Fichar o no fichar, esa es la cuestión. No, no vamos a hablar del desesperado y angustiado Hamlet, sino del Real Madrid, que, ni está desesperado ni, de momento, angustiado. Aunque sí exigido. Eso siempre.
El Real Madrid se encuentra en una de esas encrucijadas que, como diría Sócrates, desafían tanto al corazón como a la razón. El Leviatán del fútbol se halla en una situación que sugiere decisiones calculadas, pero en su esencia late un club que siempre, al menos en los últimos lustros, ha funcionado como una familia, donde la lealtad y la camaradería han sido el faro en medio de las tormentas. Ahora, con su retaguardia herida y su plantilla al límite, la pregunta que flota en el aire es clara: ¿es hora de buscar refuerzos en el mercado de invierno?
La defensa partía con pocos efectivos
Desde el inicio de la temporada, algo parecía desentonar en la defensa del Real Madrid. La estructura titular parecía sólida, pero decían los conocedores de lo táctico y lo técnico que la torre estaba algo descompensada. El Madrid, a diferencia de otros gigantes europeos, partía con solo dos centrales puros: Antonio Rüdiger y Éder Militão, dos baluartes que, si bien son capaces de sostener cualquier embate, no podían cargar con todo el peso sin descanso. A lo largo de la temporada, la exigencia es brutal y cualquier grieta, por pequeña que sea, puede terminar por desmoronar la fortaleza.
Lo que era evidente desde el principio es que la falta de un tercer central dejaba al equipo en una especie de equilibrio precario, como un equilibrista que camina sobre una cuerda floja, sabiendo que un paso en falso podría precipitar una caída. David Alaba habría sido ese tercer apoyo, pero el austriaco se había lastimado el año anterior, y su regreso, esperado para noviembre (ahora enero), se encontraba bajo la sombra de la incertidumbre. Nadie sabe cuánto tiempo necesitará para volver ni si lo hará al nivel que le exigirá la presión. Y en el Madrid, ese factor es crucial. La espera, mientras tanto, deja un hueco que empieza a pesar más de lo que se anticipaba.
Claramente, Tchouaméni era otra alternativa. Pese a que Ancelotti siempre habla maravillas de él, la opción de bajarle al central ha estado siempre presente. Casi diría que era una opción tentadora: juega y deja hueco en el centro para otro de los muchos (demasiados) titulares indiscutibles en el club. Digo que son demasiados porque, numéricamente, sólo pueden entrar once, que no se malinterprete.
La grieta en el ala derecha
Si la torre ya se tambaleaba, la lesión de Dani Carvajal abrió una brecha en el ala derecha que parecía una mala broma del destino. El guerrero incansable que durante años había dominado esa banda, no solo desde el punto de vista defensivo, sino como pieza clave en las transiciones ofensivas, caía para toda la temporada. La lesión de Carvajal dejó al Madrid no solo sin un lateral derecho de jerarquía, sino también sin uno de los jugadores que mejor comprendía lo que significa ser parte del Real Madrid. Carvajal ha sido siempre un pilar del equipo en los momentos más complicados, y su ausencia pesa más allá de lo que un simple nombre en la alineación pueda sugerir.
Es cierto que el club aún cuenta con Lucas Vázquez, un hombre que ha sido el suplente confiable, el comodín en la baraja de Ancelotti. Vázquez, sin ser un lateral natural, ha cumplido siempre con dignidad, aportando su experiencia y versatilidad. Pero en noches grandes, ante rivales poderosos, no es lo mismo enfrentarse a Grealish con Vázquez en la retaguardia que con Carvajal. Es aquí donde la grieta se hace más profunda y las dudas sobre si reforzar la defensa empiezan a calar en la mente del aficionado y del club.
Por otro lado, los laterales izquierdos, Ferland Mendy y Fran García, que en teoría podrían dar algo de respiro al ala derecha, no son una solución. Mendy, aunque es un defensa sólido, no tiene la flexibilidad de cambiar de banda, mientras que Fran García es aún joven y carece de la experiencia suficiente para enfrentarse a los gigantes del fútbol europeo en una posición que no es la suya. De nuevo, la opción Tchouaméni para el centro de la defensa y el trasvase de Militão al lateral, asoma como último recurso. En resumen, el Madrid se encuentra atado de manos, con pocas opciones reales y muchos riesgos latentes.
El dilema de romper la “familia”
El Real Madrid no es solo un club de fútbol. A lo largo de su historia, y más en los últimos años, ha funcionado como una familia, una entidad que se sostiene no solo en el talento de sus estrellas, sino en los lazos que unen al vestuario. Las grandes gestas que han forjado su leyenda no se explican únicamente por las habilidades individuales de sus jugadores, sino por ese espíritu de unidad que siempre aparece en los momentos más oscuros. Es un equipo que, ante la adversidad, se crece. Es una familia donde los penaltis decisivos de una tanda en la Copa de Europa no los tiran “las estrellas”, sino Vázquez, Nacho y Rüdiger. La llegada de nuevos jugadores, sobre todo a mitad de temporada, puede poner en peligro esa dinámica.
Un fichaje en enero es un elemento extraño, un intruso que entra en una estructura ya consolidada, por más endeble que sea en algunos aspectos. Al igual que en una familia, la irrupción de un extraño en el vestuario puede alterar el delicado equilibrio que sostiene la unidad del grupo. Los jugadores, especialmente aquellos que han trabajado durante meses para ocupar un puesto, podrían ver la llegada de un refuerzo como una amenaza. El vestuario del Madrid, que ha sabido construir su fortaleza en la confianza mutua, se enfrenta a este dilema.
El riesgo de seguir como están
Aun así, no fichar podría ser un riesgo mayor. Como una cuerda que se tensa demasiado, la defensa del Real Madrid está al límite. Las lesiones siempre son imprevisibles, y con un calendario cargado de partidos, cualquier golpe puede ser la diferencia entre luchar por los títulos o caer en una temporada para el olvido. Rüdiger y Militão son dos de los mejores centrales del mundo, pero no son invulnerables. Si alguno de ellos se lesiona o baja su rendimiento, el equipo podría enfrentarse a una crisis en momentos críticos de la temporada.
Además, está la cuestión de la fatiga. A lo largo de una temporada, los jugadores no solo tienen que enfrentarse a la exigencia física de los partidos, sino también al desgaste mental. Un equipo corto de efectivos corre el riesgo de ver cómo el rendimiento de sus jugadores clave disminuye justo en los momentos en los que más se necesita.
El mercado invernal: un arma de doble filo
Sin embargo, el mercado de fichajes de invierno nunca es una garantía. Fichar en enero es como apostar en una partida de cartas, donde las probabilidades no siempre están a favor. Los mejores jugadores rara vez están disponibles en esta ventana de transferencias. Los clubes no quieren deshacerse de sus piezas clave en medio de la temporada, y las alternativas suelen ser jugadores que no están en su mejor forma o que buscan minutos tras haber sido relegados al banquillo en sus equipos actuales.
El Madrid se enfrentaría a la difícil tarea de encontrar a alguien que encaje, no solo en términos de calidad, sino también en cuanto a la filosofía y la dinámica del equipo. Un mal fichaje podría ser peor que no fichar, y cualquier refuerzo debería ser alguien capaz de aportar de inmediato, sin necesidad de largos períodos de adaptación.
El mercado de verano, en la recámara
El Madrid siempre trabaja a largo plazo. Por eso, es previsible que, de cara al verano, ya estén encaminadas varias operaciones que fortalezcan las posiciones defensivas en la plantilla. Es un factor adicional a tener en cuenta que esas operaciones, meditadas y pasadas por el tamiz de la reflexión profunda, no queden perjudicadas o incluso canceladas por otras que pueden ser fruto de la urgencia o la improvisación desesperada.
Esto, en el Real Madrid, pesa más que en otros clubes, con las ventajas e inconvenientes que tiene no salirse, prácticamente, nunca de la planificación estructural.
¿Qué camino tomará el Madrid?
El Real Madrid, siempre dispuesto a luchar hasta el final por cada título, se encuentra en una disyuntiva. Reforzar la defensa en enero podría garantizar mayor seguridad en la segunda mitad de la temporada, quizás elevaría el suelo de la temporada, pero también podría traer consigo riesgos que afecten la unidad del equipo, la estabilidad del vestuario y la planificación a medio plazo.
El club se enfrenta a una decisión que no puede tomarse a la ligera. Fichar a un defensa polivalente que pueda adaptarse tanto al centro de la defensa como al lateral derecho sería la solución más lógica, siempre que se encuentre el perfil adecuado. Pero en un mercado invernal impredecible, el éxito de esa búsqueda está lejos de estar asegurado.
Lo que está claro es que el Real Madrid, con su ADN de grandeza, sabrá encontrar la manera de sobreponerse a las adversidades, como tantas veces ha hecho en el pasado. La historia dirá si el club decide apostar por el fichaje de un nuevo soldado para su defensa, o si confía en la resiliencia de su “familia” para afrontar los desafíos que están por venir.
Cada cual puede sacar la conclusión que le parezca, pero, me temo, sin embargo, que el acierto o desacierto en la decisión se juzgará en términos de Copa de Europa, algo injusto e insólito incluso para el Real Madrid.
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Si el fichaje es una cesión o un jugador que pueda estar libre hasta final de temporada el Madrid no debería tener remilgos en hacerse con él siempre y cuando cumpla con unos mínimos en estándar de calidad, si el fichaje supone hacerle un contrato de varios años (pague o no pague traspaso) el Madrid solo lo debe de acometer si ese fichaje lo hubiese hecho en verano sin estar presionado por las circunstancias.
Todo ésto dando por hecho que la cantera nada como es tradicional en los últimos tiempos.
Entre los parámetros que maneja Ice se olvida- y es sintomático- del factor cantera. No existe entre las decenas de defensores de 'La Fábrica' un central y un lateral derecho de ciertas garantías? No deberían conocer, los responsables deportivos, mejor a los jugadores que tienen bajo su tutela a diario, que- no se yo- a un central del Trabszonpor, o a un lateral en el banquillo del West Bronwich. Digo yo
En el fútbol español hay en esta temporada 42 equipos profesionales. Hay criterios deportivos muy generales que creo valen para el club más grande del mundo como para el Tenerife, a la sazón colista de segunda.
1) Tener bien doblada cada posición. O sea, en defensa tener 4 laterales y 4 centrales disponibles, unos con más calidad y experiencia y otros con menos, pero todos solventes para las exigencias del club, sea el RMadrid o el Tenerife. ¿Tiene dobladas todas las posiciones el RMadrid?
2) Disponer de varios, cuantos más mejor, jugadores versátiles que se adapten bien a varias posiciones ( a Luis Enrique, de tan infausto recuerdo para cualquier madridista, le vi jugar en todas las posiciones posibles, menos de portero y de central ).
3) El Barça, obviamente no por gusto sino por sus actuales circunstancias, ( pero me da igual ) tiene a día de hoy siete u ocho jugadores de su cantera que están desempeñando un juego, a jornada 10, bastante más dinámico y efectivo que la caraja que están demostrando los nuestros. ¿ Son tan malos Arribas o Miguel Gutiérrez ( campeón olímpico ) para estar en nuestro equipo ? ¿ O hay que irse a la Cochinchina, como tuvo que hacer Carvajal en su día para ganarse un puesto en la primera plantilla ? ¿ Cuál es exactamente la actual política de cantera del RMadrid ?
4) Sobre fichajes en enero ¿ vino Marcelo en el mercado invernal o estoy yo equivocado ?
5) No hay industria que pueda funcionar si no hay nadie en la sala de máquinas. Los técnicos deben buscar ya ( sea Güler, sea Camavinga, sea Bellingham ) un par de jugadores que se vayan ya especializando en el trabajo que hacía Kross. Y claro, como las posiciones no están dobladas, perdemos la habilidad de Camavinga metiéndole con calzador de lateral izquierdo.
y 6) En resumen, tenemos una plantilla muy desequilibrada este año con overbooking de delanteros, sin un 9 asociativo como era Benzema, con Vinicius impidiendo q Mbappé juegue en su posición natural, en la que hace más daño y un Rodrygo que en los últimos partidos se ha dedicado a la práctica del trote cochinero por el campo.
Si a esto le añades la desidia en la presión, la lentitud de los desplazamientos al pie y el desperdicio indolente de esas molestas primeras partes de los partidos, tenemos lo que hay, que lo mejor de todo son todos los puntos que llevamos en la clasificación.
A ver si el sábado 26 descubrimos aquella versión vibrante del equipo que ya estamos olvidando.
( Porque no quiero ni pensar que la causa de todos los males sea una barriga demasiado llena de triunfos; entonces no seríamos el RMadrid ).
Lo clavaste, Billy
Amén, Billy.
Lo que está claro es que el Madrid ha hecho una mala planificación tanto en fútbol (Castilla incluido) como en baloncesto. Florentino no es dios. No pasa nada por decirlo. La plantilla es corta en al menos en dos líneas y ahora, a las primeras de cambio, nos encontramos con problemas serios que podrían afectar al devenir de la temporada. No hubiera costado nada ser más previsor y traer un central cuando estaba claro que iba a ser imposible aguantar una temporada tan extenuante con apenas 3 efectivos. Y en el centro del campo igual. Ni se ha pensado cómo si iba a sustituir a Kroos, directamente se ha dejado al destino. Luego llegan las excusas: "no hay un jugador como Kroos" "el año pasado salió bien" "es que tenemos muchas lesiones"… Cuando se dirige el mejor club del mundo hay que prever lo que puede suceder. No era demasiado complicado pensar que necesitábamos otro central y otro mediocampista. Del Baloncesto y del Castilla mejor no hablar…
En baloncesto, el año pasado se ganaba a todo el mundo porque había una buena plantilla. Este año es peor, y, además, corta. Se pasan apuros para ganar al Zaragoza, por ejemplo, y se perderán muchos partidos, por la mala planificación. Llamadme pipero, pero este año dudo que lleguemos a la Final Four, con este equipo.
Hoy, Laso se estará frotando las manos, porque el único "base" es Llull, y algún chaval de la cantera, si acaso.
Billy el enamorado de yamal y odiador de vinicius a mi entender sobra aquí con sus pseudosesudas reflexiones,nada peor que fingir ser de un equipo y ser del contrario
Socio n°52863.
Sí, José Mª, me gasto el dinero en pagar la cuota de un club pero "soy del contrario".
Me hice en 2003 cuando se fichó a Ronaldo Nazario; como bien sabrás, 2 veces campeón mundial. Aunque viví toda mi adolescencia acudiendo a aquella lata de sardinas que era el gallinero celebrando las remontadas y triunfos de la Quinta.
Enamorado de cualquier buen jugador de fútbol, sea del equipo que sea, salvo de Leo Messi, que me cae como esa parte donde la espalda pierde su casto nombre.
Querido amigo: soy de los que piensa que los gestos de Courtois no pueden justificar jamás la lluvia de mecheros. Y por la misma razón, la cantidad de hostias que se lleva Vinicius, a menudo con la connivencia culpable de árbitros malintencionados, no puede justificar jamás el espectáculo histriónico y lamentable de sus aspavientos y protestas constantes. Como jugador, por supuesto, un talento descomunal, de los mejores del mundo.
Y dije también, es sólo una opinión, que los entrenadores, y ahí están los ejemplos de don Luis Aragonés y don Vicente del Bosque; están para algo más que hacer alineaciones; a saber para formar personas en valores deportivos y también humanos. Ancelotti no lo ha hecho nunca nada mal pero con las reacciones de Vini no puede ni él, ni su segundo, ni el delegado ni los compañeros sujetándole. ¿ Te has planteado alguna vez por qué le sujetan los compañeros ?
Para acabar, que no te gusten mis reflexiones lo acepto, que digas que sobro aquí me parece excesivo.
En todo caso, cuidado con sacar conclusiones precipitadas. A veces nos equivocamos.
Es PEOR es un VINAGRES
Si el club está en lo más alto es precisamente por no haber tenido un público complaciente. La afición del Madrid ha sido siempre exigente y crítica. De lo contrario, si cada vez son más los que tachan de antimadridistas a los madridistas críticos, nos acaberemos conviertiendo en el Atleti
Me sorprendería mucho que el Madrid fichase a nadie en enero. ¿A quién? ¿Alguien piensa que, por ejemplo, el Liverpool va a soltar a Alexander Arnold en el mercado de invierno? Y ¿una cesión? De quién? Si un futbolista está jugando, habitualmente, su club no le va a ceder y si no está jugando, entonces ¿Tiene nivel para ser jugador del Madrid? Y, además, ¿es mejor traer a no se qué jugador, suplente en su club, que probar, por ejemplo, a Fortea? De este jugador se habla muy bien y, a lo mejor, sería un buen momento para darle una oportunidad. ¿Empezar a probarle en partidos no excesivamente exigentes sería una temeridad? Pero, claro, mucho me temo que Ancelotti pondría antes a Lunin de lateral que probar con un chaval de la cantera. Estás son las consecuencias de la planificación deportiva de este año. A lo mejor, el club asume que esta temporada los títulos se nos van a resistir. Temporada de transición la llaman.
Quiero añadir, Chris, a tus atinados comentarios, una idea: la de los ojeadores.
Sobre todo en América del Sur hay decenas de equipos en los que probablemente estén despuntando las estrellas de dentro de 5-10 años. Cuando un equipo tiene una estructura potente, tiene que tener informes de laterales derechos o centrales que estén saliendo en ese subcontinente, sub-21's, etcétera.
Y por supuesto, como muchos decís, volver a tomarse en serio la cantera. Insisto en Miguel Gutiérrez. Es una savia especial la de los chicos que, como Dani Carvajal, Nacho o Sanchís, soñaron desde niños defender este escudo legendario. ¡ Qué duda cabe que ese es un aporte de ilusión y empuje que no te dará nunca el mejor jugador del mundo adquirido en el mercado !
Los que seguís más de cerca la vida y la actualidad del equipo, nos podríais contar qué demonios está pasando con nuestra cantera.
La pena, Billy, es que Miguel Gutiérrez es lateral izquierdo y no derecho, si lo fuera yo ya estaría pidiendo su vuelta pero ahora mismo para la izquierda está Mendy, Fran García y dicen que Davies está apalabrado con lo que Fran García imagino que se iría salvo sorpresa, hay que encontrar a un lateral derecho de garantías como para ser titular en el verano que ahora es muy complicado.
Flipé con Davies en el 2-8 del Bayern al Barça. Me pareció el mejor lateral izquierdo del mundo: velocidad, colocación, desborde, llegada, físico... Pero luego he leído que arrastra otros problemas que ahora no recuerdo exactamente.
Es lo que nos pasa a veces a los aficionados con algunos futbolistas. Que nos deslumbran por una o varias actuaciones muy brillantes.
Pero la realidad es que hay que seguirles más tiempo. La regularidad es fundamental en cualquier jugador.
Eso que suelen repetir de ser notable alto un día y otro y otro y otro más. Cada día, todos los días notable alto.
Hay que tirar de cantera, Asencio y Jacobo para centrales, Fortea para el lateral derecho, en verano habrá más oportunidades si se trabaja bien. Lo del basket es patético, la plantilla esta rota de arriba abajo, Deck sigue ocupando plaza de extranjero y dudo mucho que Mateo sea el entrenador que necesitamos.
La cantera, ¡Ay la cantera, quién te ha visto y quién te ve!, no recuerdo un Castilla con menos calidad en sus jugadores, lo de la juventud no es excusa en el segundo equipo (fábrica y botiquín del primero).
Considero errónea la política que se lleva con el Castilla; cuando un jugador promete de verdad, adiós, hacer caja y a reforzar a otros equipos (prohibir la entrada a los representantes de esos jugadores, el club es lo primero). Considero prioritario ascender a segunda división, manteniendo a los jugadores de calidad (no a las motos que como es lógico te vende RMTV) y fichar con esa idea. El Madrid no puede ser un equipo vendedor por sistema.
De acuerdo con lo de no vender justo a los que prometen, lo de estar en segunda sería deseable pero no es indispensable y como ejemplo aunque algunos aquí lo consideran un anatema podemos poner al Sobornalona, que trata de darles en los últimos tiempos (en general en todo lo que va de siglo) más oportunidades en el primer equipo y muchas veces sale bien, ya lo dije otras veces, puestos para los que no se ve claro un fichaje de fuera por temas de precio, personalidad y entorno del jugador etc pues se va tirando de la cantera y en un futuro se ve si lo vendes o te lo quedas mientras has ido mirando otros posibles fichajes con calma.
Luego yo por ejemplo quitaría los filiales de las categorías profesionales del fútbol y haría una liga de filiales, me parece más adecuado, pero eso es ya otro tema.