humano. La emoción es la fuerza motriz de la serie, no la cronología
No parece un logro sencillo en términos de guion. Se intuye mucho trabajo detrás.
Mucho. Pero la propia historia del Madrid te ayuda a establecer estos vínculos. Por ejemplo, es fácil jugar con la idea de las dinastías, porque hay dos muy claras en la historia del Madrid. La primera es el Madrid de los 50, con Di Stéfano, Gento, Puskas, Santamaría, etcétera, con cinco Copas de Europa seguidas. Y la segunda, evidentemente, es la que hemos podido vivir de cerca los madridistas más jóvenes, las cuatro Champions en cinco años que también han marcado una época. Y jugamos con eso, porque la Copa de Europa del 55 en París en la primera de la primera dinastía, mientras que la de Lisboa en 2014 es la primera de la segunda. Jugamos con esos vínculos.
Danos algún otro ejemplo de salto en el tiempo, de una época a otra del Madrid, que se vea en la serie.
Los mentores. Es otra constante en ese vestuario. Si llegabas nuevo al equipo, siempre había otro compañero que te tomaba bajo el ala y te enseñaba los valores del club. El caso más obvio, relativamente reciente, es el de Roberto Carlos y Marcelo. Sobre esta influencia de los veteranos sobre los noveles también se habla mucho por parte de los protagonistas de la serie. Es una constante madridista.
Esta no es, por tanto, una historia del Real Madrid al uso…
No lo es. Es un análisis de cómo un club como el Madrid logra reverdecer una y otra vez los laureles que el propio club hizo brotar en el pasado. En los 50 gana el Madrid y en la era moderna podría haber ganado otro club, pero no, se las apaña para seguir ganando en diferentes periodos históricos. ¿Cómo es posible? ¿Cómo se explica esa excelencia en momentos dispares de la historia? Fíjate que podríamos incluso definir una tercera dinastía. La que protagoniza la Séptima, la Octava y la Novena.
Hay bastante disparidad entre los jugadores que las logran, pero tal vez podría hablarse, en efecto, de una tercera minidinastía.
Sí, con algunos jugadores que están en esa minidinastía pero también al comienzo de la dinastía última, como por ejemplo Casillas. Pero son épocas, rachas.
La Sexta es la que está más aislada en el tiempo.
Pero tampoco se puede decir que esté totalmente desgajada de las cinco primeras, no hay tanta distancia temporal con ellas y algunos pocos jugadores permanecen, como por supuesto Gento, también Puskas y Santamaría. De hecho, el equipo pierde dos finales entre la racha triunfal del comienzo y los yeyés, con lo que podía haber sido una epopeya de dimensiones aún mayores. Y en el 81, por supuesto, de manera muy solitaria en la línea temporal, perdemos la final de París contra el Liverpool.
Es un análisis de cómo el Madrid logra reverdecer una y otra vez los laureles que el propio club hizo brotar en el pasado. En los 50 gana el Madrid y en la era moderna se las apaña para seguir ganando
Con tu abuelo en la presidencia.
Así es. Pero él prometió que no se marcharía del cargo sin haber vuelto a hacer al Madrid campeón europeo, y lo logró con la primera de las dos Copas de la UEFA de los ochenta.
Dos seguidas. Otra minidinastía…
Aquellas UEFAs eran muy difíciles de conseguir. Solamente mira los nombres de los equipos que hubo que dejar por el camino en ambas ediciones (85 y 86): Inter, Anderlecht, Borussia Monchengladbach, Colonia… Claro, en aquella época solo jugabas la Copa de Europa si ganabas la Liga (a menos que ganaras la propia Copa de Europa y participaras como campeón de la edición anterior), lo que hacía que existiera en el club una fijación por conquistarla que ahora no se observa en la misma medida, porque siendo cuarto ya juegas la Champions del año siguiente.
Uno de los mayores atractivos de La leyenda Blanca es su primorosa envoltura. Me consta que hay imágenes valiosísimas de aquellas Copas de Europa en blanco y negro que han sido bellamente coloreadas, por ejemplo.
Así es. El aspecto visual es importantísimo y creo que va a dejar a la gente admirada. La Leyenda Blanca ha sido rodada con cámaras de cine. La calidad de la imagen es extraordinaria. Quiero otorgar el mérito que merece a Hugo Stuven, ha sabido transmitir la emoción y la pasión que le trasladamos con la historia que queríamos contar. Ha convertido la idea en una serie emocionante que refleja con acierto qué es la gran familia madridista. Enhorabuena a Hugo y a su equipo.
Elige un episodio de los seis que componen esta primera temporada.
Uf. Es tan difícil… Ha habido algo tremendamente especial, y es juntar a los cinco componentes de la Quinta. Incluso ellos estaban agradecidos porque, de no ser por estas cosas, no se juntan nunca. Están muy jóvenes todos, como para salir a jugar. (Íñigo saca su móvil para mostrarme una foto de la jornada en cuestión, en la que aparece él con los cinco componentes de la mítica Quinta, a la que sigue otra en la que se ve, sentados en un porche en una tarde soleada, a futbolistas de diferentes generaciones de Concha Espina, desde Hugo Sánchez a Mijatovic pasando por Arbeloa y muchos más). Esta foto también nos lleva a otro de los puntos cumbre de la serie: la charla entre los jugadores de distintas eras. Es una charla cuyos fragmentos, respetando la estructura que le hemos dado, también usamos en varios capítulos. Son fragmentos que denotan la idea del Real Madrid como una gran familia, la gran familia blanca capaz de trascender diferencias, lógicas en el trato humano, para remar todos juntos en beneficio de la entidad. Y me gustan mucho los perfiles, que son pequeños bloques, dentro de cada capítulo, destinados a glosar una figura determinada en el devenir del club. Por ahí pasan Gento, Puskas, el propio Bernabéu…
Mi abuelo, Luis de Carlos, prometió que no se marcharía del cargo sin haber vuelto a hacer al Madrid campeón europeo, y lo logró con la primera de las dos Copas de la UEFA de los ochenta
Quizá no convenga hacer spoilers y ya has mencionado algunos nombres, pero ¿a quién vamos a poder ver hablándonos del Madrid?
La nómina de entrevistados es un lujo que está más allá de lo imaginable. Efectivamente, no conviene desvelar demasiado. Es mejor que haya algunas sorpresas. Además de jugadores de muchas generaciones, auténticos héroes del madridismo, hay personajes públicos, de otros deportes o del espectáculo, que están presentes.
Dinos alguno.
No puedo. Pero la gente se va a quedar flipando. Son gente de un perfil altísimo, madridistas enormemente populares, enormemente prestigiosos.
Venga, hombre, cuéntanos.
No, de verdad. Si te dijera que salen Nadal, Alejandro Sanz, Carlos Sainz o José Mercé tendría que matarte a continuación, no puedo hacer eso.
(Risas) ¿Algún periodista, tal vez?
Claro, contamos con los testimonios de comunicadores como Julio César Iglesias, Manuel Jabois, Jesús Álvarez, Andrés Amorós, Raúl Cancio, Jorge Bustos o un tal Jesús Bengoechea. (Risas).
Y dos personas a quienes conoces bien: los hijos de Luis de Carlos, José Manuel y Jaime, ¿no es así?
Pues sí. Eso ha sido muy especial, claro. Mi tío José Manuel es además presidente de la mesa electoral y actualmente socio número 7. Conoce como nadie la historia del Madrid.
Si te dijera que salen Nadal, Alejandro Sanz, Carlos Sainz o José Mercé tendría que matarte a continuación, no puedo hacer eso
Como madridista, ¿hay algo sobre el Madrid que no supieras antes de hacer la serie, y que gracias a haberla hecho ahora sí sepas?
(Piensa un momento). Digamos que tal vez no era plenamente consciente de lo que el Madrid significa para tanta gente en cualquier lugar del globo. Ahora lo veo, gracias a la enorme expectación nacional e internacional que este estreno está despertando. Me llaman de todas partes. Me doy cuenta de que el mundo, en muy diferentes latitudes, está lleno de personas para quienes no pasa un solo día sin pensar varias veces en el Real Madrid.
¿Hay algo que quieras añadir?
Quiero agradecer al club su ayuda, en especial al presidente Florentino Pérez y a José Ángel Sánchez, siempre dispuesto a echar una mano con la eficiencia que le caracteriza. Sin él, este proyecto no habría comenzado a rodar. Quiero destacar de manera muy especial a Emilio Butragueño, en todo momento pendiente de la evolución de la serie, y agradecerle su amabilidad y trato personal conmigo. Fuera del club, no puedo olvidarme de mi socio en Morrigan Films, Íñigo Fernández-Tapias, el cual ha sido pieza muy importante en todo este engranaje. Curiosamente, al ser tocayos, ya nos llaman jocosamente “los Íñigos” (risas). Tampoco de mi compañero de viaje, Álvaro de Paz, un madridista de pro cuya importancia en la serie ha sido vital. Felipe Mellizo, gran persona y fantástico profesional, y Mario Caballero, mayúsculo madridista y un periodista magnífico que cualquiera querría tener en su plantilla, han estado al frente del equipo de contenido, también han sido fundamentales, así como nuestro socio Onza. Vaya mi gratitud también para Amazon por haber creído en este proyecto.
Entrevista: Jesús Bengoechea.
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Deseando que llegue el viernes...
Con muchas ganas de ver la serie. Se nota por la entrevista que es un trabajo muy cuidado y que nos va a gustar a todos los madridistas, ya que también está hecho por madridistas. Y lo mejor de todo es que no aparecen por ningún lado las negras manos de Roures y Mediapro, o las de Carreño o las de tantas productoras que supuestamente hacían algún trabajo "sobre" el Real Madrid y el resultado era o bien para echarse a llorar o para pedir su inhabilitación a perpetuidad.
Bienvenida sea toda iniciativa de esa índole. No sé si puede considerarse contrapeso del relato que hace foco en la leyenda negra del Real Madrid. Aunque , a priori y como madridista, solo puedo ver con buenos ojos tal proyección, reseñable es que el estreno de la docuserie coincida relativamente en el tiempo con la eliminatoria de Champions entre el PSG y el Real Madrid. No soy optimista al respecto. La encerrona está servida.
En cuanto a baloncesto, y tras los últimos resultados, no cabe otra que cepillarse al farça el viernes. Aquí soy optimista. El ambiente en el Palacio espero y deseo que sea el adecuado para superar los factores en contra. ¡ Vamos, equipo !
Me cagö en tó!!! Que jartá de llorar. Los 6 del tirón!!
Llorar por la emoción, llorar por la nostalgia, llorar de alegría, llorar por el orgullo. Se me rompió el grifo de las lágrimas.
Felicidades, Iñigo.
Sólo un pero....cuando rotule para introducir a los protagonistas...nunca pongas "ex". Por lo menos desde mi punto de vista los jugadores serán siempre jugadores. Y los entrenadores serán siempre entrenadores.
HASTA EL FINAL VAMOS REAL!
Mi más sincera enhorabuena por el documental. Si, me ha hecho llorar.
Daniel Maestroarena socio 41328