Alguien dijo alguna vez: “si deseas algo con mucha fuerza, déjalo en libertad: si vuelve a ti, será tuyo para siempre, si no regresa no te pertenecía desde el principio».
Este verano hablaba con un amigo sobre una chica que me gustaba, su consejo fue:
“Ten cuidado, te va a hacer un Mbappé”. No le hice caso y con el tiempo vi que tenía razón. Lo que Kylian Mbappé le hizo a nuestro club el 21 de mayo del 2022 se ha convertido en un concepto de este siglo para explicar con un “te va a hacer un Mbappé” una nueva modalidad de respuesta negativa de la persona que tu creías que te amaba. Es la cobra más famosa de la historia del fútbol moderno.
Allá por el 2017 un niño francés que deslumbró en la Champions con el Mónaco reconocía que el Madrid llevaba intentando ficharle desde que tenía 17 años. El 20 de diciembre cumplirá 24 , es sagitario como yo (no sé qué quiere decir eso pero algo seguro). La cuestión está en que llevamos tras él desde hace 7 años, es algo así como la chica que te gusta desde el instituto y a la que ves que va a la universidad y está con otro, pero te mira cada día en el pasillo. Pero el tiempo pasa y pasa y aunque os mensajeáis a diario, y hacéis videollamadas porque habéis terminado la carrera, vivís en diferentes países y por supuesto no te pierdes un solo storie de su Instagram, pero no termináis de formalizar lo vuestro y de terminar conviviendo juntos.
El madridismo ha pecado de tratar con especial mesura al niño de oro del fútbol francés
Como dice otro amigo mío: “Ahí no hay nada, tío. Muchos mensajitos y muchas señales de amor en Instagram, pero no habéis estado nunca juntos. Espabila o volará”. Y a mi colega no le falta razón. Hay dos tipos de formas de ligar en una discoteca: O intentas hacer por que pase algo durante esa noche o intentas al menos conseguir el contacto de esa persona para con el tiempo (no sabes cuanto) sea tuya. Los días siguientes, cuando comienzan los mensajes cruzados y sus correspondientes silencios, tienes fe de que descubra poco a poco lo maravilloso e increíble que eres y todo lo que le puedes ofrecer, para que al final caiga rendida a tus pies como si fueras Richard Gere.
Pero lo que suele pasar un 90% de las veces es que llega alguien en la discoteca donde tú le pediste el móvil porque no te atreviste a lanzarte y se vaya con ella esa noche mientras le escribes a la mañana siguiente: Buenos días...
¿Con este símil dónde quiero ir? El madridismo ha pecado de tratar con especial mesura al niño de oro del fútbol francés. Desde los primeros cuernos públicos cuando decidió irse del Mónaco a París, nos hemos hartado de ver su foto de niño junto a su ídolo Cristiano Ronaldo o el póster del Real Madrid en su habitación, y todos decidimos adoptarlo como un merengue más y dejar que pasaran los años y de vez en cuando hacernos una videollamada, mandarnos mensajes encriptados en prensa o en redes sociales donde nos declarábamos amor mutuo.
En las galas del balón de oro y en las posteriores cenas de la FIFA nos veíamos a escondidas en los pasillos cual Romeo ve a su Julieta en casa de nuestros enemigos Capuletos y a espaldas de su familia nos declarábamos amor mutuo como Scarlett y Rhett Butler en “Lo que el viento se llevó”.
—Sé que te amo, Scarlett. A pesar de ti y de mí y del mundo que se hunde, te amo. Porque somos iguales. Ovejas negras, ambos. Egoístas pero capaces de afrontar las cosas y llamarlas por su nombre.
—¡No me abraces así!
—Mírame. Te amo como nunca he amado a otra mujer. Y te he esperado más que
a ninguna otra mujer.
—¡Déjame!
—Un soldado te ama. Quiere que le rodees con tus brazos. Quiere recordar
tus besos en la batalla. El amor da igual. Envías a un soldado a la muerte
con un bello recuerdo.
—Scarlett, bésame. Bésame una vez.
Pero después de esa petición de beso no correspondida o escasa pasaba la temporada y llegaba el soleado verano en donde este no, pero al siguiente del siguiente será el sí. No enfademos a nuestras familias Montescas y Capuletas declarando nuestro amor en público para que no entre en colera el jeque o el emir (ya me pierdo), porque si no no te dejarán salir de buenas maneras. Un culebrón romántico a la altura de los que ve mi madre cada noche en la televisión turca. Pero hace dos veranos llegó el momento de la verdad, era el día en que íbamos a mostrar todas nuestras cartas en el tapete y como Robert Redford a Woody Harrelson alrededor de una mesa de billar en Las Vegas le hicimos una proposición indecente a su mujer Demi Moore:
“200 millones por pasar toda su carrera en el club de su vida”.
Era el verano que “ella” quería, enfadándose ante la negativa rotunda de su “marido” (PSG), el cual muy ofendido se cerró en banda diciendo no a esa cuantiosa suma. Ante ese intento a pecho descubierto galantemente ataviados con nuestro smoking y pajarita cual Robert Redford nos dimos la vuelta con una sonrisa manteniendo la mirada fija en nuestra amada mientras veíamos a lo lejos como un guardaespaldas del jeque la encerraba de nuevo en su celda de cristal.
Era nuestra despedida antes de partir y en una desgarradora escena decidimos consumar por fin nuestro amor en unos pocos meses.
¡Te escribiré todos los días! Decía ella. Mientras nosotros, melena mojada al viento bajo una cascada atornillada entre las montañas cual Daniel Day Lewis en “El último mohicano” escuchábamos los lloros de nuestra Madeleine Stowe/Mbappé: ¡Ya has hecho todo lo que estaba en tu mano! ¡Sálvate! Si ocurre lo peor... Si sólo sobrevive uno de los dos, algo del otro pervivirá.
Daniel Day Lewis/ R. Madrid: No! ¡Mantente viva! Si te rindes te llevarán al norte a las tierras de los hurones. ¡Sométete! ¿Me oyes? “Tú eres fuerte, ¡sobrevive! Pase lo que pase mantente con vida, iré a buscarte. Por mucho que me cueste, por muy lejos que estés, te encontraré".
Y con estas desgarradoras frases llegó el invierno y la blanca navidad, pero ni Papá Noel primero, ni los Reyes Magos después nos traían la rueda de prensa que todos esperábamos de nuestra amada anunciando nuestro compromiso y fecha del casamiento. Terminó el crudo invierno y todos pensamos que durante la granada estación primaveral llegaría el momento esperado.
Ya no era un secreto para nadie. El mundo entero sabía de esta unión en la sombra, las semanas pasaban y cada día llegaba una información diferente. Todas las radios y televisiones abrían con el mismo tema. Hasta que llegó ese 21 de mayo del 2022. Todos pendientes de las noticias como cuando en las pelis de catástrofes el mundo se paraliza y la mitad reza desde Times Square y la otra en la iglesia de Santa Sofía en Estambul. Y la respuesta fue: no.
Como en el fondo soy un romántico, me imagino una llamada agónica recreando la conversación entre Ashley y Scarlett O´Hara con Melanie muriéndose en “Lo que el viento se llevó”:
Madrid: Realmente la amas, ¿verdad?
Mbappé: Ella ha sido el único sueño que no se ha desvanecido en la realidad.
R. Madrid: ¡Vives de sueños! No conoces el sentido común.
Mbappé: ¡Si supieras por lo que he pasado!
R. Madrid: Deberías haberme dicho hace años que la amabas a ella y no a mí. Y no tenerme pendiente hablándome de honor. Y ahora me dejas ver que yo nunca había sido nada para ti. Y yo he amado algo que en realidad no existe.
Y después de esto los madridistas nos tuvimos que comer la presentación en París con fuegos artificiales, su camiseta azul con el año detrás y la sonrisa ganadora de Al-Khelaïfi desafiándonos, sintiéndose el vencedor del combate. Había conseguido retener de nuevo a nuestra Rapunzel, a nuestra Julieta, a nuestra tortuga ninja...
Pero la vida no es como las películas, la vida es muchas veces mejor y tras comernos estos meses las risas de los culés sobre el caso Mbappé, mientras nos acordábamos de su familia entera, esta semana saltó la bomba. El francés se quiere ir, ya no aguanta más. Ya no le importa incumplir su promesa a Macron, ni a su familia, ni a sus amigos cercanos. Por fin se le ha caído el velo que le impedía ver que el dinero no da la felicidad (sobre todo si te sobra hagas lo que hagas) y que ahora sí que se va con el que realmente le amó y le esperó siempre.
Y así llegamos a la escena final de esta bella historia de amor, y por ende mi favorita:
Mbappé/Scarlett: Oh, Rhett, Rhett, por Dios, perdóname, siento tanto todo lo que he hecho.
R. Madrid/ Rhett: Querida, eres una criatura. ¿Crees que basta con decir lo siento? Y todo el pasado, ¿puede remediarse? Ten, toma mi pañuelo.
(Se va hacia la escalera. Ella corre detrás de él y lo llama)
Mbappé/Scarlett: Rhett, Rhett, ¿adónde te vas?
R. Madrid/ Rhett: Vuelvo a mi tierra.
Mbappé/Scarlett: ¡Por favor, por favor, llévame contigo!
R. Madrid/Rhett: No. He roto con todo lo de aquí. Yo busco la paz. Quiero ver si consigo hallar algo que tenga algún encanto y dulzura en la vida. ¿Sabes de qué estoy hablando?
Mbappé/ Scarlett: No. Yo sólo sé que te quiero.
R. Madrid/ Rhett: Esa es tu desgracia.
(Él se da la vuelta y baja la escalera)
Mbappé/ Scarlett: Oh, Rhett... ¡Rhett!
(Baja la escalera detrás de él)
Mbappé/ Scarlett: Si te vas, ¿adónde iré yo?, ¿qué podré hacer?
R. Madrid/Rhett: Francamente, querida, me importa un bledo.
(Él cruza el umbral y se pierde en la niebla del jardín. Ella lo mira marchar llorando).
Creo que con esta llamémosle fábula sobre el amor romántico y doloroso (ya que si no no lo llamaríamos romántico) contesto a lo que opino sobre el caso Mbappé. Porque no nos olvidamos que ante todo y ante todos, siempre seremos el Real Madrid, el único club que está y estará siempre por encima de cualquier cosa y por su puesto de cualquier jugador.
(Música)
FIN
ahora a este jugador le jode que le traicionen !! alucino !!
Amén
Muchos no queremos al traidor Mbappe ni en pintura. Nos utilizó de forma rastrera para sacarle hasta los hígados a su club. Si lo fichamos, hará lo mismo con nosotros... Es un Neymar 2.0, pero muchísimo más rastrero. Este tipo de jugadores dinamita el vestuario y son una máquina de triturar entrenadores.
Lo que no me gustaría es fichar a un futbolista poco motivado por el fútbol y con poco hambre de títulos; en plan vedette.
Igual que digo lo anterior , pienso que ha recibido una serie de presiones , y algo más rayano con la extorsión, para que jugara el Mundial de Qatar como futbolista del conjunto parisino.
Si hay que dejarse la pasta en serio por algún jugador en el futuro, mejor por Haaland, una bestia de meter goles que sería mucho más importante para el Madrid que la tortuga ninja, el noruego de hecho desayuna tortugas por la mañana, con caparazón y tó.
Mirad el video de Ramón Álvarez de mon... Pretende hablar a Florentino aconsejandole ignorar a la afición y hacer lo mejor para el madrid con este tema... Cuando en realidad huele a ser Florentino el que empieza a hablar con la afición en boca de Ramón... Me temo campaña para limpiar la imagen del Judas y traerlo en verano. Mbappé no, nanai noooo es un tío tóxico que hay que tener lejos... Imaginaros pidiendo que vini no juegue por izquierda o sin correr una contra si no le pasan... Un cáncer es este tio
¡Qué venga! Es un depredador. Un futbolista impresionante. A saber exactamenteo que ha pasado. Una cosa es lo que pasa y otra, bien diferente, lo que se escenifica.
Lo que yo no pagaría por el traspaso es una barbaridad. Más de 225 MM. de euros en ese concepto lo veo fuera de lugar.
Además habría que dulcificar , o blanquear, la imagen del futbolista. No lo veo claro, considerando el antimadridismo de la prensa.
Hazlo, Florentino.
Y a Bastoni también.
Bienvenido Mbappe, a tragar