Entrevista: Jesús Bengoechea, Mario de las Heras
Con Carlos Mayoral fuimos a hablar de su episodio nacional, de Galdós y del Madrid. Y luego nos hicimos un lío estupendo y acabamos hablando de los rusos del XIX. Como ir en barca por el río Two-Hearted entre los árboles y entre el sol y las sombras de La Fontana de Oro, en cuya ribera hubiésemos encontrado al final del camino, primero a Turguenev, en la orilla europea, y luego a Dostoievski, en la eslavófila. Recuerdo que lo que más disfruté una vez que fui a Disneyland París fue precisamente un viaje en barca que transcurría por un mundo maravilloso en el que quise quedarme a vivir para siempre. No es que queramos quedarnos a vivir en Carlos Mayoral, pero sí que su conversación es como ese río (elijan el que quieran, el de Disney o el Two-Hearted) sobre el que uno viaja plácidamente contemplando un Madrid romántico (elijan también el que quieran, la ciudad o el equipo, o ambos) donde el detalle es como el canto de los pájaros. Uno va avanzando, empujado por el brioso remar de Jesús Bengoechea, y observando en derredor el color de la naturaleza y escuchando ese sonido halagador, igual que el rumor del agua, y se aparece Carlos Mayoral como un duende en el bosque que en medio de toda esa literatura menciona a Van Nistelrooy igual que si fuera parte de ella. En medio de todos esos árboles vimos a Zidane, a Galdós o a Benzema (Miau, le gritaba antaño parte del Bernabéu, como si fuera Don Perfecto, al francés), y a Mourinho, la Pardo Bazán o Kubo. Hay toda una memoria en nuestro protagonista que registra todos esos detalles, todo ese canto de los pájaros. Todo ese Real Madrid que se nos presenta vivamente como otro Episodio Nacional.
Aunque tu novela “Un episodio nacional” (Espasa) salió hace 6 meses, 2020 es el año del centenario de Galdós, lo que hará que tenga una larga vida. Además, y si bien el libro trata de algo sin conexión con la actualidad, como es la figura de Galdós y su relación sentimental con Emília Pardo Bazán, me resulta muy moderno.
Gracias. Es una novela decimonónica en la que era necesario hacer alusión a fenómenos con impacto actual, como la fundación de UGT en el año 1888 o el peso que el PSOE empezaba a tener en esa sociedad finisecular. También hay temas como la infidelidad femenina, que da pie a algunas de las mejores obras del XIX, desde “La Regenta” a “Anna Karenina” pasando por la propia “Fortunata y Jacinta”. A todo eso había que darle un tono narrativo actual, y me alegra ver que lo he conseguido.
¿Qué te inspiró?
La clave fue precisamente leer las cartas de amor entre Galdós y Pardo Bazán. Esas cartas, editadas por Turner, desataron el proceso de escritura del libro.
Pero ahí solo salen las cartas de ella...
Correcto, lo cual constituía una invitación literaria más poderosa aún, porque yo tenía que llenar el hueco de Galdós. Lo cierto es que es siempre ella quien lleva la voz cantante en esa correspondencia. Ella es quien aporta el vigor de la relación. Emília era una fuerza de la naturaleza, mientras que él era más tímido y cohibido.
En el libro hay un asesinato también. Se diría que la llama de la inspiración te asaltó un poco al modo en que asaltó a Capote leyendo la página de sucesos en la prensa que le movió a escribir “A sangre fría”. Él vio un asesinato en un pueblo muy lejano y tú viste otro en un tiempo muy lejano...
Me sorprende tu apreciación por lo atinada que es. Te confieso que el juego de Capote me pasó mucho por la cabeza, porque realmente Galdós se implicó mucho en el desarrollo de esa trama, al modo en que Capote lo hizo para inaugurar con ese libro el género de la novela de no ficción. Hay muchas similitudes con ese caso canónico.
¿Es cierto que llegaste a leer el sumario de ese asesinato, que también cautivó el interés de Galdós?
Así es. Mil y pico páginas. Está en la biblioteca nacional. Yo tenía la horquilla temporal de finales de los 80 y principios de los 90, que es donde se fragua la relación amorosa, y cuando vi que coincidía con la horquilla temporal del crimen comprendí que el proceso de construcción de la novela estaba servido. En cuanto encajó esa pieza, todo se precipitó. El libro estuvo escrito en tres meses.
Tal vez la pregunta sea un anticlimax pero no hay que olvidar que en La Galerna hablamos de madridismo, otra de tus pasiones. ¿Galdós habría sido vikingo?
Esperaba la pregunta, claro. Ha habido otros canarios importantes en la Historia del Madrid, como Molowny, u otros más recientes y marginales como Jesé o Sandro, pero este canario llamado Benito Pérez Galdós yo creo que habría sido del Atleti.
No fastidies.
Sí, hombre, ten en cuenta que él se movía mucho por la zona del antiguo Metropolitano, donde transcurren algunas de sus novelas. Además su familia estaba ligada al estamento militar, al igual que lo estuvo durante un tiempo el Atleti.
Pardo Bazán en cambio sí que era una madridista total, ¿no?
Esta sí que sí. La veo con la camiseta. Le quedaría apretada. Era madridista por su ambición pero también porque era tremendamente innovadora, tal y como lo ha sido siempre el Madrid. Era más innovadora que el propio Galdós. Creyó en el naturalismo cuando aquí no se podía ni ver. Se divorcia de su marido cuando ninguna mujer lo hacía, gracias a su independencia económica, con lo que se adelanta a su tiempo en términos de feminismo. Y yo veo que el Madrid, en su terreno, es muy innovador también, y me parece que no se le reconoce suficientemente.
Galdós era del Atleti, Pardo Bazán madridista
¿En qué sentido?
La Copa de Europa la funda Bernabéu. El concepto de los jugadores como productos de mercadotecnia generadores de ingresos masivos lo inventa Florentino, marcando el camino. El concepto de clubes muy ligados a nombres de futbolistas concretos llega con el actual presidente del Madrid. Antes, me lo dice siempre mi padre, en los ochenta, en la época de la Quinta, el club era el escudo, algo más colectivo. Ahora eso ha cambiado a causa de la innovación madridista. El Madrid de Cristiano Ronaldo. El Madrid de Zidane. La marca del club solo tiene sentido si hay jugadores o entrenadores muy mediáticos que la respaldan y potencian. Todo esto lo ve Florentino con diez o quince años de antelación.
En tu novela hay un momento donde Melquíades alaba el “instinto indagador” de Galdós. ¿Está Florentino haciendo gala de ese instinto ahora, cuando el paradigma ha cambiado y se trata de indagar en busca de jóvenes promesas en lugar de jugadores consagrados?
Así es. Con la irrupción en el mercado de los grandes capitales árabes o chinos, con este nuevo escenario de clubes-estado, el Madrid ya no puede competir en la captación de las grandes figuras y se centra en la búsqueda de las grandes figuras del futuro. Hay que adelantarse al resto. Nuevamente, se trata de ir por delante de todos.
¿Qué te parecen estos jóvenes que estamos fichando?
Mi favorito es Kubo, a pesar de que algo me dice que puede ser el que tenga más problemas por el tema del físico. Los brasileños vienen con fuerza por naturaleza. Ødegaard parece que ya se ha curtido físicamente. Kubo es en ese sentido una incógnita, pero en términos de talento es el más esperanzador de todos. Si alcanza ese esplendor físico, será espectacular.
Hace poco escribiste en The Objective, a cuenta del estreno de la última película de Amenábar, un precioso artículo sobre Unamuno. ¿Era (o habría sido) D. Miguel madridista?
Bueno, en ese artículo subrayo que Unamuno creía ciegamente en muy pocas cosas, era el antidogma, y está claro que el Real Madrid es también muy poco dogmático. El Real Madrid es eminentemente práctico. Es el pragmatismo hecho fútbol.
¿Tú eres pragmático, futbolísticamente hablando?
Tengo un lado romántico muy marcado. Por eso, en mi madridismo, he admirado siempre a jugadores como Guti o Benzema. Soy de los que pensaba que en un simple control de Zidane valía el precio de la entrada. Kubo va a ir por ahí.
Hay una corriente de pensamiento que trata de emparentar su juego con el de Messi...
Messi, cuando empezó, no tenía la arrancada que fue logrando con el paso de los años. Si Kubo llega a eso, será imparable.
Messi no tenía esa arrancada al principio, y ahora seguramente tampoco la tiene ya.
Claro, aunque sigue siendo un jugador deslumbrante gracias a otras facetas técnicas que ahora explota más, además de su inteligencia. Ve pases donde no los ve nadie. Mueve al Barça. Kubo tiene todo eso. A ver si logra además esa arrancada. Si es así, el Madrid tiene jugador para dominar el fútbol durante lustros. Los otros jóvenes son muy buenos, pero no sé si tienen ese factor tan diferencial, el que han tenido Messi y Cristiano.
Mencionas a Cristiano. El Madrid está en pleno postcristianismo. ¿Cuáles son las claves para tener éxito en esta nueva travesía?
Hay que saber leer esta nueva etapa. Cristiano metía cincuenta goles por temporada, de manera que el Madrid le debe mucho, pero atención porque Cristiano también le debe mucho al Madrid. Creo que eso no pasa con Messi en el Barça. El Barça le debe más a Messi que el Madrid a Cristiano. Y Messi le debe menos al Barça que Cristiano al Madrid. Eso significa que el vacío es muy grande, pero menos de lo que lo será para el Barça cuando se vaya Messi. No obstante, hay que saber cómo orientarlo, y el camino no es “Voy a fichar un delantero que meta cincuenta goles”, porque no lo hay. Ese vacío del que hablamos no se puede llenar. No hay manera de cubrir ese hueco.
El Barça le debe más a Messi que el Madrid a Cristiano. Y Messi le debe menos al Barça que Cristiano al Madrid
¿Ni siquiera con Mbappé?
Mbappé nunca va a meter cincuenta goles. No sé trata de meter en el puzzle una pieza para reemplazar a la que había. No hay que llenar el vacío, sino concebir el todo de otra forma.
¿Te dolió la marcha de Cristiano?
Me afectó más la de Zidane.
¿Por qué se fue Zidane?
Es aún una incógnita, aunque la gran incógnita de verdad es por qué vuelve.
¿Te alegró su vuelta?
Mucho. Fue como ganar un título. Espero que algún día la Historia ponga a Zidane en el lugar que merece. Para empezar, como futbolista. Recuerdo ir al Bernabéu en el año 2000, a ver un Real Madrid-Manchester de la Champions que luego sería la Octava. Yo era un niño. Todo el mundo se acuerda de la vuelta con el taconazo de Redondo. Pues bien, yo te hablo de la ida, que fue un insípido 0-0. Aquello acabó y yo pensé: nunca tendremos un jugador como Giggs o Beckham. Me parecía que estábamos en un escalón inferior, menos sofisticado. La llegada de Zidane desmintió esa impresión: podíamos tener el jugador que quisiéramos. Es más, terminamos teniendo al propio Beckham también. Florentino trajo a los jugadores que como niño me habían fascinado. Zidane era el exponente de eso.
¿La servilleta de Florentino y Zidane es literaria?
Muy literaria. Zidane llega y al principio le cuesta. Pero luego se gana a la afición, que de repente siente que los mejores jugadores del mundo tienen que jugar en el Madrid. Eso no pasaba antes.
¿Y como entrenador?
También cambia la mentalidad de la afición. Yo al menos no podía ni concebir que se pudieran ganar tres Champions seguidas. Y el elemento común a esas tres Champions es Zidane.
¿Y Cristiano, no?
Pero Cristiano ya estaba antes y no había ganado la Champions más que una vez con Ancelotti. El gran protagonista de esas tres Champions, el elemento que resulta definitorio, es Zidane. Habría que retirar el carnet a los que le pitan por perder contra no sé quién. Por mí, como si hace una temporada nefasta. Me da igual. A lo mejor ahora mismo no tenemos las piezas para hacer un equipo hegemónico, pero estoy seguro de que, cuando las tengamos, Zidane las va a encajar. Pasa como con Laso. Habría sido de necios echarle cuando tuvo aquella mala temporada, y sería de necios echarle ahora si la tiene. Los entrenadores son también productos, igual que antes decíamos que lo son los futbolistas. Zidane es un entrenador-producto que te da prestigio. Rodrygo y su entorno aceptan que el chico juegue en el Castilla porque quien se lo recomienda es Zidane. Si fuese otro, tal vez no aceptaría. Ese halo de prestigio lo debe aprovechar el Madrid, y no estoy seguro de que lo esté haciendo. Es la marca Zidane, que debe siempre estar asociada a la marca Real Madrid. Sería traumático que Zizou se marchara a cualquier otro club y que allí tuviese una carrera de éxito.
El Madrid debe aprovechar a Zidane como marca. No sé si lo está haciendo suficientemente
Cambiando de tercio, ¿por qué hay tan poca literatura sobre fútbol?
Creo que el fútbol está culturalmente estigmatizado.
¿Todavía?
Sí. Y es injusto. Defiendo el fútbol como arte. Como insinuaba antes, un control de Zidane tiene matices de danza, de música clásica, de pintura... Su componente plástico es indudable. Lo que pasa es que mueve a las masas como ningún otro arte, y ese aspecto cerril es el que a ojos de mucha gente le despoja de cualquier sentido artístico.
Ha quedado claro tu zidanismo. Si los vamos a lo que parece el extremo opuesto, ¿qué opinión tienes de Mourinho?
No soy mourinhista. Le vino mal al Madrid, al menos parcialmente. Yo recuerdo siempre un Madrid ajeno al victimismo, y él nos metió en esa corriente. Es que el calendario, es que no sé qué. Me pareció atroz su trato a Casillas. Aportó muy poco en ese sentido. Infrautilizó un poco a esa generación de jugadores.
Hombre, ante un gran Barça ganó una Liga y una Copa...
Sí, es verdad, y esa Copa tuvo casi más valor que esa Liga, por el componente épico con el que se ganó contra el Barça.
Y llevó al Madrid tres años seguidos a semifinales.
Mourinho presumía de eso, pero el Madrid jamás habría presumido de llegar a semifinales. Mourinho tiene ciertos méritos, es innegable. Por ejemplo, fichó a Modric cuando nadie le habría fichado. La prensa de hecho se puso en contra del jugador. Y tiene una importancia capital en este ciclo glorioso que hemos vivido. Hace falta en La Galerna un gran artículo sobre la decadencia de Modric. Se tiene que retirar en el Madrid. No quiero 30 millones a cambio de (aunque sea) verle cojear en el campo.
O sea, que se quede aunque sea en un papel secundario.
Exacto. Este año ya no es un titular indiscutible, de hecho. Pero ha sido un jugador de dibujos animados. El día en que yo agonice, mi última imagen de fútbol será Modric a punto de sacar el córner de Lisboa. Yo estaba en la grada, justo en esa esquina. Luka lanzó desde la esquina y a partir de ahí no vi nada más. Es más: no recuerdo nada más, salvo que aparecí un par de minutos después tirado boca abajo, varias filas más adelante.
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Tengo la misma preocupación en cuanto al futuro de Kubo: le veo muy chiquitín.
Coincido completamente en lo de Modric. Debería ser un ejemplo para los jugadores más jovenes. Y es casi que el otro elemento común a las 3 champions del Madrid.
"finisecular"... impresionante. Sin palabras.
(*) Quedarme a vivir en la Galerna, no.Pero, pasar alguna temporada... sí...
Takefusa Kubo. Sí.
Una deliciosa entrevista. El modo de finalizar la misma, es digno de la Galerna. Tremendo y sobrecogedor.
Pues me ha gustado bastante, ha ido cogiendo empaque. De menos a mucho más. Un breve pasaje por el Madrid de los últimos 20 años(que rápido han pasado), jugadores y entrenadores en buen número. Del Bosque, Mou y Zidane, los principales y tan diferentes. Carletto y Capello, breves, pero muy importantes y diferentes. Jugadores, bastantes y buenos, varios cracks. En 20 años 7 Champions, yo creo que más que ligas o similar. Pero 7 Champions en 20 años, cada 3 años, 1 Champions. Ya lo firmo para los próximos 20 años.