Esperanza Aguirre: "De Mou me gustaba su incorrección política"

Nos recibe Esperanza Aguirre en su despacho de la calle Mayor una calurosa tarde de junio. Aún no se le ha quitado la alegría de la Undécima, teñida de lástima por la crueldad de la derrota del Atleti. Va a opinar sin miramientos sobre la actualidad y el reciente pasado del club. También rememorará algunos de sus primeros recuerdos madridistas.

¿De dónde viene su madridismo? 

R: En casa, mis padres eran del Madrid y mi abuelo era muy madridista. De hecho, murió un domingo a la vuelta del Bernabéu a causa de un infarto. Pero en vida tuvo que sufrir el que sus hijos se hicieran del Atleti para fastidiarle. Todos menos mi padre, que siguió la tradición y fue un madridista intachable. Y yo, a resultas de eso, soy fiel a los colores.

P: ¿Y su marido? 

R: Él lo niega ahora, pero de jovencito coqueteó con el Atleti. Eso sí, cuando nacieron nuestros hijos dijo que había que educarlos en la verdadera fe. Ahora es más madridista y más futbolero que yo. De hecho, la final de Milán nos coincidió con una boda y él se escapó un rato para ver el partido.

P: ¿Usted no será de esos madridistas que dicen que les da pena el Atleti por haber perdido en Milán de la manera que perdieron?

R: Pues tengo que reconocerle que sí. Sobre todo, me dieron pena en Lisboa. Ya había escrito algunos mensajes de enhorabuena a amigos o familiares atléticos cuando Sergio Ramos marcó el gol en el minuto 93. Y que les volviera a suceder algo parecido dos años después, y encima en los penaltis, la verdad, me dio lástima. Pero se compensa al ver el modo ejemplar en que Gareth Bale, estando lesionado, no dejó de presionar e incluso se atrevió a lanzar un penalti.

P: ¿Le gusta Bale?

R: Mucho. Te diría que es mi jugador favorito en este momento. Me gusta su velocidad, su personalidad en el campo y su capacidad para decidir partidos.

P: Le han sacudido mucho…

R: Claro, por el precio. Pero ¿qué tiene él que ver con el precio?

P: También porque aún no habla español.

R: ¿Y lo importante no es que meta goles y que dé asistencias?

P: Bueno, hay quien opina que se ha sacudido a Bale con el objetivo final de sacudir a quien lo fichó…

R: A Florentino, claro. Conozco bien a Florentino y soy bastante florentinista. Al principio de esta temporada temí que se marchase.

P: ¿Por qué? ¿Le dijo algo él? 

R: No, no. Simplemente lo veía venir yo por lo mal que iba el equipo. Pensé que lo tenía que estar pasando fatal. Pero aguantó y mira: la Undécima.

P: ¿Pero entonces él no le dijo nada en el sentido de que tuviera pensado arrojar la toalla en algún momento de la temporada que acaba de finalizar?

R: Ni mucho menos. Además yo ahora casi no voy al palco. Tampoco es que haya ido mucho. Iba como presidenta de la Comunidad de Madrid a las grandes ocasiones, por ejemplo, un partido de Champions y desde que dimití habré estado una vez pero me he encontrado a Florentino algunas veces en inauguraciones, funerales...

P: ¿Y qué diría de la leyenda negra que acompaña a dicho palco? La firma de contratos oscuros entre los poderes fácticos y tal. 

R: Yo desde luego jamás he firmado nada allí. Cuando dejé la Comunidad de Madrid me fichó un empresario catalán al que ni conocía. Una empresa catalanísima. En mi caso, desde luego, no se ha firmado nada allí. Yo iba representando a la comunidad autónoma de la cual el Real Madrid es el máximo activo deportivo.

P: El máximo activo deportivo. Cuando dice usted cosas así, los del Atleti se enfadarán, ¿o no?

R: Seguramente. Yo tenía un tío que era vicepresidente del Madrid, Javier Gil de Biedma. Una vez me vio con una camiseta del Atleti que me puse tras ganar los atléticos algún título internacional y me regañó (Risas). Veníamos de Hamburgo, donde habíamos ganado la final de la Europa League. De todas maneras, yo ya dije antes de la final de Milán que lo importante para Madrid y para España es tener a dos de los mejores equipos del mundo. Eso sí que es Marca España.

P: ¿”Habíamos ganado”? ¿Y ese plural? ¿No hablamos del Madrid? A ver si la vamos a tener que regañar, como su tío.

R: Cuando juega el Atleti un partido internacional voy con el Atleti. Es más, cuando juega el Barça un partido internacional, voy con el Barça.

P: Tampoco hay que ponerse así. 

R: Claro que sí, aunque no sé si les va a sentar bien (Risas).

P: Pablo Iglesias, antes de la Final de Milán, declaró: “El Atleti del Cholo me hace soñar. Si tengo que elegir entre David y Goliat, por razones emocionales y casi políticas me quedo con David”. 

R: Está en su derecho, pero eso lo dice Iglesias porque seguramente vincula al Madrid con el franquismo, con lo cual vuelve a demostrar su incultura. En el Madrid mandaban en primer lugar Bernabéu, que era republicano, y en segundo lugar Saporta, de familia militantemente sefardí y con un hermano exiliado muy cercano al PCE de la clandestinidad. Otra cosa es que se aprovechara de la publicidad del Madrid a partir de que ganó la Copa de Europa, pero pensar otra cosa es un auténtico dislate.

Bale es mi jugador favorito en este momento

P: Ya que hablamos de fútbol y política, díganos algo del Barça. Xavier Sardá abjuró de su fe culé cuando vio que los cuatro candidatos a las últimas elecciones abrazaban el proceso soberanista. “Habéis hecho que el Barça deje de ser más que un club para convertirlo en vuestro club y hacer de él una pieza más en la estructura de l’estat”.

R: Estoy de acuerdo con Sardá. Es un disparate politizar el fútbol. La UEFA, que no es sospechosa, les ha puesto multas por lo de las esteladas. Pero sobre todo, lo que me parece inaceptable y punible es que se vaya a las finales de Copa con silbatos para pitar al himno y al Rey, como reconoció haber hecho en Valencia el hijo de Jordi Pujol. En aquella época yo abogué por la suspensión del partido en el momento en que su produjeran agresiones sonoras al himno, la bandera o el Jefe de Estado, tal como hizo Sarkozy en Francia. Son los símbolos que nos unen a todos. Se suspende el partido, se desaloja el campo y se juega a puerta cerrada.

P: Lo de los abucheos al himno seguramente no es igual que lo de las esteladas. ¿Qué le pareció el intento de prohibición de las mismas en la última final, desbaratada por el juez?

R: Ese es un tema complicado. Está sujeto a interpretaciones. La Delegada del Gobierno en Madrid y la UEFA compartían opinión al respecto, en el sentido de que esas banderas no eran tolerables. El juez discrepaba. No es un caso fácil, porque tampoco se da otro caso en Europa en el cual se haga ostentación de banderas independentistas de alguna otra región. Habría que hacer una norma sólo para el Barça, porque este tema supone una anomalía. Lo que parece claro es que hay barcelonistas en toda España, y seguro que todo esto no les hace ninguna gracia.

P: Hay barcelonistas, de hecho, en todo el mundo. Como madridistas. 

R: Exacto, como madridistas. Mira las dos salvajadas contra dos peñas madridistas en distintas ciudades de Irak. Por cierto, no he oído a nadie, salvo a los propios aficionados y directiva del Madrid, lamentar este horror.

P: Nosotros hemos criticado mucho a cierto periódico deportivo catalán por no haberlo traído a portada cuando fue portada de muchos medios generalistas. 

R: No me sorprende. Tampoco medios catalanes han informado sobre la agresión a dos chicas de allí cuyo crimen consistía en pedir que se pusiera una pantalla en la calle para ver jugar a la Selección.

P: Volviendo a su madridismo, ¿cuáles son sus primeros recuerdos madridistas?

R: La primera vez que fui con mi abuelo al Bernabéu. Real Madrid, 11; Hércules de Alicante, 0.

P: Como para no hacerte madridista.

R: (Risas). Exacto. Di Stéfano-Puskas-Gento era la delantera. Y Santamaría en la defensa. Di Stéfano es desde luego el jugador que más me ha impresionado de todos los que he visto en Chamartín, aunque yo era muy niña cuando lo vi jugar.

P: ¿Lo trató mucho después, cuando iba usted al palco? 

R: Mucho. Era encantador y con un gran sentido del humor. Era íntimo, precisamente, de mi tío Javier Gil de Biedma. Comían juntos varios días a la semana.

P: ¿Qué otros jugadores le han entusiasmado con posterioridad en sus visitas al Bernabéu? 

R: El primero que me viene a la mente es Butragueño. Me fascinaba. Recuerdo aquella imagen de sus goles contra Dinamarca en el Mundial de México. Raúl también fue excepcional.

P: ¿Tiene predilección por los jugadores españoles del Madrid, o no es una circunstancia que le importe? 

R: El Madrid es un club que tiene la obligación de fichar a los mejores, sin importar su nacionalidad. A mí, personalmente, tampoco me importa.

P: Por último. Sabemos que es mourinhista. ¿Por qué le gusta Mou? 

R: Me gustaba Mou cuando entrenaba al Madrid porque le daba mucha importancia a las comparecencias ante la prensa.

P: Le gustaba que diera caña a los periodistas, ¿no?

R: Me encantaba su incorrección porque como yo soy políticamente incorrecta, las cosas que decía me divertían mucho. Yo, en mis distintas etapas políticas, tenía que hacer un esfuerzo de corrección mientras él decía lo que se le pasaba por la cabeza. Hizo mal muchas cosas, pero esa incorrección a mí me gustaba