Fichajes del Real Madrid: una prueba de ambición

Ocurrió pocos días después de la derrota del Real Madrid en Vallecas que tanto irritó a Zinedine Zidane. Fue un tuit cazado en mitad de la tormenta de rabia y desánimo que afectaba a los aficionados madridistas. Su autor no era un seguidor blanco, ni tan siquiera era español, se trataba de un aficionado del Bayern de Munich, un médico según consta en su descripción, que reflejaba el siguiente pensamiento:

“El Real Madrid gana 3 Champions en 4 años.  Una por temporada. Jovic, Hazard y Militao cerrados. Van tras Eriksen, Pogba, Mendy, etc… Esto es lo que llamamos ambición”.

Cabe recordar que el poderoso Bayern de Munich lleva seis años sin conquistar el mayor cetro continental y su anterior entorchado acaba de cumplir la mayoría de edad. No creo que se pueda calificar a los de Baviera como un equipo poco ambicioso, como tampoco a su afición. Todo lo contrario.

Esta reflexión me hizo pensar que a lo mejor los últimos años de éxitos no sólo han cambiado al Madrid en cuanto al hambre y ambición de algunos de sus componentes, muy mermada en muchos casos, sino que también ha podido distorsionar la perspectiva de sus aficionados. Probablemente el Real Madrid anunciará en las próximas fechas la contratación de Hazard, Mendy y Jovic. El belga es un top 5 mundial y sin embargo no son pocos los aficionados madridistas a los que le parece que se queda corto por no ser Mbappé.  Mendy ya es internacional con la selección campeona del mundo y Jovic es uno de los mejores proyectos de killer de la actualidad. Sin embargo, si no acaba llegando Mbappé o en su defecto Neymar, todo se nos quedará corto. Ni siquiera Pogba aliviaría en exceso esa sensación de gatillazo, a pesar de que casi todas las operaciones relevantes habrían sido hechas antes de iniciarse la pretemporada, algo que siempre se había reclamado y que por tanto, esta vez, habría que poner en valor en favor del Club.

En la locura de este ciclo nos hemos creído que ganar la Champions es normal. Muy pronto hemos olvidado que, de 2002 a 2014, pasaron doce años que se hicieron muy largos. Nos resulta difícil asumir que podemos pasar unos cuantos años sin oler otra final y que eso es lo normal, también en el Madrid. De hecho, es compatible hacer las cosas muy bien, acertar con las contrataciones y bajas y perder en cualquier eliminatoria de Champions. Y se puede perder por no ser el mejor equipo o porque esta competición esconde una trampa en cada minuto también para los mejores equipos.

Lo que no es normal, en cualquier caso, es la trayectoria del equipo en Liga. Ahí sí cabe elevar la ambición y exigencia. A nivel deportivo y a nivel institucional ya que de poco sirve mejorar el nivel de implicación de la plantilla en el día a día si después el Club, a nivel institucional, no mejora su posición con los poderes fácticos. Soy de los que no cambio una Champions por diez Ligas, pero viendo la subida de la Premier – que seguirá al alza en tanto sigan incrementándose sus ingresos - lo realista es pensar que donde más fácil será tocar metal será en la competición española, al menos, mientras esta esté vigente.

Resulta complicado, tras muchos años siendo los reyes del mercado futbolístico, aceptar que el Madrid ya no siempre puede fichar a quién quiere cuándo quiere. Sin duda uno de los factores que han hecho muy grande al Madrid ha sido la exigencia de sus aficionados y dirigentes, pero que ello no nos impida valorar todo lo logrado y también todo lo que se sigue haciendo, como bien refleja la admiración de un hincha del Bayern de Múnich ante lo que el identifica como una ambición con mayúsculas.