Florentino, vete yéndote

-Zidane, ¿el objetivo es el triplete?

-Ni yo ni los jugadores ni la gente que trabaja alrededor del equipo piensa en eso, sino en el día a día. El triplete es el objetivo, pero queda muy lejos. En el fútbol todo se consigue día a día.

Ahí lo tienen. "El triplete es el objetivo". Ya se puso de nuevo de manifiesto la proverbial soberbia madridista. Iniciamos este portanálisis con la pregunta de la prensa y la respuesta literal de Zidane, y lo proseguimos a bocajarro con la primera plana de Ouija Daily por si teníais alguna duda respecto a la instrumentación y manipulación de la medidísima respuesta del técnico galo. "El triplete es el objetivo", parece que soltó Zidane espontáneamente, faltando de nuevo al respeto a todos sus rivales como acostumbra a hacer ese madridismo recalcitrantemente arrogante al que (no nos engañen sus melifluos modales) también se adscribe el francés. "Zidane SE ATREVE  a pronunciar la palabra tabú", añade la Ouija en un destacado, para que quede claro que no solo sobran las razones para acusar a Zidane de la chulería y la prepotencia imperialista característica de la era Florentino (el auténtico villano), sino que además cabrá exigir responsabilidades al francés (y a su mentor Florentino) caso de no lograrse la triple corona. Si el objetivo es el triplete, ya que Zidane (de forma espontánea) lo ha marcado como tal, ATREVIÉNDOSE A MENCIONAR LA PALABRA TABÚ, de ello se sigue en buena lógica que todo lo que no sea lograr el mismo podrá ser calificado de fracaso. El triplete es muy difícil de conseguir, así que no digamos "Florentino vete ya", sino incluso "Florentino vete yéndote".

Marca, por su parte, toma la parte por el todo y, en asombrosa metonimia que entrara por los ojos, parece querer hacernos creer que dos clubes que comparten calvicie por parte de sus técnicos comparten a resultas de ello muchas cosas más. "Dos equipos que nunca se rinden", reza la portada de Marca, que no olvida la legendaria historia de remontadas europeas y de heroicas Copas de Europa de ambos (?) clubes, gigantes de igual talla enfrentados esta noche en pos de la gloria que tradicionalmente se han turnado en el escaparate nacional y europeo.

-¿Es usted del Madrid o del Sevilla?- le preguntan de inmediato a cualquier español, al conocer su nacionalidad, allende nuestras fronteras, pues no en vano ambos clubes han escrito en el libro del fútbol páginas de gestas igualmente gloriosas y la fama de sus entorchados locales e internacionales es equiparable y equiparada por doquier. La única diferencia entre ambos clubes, si acaso, y subrayamos el "si acaso", es que el Sevilla no se maneja por ahí con la altanería de los vikingos ni saca pecho por sus igualmente reseñables hazañas ni apunta espontáneamente al triplete como objetivo aunque podría hacerlo. Dos gigantes del fútbol mundial, sí, pero uno de ellos humilde y el otro suciamente engreído.

En cuanto al Barça, ¿qué decir? Que ayer sucedió justamente lo que desde estas mismas páginas ya anunciamos que sucedería, a saber: que se clasificarían pero sin por ello dejar de capitalizar el susto del partido de ida, convertido por su propaganda en intento frustrado de atraco por parte de ese estamento arbitral que tanto les maltrata pero el cese o dimisión de cuyo máximo responsable, paradójicamente, es hipótesis que les hace temblar.

-Los árbitros nos maltratan.

-Ah, ¿sí?- es el maestro Pepe Kollins quien responde.- Mira qué bien. Nosotros los madridistas nos solidarizamos con vosotros y exigimos el inmediato cese de Villar y Sánchez Arminio.

-Hombre, tampoco es para ponerse así.

Ganó (sí) el Barça con más apuros de los previstos, y del reflejo de su pase a la siguiente ronda que hace la prensa catalana rescatamos dos apuntes estrafalarios: sus consabidos problemillas con el segundo mandamiento de la ley de Dios, usando su nombre en vano en juegos de palabras que conforman titulares sonrojantes (¿para cuándo "oDIOSos"?) y las descuajeringantes recomendaciones de Suárez a la cúpula directiva culé. "A Messi lo que hay que hacer es renovarlo", sentencia el uruguayo, consciente de que esta semana anda ya cerca de cerrarse sin la correspondiente renovación del astro argentino. Hay semanas en las que Messi no renueva y no puede ser, como hay partidos que se cierran con una agresión impune de Luis Suárez a algún rival en lugar de dos agresiones impunes de Luis Suárez a un rival, que es como se cerró el último partido frente al Villarreal y como deberían cerrarse todos los partidos dignos de ser tenidos por tales y para que gane el fútbol.

Besos.