Felicidad y conocimiento

Pero qué bien juega el Madrid cuando le salen las cosas, como en ese cuarto gol que recuerda al de Múnich -donde Kroos hizo de Di María y Cristiano hizo de Bale-, deparando a Benzema la oportunidad de sonreír con toda su alma, tras el baqueteo de la mala fortuna estos últimos tiempos. Menudo empalme de Modric, desde la zona donde Asensio mete de vez en cuando su cañón, y qué buena segunda parte cuajó este último en funciones de animar casi todo, en casi todas partes. Marcelo añadió a su excepcional talento algo menos frecuente esta temporada -un centro medido por alto-, y Cristiano puso el resto con un brinco como solo él logra pegar. Tampoco sé de nadie capaz de meter su otro gol, porque girarse así se diría reservado a patinadores sobre hielo.

Felicitaría también a Zidane por su independencia, pues sonríe amablemente cuando le proponen poner y quitar a tal o cual, aunque siempre decide atendiendo a su fuero interno, como las personas responsables de verdad, y anoche acertó sin duda manteniendo a Benzema. Carvajal, por cierto, bien podría ser hoy el mejor del mundo en su posición, porque ataca con profundidad sin perjuicio de ser tan correoso como Casemiro, y lo logra quizá con algo menos de faltas. En la otra banda Theo volvió a exhibir su poderío, y junto con Achraf garantiza que el equipo seguirá teniendo carrileros muy largos.

Me gustó también que durante el segundo tiempo los madridistas exhibiesen sus habilidades, sin encarnizarse con un equipo vencido. Consultar la Wikipedia confirma que Chipre es cuna de culturas antiquísimas, y también de algo tan imprevisto como el primer testimonio de gatos domésticos, que parecían ser más recientes hasta encontrar allí una tumba fechada hacia el 9.500 a.C. Estos pequeños tigres aman y se dejan amar conservando una majestuosa libertad, que les moverá a dejarnos tan pronto como les perdamos el respeto, y el Apoel de Nicosia fue respetado anoche por un equipo que pareció superarle en juego casi tanto como el tamaño humano al del gato. No olvidemos tampoco que la rúbrica felix es al menos tan prometedora como la rúbrica sapiens.