Pasada la primera milla verde de la temporada, el siempre frío y angustioso mes de enero, el calendario, que es tan bromista como la vida, va a deparar al Madrid un carrusel de sensaciones en febrero digna de lo que Florentino sueña con la Superliga. Liverpool, el Barcelona dos veces, Atlético…todo en apenas una semana, para lo cual el Madrid tiene, todo hay que decirlo, menos fondo (de armario, se entiende) que una lata de anchoas, que diría mi padre.
El Real Madrid Club de Fútbol tiene doce o trece futbolistas maravillosos y luego una serie de individuos contratados como extra para la temporada 2022-2023. Obligado por su condición de vigente campeón de Liga y de Europa a hacer frente a Supercopas y Mundialitos extemporáneos, y urgido además a ganar una Copa de la que no pisa la final desde hace 9 años, Ancelotti sólo cuenta con un portero, siete defensas, seis centrocampistas y cuatro delanteros; de esos siete defensas, sólo hay un lateral izquierdo puro, un tipo fantástico pero por lo demás muy propenso a las lesiones físicas y que, a la sazón, está ahora mismo KO. En el otro lado hay un lateral derecho con un historial también curioso —y de sobra conocido — de lesiones recurrentes que le impiden desde hace tiempo cuajar una temporada redonda, en el sentido de jugar con la continuidad que necesitaría un mito de la historia del club como es Daniel Carvajal. Su sustituto es un extremo reconvertido de 32 años cuya solvencia es indudable y está avalada por su magnífica trayectoria en el equipo pero que ni mucho menos es un especialista y que, además, en efecto (lo habrán adivinado), también está de baja en este momento, por lesión.
De modo que la fase crucial de la temporada que ha seguido al execrable mundial qatarí la ha tenido que salvar el Madrid con un central multiusos jugando ora en la izquierda y ora en la derecha (Nacho), con uno de los centrales titulares (Militao) ejerciendo a veces de carrilero y con un chaval que es mediocampista actuando de emergencia como left-back, que le llaman los ingleses. La pareja titular del centro de la zaga hace tiempo que no juega porque Alaba, que no es ningún chaval a pesar de su físico exuberante, también se rompió al estrenar 2023. De mientras, se concedieron goles que costaron puntos, goles y puntos tontos que, por el momento, permiten al mediocre Barcelona de Xavi escaparse tímidamente en la Liga, como aquellos eternos Poulidores que en el Tour tentaban la suerte al ver al maillot amarillo dominante mostrar alguna flaqueza.
El Real Madrid Club de Fútbol tiene doce o trece futbolistas maravillosos y luego una serie de individuos contratados como extra para la temporada 2022-2023
Del centro del campo, para qué hablar. Kroos y Modric, los dos reyes huérfanos de la antigua, santísima y en agosto pasado liquidada Trinidad, acumulan ya demasiadas horas de vuelo, tantas que el aparato, todavía de presencia imperial, está dando evidentes síntomas de fatiga. Tchouaméni volvió temblando del Mundial y desde Villarreal también está en la enfermería por una cornada no grave pero sí preocupante. Kroos ha sido titular en trece de los veinte partidos de Liga disputados y suma 1137 minutos en total. Modric, por su parte, ha jugado diecisiete de esos veinte partidos, doce como titular: 1035 minutos, más todos los del Mundial, en donde Croacia llegó hasta semifinales juntando, por el camino, alguna prórroga.
Arriba, Valverde, Benzema y Vinicius lo han jugado todo, o casi. Una vez más, sólo las lesiones han apartado a Benzema del pleno. El “jugador-franquicia” del equipo, al menos el que cobra como tal, es decir, Hazard, ha jugado 98 minutos en tres partidos, tirando una sola vez a puerta. Mariano, el nueve suplente, no llega ni a la tercera parte de ese tiempo, pues sólo se le ha visto el pelo, en Liga, durante veinte minutos. Ni Vallejo ni Odriozola, quinto central y segundo lateral derecho puro de la plantilla, han debutado todavía.
Este es el fondo del asunto, la madre del cordero. ¿Cómo puede concebirse que el Madrid intente competir por todos los títulos sencillamente sin contar con varios jugadores que además juegan en posiciones donde el equipo tiene muchas carencias? Ancelotti no es sólo un maestro y un sabio, sino también un héroe, pues le piden que con esas limitaciones termine junio coronando el Everest. El hombre es bueno, pero tampoco es mago. Tanto de fondo como de forma, la plantilla está mal confeccionada. Si es una cuestión coyuntural, de que sólo hay dinero para el estadio y la dirigencia está escaldada con promesas caras y fallidas tipo Jovic, no estaría de más que alguien se lo explicara al aficionado de a pie. Despejada la incógnita Mbappé, que durante mucho tiempo pudo servir de coartada para justificar que el Madrid no acudiera a los veranos con el tono espléndido de antes (el pueblo se contaba a sí mismo, en esas largas noches de insomnio del madridista anhelante, que Florentino estaba ahorrando para traer al príncipe de París), la situación sólo puede responder a la estrategia de largo alcance del club, enfocada en el Nuevo Bernabéu. Pero si no hay un duro en todo el mundo del fútbol, como dice Florentino, y quien no está dopado por un Estado petrolero sobrevive a la cuarta pregunta, el hincha ve cómo otros clubes en cacareada quiebra técnica no paran de reforzarse con estrellas de rendimiento inmediato. Lewandowski le va a ganar una Liga muy rica a un Barcelona en ruinas porque el Madrid considera que o César, o nada.
Este es el fondo del asunto, la madre del cordero. ¿Cómo puede concebirse que el Madrid intente competir por todos los títulos sencillamente sin contar con varios jugadores que además juegan en posiciones donde el equipo tiene muchas carencias?
Desde Adebayor quedaron descartadas las incorporaciones invernales, a pesar de que, con toda la prudencia, algunas pueden resultar un buen negocio, si medimos las conquistas y los títulos como la manera más directa que existe en el fútbol de crecer, en todos los sentidos. Ganar embellece, sublima y eleva. Eso es algo empírico. El que gana, vende, porque se pone de moda. Sólo la victoria ahuyenta, durante un instante, el olvido, que es el monstruo que acecha todo el tiempo en este negocio sin memoria que es el fútbol. Aquí, naturalmente, el criterio corporativo se impone al puramente deportivo. Desde Mourinho, el entrenador volvió a ser para Florentino un empleado más, no un CEO. A la vista de los resultados no se le puede enmendar la plana, pero entristece pensar cuántas copas se perdieron por el camino que, de haber imperado el olfato de los entrenadores —entrenadores que se han ganado, demostrándolo, el derecho a ser, cuanto menos, tenidos en cuenta, como por ejemplo Ancelotti—, podrían lucir ahora en el Tour del Bernabéu. Agua pasada no mueve molinos. Cabe preguntarse también si a la vista de esta estructura asimétrica y claramente deficiente del equipo, aprobada desde las alturas, se ejercerá el castigo olímpico, o sea, el pulgar neroniano hacia abajo, en caso de descalabro, que en el Madrid significa sencillamente no ganar un pimiento. Digo yo que se ha de exigir en base a lo ofrecido para alcanzar los objetivos, pero en el club del comunicado a cuenta de “los ocho nominados al Balón de Oro”, hay cosas que las saben hasta los etruscos.
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No sé, seguramente estaré equivocado y volveremos a ganar liga y champions, pero sin un goleador se me antoja imposible. Benzema tiene una edad y no puede jugar al nivel del año pasado tantos partidos. En el banquillo no solo no hay nadie para sustituirle, ni siquiera para cambiar el juego y rematar balones colgados. Un solo delantero centro, es un caso único entre los clubes grandes. Debe ser q todos están equivocados. Y luego está el tema de los laterales que no merece la pena ni entrar.
Considero que el problema no es que no tengas un delantero,es que tienes dos delanteros que considera el entrenador que no les sirve ninguno y además la directiva sabiéndolo ni los coloca fuera ni trae jugadores para sustituirles. Tampoco con ésto estoy justificando al entrenador, que si no le gustan los dos delanteros de la primera plantilla puede dar la alternativa a los jugadores del filial y tampoco le convencen.
Certero artículo. Yo hasta casi me creía lo que repiten hasta la saciedad en RMTV, que el Madrid tiene la plantilla más equilibrada y mejor confeccionada del planeta. Hay muchas carencias y de eso tienen la responsabilidad tanto la dirección deportiva (Florentino y JAS), como el entrenador, que será muy sabio, pero esta se la han colado y él mismo lo demuestra al no contar para nada con los que todos sabemos.