En 1957, año en que el Madrid ganaba la segunda edición de aquel nuevo y fascinante torneo, la Coupe des Clubs Champions Européens, un psicólogo americano, Leon Festiger, formulaba su teoría de la disonancia cognitiva, que puede resumirse como «la incomodidad que se produce cuando tenemos dos ideas que se contradicen o cuando lo que pensamos, nuestras creencias, se contradice con nuestros actos». Lo peor que puede salir de este contraste entre lo que se piensa y lo que se hace es, sin duda, la ceguera ante la realidad. Es decir, el autoengaño, que como el propio Festiger decía, «es el modo en que el individuo resuelve la disonancia cognitiva, aceptando la mentira como una verdad». Haciéndose, en una palabra castiza, trampas al solitario. Estas trampas, como es natural, tienen su repercusión en la vida del individuo, incapaz de avanzar, continuamente impedido por los palos que él mismo se pone en sus propias ruedas.
El Real Madrid es puro darwinismo, por eso donde Ancelotti, Benítez, Lopetegui y Solari fracasaron, Zidane resiste
El Real Madrid actual parece víctima de este desorden. En el verano de 2017, precisamente cuando el club festejaba la mejor temporada de su Historia desde 1958, el club explicaba la tarea en la que la institución se había embarcado, con vistas a mantener la competitividad en el fútbol del futuro: «ahora el proyecto deportivo hay que abordarlo de otra manera. Siempre ha sido el de los grandes jugadores mundiales, los españoles y la cantera. Ahora lo hemos perfeccionado, estando atentos a los jóvenes jugadores de todo el mundo. Estamos haciendo un gran proyecto, que nos va a garantizar el futuro». En el mercado de ese verano, el Madrid fichó a Theo y a Ceballos, apuntalando una apuesta comenzada con Odegaard, Valverde y Asensio, dos años antes. Un año después, la venta de Cristiano Ronaldo a la Juventus consagró el modelo: de la era de los jerarcas había que pasar a la era de los brillantes noveles. Desde entonces, el Madrid ha invertido en una ristra de jóvenes promesas que podrían entrar en esa categoría de «garantes del futuro» de la que hablaba el club en 2017: Vinicius, Odriozola, Brahim, Lunin, Jovic, Militao, Rodrygo, Reinier y Kubo, aunque éste llegó gratis.
Estamos a enero de 2021 y de esos catorce pipiolos sólo juegan en el Madrid ocho, de los cuales tres cuentan algo, otro va y viene y el resto, Lunin, Odriozola, Odegaard y Militao, vegeta entre el banquillo, la grada y la promesa de un mañana incierto. Con la suma invertida entre todos, casi hubiera dado para fichar a un Haaland o a un Mbappé. De inmediato, la crítica suele ensartar a Zidane: sólo pone a los suyos, a los que a él gusta y en quienes confía, que pasan también por ser los de trayectoria más contrastada, veteranos de mil batallas. Que Zidane no vale para «cultivar» el talento joven (ahora, parece, un entrenador, aparte de excelente pedagogo y fino analista, también ha de ser agricultor, ¡cosas del nuevo fútbol!) y que los chavales languidecen ante la supuesta desidia del técnico, que les tiene manía.
Esto, que puede parecer verdad a bote pronto, resulta más discutible cuando se analizan las decisiones del Madrid en el que (se suponía) iba a ser el año de transición entre las dos eras.
Se fueron Zidane y Cristiano, símbolos de la etapa histórica que llegaba a su fin, y llegaron Lopetegui y los chavales. El entrenador vasco, fichado por su labor en una selección española que él había cultivado con mimo a lo largo de dos fértiles años de evolución y crecimiento, parecía perfecto para los nuevos aires. La labranza, como su propia naturaleza indica, requiere de ciertas cualidades no muy casaderas con las condiciones de la industria futbolística: paciencia, esmero, sacrificio, laboriosidad, un razonable escepticismo ante las innumerables circunstancias adversas (el hombre del campo entiende mejor de heladas, granizo, lluvia torrencial, sequía, subidas y bajadas de los aranceles internacionales, que el hombre del tiempo y que por supuesto, cualquier político) que pueden sobrevenir durante todo el proceso… y si el fútbol moderno es un ambiente poco propicio para esta desusada paciencia, el Madrid es el máximo exponente. Cuando se habla del éxito de Klopp en el Liverpool, no se suele hacer mucho hincapié en que estuvo cinco años justos sin ganar nada, perdiendo finales y gastando dinero a manos llenas. La prueba no obstante de que un Klopp es inviable en el Madrid la tenemos en el mismo Lopetegui.
Al hablar del éxito de Klopp en el Liverpool, no se dice estuvo cinco años sin ganar nada. La prueba de que un Klopp es inviable en el Madrid la tenemos en el mismo Lopetegui
Fue presentado como flamante técnico del campeón de Europa el 14 de junio, y luego despedido el 29 de octubre. Sic transit gloria mundi.
Con el comunicado de prensa en que anunciaba su destitución, el Madrid no sólo estaba echando a Lopetegui, sino tomando postura. Contra su propia política, en concreto, política venteada desde que Ancelotti estuviera a los mandos del aparato (a Odegaard y a Asensio se les ficha ya entonces), de virar poco a poco la gran nave trasatlántica hacia un rumbo nuevo. El Comunicado de los 8 Balones de Oro reflejaba un principio dialéctico claro entre lo que el club aparentaba querer («construir un futuro») y lo que en efecto, hacía (exigencia de resultados inmediatos en base al valor de un grupo de veteranos que han ganado mucho). Se puede decir que el comunicado sí estaba en consonancia con la tradición madridista. Lo que es más difícil es levantar un imperio con mimbres inmaduros, contando con el aplomo del respetable.
El galacticismo era cualquier cosa menos «una apuesta de futuro». De futuro estratégico, sí, pero del deportivo, mucho menos, pues todas eran superestrellas en el cénit de su carrera. En la contradicción irresoluble entre lo que el club proclama con sus fichajes y lo que reclama activando la picadora de carne del banquillo al menor vaivén, sólo resisten los mejores. Esta paradoja explica por sí sola la esencia del Real Madrid, que es puro darwinismo, por eso donde Ancelotti, Benítez, Lopetegui y Solari fracasaron, Zidane resiste. Zidane no sólo forma parte de los mejores sino que además conoce como nadie el ethos del Madrid. Así puede explicarse el ostracismo de Odegaard, que Valverde fuera el año pasado un puntal (con el mismo Zidane) y este año cuente menos que un Modric muy viejo pero todavía muy bueno, y casos de nulidad total como los de Odriozola, Militao o Jovic. Cuando se dice que a Zidane no le gustan los jugadores promesas se está faltando a la verdad. Por ejemplo, meses después de ganar la Undécima salió a jugar la Supercopa de Europa contra el Sevilla con Asensio, acabado de llegar, Morata, recién repescado, Lucas Vázquez y Kovacic. Y la ganó. Este gesto de valentía contrasta con el de Lopetegui, por ejemplo, que ante la misma tesitura decidió jugársela frente el Atlético con unos jerarcas fundidos, recién llegados de las vacaciones del Mundial. Y la perdió. Aquella Liga de 2017, sin ir más lejos, se ganó con un importante peso específico de jugadores secundarios, promesas y teóricos descartes.
Aquella Liga de 2017, sin ir más lejos, se ganó con un importante peso específico de jugadores secundarios, promesas y teóricos descartes
Si Zidane ha sobrevivido donde cayeron otros es, entre otras cosas, porque hace funambulismo como ninguno en medio de esa disonancia cognitiva que altera los planes de futuro del Madrid. Se dice que el Madrid tiene que hacer encaje de bolillos para entrar en la carrera por The Next Big Thing, pero esto también es así porque la apuesta ha salido bien a medias y las finanzas están hipotecadas por esas inversiones de riesgo que impiden desembolsos, digamos, socorridos, como los necesarios para suplir las evidentes carencias de una plantilla desequilibrada. Los mentideros dicen que no se va a fichar en invierno, a pesar de contar con delantero y medio como máximos referentes ofensivos, y de que la cuenta de goles sea la más menguada en años. ¿Cómo se pretende ganar títulos sin marcar goles? Zidane lo consiguió con la Liga pasada, no encajando, pero en la defensa, este año, también las siegan verdes. Así que no hay dinero para Mbappés pero tampoco para Aubameyanes o Kunes Agüeros, pero si Zidane finalmente termina el año en blanco, nadie duda de que su futuro como entrenador del Madrid será oscuro, casi negro. Siguiendo con la teoría de la disonancia cognitiva, el profesor español Anastasio Ovejero afirmó que «es necesario entender que los sujetos por lo general viven en consonancia cognitiva entre su pensar y actuar y si por algún motivo no pueden ser congruentes, intentarán no hablar sobre los hechos que generan la disonancia, evitando así aumentar ésta y buscarán reacomodar sus ideas, valores y/o principios para así poder autojustificarse, logrando de esta manera que su conjunto de ideas encajen entre sí y se reduzca la tensión».
Fotografías: Getty Images.
Antonio también se hace trampas al solitario cuándo habla de la supercopa del 16 ganada por los jovenes, y la compara con la supercopa del 18 perdida por los "buenos pero fundidos", y olvida que en ésta última supercopa a ocurrido exactamente lo mismo jugando también los "buenos pero fundidos", y no era Lopetegui el entrenador "cobarde" en éste caso.
Me ha encantado el artículo. Me ha parecido interesante y muy bien elaborado. Solo añadir que el fenómeno de la disonancia cognitiva es habitual entre las personas. Muy difícil, por no decir imposible, que algún adulto se haya escapado de tal contradicción.
¿ Alguien se imagina a gonçalito miró, brotons, nicolasito pertusato, de la almorrana,, cristòfol sòria, juanito poquí , carmen barcelón o gota gordi escribiendo de tal guisa...semejantes y cultos escritos ?
Para responder afirmativamente a su pregunta sería necesario que esta página no fuera "madridismo y sintaxis" si no "madridismo y milagros"
Ja, ja, ja, me parto.
La supercopa que perdio Lopetegui fue por entre otras cosas poner a Varane y Modrid con un solo entrenamiento por el mundial y por una Marcelada en el minuto 90 con un balon que iba fuera y lo metio queriendo hacer un gorro a Diego Costa y lo que consiguio fue perderla y que marcara Diego Costa
Muy cierto, en esa supercopa jugamos un muy buen partido, que se perdió en la prórroga por una cagadita de Marcelo.
La de 2016 se ganó con un gol en el 93 de Ramos, y otro de Carvajal en el 119.
Creo que no son dos partidos para sacar conclusiones
Muy buen artículo en su labor de señalar dónde está el problema: en ese comunicado de la destitución de Lopetegui quedó clara la “disonancia cognitiva” entre la política del club y la exigencia de resultados inmediatos. Yo iría más allá, porque se fichó a Lopetegui pensando que era el idóneo para la política de talento joven del club, pero este se acobardó y no se atrevió ya desde el principio a poner en liza a los jóvenes que habían hecho una gran pretemporada (como Reguilón, Llorente, Valverde, Vinicius y Javi Hernández) y todos los problemas de aquella Supercopa vinieron por el lado de Marcelo, que ya estaba acabado, aunque todavía no lo sabíamos.
Pero es que Solari sí que apostó por los jóvenes, y tomaron protagonismo tanto Llorente como Reguilón, e incluso Ceballos (no Valverde, lo que podría considerarse su error, ni Brahim), pero cuando no se dieron los resultados deseados se volvió a llamar a Zidane, que tenía una visión diferente en cuanto a qué hacer con aquellos jóvenes. Así que hemos ganado una liga, pero en el camino hemos perdido un año de desarrollo de ese talento. Y yo celebré la vuelta de Zizou, que conste.
Siempre pensé que con Solari faltó haber conseguido la cesión durante aquel medio año de Ibrahimovic, ya que su sistema pedía a gritos un delantero centro rematador que, como todos sabemos, Benzema no lo es.
Zidane ganó la liga pasada consiguiendo un buen bloque defensivo, y se ve su mano en la calidad con la que se saca el balón desde atrás y se sale de la presión (aunque no siempre) pero, de no haber mediado la pandemia, su jugador franquicia –Benzema- que ya daba síntomas de estar reventado, no podría haber aportado ni la cuarta parte de lo que aportó tras el confinamiento, que le proporcionó el descanso que Zidane no le daba. Y Benzema fue vital para ganar esa liga, porque en la liga de 3 puntos hay poca diferencia entre empatar y perder.
Esta temporada va camino de reventar, no solo a Benzema, sino también a Modric, Kroos y Casemiro, sin ganar títulos (ojalá me equivoque) y sin hacer avances significativos en lo que se refiere a la política del club de construir la base del gran equipo del futuro. Por cierto, fichar a Cristiano Ronaldo con 24 años también es invertir en futuro.
En resumen, creo que Zidane es un gran entrenador, que no tiene nada que demostrarle a nadie, pero que en las circunstancias actuales está demostrando limitaciones. Pienso que ya no da más de sí, y el Madrid está en la obligación que pensarse muy mucho qué perfil de entrenador es el idóneo para asumir el mando de la nave después de él. Sin caer en disonancias cognitivas, y sabiendo que apostar por el futuro tiene sus pros, pero también sus consecuencias negativas, que son un sacrificio que hay que estar dispuesto a asumir.
Desde que sigo “conscientemente” al Madrid, solo he visto tres entrenadores que apostaron por la cantera sin titubear: Di Stefano, Valdano y Solari. Los tres argentinos, ¿será casualidad?
Solari estaba haciendo ese trabajo de apostar por los jóvenes de manera excelente y sentando las bases del Madrid de lo que debería ser el Madrid del futuro y se le echó por un único partido en el que no tuvo ni mucho menos toda la culpa, para traer un tío mucho peor que él y a quien es cierto que no le gustan los jóvenes. Y por mucho que se repita esa mentira de que Zidane sí apuesta por los el talento joven no se va a convertir en verdad.
Aparte de que comparar a Solari y Ancelotti con ese otro par de inútiles es una mala broma.
No recuerdas bien la etapa de Solari, me temo.
Perdimos 2 partidos seguidos contra el FC, luego nos eliminó el Ajax.
De sus últimos 5 partidos perdió 4.
No es necesario mentir para criticar.
Solari ha sido el mejor ENTRENADOR que hemos tenido desde Mourinho, aunque también es verdad que ha sido prácticamente el único. Se me olvidó decir que se abstuvieran de responder aquellos piperos con mentalidad de niño de 8 años que equiparan mejor entrenador=entrenador que más títulos ha ganado, mejor jugador=jugador que más goles mete, etc.
Genial artículo. Una obra maestra de hecho y resume muy muy bien el enfoque deportivo de esta directiva. Ficha como AJAX , y gana como Bayern. Y en efecto zidane lo ha entendido, me fichan chavales pero si no gano me largan...
El que piense que el Madrid es como el Ajax y se puede tirar cinco años sin ganar nada mientras se apuesta por los jugadores jovenes es que no se ha enterado de nada. El Madrid tiene que competir por todo siempre. Aquí lo que ha pasado es lo del estado. Hay alguno que ya lo ha comentado antes y llevaba razón. Desde que se gana la 13 Florentino deja de invertir en cracks y cambia la política. Teníamos el estómago lleno y el estadio va a ser su gran legado. Puedo entenderlo. Encima gana la liga el año pasado que calma aún más las urgencias. La nueva política deportiva de apostar por jóvenes no es más que dedicar más dinero al estadio. Me da igual que sea con un crédito o con fondos propios, al final no dejan de ser recursos que se movilizan para una cosa u otra. Lo de los jóvenes no va a funcionar si no viene acompañado de 3 o 4 fichajes de jugadores que refuercen todas las líneas. Igual que paso con la quinta como ejemplo de éxito y con el Madrid de Valdano como fracaso.
Miguel, respecto a lo del estadio, no caigas en la misma trampa que han tendido ciertos medios. Se hace una inversión en el estadio no solo para mejorar y modernizar las instalaciones sino para RECAUDAR MÁS. Es decir, para generar NUEVOS ingresos que incrementan los actuales y que sin esa inversión no se generarían. Se habla de una estimación de 150 mill € /año.
No es tan difícil de entender.
Además, el crédito por el estadio no se empieza a pagar hasta que este esté ya dando sus beneficios.
A Valdano se le fue un poco la olla metiendo gente, lo que costó la eliminación de la copa de la UEFA ante el Odense (creo). Pero quizá estaba condicionado por la falta de presupuesto que tenía el club en aquel momento.
El Madrid no es el Ajax, pero tampoco intenta serlo. Me explico, el problema del Ajax no es que apueste con paciencia por jóvenes, es que cuando le sale bien la apuesta desmantela prácticamente a todo el equipo vendiendo hasta al utillero (pasó con el Ajax de Van Gaal que ganó la Champions). Pero se entiende que esa no es la política del Madrid, sino que podrá retener a los que le interese y hacer interesantes operaciones con quienes no.
Cuando la situación financiera vuelva a la normalidad, sumará a estas promesas jugadores de primera línea mundial para hacer un equipo campeón. Al estilo de la quinta del buitre, que se vio reforzada con Maceda, Gordillo y Hugo Sánchez.
Que sí, que sí, que el marsellés es un genio y este año vamos a arrasar, y el que viene y al otro, y al otro. Que el equipo de sus amores todavía no ha tocado techo. Este sabio de pacotilla no confiaba en los jóvenes ni cuando entrenaba (es un decir) al Castilla. El equipo está hipotecado con este alineador y al final de temporada os lo recordaré.
Como él mismo dijo de Bale, que se vaya, y cuanto antes mejor para todos
Por supuesto que nos lo recordara, no en vano usted es Nostradamus. Luego, si acaso sus predicciones no se cumplen nos dirá usted que eran "textos encriptados"
Ya hablando en serio, su página no es esta, ¿Por qué no intenta mejor difundir su mensaje en un bar de carretera donde encontrará amistades masculinas más predispuestas?
Jo...er (con perdón), pedazo de artículo. Claro, conciso, maravillosamente escrito y que hace reflexionar. Justo lo que jamás encontraríamos en los medios tradicionalmente portanalizados aquí, medios con otra disonancia cognitiva diferente entre lo que ven y lo que cuentan a sus lectores, "aceptando la mentira como una verdad".
El problema del Real Madrid es la paciencia, o mejor dicho, la falta de ella. No hay paciencia para aguantar una travesía del desierto mientras se crea otro equipo de época, con los jóvenes como base y pensando en el medio plazo.
Felicitaciones a don Antonio Valderrama, por este artículo y por otros muchos de su pluma. Otra cosa es que esté al cien por cien de acuerdo. Mi opinión se aproxima en general más a la del amigo Juan A. y a lo que dice Nostradamus. Realmente ya lo están diciendo muchos intervinientes aquí en La Galerna y desde el mismo equipo de ésta también han empezado a verbalizar algo que, sinceramente, algunos habíamos percibido tiempo ha: ZZ no da más de sí, ha aprovechado gloriosamente unas sinergias ganadoras que empezaron con JM y hasta aquí han llegado. La vuelta de ZZ ha traído una supercopa y otra liga, pero ha sido una pérdida de un año en el desarrollo del talento de eso jóvenes a los que él no pone a jugar, porque esto de verdad que lo venimos diciendo algunos desde poco después de esta segunda fase de ZZ: juega con los suyos, no se yo si son una camarilla, siempre los mismos, los está quemando de cara al tramo importante de la temporada y como decían en La galerna el otro día, lo cual cité en otra intervención: no se atisban intentos de cambiar o renovar nada, frustra a los jóvenes como muchos ya admitís, no está construyendo un equipo de cara al futuro sino anclado y cansado en el pasado, no encara los partidos según éstos transcurren, no cambia los planteamientos, saca a los jugadores a partir del minuto 65 y sobre todo, no está poniendo ningún ladrillo pensando en el futuro, etc, etc...
La lista de jóvenes "echados a perder" o a los que no se les ha sacado un mínimo de potencial con ZZ en el banquillo empieza a alargarse, culminando con los dos chicharros de Jovic y las portadas de hoy de los panfletos. Yo lo que digo para finalizar es que ZZ ha incumplido de todas todas lo que dijo que iba a hacer cuando volvió: dijo que iba a haber cambios y no ha cambiado nada: ni la táctica ni el sistema ni las líneas ni el momento de los cambios ni a los titulares ni....Cualquier equipo entrenado hoy en día sabe como plantarle cara al RM, nuestro equipo toquetea y toquetea y pasan los minutos sin tirar a puerta o sin rematar los múltiples centros a nadie que pegan, jugadores rebasando la treintena lo juegan todo, sigue con el 4-3-3 que más pronto que tarde empieza a dar problemas porque los otros jugadores empiezan a correr más que los nuestros...etc, etc...
Y oiga, si el club ahora no puede fichar estrellas o veteranos por las circunstancias o por decisión directiva, y le pone a usted estos jóvenes con talento, pues es su obligación intentar exprimir ese talento que otros técnicos del club han visto en ellos, foguearlos con los veteranos, darles más minutos y confianza en los partidos que van bien, enseñarlos porque son jóvenes...y ZZ no hace nada de esto, empezamos a pensar que porque no sabe ni leer los partidos ni cambiar la táctica de los mismos o porque no quiere ya que sigue aferrado a los suyos, a los que hace 6 años nos hicieron campeones pero tienen 6 años más en las piernas y en el corazón...
Los dos títulos han servido como bálsamo desde que se fue CR7 pero no pueden seguir enmascarando que(ZZ) no se están tejiendo las redes del futuro sino que se sigue utilizando una chalupa que empieza a oxidarse gravemente y con gran perjuicio para el RM.
Ancelotti fue el entrenador de la Décima, y ese año ganó la Copa del Rey, Supercopa de Europa y Mundial de Clubs. No se llevó la Liga por dos partidos en los que se relajó después de barrer al Bayern (Valladolid y Celta creo que fueron). Al año siguiente se jugó muy bien, pero nos desfondamos al final y nos quedamos sin nada. Aún así, creo que no se puede hablar de fracaso en su etapa.
Zidane no es que no crea en los jovenes lo que ocurre es que subio a primera casi sin experiencia y todo su bagage ofensivo se basa en circular el balon hasta que surja una jugada individual pero ya no tiene a Isco y Marcelo que le daban el primero circulacion y el segundo las dos cosas ni tampoco a CR7 y se ha quedado sin ideas, no pone a los jovenes porque no sabe que hacer y se aferra a lo que una vez le funciono como a un salvavidas cuando ya no le funciona.
Otra cosa que me exaspera de Zinedán es que, primero tarda una eternidad de hacer cambios (no antes del minuto 70), y, cuando de hacer un cambio para arreglar un marcador se trata, si le da por meter a un delantero (pongo el ejemplo del partido de supercopa) quita a todo aquél que pudiera meter un balón medio decente al delantero que mete. Parece como si lo hiciese aposta.
¿Y qué me dicen de la última ocurrencia de meter a SR de delantero centro? En fin, zidanada tras zidanada hasta el zinadazo final. A ver si se vuelve pronto a muebles La Oca.
Por favor, a todos los que queréis ver a Zidane fuera, sea en muebles La Oca o en Ikea, decidme vuestros candidatos para enderezar el rumbo del equipo y empezar una nueva era triunfal, covid mediante.
Y no me digáis que cualquiera vale. Dadme nombres, por favor, un entrenador bueno, bonito y barato. Que esté disponible, claro. Gracias.
Valverde, Allegri y Jardím (ex-Mónaco).
A colación del comentario de Cibeles es mi diosa, agradecería que, ya puestos a hablar de jugadores discriminados por Zidane, enumerasen a todos aquellos que son titularísimos en sus actuales equipos
Achraf, Reguilón, Ceballos y Theo Hernandez. Brahim, Mayoral y Vallejo juegan habitualmente en sus equipos.
El principal problema es the Tinglao.
El Tinglao ataca a todo entrenador que esté en el primer equipo del Real Madrid: Véase JM, Rafa Benítez, Solari, Lopetegui, Zidane o el mismísimo “sur sum corda”. El Madrid necesita tiempo y trabajo ( en el terreno de juego y en los despachos )
Estoy con Zinedine Zidane. ¡ HALA MADRID !