Podríamos empezar el siguiente artículo haciendo una analogía entre Ferland y Benjamin Mendy. La prensa francesa, desde la irrupción de este último, se ha dedicado a hacer comparaciones no muy bien tiradas debido a que ambos comparten cantera y apellido, además de posición en el terreno de juego. Fue primero Benjamin Mendy y después Ferland quienes irrumpieron en un contexto muy complicado en el Le Havre, una de las mejores canteras de Francia (Lass Diarra, Aubameyang, Paul Pogba…) y que tuvo el privilegio de ver el crecimiento de los Mendy hace ya varias temporadas. Pero siendo francos, no son futbolistas que se parezcan mucho en cuanto a juego se refiere, a pesar de compartir posición en el campo.
Ferland Mendy es quizás una de las mayores irrupciones de los últimos años en el fútbol francés. Sus inicios en Le Havre no fueron sencillos, quizás por su falta de envergadura o porque era un lateral muy frágil. Se iba al suelo relativamente fácil y no tenía la consistencia necesaria para triunfar en la élite. El fútbol francés pide hormigón y él era un globo que no tenía la soldadura necesaria a la hora de afrontar los duelos individuales. Sí se convirtió en un lateral muy profundo, porque tenía una conducción escurridiza demoledora, pero no fue una irrupción cuanto menos sencilla porque físicamente no era el típico Benjamin Mendy que salía por la banda como un auténtico torbellino y aprovechaba su físico para dilapidar a su rival en el uno contra uno. Pero, más allá de su falta de cuerpo, Ferland se erigió como un lateral que también era difícil de frenar porque marcaba de maravilla los ritmos del partido.
El Olympique Lyonnais fue el equipo que apostó por Ferland Mendy en la temporada 2017/2018. El lateral izquierdo venía de ser el mejor lateral de la Ligue 2 pero dejaba dudas porque, más allá de su gran rendimiento, era propenso a las lesiones y no había sido una superioridad manifiesta como tal la que había motivado su fichaje por el equipo de Genésio. El Lyon, además, fichaba también a Fernando Marçal en su posición -que venía de jugar a un nivel altísimo en el Guingamp pero no en la Ligue 2, sino en una categoría mayor- por lo que la competencia iba a ser un aspecto a destacar en su primera etapa en el Olympique Lyonnais.
Ferland Mendy rompió todas las apuestas en su primera temporada en el Lyon. Disputó 27 partidos en los cuales únicamente 3 los hizo de suplente. Las dudas generadas en torno a su regularidad se disiparon con un sistema de juego que no invitaba al optimismo pero que fue idóneo para el lateral. Para poner en contexto, los partidos del Lyon con Genésio eran auténticas montañas rusas en las que el caos y el desorden imperaban sobre cualquier otra forma de juego. Y ahí, Mendy, un lateral sin freno y con una conducción pegada al pie muy productiva, se hizo muy grande. Se hizo muy grande porque, además de ser un futbolista con el que hay que sudar gotas para quitarle la pelota -no tiene prácticamente cintura y eso imposibilita el hecho de enfrentarte a él en transiciones muy rápidas- era resolutivo en metros finales. Y todo ello precedido por unos movimientos que se alejaban de la denominación tradicional de lateral izquierdo.
Si uno se pone a analizar los partidos de Ferland Mendy con el Olympique Lyonnais, encontrará en la mayoría de estos, no es un lateral al uso. Es decir, sobre el papel arranca en la banda izquierda, pero durante el transcurso de los partidos se marcha de la banda para ocupar zonas interiores. Como decíamos, es un jugador que ha reinado en caos tácticos en las que el rival ha dejado latifundios por dentro que hacen más sencillo poder, por lo que transitar sin parar y sin freno es uno de sus puntos fuertes, además de cambiar de ritmo, pues ante repliegues muy marcados también se ha postulado como un lateral capaz de romper sistemas tácticos muy trabajados, sin ser este su fuerte.
Posicionalmente, Ferland Mendy es un futbolista muy inteligente. Cuando el Lyon se ha encontrado rivales con un repliegue muy marcado, el lateral del OL ha sido la llave para desarbolar sistemas tácticos caracterizados por su excesivo repliegue. El canterano del Le Havre abandona la banda izquierda para llevarse consigo a su marca, generar superioridades con los medio centros en un 4 vs 3 o 3 vs 2 en zonas interiores para que su central, que está sacando la pelota, pueda conducir y encuentre al extremo abierto para que encare en una situación de uno contra uno. Porque la banda izquierda del Lyon no ha sido de los laterales como sí ha sido la derecha. En la izquierda, hemos visto a Memphis Depay, Terrier o Fékir recibir siempre abiertos al pie gracias a la capacidad de moverse por dentro de Mendy. También puede aparecer por fuera Ferland, pero su fuerte es correr por dentro, abrir espacios por fuera y también generar superioridades con los medio centros para desorganizar al equipo rival.
Si podemos definir a Mendy como un lateral ágil, rápido y con capacidad de llevar la pelota “agachado” -no es un jugador que tienda al equilibrio conduciendo, sino que se agacha al máximo-, su principal fuerte es que conduce y lo hace llevando la pelota al lado más alejado de su rival. Si intentas ir a por Mendy para anticipar, seguramente pierdas el duelo. Porque, al ser ambidiestro, puede iniciar la jugada conduciendo con la izquierda y cambiar de dirección su trayectoria al dominar también la diestra y viceversa. Son muchos los rivales que han intentado taparle su zona “mejor” y que han salido mal parados al cambiar Mendy la pelota de pie. Y, claro, si estamos hablando de un lateral escurridizo que tiene unas revoluciones extremas, cuando el oponente ha querido darse cuenta ya ha terminado la jugada. Es otro de sus fuertes, el de cambiarse de dirección el balón y quizás por ello aparece tanto por dentro, pues son muchas las jugadas que vemos a Mendy terminar la jugada con un disparo con su pierna diestra, a priori la menos buena pero con la que se defiende de manera muy positiva.
Conducciones por dentro, cambios de dirección y de ritmo y, sobre todo, dominio de la técnica en espacios reducidos son varias de las característica que mejor definen al lateral izquierdo del Lyon. Sabe acoplarse a distintos contextos del encuentro y su toma de decisiones ha sido fructífera. Ha mejorado mucho en los metros finales partiendo de zonas interiores y también por fuera, y quizás por ello ha sido indiscutible en el Lyon. Por fuera, aunque no lo hayamos mencionado, es un lateral que cambia de ritmo fácilmente, y por su dominio técnico en espacios reducidos ha sabido erigirse como un lateral completísimo. Eso sí, no es un lateral que sea asociativo. Su fuerte es correr, correr y no parar. Si se frena el partido, Mendy no es un jugador tan asociativo como Marcelo, ahí pierde enteros, pero más bien porque tiene una mente hiperactiva y no porque no tenga capacidad de toque, porque la tiene pero no sabe utilizarla. Él necesita revoluciones y que el partido se rompa para destacar. Ya vimos en la eliminatoria ante el Barcelona que si recibe en estático y tiene que pensar, los partidos se le complican mucho.
Defensivamente, Ferland Mendy, valga la redundancia, es más constante que Benjamin Mendy. Y eso que, a priori, es un jugador que tiende a perder los duelos por su fragilidad en el cuerpo a cuerpo. Ha sido listo ahí Mendy ya que, lejos de hundirse, se ha convertido en un lateral que presiona muy bien a su marca, ahogándolo por su hiperactividad y, sobre todo, reculando a una velocidad estratosférica para no perder la posición. Es uno de sus principales fuertes, la capacidad de recuperación, porque a pesar de que está los 90 minutos mirando la portería rival, recupera la posición de forma inmediata gracias a su velocidad. Ahí Benjamin era mucho más vulnerable y Ferland es lo opuesto, porque tiene mucha más velocidad y se mete por sitios imposibles -es muy delgado- para robar el balón. No es élite en el aspecto defensivo pero se defiende, porque es muy rápido y baja como un torbellino a defender.
En definitiva, en clave Real Madrid, Mendy será un lateral que podrá cambiar los contextos porque sus ritmos crean un contraste con el tipo de partido al que generalmente se enfrenta el Madrid, ante rivales muy replegados y que necesitan a jugadores como el ex del Lyon para que pasen cosas, y que además no se arrugan ante nada y ante nadie. Un futbolista que dará que hablar porque es de los laterales izquierdos con más potencial no solo de la Ligue 1, sino de Europa.
Interesante análisis. Parece un lateral muy poco al uso. Por su carácter interior podría parecer un Marcelo, pero su tipologia es muy diferente. Pisando esos mismos espacios, los usa distinto. ¿Qué planes tendrá Zidane para él? Si deja libre al extremo izquierdo para el uno contra uno abierto, ¿quién será nuestro extremo? ¿Vinicius? Porque yo no veo que Hazard vaya a jugar tan abierto ahora con sus galones.
Si tuvieras que comparar a Ferland con laterales consagrados que podamos conocer todos, ¿a quién se parecería en fase ofensiva? ¿Y en fase defensiva?
Felicitaciones a La Galerna por traer la firma de Onrubia, un experto mayúsculo en fútbol francés. No os perdáis sus videos sobre la Ligue One en el canal de Miguel Quintana.