El presidente blanco es el gran renovador de la tradición histórica del Club
Sin que nos diéramos cuenta ha empezado otra temporada, otra Liga, que no parece verdaderamente nueva sino más bien una continuación de la anterior. La CoronaLiga terminó a mediados de julio y el brillante triunfo del Madrid de Zidane, la conquista del título número 34, quedó algo empañado por las circunstancias. Se ganó en un estadio sin público, no se pudo celebrar y dos semanas después se cayó penosamente en la Copa de Europa. La imposibilidad de festejar una alegría tan grande como fue aquella Liga dejó un sabor raro. Me recordó a eso que dicen del duelo, que se prolonga dolorosamente hasta el infinito si no se puede enterrar al ser querido.
Como todo se ha sucedido de manera tan extraña, este calciomercato, esa aburridísima (y larguísima) estación que soporta el hastío de los futboleros en verano, también ha resultado ser una cosa gris y sin sustancia: ni un titular, ninguna bomba, ningún De Rossi o Vieira, más allá del affaire Messi, que llevarnos a la boca. Este año el calciomercato ha durado un telediario y ni siquiera ha sonado Mbappé. Quizá la bomba de verdad sea esa noticia que ha pasado medio desapercibida estos días o que en todo caso ha sido recibida con un mohín de insatisfacción: las cuentas del Madrid para el ejercicio económico 2019-2020 han arrojado un superávit de 320 mil euros.
La noticia del superávit en año de pandemia, con el fútbol en monstruosa contracción (como todo, por otra parte), es revolucionaria
Son malos tiempos para la austeridad, aunque ahora haya que decir frugalidad porque es lo que está de moda en el degenerado periodismo generalista español. Yo prefiero austeridad, que viene del griego “áspero” y que a través del latín nos llegó convertida en una noción de rectitud, de laconismo: una sobriedad morigerada, muy castellana, o así me la imaginé yo siempre. Me gusta imaginarme a todos esos hombres que construyeron el Madrid hasta Bernabéu como el caballero de la mano en el pecho de El Greco, unos hidalgos enemigos del derroche, también en las emociones. Por eso aquel primer Del Bosque, el de la Octava, el que no celebraba los goles en Old Trafford, me parecía el compendio de esa manera de ser madridista, tan clásica, tan recia, sin un gesto fuera de lo estrictamente necesario.
La noticia del superávit en año de pandemia, con el fútbol en monstruosa contracción (como todo, por otra parte), es revolucionaria. Vivimos en un mundo que funciona a base de deuda y de dinero de mentira, de dinero que se va a ganar mañana si la muchacha del cuento consigue llegar con el cántaro a la fuente: en el mundo del crédito no sucede nunca nada que entorpezca el camino de la muchacha, pero la realidad, eso lo sabían Omar Jayyam ya en el siglo XI, puede caer de golpe y destruir el cántaro, la muchacha, la fuente y hasta el mismo sendero por el que se va y se viene.
La estrategia de este florentinismo tardío está encaminada a situar al Madrid en una buena posición desde donde competir con gigantes plutócratas
En un mundo donde la especulación es la reina, que Florentino salve trescientos mil euros del presupuesto del club en el año del coronavirus es un acto de subversión, de contestación y de estoicismo: el Barcelona, por ejemplo, declara oficialmente unas pérdidas que se acercan a los cien millones de euros. La estrategia de este florentinismo tardío, un florentinismo renovado y muy alejado de aquel imperialismo conquistador del dinero por delante para comprar lo mejor y lo que hiciera falta, está encaminada a situar al Madrid en una buena posición desde donde competir con gigantes plutócratas: un gran estadio y una última gran estrella, Mbappé, que parece que no quiere renovar por el PSG y sobre el que se articularía la nueva (pero vieja, en realidad) política de expansión de la marca del club en los próximos diez años.
Sin embargo esta nueva visión comedida, parca, previsora y prudente en la gestión del Madrid del Florentino crepuscular es algo que podría decirse que está en los genes del madridismo, como digo, del mismo modo que la audacia financiera de las grandes operaciones (cuya génesis se encuentra en el fichaje de Zamora, el primer galáctico de España). Yo siempre he creído que el madridismo es una tradición subversiva y una negación del mundo moderno, un mentís alto y orgulloso a la realidad de petrojeques y deuda infinita. Hay pruebas y están en el pasado del propio Real Madrid, lo que es lo mismo que decir que está en la base de lo que este club es. El profesor Ángel Bahamonde, en su El Madrid en la Historia de España, cuenta que Santiago Bernabéu “concibió la organización interna del club siguiendo la estela de la estrategia y los objetivos que habían prevalecido en los años treinta, convenientemente adecuados al tamaño adquirido por el club tras la construcción del nuevo estadio”.
Sólo con un nuevo estadio se generará el dinero suficiente como para sostener el nombre y el estatus ante clubes que pueden gastarse ochenta millones de euros por un juvenil
En términos puramente crematísticos, el Madrid afronta las próximas décadas del fútbol de élite como una empresa familiar compitiendo, con lo que tiene, con corporaciones gigantescas cuya capacidad de gasto y endeudamiento superan por mucho la suya. El mismo Liverpool, por salir de los clubes-Estado, pertenece a un conglomerado americano dedicado a la industria del deporte, como el Manchester United. El Leipzig, semifinalista de la reciente Copa de Europa, es de Red Bull. El Madrid tendrá que moverse contando con sus propios medios y para eso un nuevo estadio, y a fin de cuentas la reforma del Bernabéu deparará uno nuevo pero en el mismo sitio. Un nuevo estadio que llenar con las estrellas del mañana como el primer Chamartín con el Madrid republicano de Zamora, Ciriaco, Quincoces y los Regueiro; o como el segundo Chamartín y el Madrid de Di Stéfano y Gento (y de la Copa de Europa, no lo olvidemos). Sólo así se generará el dinero suficiente como para sostener el nombre y el estatus ante clubes que pueden gastarse ochenta millones de euros por un juvenil, sin despeinarse. En eso, Florentino también ejerce como el gran renovador de la tradición histórica del Madrid.
“Bernabéu siempre insistió en que uno de los problemas de los clubes consistía en que éstos solían circunscribir su acción al corto plazo impuesto por las dinámicas electorales”, escribe el profesor Bahamonde. “Una empresa privada, señalaba el presidente, no podría aguantar este ritmo. Según Bernabéu de ahí se derivaba el principio de irresponsabilidad de muchos directivos, que adoptaban decisiones arriesgadas, demagógicas o estériles, siempre costosas y escasamente planificadas y reflexionadas, en las que primaban criterios electoralistas permanentes. Otro efecto pernicioso era que los socios se contagiaban de esta ambientación, respondiendo asimismo con actitudes irresponsables. Se hacía preciso educar al socio”.
El socio del Madrid, viendo el respaldo electoral que ha tenido siempre Florentino, parece bien educado en esta pedagogía con solera en el club, pero otra cosa es el aficionado, el hincha. El hincha global lee todos los días que el Barcelona, siempre al borde de la bancarrota, pretende gastar (y hasta el verano pasado, gastaba, no en vano por Messi pagan entre unas cosas y otras, cien millones de euros cada temporada) como los jeques de Catar. En realidad, cualquier equipo de medio pelo de Inglaterra puede fichar con mayor soltura, ahora mismo, que casi cualquier grande español, italiano o alemán.
La capacidad previsora de Florentino lo pone en la línea de los “hombres notables”, como dice Bahamonde en su libro, que debían regir siempre los destinos del club
Aquí radica la grandeza contestataria de esta austeridad florentinista, capaz de negociar de padre a hijo con los capitanes del fútbol y del baloncesto una bajada del sueldo que le permita al club mantener muchos puestos de trabajo, además de la autonomía financiera del club. Esta capacidad previsora de Florentino lo pone en la línea de los “hombres notables”, como dice Bahamonde en su libro, que debían regir siempre los destinos del club según la teoría del poder concebida por Bernabéu: sólo los hombres notables pueden atisbar el futuro en el ruido y en la furia del presente. Es una concepción aristocrática en el sentido platónico, pura contracultura en un mundo dominado por el democratismo o falseamiento interesado de la idea de democracia, convertida por la propaganda en un fin en sí mismo, en un armario hueco.
Esos 320 mil euros que el Madrid conserva en el año en que el coronavirus vino a destruir la economía de España son algo más que un ahorro, que la muestra de una buena administración: son un posicionamiento moral. Se suele comparar el impacto de la pandemia en la economía española con el de la Guerra Civil. El profesor Bahamonde dice que en los prolegómenos de la guerra, “el Madrid se nos ofrece como el club más estable y con una mayor proyección de futuro en el fútbol español de la época. El club cubre su presupuesto económico sin mayores dificultades e incluso genera un superávit discreto pero que, en relación con sus homólogos nacionales, no admite parangón”. Un superávit de más de cien mil pesetas que permitió al club “generar la mayor cantidad posible de recursos propios y evitó al Madrid caer en una espiral deudora, lo que resultó decisivo en la etapa posterior”.
Fotografías Getty Images.
Nuevo Estadio Bernabéu.
Cuando se acabe esto del Coronavirus, que se acabará, aunque la vida que conocimos ya no volverá, cuando se pueda ir al fútbol, viajar, tomarte algo, quedar, sin mascarillas, sin miedo de por medio. El Bernabeu será la octava maravilla, se llenará en todos los partidos y los días que no se juegue, también. Los ingresos subirán, como subirá el prestigio de una ciudad de por sí, impresionante y con un club sin parangón. Florentino es el hombre, con sus sombras, pero sus luces están muy por encima de la mayoría de los dirigentes mundiales.
Superavit, mínimo en un presupuesto de estas dimensiones, pero superavit con los tiempos que corren.
Me gustaría saber las cuentas del Barcelona. Con fichajes en espera, como Depay, 25 kilos. Y con una limpia mínima, porque no pueden, es imposible una limpia de jugadores decadentes con fichas siderales. Rakitic y Vidal a coste cero, practicamente en traspasos. Luis Suarez perdonar, no va a perdonar. Y si se van estos jugadores, tendrán que venir otros, o jóvenes que a corto plazo no creo que rindan, nos guste o no, la exxperiencia es un grado en muchos momentos a lo largo de un campeonato que te los hacen ganar.
"Yo siempre he creído que el madridismo es una tradición subversiva y una negación del mundo moderno".... No se puede decir mejor y con menos palabras.
Sí, me gustó mucho por la veracidad y contundencia que destilan sus palabras.
El madridismo es la alternativa a los alternativos, que en todas épocas caen bien. La rebeldía frente a los presuntos rebeldes, que no dejan de ser otro apéndice del poder. Por mucho que identifiquen al Real Madrid con ese poder, es más bien todo lo contrario. Y bien que lo lamentamos, al tener que estar en permanente defensa de instituciones y medios.
El madridismo, en resumen, es ese primo de Zumosol que le acaba pegando zascas a los presuntos malotes que se pasan todo el curso de cachondeo, amedrantando, insultando etc.. Y les pega los zascas y además se acaba llevando a la chica en sus narices.
El madridismo es la vía de escape y la última frontera ante el inevitable triunfo del Mal en Occidente en general, y mucho más claramente en España en particular.
Abrazos
Amen.
Hay una correlación entre lo que más odian del Madrid y las cosas mejores del club. Por eso los anti tienen a Florentino en su permanente diana. Los haters no gastan pólvora en vano: bueno para el Madrid, malo para ellos. ¡Quién lo iba a decir, pero seguramente el mejor fichaje galáctico de Florentino ha sido él mismo: Florentino Pérez! Ojalá que siga durante mucho tiempo.
Me encanta... O sea que los socios tenemos un gran criterio porque elegimos a Florentino que ha dejado las cuentas niqueladas. Pero somos muy malos porque pitamos cuando el equipo no juega bien. A mí me parece que Florentino es el mejor presidente de la historia del club (salvando a Bernabeu), precisamente porque entiende a los socios. Él es el primero que sabe que lo importante es ganar. Y lo sabe porque tuvo que marcharse cuando en su primera etapa dejó de ganar. La economía del club es muy importante, por supuesto, pero si no llegan las victorias no se pueden vender los resultados financieros. No nos equivoquemos, la liga ha resultado fundamental para los planes del presidente. Después de ganar 4 champions, la idea de Florentino con más de 70 años es construir el estadio y dejarlo como legado para la posteridad, de ahí el ahorro de los últimos 4 o 5 ejercicios. Si el Madrid tiene las cuentas más saneadas entre los grandes de europa es por la falta de inversión. El FCB por ejemplo factura igual que nosotros, la diferencia es que compra mal y vende aún peor. Las victorias nos permiten jugar con la inversión. El año pasado fue uno de los peores de nuestra historia reciente y hubo que sacar el talonario, éste se gana la liga y no se invierte nada, sino que se vende. No digo que no sea un mal plan, digo que no confundamos las cosas. Ahora mismo el estadio es prioritario para el presidente y quizá con razón. La crisis del COVID no ha hecho más que apuntalar la austeridad del club que tanto alaba el artículo. Pero en el Madrid no se pueden subestimar las derrotas. Aquí, más que en ningún sitio, lo importante es ganar. Florentino lo sabe y los socios también. Hay que encontrar un equilibrio entre tener las cuentas saneadas y obtener victorias, por eso la consecución de la pasada liga fue tan importante. Los que ahora aplauden la austeridad son los mismos que alababan el dispendio de los primeros años del presidente tras Calderón o los que festejaran que paguemos una millonada por Mbappe. Ya lo vereis.
¿ Ya se te ha pasado el disgusto por lo del domingo en Tenerife ?
Esta frase del artículo me ha sorprendido: "por Messi pagan entre unas cosas y otras, cien millones de euros cada temporada". Según lo que revelaron ayer gentes muy bien informadas, en la temporada 18/19, el shiquitito recibió 60 millones de euros, netos. y, en la 19/20, 75 millones de euros. Eso hace un montante de 120 kilos brutos en la penúltima temporada y 175 kilos brutos en la última. El que se quede una temporada más en el VAR S.A. le va a venir como pedrada en ojo tuerto a las finanzas del club de la esquinita.
Si hubiera que definir la gestión de FP con dos palabras serían: SENTIDO COMÚN. El necesario para darse cuenta que había que rentabilizar la enormidad de m2 , en una de las mejores zonas de Madrid, que supone el Estadio Bernabeu, para poder competir con la nueva situación creada por la aparición de los clubes /estado.
Sentido común para acometer el proyecto, sin ninguna ayuda pública, gestionando un crédito para el importe total de las obras y que esto no afecte a la economía de la gestión deportiva, por más que algunos desinformados o becarios de PRISA/ Relaño sigan insistiendo en lo del ahorro para la "lata de sardinas" (Datos del crédito: 575 millones a 30 años con un interés fijo del 2,5 % y tres años de carencia en la amortización del principal . Fuente El País)
Sentido común para no entrar en la dinámica inflacionaria de los nuevos clubes, que hace que se paguen millonadas por buenos jugadores sin más, alguien piensa que Kepa vale 80 m. , Lucas Hernández 80 , Rodri 70, Laporte 65 , por no hablar de Dembele 138 o Coutinho 145 ( Transfermarkt).
Aquí también hay que desmontar otra falsedad de los chicos de Fredo, "el madrid no invierte porque está ahorrando para la lata".
Desde que se aprueba la remodelación en la asamblea de 2018 el R.Madrid ha invertido en jugadores 514 millones (162 en 2018, 352 en 2019). En ese mismo periodo los principales rivales han invertido:
City 244 millones
PSG 322
Barça 402
Man.U 296
Liverpool 192
Es decir todos menos que nosotros.(Transfermarkt)
Es falso que no se invierta, lo que pasa es que ha cambiado el tipo de jugador en que se invierte, en parte por que al margen de CR y LM no hay verdaderas estrellas y porque los únicos cerca de ese estatus estan momentáneamente fuera del alcance de cualquier club, buscando jóvenes talentos sin consagrar cuyo coste es aún asequible.
Es imposible , en cualquier actividad, contentar a todo el mundo pero analizando desapasionadamente la gestión de Florentino , vemos que la balanza de aciertos/ errores se inclina claramente a su favor.
Estoy contigo que Florentino acierta y mucho, aunque a veces también se equivoca como con la venta de Hakimi por ejemplo. El estadio me parece que va a quedar increíble pero sinceramente me parece muy grande la inversión, así como la proyección de ingresos que es excesivamente optimista. En cuanto a los fichajes, la inversión NETA media en los últimos 6 años es de 40 millones anuales. El Madrid lleva ahorrando años.
La inversión neta lo único que refleja es como se financia la inversión, que evidentemente existe, si con desinversión o con mas endeudamiento. Si tus inversiones son las que necesitas y las financias en su mayoría con desinversión, no veo porqué hay que seguir invirtiendo porque el neto sea bajo, mejor ser conservador y este año es un ejemplo claro del acierto de esta política.
Los refuerzos los propone la parcela deportiva y los aprueba la dirección y son los que ellos estiman más adecuados, otra cosa es que cada aficionado tenga sus preferencias y les parezcan insuficientes o no los adecuados , pero eso no tiene nada que ver con que se ahorre o se deje de ahorrar por no invertir. Insisto 514 millones en dos temporadas.
Hola. Lo que dices vale para una empresa. Un equipo de fútbol es distinto. Es decir si ficho a Hazard por 110 millones y vendo a Ronaldo por 100 pues no has invertido en el equipo. Has cambiado cromos. Yo no lo considero una inversión. Una inversión es si se va Lucas Vázquez y Bale y traes a Jadon Sancho por ejemplo. O si se van Mariano y Jovic y traes a Harry Kane. O si traes un medio defensivo q de descanso a Casemiro. O si se va Morientes y viene Ronaldo. Vamos, lo que hacía Florentino hace 6 años.
Esta curiosa teoría tuya está muy bien...para ti. En cualquier caso el que tiene la potestad de invertir es el club y mira por donde para ellos si es inversión. Como a veces alardeas de los años que llevas de socio, solo te faltan los avales para presentar candidatura y si ganas invertir en lo que te parezca oportuno. Hasta entonces esto es lo que hay.
Me estoy acordando de todos aquellos que repetían como loritos el mantra de la prensa: "los millones en el campo y no en el banco".
¡Qué bien le vendría ahora a la farsa tener algún millón en el banco (y no en el campo, o más bien, en la grada) para comprar algún jugador! ¡Ni para fichar a un desconocido como Depay tienen!.
Macduff. Si vendes 100 y gastas 100, el neto de tu inversión es 0. Tienes razón en q el q invierte es el club. Y los que eligen al presidente somos los socios que además, somos los dueños. Por lo demás con tu voto.