Buenos días, amigos. Hoy, si se nos permite expresarnos de este modo tan poco académico, pero que sin duda demanda el guión, nos importan un carajo las portadas del día. Y conste que estábamos abiertos a que nos importaran. Para ello habría bastado con que hubieran reflejado el auténtico acontecimiento de la jornada, con lo que la intención de las primeras planas habría convergido graciosamente con la nuestra. Pero ya veis que no. Ninguna lo refleja.
Sí: esto y lo otro, con un poquito de lo de más allá. Algo de rugby, una pizca de especulación fichajil y poco más. Pero ¿dónde está lo que de verdad cuenta? No es que la ausencia de lo que de verdad cuenta en las portadas del día sorprenda en demasía: han estado 30 años evitando en sus portadas el resultado de investigaciones por demás inexistentes sobre el villarato y sus ramificaciones culés -política que persiste-, y ya nos diréis si esto era importante o no.
Pero es que en el día de hoy escapa a los 4 jinetes del Apocalipsis (no sabemos si intencionadamente) un acontecimiento mayúsculo. ¿Y cuál es el acontecimiento que hoy celebramos?, se preguntarán los más despistados. Revelaremos ya el secreto, no sin antes afearles el no estar a lo que están. ¿Y simultáneamente felicitar a los que ya anden sobre la pista? No. No se otorgan parabienes por el cumplimiento de un deber que representa el mínimo esfuerzo exigible. Por ende, ya venimos anticipándolo, ayer sin ir más lejos.
Sí, amigos. Hoy, 20 de octubre de 2017, se cumplen cinco años del último penalti que le señalaron a Mascherano en el campeonato nacional. La Galerna se viste de gala para celebrar tan rotunda efeméride, y envía al Jefecito (así, en diminutivo, ¿se imaginan a Bruce Springsteen dejándose llamar Little Boss?) su más calurosa, cordial y admirada felicitación por el logro de este hito sin precedentes.
Enhorabuena, Jefecito. Cinco años, se dice pronto. Un lustro, con todos sus años, sus meses, sus semanas y sus undianos mallencos, entre otras muchas cosas que caben en tan dilatado espacio de tiempo. Hace cinco años el Reino Unido era parte indiscutible de la Unión Europea, el Real Madrid acababa de ganar la Décima y una película muda había arrasado en los Óscars.
Es enormemente meritorio el haberse abstenido de cometer ni una sola pena máxima en tan largo lapso temporal. Hay que tener unos valors a prueba de toda tentación de quebrantar el reglamento dentro del área. Suponemos que Mascherano, el Jefecito, habrá sentido en algún momento, a lo largo de estos cinco años con sus meses, sus semanas y sus hernández hernándeces la pulsión de agarrar a un rival en el área propia, propinarle una patada para evitar que se interne con peligro o tocar el balón con la mano para cortar una jugada de peligro. A lo largo de cinco largos años, es virtualmente imposible que por la cabeza del Jefecito no haya pasado ni una sola vez la idea de desenvolverse ilícitamente. Sin embargo nuestro hombre, nuestro abnegado hombre, se las ha apañado para sacar fuerzas de flaqueza y resistir el impulso. Éticamente hablando, obliga mucho esa camiseta.
Qué abrumadora exhibición de probidad. Qué loable esfuerzo de fair play el no haber recurrido ni una sola vez a la vulneración del reglamento en área propia. Para que luego digan que Mr. Limpio es Varane. Desde La Galerna reclamamos para Mascherano el más alto entorchado de juego limpio que se haya inventado, y si no se ha inventado ninguno a la altura de tamaña heroicidad exigimos su pronta creación al ingenioso hidalgo Ángel María Villar, vigente e ilustre Presidente de la RFEF, y su noble escudero Sánchez Pánchez Arminio.
Algunas escuelas de pensamiento señalan que debería ser al contrario, esto es, que tendría ser el Little Boss quien premiara a Sánchez Pánchez por el logro de estos cinco años de éxitos, pero no se nos ocurre por qué lo pueden decir. Sirvan estas líneas de La Galerna como desagravio para Little Boss por tan sarcásticos y malintencionados comentarios.
En La Galerna es un día grande, sí: Falstaff y más tarde Mario de las Heras se sumarán a nuestro sincero homenaje a Mascherano. Por su parte, Fred Gwynne ha anunciado que intentará escribir algo también, pero que si no llega a tiempo se lo guardará para el sexto aniversario.
¡Salve, Mascherano, los que están hasta los huevos te saludan!
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4 comentarios en: ¡Felicidades, Jefecito!
Esos resortes de poder a los que se achaca al Barceroba su manejo, con toda la razón, antaño los manejaba el Madrid en su beneficio y bien que hacía.¿ Por qué los abandonó el Madrid? Nadie lo sabe, aventuro torpeza en sus dirigentes. Ahora los enemigos se hicieron con ellos y costará mucha sangre , sudor y lágrimas arrebatarselos.
Me temo que eso que dice habria que sustentarlo en alguna prueba o en algun hecho conocido. A mi no me viene ninguno a la memoria (teclado sin acentos)
Por poner un ejemplo. Cuando D.Antonio Calderón, gerente omnipotente en la época de D.Santiago pasó a retiro, se le preguntó entre bromas y veras, que si él hablara, ¿Cuantas trapisondas podría contar? y él, muy correcto y serio, como siempre, contestó: "Si, muchas, pero siempre en beneficio del Madrid, nunca en beneficio propio" Eran hombres de otra pasta. En esos tiempos teníamos a Plaza en vez de Arminio y si el Madrid se resfriaba, en la Federación cogían pulmonia. Eso empezó a perderse con Mendoza, Sanz y demás. Ahora nos quitaron la silla y costará mucho tiempo y dinero recuperarla, si es que se consigue.
Han pasado ustedes por alto esta pequeña joya:
Mundo Deportivo: ERNESTO VALVERDE QUIERE QUE LLEGUEN UNO O DOS FICHAJES EN EL MERCADO INVERNAL
Sport: JEFE VALVERDE | PIDE UN MÍNIMO DE TRES BAJAS (...) Espera que le aligeren la plantilla en el mercado de enero | QUIERE APOSTAR POR LA CANTERA
En fin