Cuando un experimento funciona mejor de lo indicado por el presagio más optimista, a la satisfacción se une una cierta perplejidad. Pero gusta. Es la primera entrevista baloncestística de La Galerna y decidimos trasladar a los canastos nuestro clásico once histórico, convertido -claro está- en cinco histórico. Fernando Romay obedece con tal soltura y fluidez, y sin previo aviso, que causa algún estupor. Por lo demás, esa naturalidad es el valor que le convierte, definitivamente, en el entrevistado fetén. Sabe, quiere contarte lo que sabe y te lo quiere contar de una manera entretenida. Una entrevista descomunal que comienza (sí) con el bolígrafo trazando nombres ilustres sobre el folio.
P: No has incluido a ninguno de los de ahora...
R: Hombre, es que me habéis dicho cinco histórico. Interpreto que ahí no puede entrar ninguno de los que juegan actualmente.
P: Ah, bien. Te lo damos por bueno.
R: Por eso. Pongo exclusivamente a gente que no está en activo. Corbalán, Brabender. Fernando Martín. Luyk. Emiliano.
P: ¿Luyk antes que Rullán? Se te va a enfadar Rafa.
R: Sí, Luyk antes. No se enfada Rullán. Luyk cambió este deporte en España. Empezamos a ver jugar a alguien de pívot-pívot, era el grande, aunque medía dos y poco. Vimos por primera vez a alguien tirando esos ganchos. Y luego está el número de copas de Europa que ha ganado llevando él el peso del equipo.
P: ¿Y no vas a meter a Delibasic?
R: Sólo estoy poniendo a españoles…
P: Ah, que además de sólo históricos son sólo españoles. Ya decía yo que te salía con demasiada fluidez. Y que ponías a Luyk antes que a Sabonis.
R: Claro, Luyk es americano pero nacionalizado español y con muchos años en el club. Sabonis es extranjero, era la leche pero sólo estuvo aquí dos años… ¿Qué quieres entonces? ¿Que haga otro cinco histórico pero sólo con extranjeros? Venga, a ver. (Coge la misma hoja y pone debajo su cinco de extranjeros).
P (leyendo y musitando): Petrovic. Delibasic...
R: A Petrovic no le había puesto al principio porque es extranjero y porque sólo estuvo un año. De todos modos te digo una cosa: al baloncesto normalmente ganan los equipos, no los nacimientos. O sea, esto (por el once de arriba, el de españoles) es un equipo. Lo de abajo es un portal de Belén.
P: A mí la figura de Petrovic me fascina. Lo de su presunto mal rollo con Fernando Martín y eso… ¿Qué recuerdo tienes de esa famosa final europea en la que Drazen anotó 62 puntos? Jugó solo. Ganamos, pero la cara que se le quedó a Fernando no era precisamente de alegría...
R: Mira, un día hablaba con el presidente de La Caixa. Contaba que estaba una vez desayunando con un tío en Estados Unidos, un preboste de la banca de estos super-hiperacojonantes. Y le decía: fíjate, divido mis directivos como este desayuno en función de su grado de compromiso, y señalaba a los huevos con bacon. Está la gente que cumple su compromiso y la gente que verdaderamente se implica en el proyecto. En este desayuno está comprometida la gallina porque te deja su huevo y ya está, pero implicado, lo que se dice implicado, en este desayuno está el cerdo, porque para que pudiera dejarte el bacon le tuvieron que rebanar el pescuezo. Los jugadores vienen a ser eso. Hay jugadores que cumplen su compromiso, vienen, lo hacen muy bien y ya. Después, hay jugadores que se implican en el proyecto.
P: Los primeros son gallinas y los segundos son cerdos.
R: Eso. Estos (señala el cinco de abajo) serían gallinas. Y estos (señala el cinco de arriba) serían cerdos.
P: Interesante. Me hago cargo. Drazen sería gallina y Fernando sería cerdo. Chocaban. ¿Tú tienes mal recuerdo de aquella final?
R: No, no, yo tengo un recuerdo cojonudo. Cada vez que se gana una final yo tengo un recuerdo fantástico.
P: Pero Fernando Martín lo llevó mal, ¿no?
R: No, lo que pasa es que hay un momento del partido en que está ganado, pero casi lo perdemos por el afán de Drazen de meter más puntos que Oscar Schmidt. Había ojeadores de la NBA y eso le importaba mucho. Era como un jugador de ajedrez: siempre estaba una jugada más allá.
P: ¿Tú cómo te llevabas con él?
R: ¿Con Petrovic? Bien, yo con ningún compañero me he llevado mal en absoluto y con él mucho menos. Ahora, si me preguntas qué vivencias he tenido con él fuera del terreno de juego, no te puedo decir que haya tenido muchas. Era bastante introvertido, entrenaba muchas cosas aparte, sin nosotros. Nosotros hacíamos una preparación física muy intensa con el tipo que revolucionó la preparación física en el baloncesto, Paco López, que llevaba la teoría del atletismo al baloncesto de una forma bestial. Pero Drazen hacía sus entrenamientos completamente aparte, nunca estuvo en el Inef con nosotros entrenando, y se dedicaba a tirar y hacía ejercicios con chalecos lastrados. Entrenaba enfocado a sus propias metas personales. Si no se llega a truncar, seguramente habría cumplido dichas metas. Pero el grado de implicación era mucho menor que el de Fernando.
P: ¿Te recuerda el equipo actual, que ahora está en una situación tan complicada, al vuestro?
R: Pues sí. Yo me quedo mucho mas con lo emocional que con lo estrictamente baloncestístico, porque el baloncesto ha variado tanto que es difícil comparar parámetros por ahí. Los pívots de ahora hacen muchas más cosas que las que hacía yo. Yo no tenía una línea de 6,25 (ahora de 6,75) que hacía que los aleros estuviesen más lejos, de tal modo que yo jugaba con el alero ahí, con lo cual tenía ahí al defensor del alero más el defensor del base más mi defensor… Todos los movimientos que como pívots teníamos que hacer los llevábamos a cabo sin poder echar el balón al suelo, y eso ya limita todo movimiento que puedas hacer.
P: Esta cosa anímica que comentas es interesante porque es donde se suele establecer el paralelismo con el equipo de fútbol. Se lo habrás oído a mucha gente últimamente, que los de la sección de fútbol tienen mucho que aprender de la de baloncesto…
R: Se dice que los de baloncesto vienen a hacerse grandes en el Madrid mientras que para los de fútbol el llegar al Madrid es ya como llegar a la meta. Pero yo no lo creo. No creo que nadie venga al Madrid con esa idea, ni en el fútbol ni en el baloncesto.
P: ¿No?
R: No. Creo que todos, en una y otra sección, llegan conscientes de que la meta no es jugar en el Madrid. La meta es aportar, ser transcendente en el Madrid. Todo el mundo quiere ser trascendente en el mejor equipo del mundo. El haber llegado puede deberse a cualquier causa, los caminos del Señor son infinitos, pero la transcendencia la marcas tú, no la marca la causalidad.
P: Cuando entrevisté a Arbeloa, yo ponía un ejemplo comparando ambas secciones. Nocioni, antes de salir a la final de Copa, en el túnel de vestuarios, les dice a sus compañeros: "Vamos ahí fuera, y todos conscientes de que esto es una puta guerra". No sé si en el fútbol existe siempre la conciencia de que es una guerra.
R: Pero Nocioni ya llegó al equipo sabedor de lo que tenía que hacer… Y cuando llego lo tenía claro, además dijo una palabra que me encanta. Dijo: yo vengo hacer más grande al Madrid, y si el Madrid quiere ganar títulos tiene que jugar con rusticidad. La rusticidad, aparte de la condición o cualidad de rústico, es la capacidad que tienen algunas plantas para crecer en sitios donde no deberían estar, o sea, es cuando tú ves un árbol en una montaña entre rocas que sale y dices: ¿cómo cojones habrá crecido ese cactus aquí? Pues eso es la rusticidad y, verdaderamente, si el Madrid tiene que ser grande tiene que tener eso que llaman rusticidad, tener la capacidad de sobrevivir porque todo en contra lo va a tener siempre, y se está viendo ahora.
P: ¿La rusticidad es quizás lo que se tiene en el baloncesto pero se echa de menos en la plantilla de fútbol? A lo mejor estos piensan que todo va a salir bien sólo porque juegan muy bonito…
R: El equipo de fútbol se enfrenta a un grado de exigencia máxima y encima delante tiene un equipo muy hecho que hace que muchas veces se quiebre esa confianza… No la que tienen ellos en ellos mismos sino la que tienen los demás en ellos, pero nada más… En un principio yo creo que el equipo se podría retocar, sí, pero no puede ser que no te valga nada, o sea, que todo lo que te llegue sea malo en seis meses…
P: Volviendo al basket, está siendo una temporada complicada en lo que toca a la adaptación de algunos de los fichajes, ¿no? Jugadores que venían con mucho cartel y, en principio, a mejorar el equipo como retoques positivos, pero que a lo mejor les está costando meterse en la dinámica.
R: Sí, porque se ha hecho una labor de rejuvenecimiento del equipo. Esto hace que te la juegues mucho más. Son jugadores menos hechos. Y jugar en el Madrid no es lo bueno que tú puedas llegar a jugar, o lo bonito… Tú ganas partidos y no es que seas la leche, sino que eres el Real Madrid. Pero si pierdes eres un capullo integral… La tensión es brutal. Antes, tal como había playoff por el título había playoff por el descenso. Yo he estado con jugadores que han jugado el playoff por el descenso y me decían: “Tío, me hacía así y se me caía el pelo a puñados de la tensión y del grado de estrés que tenía”. Pues esto es lo que llevas encima cuando estás todo el año en el Real Madrid, ese grado de estrés… Si es que palmas dos partidos y es que ya empiezan un run run, mientras los demás llevan 6, 8 ó 10 derrotas y no pasa nada, o sea… Y pierden y nada, da igual, solo se les valora lo que ganan. En el Madrid lo que ejerce como una losa que te cae encima es lo que pierdes, y es muy difícil jugar así.
P: El propio Laso pierde dos, tres partidos y hay gente que…
R: El año pasado en Navidades lo quería echar por haber perdido el partido contra Unicaja en casa de Unicaja y contra el Barça, por Dios, a ver, de qué estamos hablando… Y al final ganó todo. Pero es que al Madrid es muy fácil criticarle.
En el Madrid ganas partidos y no es que seas la leche, sino que eres el Real Madrid. Pero si pierdes eres un capullo integral.
P: Aun a riesgo de ser acusados de llorones, ¿son normales los arbitrajes que estamos teniendo en Euroliga?
R: No. En absoluto. Yo tengo una teoría: el actual director general de Euroliga era el segundo de a bordo en la ACB por detrás de Portela en la época más negra de la ACB para el Real Madrid, y ahora está pasando en la Euroliga lo mismo que empezó a pasar en aquel momento… Es que no es normal que a un equipo campeón le traten así. O sea, ya no es normal lo mal que te arbitran fuera, pero es mucho menos normal aún lo mal que te arbitran en casa.
P: Muy interesante. Oye, ¿cómo hace Felipe Reyes para que con 25 años no metiera casi ni un tiro libre y ahora meta triples con 33?
R: Pues es un ejemplo. ¿Ves? Es lo que hablábamos antes de compromiso e implicación. Pues eso. Implicación es entrenar y ser cada día mejor para ayudar a tu equipo, y eso es lo que hace Felipe.
P: El equipo se ha puesto en una situación muy complicada en la Euroliga. Tenemos un 2-0 en contra contra el Fenerbahçe. ¿Cómo lo ves?
R: La eliminatoria está muy difícil, pero yo creo que el Madrid se puede rehacer. Sigo confiando en este equipo y lo que puede hacer. Si tú piensas que hay que ganar uno allí, puede ser hasta el quinto. La situación es muy peliaguda, sobre todo por lo que se vio en el último partido. El Madrid necesita hacer un partido completo, de 40 minutos, no le vale con jugar bien 30 ni tan siquiera 39, sino que tiene que ser 40 minutos al 100%.
P: A nivel táctico, ¿qué puede estar pasando para que vayamos con este 2-0 en contra?
R: El equipo se desmoronó. Fue como un reloj de arena: cuando por el centro se va perdiendo algo, se mueve todo lo de alrededor. No nos pueden hacer tanto daño por dentro. Pero fue una cosa del segundo y del primer partido. Si te fijas en el primero, ellos se vienen arriba con una buena racha por dentro, sobre todo de Udoh. Haciendo el pick and roll hacia el fondo, recibía el balón y nos metió como tres mates seguidos. A partir de ahí, pasamos de tener el partido controlado a irnos. En el segundo partido igual. Nos hicieron una sangría por ahí. Hay que tapar ese centro de la zona, y a partir de ahí empezar a crecer con las armas que hemos tenido siempre. Sé que es fácil de decir y difícil de hacer.
P: Igual los árbitros también están permitiendo mucho contacto de manos...
R: Pero sabíamos que allí les iban a permitir esa agresividad defensiva. Ellos marcan la intensidad. En el momento en que son intensos, los árbitros les permiten serlo, y a nosotros también nos dejan algo más. En el momento en que ellos bajan la intensidad, a nosotros nos quitan lo que antes nos daban. Esperemos ser ahora nosotros quienes marquemos ese techo.
La situación en la Euroliga es muy peliaguda, pero creo que el Madrid se puede rehacer.
P: ¿Eres entonces razonablemente optimista?
R: Este equipo me ha demostrado el año pasado, y los años anteriores, que se tiene que tener fe en ellos. Cada vez que les cuestionas un poco, te hacen un zasca en toda la boca, y dices "joé, tío, ¿pero por qué habré dudado de éstos si siempre están?", y es un zasca en toda la boca detrás de otro, ¿no? Y es lo que hacen y es lo que tienen, con lo cual, no voy a empezar ya a dudar de ellos ahora. Les tendré que dar un margen de confianza para que sigan haciendo las cosas, aunque si me ha ido bien dudar de ellos pues también voy a seguir dudando, ¿no? (Risas).
P: Este año yo creo que el problema más serio está siendo en defensa, ¿verdad? Muchos puntos en contra.
R: Claro, a ver, si tú arriesgas a no tener un cinco-cinco sino tener un cinco mucho más movido…
P: ¿Cómo Ayón?
R: Como Ayón, que sale, no puedes estar defendiendo la salida del bloqueo directo en el medio campo y a la vez defendiendo en el poste de abajo… Ayón es muy bueno, muy bueno, muy bueno. Pero le falta todavía el don de la ubicuidad, o sea, eso no lo tiene, o está en un lado o en el otro.
P: La sábana se le queda corta…
R (Risas): Sí, sí, sí, se tapa el cuello se le destapan los pies y si se tapa los pies se le queda fuera el pecho… Entonces, pues bueno, se ha optado por ese otro juego para intentar sacar mucho más adelante, ser mucho más movido. Se está perdiendo a lo mejor algo de solidez debajo del aro, pero es algo que fácilmente solucionamos, no salgáis tanto y ya está pero… Algo se tiene que hacer.
P: ¿Y también puede tener que ver con que no haya habido pretemporada? Al equipo a lo mejor le puedes exigir menos físicamente y buscas el cambio de canasta.
R: Claro, claro. El Chacho lleva un nivel de temporada tremendo y es el que menos se ha desgastado porque Llull tuvo una época por culpa de una lesión, Rudy desgraciadamente una época de descanso mucho más grande, Felipe también tuvo lo del hombro y pudo estar ahí, bajar el ritmo durante dos o tres semanas y ahora está todo esto ¿no? Era el único base que estaba y cuando no estaba de base estaba de 2 porque salía Lukas…
P: Tuvo que jugar muchos minutos y a un nivel tremendo en esos partidos…
R: Tuvo que jugar mucho a un nivel tremendo, con lo cual no entiendo cómo todavía está, cómo puede estar bien… Es que lleva una temporada de dos años, ¿eh? Una temporada de dos años que es mucho lerele…
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Qué bien sintetiza Romay lo que es el Real Madrid. Y esa idea de rusticidad me parece formidable. Porque es cierta, mientras que el Barcelona siempre ha tendido a adornarse, los éxitos del Madrid casi siempre se han fundamentado en apretar los dientes.
Deliciosa entrevista. Felicidades.
Enhorabuena. Me alegro muchísimo de que empiecen a entrar en el campo de estrellas leyendas del baloncesto, que también tenemos unas cuantas.
Me parece fantástico que en La Galerna también le den cabida al Baloncesto. Muy buena la entrevista a Romay. El Madrid lo tiene crudo para continuar en la Euroliga, pero ahí seguiremos apoyando la remontada. Mañana, el primer envite a cara de perro.
Podía contar Romay su 'anécdota' con Augusto Binelli en la final de la Recopa de 1990, en Florencia