Buenos días, amigos. Como cantaba Lennon, the dream is over para el Real Madrid femenino en Champions. Lo de Real Madrid femenino lo añadimos nosotros, eso nunca lo mencionó el ex-Beatle, que se sepa. Si en aquella canción John afirmaba no creer en Kennedy ni en Jesús ni, en general, en nada (salvo en él), anoche a la conclusión del encuentro de las de Toril no fueron pocos los que mostraron su descreimiento precisamente en el técnico blanco, cuya inacción ante el baño de juego y goles del rival exasperó a la afición, aunque en una derrota así no cabe responsabilizar de todos los males a una única persona. Para profundizar en lo sucedido, recomendamos la lectura de la excelente crónica de Fernando Alcalá-Zamora.
Marca se hace eco de la eliminación de este gris Madrid en la azotea de su portada, pero el protagonismo lo ceden a una irreconocible presidenta de la Comunidad de Madrid, que aparece a lomos de uno de esos vehículos que inundan nuestras aceras y pasos de peatones. «Ayuso se impone a Roglic en La Volta. Deslumbra». Desconocíamos esta faceta de la política madrileña. En nuestro descargo, confesamos que desconectamos en cierta manera del ciclismo hace unos años merced a los continuos escándalos de dopaje que adulteraron la competición. Especialmente conocido fue el caso de Lance Armstrong, adalid de las trampas en el deporte de la bicicleta.
El asunto fue muy feo, pero se nos escapan las lágrimas al recordar la reacción que tuvieron las autoridades, organismos, instituciones y prensa en aquellos tiempos y compararla con la que se produjo, y se sigue produciendo, ante el mayor escándalo del deporte español: el pago de millones de euros del FC Barcelona al vicepresidente del CTA Enríquez Negreira durante décadas.
Los ardides de los ciclistas, médicos y equipos fueron ampliamente difundidos por los medios de comunicación; los investigados, encausados; y los culpables, condenados. Aquí lo del Barça y Negreira es un tema tabú, a quien se atreve a hablar de ello públicamente se le señala (Mateu Lahoz es el último ejemplo).
Porque en España lo que se lleva es hacer vida normal y desayunar alegremente en la cocina ignorando que hay un cadáver a los pies del frigorífico. O escuchar a Flick en rueda de prensa espetar que «nosotros somos el Barça y no somos el Madrid. Estamos muy orgullosos de ello» y no preguntarle si conoce a Negreira.
🚨 ¡Vaya palo de Flick al Madrid sobre las quejas de no descansar más de 72 horas!
😡 "Somos el Barça, no el Madrid, y estamos muy orgullosos de ello..." pic.twitter.com/PyKXHde05f
— Diario AS (@diarioas) March 26, 2025
Hay que tener los bemoles del tamaño de Júpiter, con todos sus satélites incluidos, para sacar pecho por pertenecer al club más corrupto de la historia del deporte. El club, entre otras cosas, que se compró a la cúpula arbitral (Negreira mediante), el de las palancas ficticias e inscripciones surrealistas con la anuencia de los reguladores, el que es avalado por los socios de la empresa que comercializa los partidos y nutre de imágenes al VAR, el condenado por dos delitos fiscales habida cuenta del caso Neymar, el que no disputa encuentros de Copa que no le vienen bien y luego es indultado por el mandamás de la RFEF, el dirigido por un presidente que reconoció en una conversación haber adquirido un órgano de manera ilegal, etcétera.
Repetimos ¿por qué ningún periodista le pregunta a Flick si conoce a Negreira? ¿Por qué ningún profesional hace su trabajo? Porque, a estas alturas, no sabemos si se hace el tonto o bien no lo conoce porque lo tienen aislado de la realidad en una burbuja al modo de la abuela de Good Bye, Lenin!, como señala nuestro editor Jesús Bengoechea.
A veces me pregunto si Flick, que al principio parecía un tipo sensato y cabal, sabe algo de Negreira, o si por el contrario se lo ocultan como a la abuela de “Goodbye, Lenin” la caída del Muro. Porque el tío habla como si realmente trabajara para una empresa ejemplar. pic.twitter.com/rBnM1hD1yW
— Jesús Bengoechea (@JesusBengoechea) March 26, 2025
El técnico azulgrana parecía cuerdo (no confundir con culerdo) cuando aterrizó en El Prat, pero ha devenido en una suerte de chiflado, o en algo peor. Todo el que ficha por ese club termina por contaminarse, pierde el juicio y acaba soltando necedades y mentiras. Cabe preguntarse si es un requisito para cobrar.
Lo más gracioso es que después de defender que «nosotros somos el Barça y no somos el Madrid. Estamos muy orgullosos de ello» en relación a las quejas (justas) del Madrid por no disfrutar de al menos 72 horas de descanso, se muestra indignado con los horarios de la Liga y el descanso de sus jugadores.
Cuando menos, delirante.
Mundo Deportivo también se hace eco de la polémica y habla de un «Flick crítico con la elección de fecha» para el encuentro que disputa hoy el Barça frente a Osasuna a las 21.
Queremos terminar este portanálisis con buen sabor de boca, de modo que hemos reservado la portada de As para el final.
Un Pepe pletórico de madridismo pronuncia una de las frases claves en nuestro club: «Nunca den por muerto al Madrid».
Nos despedimos parafraseando a Lennon en la mencionada God.
No creemos en Tebas.
No creemos en Cantalejo.
No creemos en Ceferin.
No creemos en el Barça.
No creemos en el Atleti (ni en sus neonazis).
No creemos en la Liga.
No creemos en el CTA.
No creemos en la Federación.
No creemos en los medios paniaguados.
Solo creemos en el Real Madrid.
Pasad un buen día.
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5 comentarios en: ¿Flick conoce a Negreira?
A la pregunta sobre qué ocurre en la mente de los que fichan por el Farsa, me decanto por la opción que dice que es requisito para cobrar, sin duda.
Otra cosita: el fiscal pide 15 años (XV) de cárcel a Villar por el Caso Soule; a su hijo, 7. Más una multita de un millón de euros. Me imagino cómo acabará todo, pero al menos ya han puesto el huevo, que parecía que se había olvidado, casualmente, del felón con el que ocurrió el Villarato, el Negreirazo, y otras cositas que ahora no recuerdo.
Quisiera objetar que el bueno de Lennon no solo creía en él mismo, sino en "Yoko and me".
A mí lo del Flizz este y otros como él, me recuerda lo que le oí decir hace años a un alto ejecutivo: "Lo que hay que hacer para comer"
Me llamó la atención porque no venía de un peón de albañil precisamente.
Suscribo los Diez Mandamientos Blancos.
Flick no deja de ser un pamplinas, del tipo "qué catetos son estos españoles". Encaja perfectamente en el Barcelona, especialistas en mear colonia y, además, creérselo.