Fútbol deposición

El análisis de las portadas de los periódicos deportivos de hoy

Buenos días, queridos amigos.

Nos despertamos con la feliz noticia del negativo de nuestro Luka Modric, uno de los jugadores (y no exageramos) que mejor ha representado la esencia del fútbol en toda su historia. La claridad en el juego, la visión, el control, el toque, la calidad, la entrega… todas las facetas se reúnen en el croata, quien añade a todo ello una aparente sencillez en lo que hace y, sin embargo, en la foto de portada aparece con gesto de preguntar: “¿Pero qué c… me estás contando?”.

Marca titula "El disparate nacional", y titula bien si atendemos a lo que nos indica respecto a que Modric podría jugar mañana en el Bernabéu, pero no el miércoles en San Mamés. Es una cuestión que depende de los distintos protocolos, ya no sabemos si de las comunidades autónomas o de los que parece que redacta el propio Tebas en un post-it y con el palillo en la boca, como cualquier hijo de vecino mientras hace la lista de la compra. Pero no osemos criticar al presidente de LaLiga, y menos en la portada de un medio deportivo independiente de los ingresos por publicidad que provienen de la propia Liga. Porque todos sabemos que LaLiga es una competición seria y perfectamente organizada con protocolos rigurosos desde el primer día, un ejemplo de pulcritud en el que jamás se sospecharía de trato de favor o castigo entre unos equipos y otros, ya sea con los calendarios, las designaciones arbitrales o las declaraciones del presidente. Si no fuera una competición tan profesional, no se tolerarían imágenes de balones deformados para decidir sobre fueras de juego, ni se mandarían taxis en plena Filomena a recoger a los jugadores en sus casas, ni mucho menos se permitiría que un equipo llegara tarde a un partido. Por supuesto que no se miraría hacia otro lado con las cuentas de algunos clubes porque para eso hay unas estrictas normas de control, como tampoco se permitiría que fueran los clubes los que reportaran sus propios casos de Covid, no vaya a ser que algunos oculten la realidad y se mantengan en una burbuja perfecta de inmunidad que para nuestras familias quisiéramos. Afortunadamente, nada de eso ocurre aquí. El disparate lo crean otros. ¿Quién? No lo sabemos, pero “otros”.

Según la normativa de la Comunidad de Madrid, un trabajador vacunado podría reincorporarse a su puesto de trabajo tras dar negativo, pero el protocolo de LaLiga es más restrictivo e indica que, aun así, el jugador debe esperar diez días para la vuelta al tajo. Una norma similar, pero no exacta, a la que rige en el País Vasco, luego parece complicada la presencia del croata en Bilbao. Sabemos que se hará lo que indique la propia Liga y punto, y si no nos gusta, la culpa será de la Superliga de Florentino y no se hable más.

Tampoco esperamos un cuarto protocolo, porque eso nos suena a libro de Frederick Forsyth sobre cosas más sencillas de entender, como bombas atómicas y relaciones internacionales en plena Guerra Fría.

Pasa algo desapercibida la noticia del faldón inferior que dice que “La nueva Ley del Deporte acaba con las S.A.D. obligatorias”. No solo eso, sino que suprime la obligación del aval del quince por ciento para aquellos clubes que no sean Sociedad Anónima Deportiva. Ahora un club que haya realizado una mala gestión podrá seguir gastando por encima de sus posibilidades y dejar un quebranto patrimonial de tres pares a sus socios sin miedo a tener que avalar con su propio patrimonio. Un alivio para Florentino Pérez, por mencionar a alguien.

Un nuevo ultimátum en el Madrid, otro examen, prueba de fuego, test final y todos esos tópicos habituales que se han regalado en estas páginas a Hazard, Courtois, Militão, Jovic, Bale, Kaká y un larguísimo etcétera de jugadores blancos. It’s now or never, que cantaba Elvis Presley. Ya no sorprende que la portada se dedique a destacar un nuevo problema en el Real Madrid, que juega mañana, en lugar de hablar del duelo de perseguidores que se disputa esta noche en el Sánchez Pizjuán entre los locales y el Atlético de Madrid. Las cosas de la prensa “madridista”.

Nos quedamos con la noticia feliz de la vuelta de Rafa Nadal a las canchas de juego y con la pena de la derrota de la selección femenina de balonmano en las semifinales del Mundial. En cualquier caso, un magnífico torneo de las nuestras, que pelearán por la medalla de bronce ante Dinamarca.

Y vamos ya con las portadas que más (n)os hacen disfrutar. Lo sabemos, para qué negarlo.

Aquí conocíamos a Xavi Hernández por El Jardiner, pero su pose de hoy es más de Ramader, de ganadero gritando al rebaño: “¡Yejéee! ¡Ande vas, corderaaa!”. De las vacas de Setién hemos pasado a unos jugadores que no entienden de fútbol y a los que hay que aleccionar.

Sinceramente creemos que el espacio entre las dos últimas palabras lo han imaginado los periodistas, porque Xavi estaba hablando del fútbol que han practicado las últimas semanas: el fútbol deposición. De mierda, digámoslo con todas las letras. Y si uno juega un fútbol deposición, solo le vale ganar como deseo, no como consecuencia lógica, de ahí que la palabra se repita tantas veces cual conjuro, a ver si a fuerza de hacerlo se termina produciendo.

Seamos sinceros, Xavi nunca se ha escondido y él mismo da la clave en la portada de Sport.

Como en sus dos únicas victorias. Pasad un gran día.