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Portanálisis: "Una mirada irónica sobre la prensa deportiva diaria"

Fútbol-ficción

Escrito por: La Galerna10 agosto, 2015
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Qué bonito es jugar al fútbol-ficción. ¿Cuán diferentes habrían sido los derroteros de la Historia si Di Stéfano hubiera recalado en Barcelona? ¿Existiría alguna diferencia sustancial en el palmarés del Barça si Obrevo se hubiese decantado profesionalmente por la fontanería? ¿Qué habría cambiado si en la famosa noche de Figo en el Camp Nou no hubiesen aterrizado sobre el césped cabezas de cochinillo y botellas de whisky? (Este último quizá sea un mal ejemplo, muy poco sugestivo, por cuanto casi podemos asegurar que habría sucedido exactamente lo mismo, o sea, nada en absoluto).

Y sobre todo: si Dani Alves hubiese fichado en su momento por el Real Madrid, como Schuster reclamó a Ramón Calderón, ¿pensaríamos hoy que se trata de un ciudadano ejemplar, un hombre discreto y en esencia una persona normal?

Hoy nos vais a perdonar que nos centremos en la portada de Mundo Deportivo. Hay otros diarios deportivos con otras portadas, sí. Pero hoy, como sucedía con Jacques, están en esta.

mundo deportivo alves diez supercopasNos consta que hay un pasaje del Cantar del Mío Cid, un párrafo de Cumbres Borrascosas y una pintura de Altamira que aún no han sido tatuados sobre ningún punto de la anatomía de Dani Alves. Eso que veis detrás de todos los tatuajes es quien otrora fue -no nos duelen prendas al reconocerlo (¿y por qué debería dolernos una prenda, ahora que lo pensamos?)- el mejor lateral derecho del mundo. Se dice, como indicábamos, que el Real Madrid tuvo la oportunidad de hacerse con sus servicios cuando aún militaba en el Sevilla. No obstante, al parecer, Ramón Calderón desoyó la petición de Schuster, arrojándonos por el mismo precio dentro de la espiral imanante del fútbol-ficción.

¿Qué opinaríamos de Dani Alves si hubiese jugado en el Madrid, y no en el Barça, estos últimos años? ¿Consideraríamos pertinentes sus sombreros? ¿Opinaríamos que sus gafas son del tamaño adecuado y que observan las reglas de decoro imprescindibles en dicho adminiculo óptico? (Es más: ¿llegaríamos incluso a concluir que sus gafas sirven para ver mejor, aseverando en público, y apostando fuerte por ello, que Alves sufre de hipermetropía y las necesita?) ¿Consideraríamos, en generosa hipótesis, que sus chaquetas fosforescentes son varias tallas menores de lo necesario porque en la tienda de moda donde las adquirió no tenían ese modelo en ninguna talla superior y la chaqueta le gustaba tanto como para tener que asumir el inconveniente? (Aquí entrarían en juego las razones por las que, de hecho, a Alves le gusta la chaqueta, cuestión que en hipótesis no menos amable atribuiríamos a alguna variante rara de daltonismo). ¿Defenderíamos con ardor la idoneidad de sus fotos en gayumbos en Facebook cada vez que se estanca un proceso de renovación de su contrato?

La Historia nos ofrece varios ejemplos de jugadores que nos parecieron completos gilipollas mientras militaron en las filas rivales, y a los que no obstante llegamos a adorar una vez vistieron la camiseta blanca (véase, en baloncesto, la figura del malogrado Drazen Petrovic), lo que viene a probar -y la idea es tan indiscutible como inquietante- que el juicio moral y/o estético que nos merecen dichos deportistas va directamente relacionado con el color de la elástica que lucen. Así, no descartéis esta idea que os va a remover:  de haber recalado en el Madrid, Dani Alves (ay) nos caería bien.

A partir de aquí, el juego del fútbol-ficción daría para innumerables argumentos a favor y en contra de la hipótesis. Ya se sabe lo que pasa cuando viajas al pasado con el objeto de cambiarlo, y ello sirve lo mismo para un portaaviones que aparece en Pearl Harbour en 1942 por culpa de una tormenta magnética que para el DeLorean de McFly que Mario de las Heras mete en sus crónicas cada vez que puede (y casi siempre puede).

-No nos caría bien de ninguna manera, oiga- nos parece escuchar a un contertulio.- Deseríamos sus triunfos y un juego vistoso y efectivo por su parte, pero solo como parte del pack. Solo porque ello nos convendría en beneficio del equipo. En nuestro fuero interno, le tendríamos por el mismo cantamañanas por el cual le tenemos hoy. Antes que forofos madridistas, somos seres humanos con buen juicio y dos ojos en la cara.

-El tema es de gran enjundia y ofrece no pocos recovecos- diría otro de las participantes en el debate.- Quizá el haber fichado por el Madrid, en lugar del Barça, habría influido en la propia personalidad del jugador, moldeándola en este caso para bien. En otras palabras, hubiera sido un Alves menos odioso, y hablamos aquí de un concepto objetivo. No es un desatino pensar que si Alves hubiera fichado por el Madrid habría devenido una persona distinta, quizá no un hombre extraordinario porque el Madrid, por benéfico que sea, no cambia el ADN de la gente y la materia prima hubiese sido la misma. No tenemos suficientes elementos de juicio como para concluir que, de jugar en el Madrid, Dani Alves no hubiese llevado esos sombreros que a nadie nos gustan (lo tenemos muy hablado en el pueblo, ay, amigo Saza), pero yo me atrevo a asegurar que otro gallo habría cantado en materia de gafas. Por supuesto hablo intuitivamente.

-Lo de las gafas y los sombreros es anecdótico- trataría de reconducir el debate un tercero.- La cuestión central es la siguiente. Si Alves hubiera jugado en el Madrid, no habría formado parte de una maquinaria coral de fabricar sainetes destinados a engañar a los representantes del estamento arbitral, por ejemplo. Es por ahí por donde su evolución personal habría sido otra bien distinta. Ética y estética van de la mano. Empiezas fingiendo agresiones para que el árbitro expulse a tu rival y terminas saliendo en youtube en vídeos caseros donde recuerdas muchísimo a Kid Creole and the Coconuts.

Lo que no está sujeto a conjeturas es que Alves está en disposición de ganar su cuarta Supercopa europea. No tengáis dudas: la va a ganar, y con él la ganará su equipo. Esta vez, a diferencia de lo que sucede cuando es el Madrid el que la conquista, será un título relevante.

Otro que parece sacado de un vídeo de Kid Creole es Neymar, que también viene a la portada de Mundo Deportivo pero por razones muy diferentes. Neymar es otro que daría lugar a infinidad de hipótesis de fútbol-ficción. ¿Qué pasaría si hubiera fichado por el Madrid en lugar de hacerlo por el Barça? Apasionante posibilidad, sobre la cual aventuramos la certeza de una coincidencia: si jugara en el Madrid, TAMBIÉN le desearíamos una pronta recuperación. Recupérese pronto, que tenemos mucho que jugar contra usted.

Por lo demás, en un recuadrito amarillento, el rotativo de Godó da buena cuenta del empate a cero del Madrid ante el modesto equipo noruego. A nadie nos ha gustado este empate y esto también lo tenemos muy hablado en el pueblo. De ahí al alarmismo que parece cundir al respecto hay, sin embargo, un trecho tan acusado como la distancia que separa a Alves de Noam Chomsky.

 

 

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Un comentario en: Fútbol-ficción

  1. Supongo que lo sabréis: las portadas de los periódicos se pueden ver/descargar en kiosko.net y así te ahorras regalar una visita a MARCA, AS y compañía.
    Saludos

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🎂Cumple 33 años el hombre que le enseñó a Bellingham lo que significaba «chilena», el hombre tranquilo que no flaqueará jamás ante un penalti decisivo, el gran @Lucasvazquez91

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Lamine Yamal es muy joven.

Enormemente joven.

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En el hecho de que @AthosDumasE llame a la que muchos llaman "Selección Nacional" la "selección de la @rfef" encontraréis pistas de por qué no la apoya.

La explicación completa, aquí

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Tal día como hoy, pero de 1962, Amancio rubricaba su contrato como jugador del Real Madrid.

@albertocosin no estaba allí, pero te va a hacer sentir que tú sí estabas.

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