Como si el fútbol profesional no tuviera ya demasiados problemas, organizativos y económicos, derivados de la trágica pandemia del Covid-19, FIFA, el máximo organismo del fútbol mundial, en una decisión surrealista (y provisional por ahora), establece la ventana para este mercado de fichajes del 1 de julio al 1 de septiembre. Para FIFA parece que no se haya sufrido una pandemia global ya que son casi las mismas fechas que todas las temporadas. Recuerdo que los clubes pueden fichar cuando quieran, pero, que es sólo durante el mercado de fichajes cuando pueden inscribir jugadores para las competiciones. Usted, avezado lector, habrá caído ya en la cuenta del problema añadido que se les viene a todos los clubes, aunque me centraré en los clubes españoles.
Recientemente, LaLiga publicó el calendario de los partidos que quedan por jugarse empezando el 11 de junio y, rebrote mediante, finalizando el 19 de julio. Durante al menos 19 días de mercado, los 20 clubes de Primera (peor en Segunda, que también fichan y terminarán los playoffs el 2 agosto...) estarán con un ojo compitiendo y con el otro en el mercado de fichajes. La lógica dicta que, al menos las bajas, los clubes no las tramitarán mientras dure la competición. Y más en esta liga exprés en la que todos los jugadores de cada plantilla serán necesarios por la acumulación de partidos, 11 partidos en apenas 39 días, y después de haber estado durante casi dos meses entrenando en casa.
Peor se presenta el escenario para aquellos afortunados clubes que siguen vivos en competiciones europeas, en Champions, Real, Barça y Atleti y en Europa League, Sevilla y Getafe. Aunque UEFA todavía no ha hecho oficial el calendario, formato ni en qué ciudades se jugarán, todas las miradas apuntan a que se reanudarán a principios de agosto. Cuanto más lejos estos clubes lleguen en la competición, más días de mercado “perderán”. Se especula con que la final de la Champions sea el 29 de agosto, toca esperar hasta el 17 de junio (incluso hasta el 24) para que sea oficial pero, es un sinsentido que los equipos finalistas puedan disponer de sólo 3 días para inscribir jugadores sin la presión de estar jugándose una final de Champions.
De todos es sabido, que lo que más puede afectar al rendimiento de un jugador es la inestabilidad, los rumores sobre su futuro, los que le llegan desde el propio club y los que se publican en los medios. Sin olvidar el problema añadido de los contratos que terminan el 30 de junio. FIFA dio el OK para que se alargaran hasta el final de las competiciones, pero, todo depende de la buena voluntad de las partes, clubes y jugadores, de llegar a una entente. Para nada es descartable con la que está cayendo, económicamente hablando, y para nada es descartable que nos encontremos con jugadores de vacaciones desde el 1 de julio hasta, como mínimo, el 12 de septiembre.
Este calendario no es oficial por lo que puede (y debe) ser modificado. Partiendo de la base de que es muy difícil adaptar y contentar a todos los países, porque en Europa cada país lleva un ritmo determinado en su vuelta a la normalidad, sí que parece evidente que debe ser retocado. En el Reglamento General de la RFEF, versión junio 2019, se establece en el artículo 124.1 que el mercado de fichajes estival no puede tener una duración superior a las 12 semanas. Por lo que, así a vuela pluma, alargar el mercado cuatro semanas, hasta el 20 de septiembre, daría cierto margen a los clubes europeos.
Con estas fechas de mercado puede surgir la pregunta de si los clubes pueden inscribir jugadores y alinearlos en los partidos restantes de esta temporada. La respuesta es no. En el mercado de fichajes de verano sólo se pueden inscribir jugadores para la nueva temporada, en este caso para la 20/21. Aparte que únicamente se pueden realizar nuevas inscripciones para lo que queda de Champions en las listas B, nacidos después del 1 de enero de 1998 y habiendo jugado dos años en cualquier categoría del club.
Para el Real estas fechas de mercado suponen una piedra más en el zapato para la planificación de la siguiente temporada. Ya nos contó en su día Ramón Álvarez de Mon que el club cuenta actualmente con 25 jugadores en primera plantilla (Reinier incluido y sin contar a Areola, cuya cesión termina esta temporada) más todos los cedidos que volverán al club con contrato para las próximas temporadas. Con los tiempos que corren de tener que apretarse el cinturón, es una bendición el contar con tantos jugadores, pero también un quebradero de cabeza para conformar la plantilla para la siguiente temporada ya que hay que dar muchas salidas, ya sea en forma de cesión o de traspaso.
Así, al puzle de jugadores se une esta limitación de tiempo para la planificación sin competición por obligación de la FIFA, sin olvidarnos de que, en las planificaciones, siempre influyen otros dos factores. Uno, intangible: los títulos ganados o perdidos. Según cómo terminen dichas competiciones, no es igual ganar Liga y Champions o uno de los dos que no ganar ningún título, el Real podría agitar más o menos el árbol (plantilla). Y otro, que es una realidad, más si cabe estos días: la capacidad económica del club. No es lo mismo tener ofertas para vender jugadores por decenas de millones de euros para poder reinvertir en fichajes, que no tener ofertas y tener que tirar recursos propios. E igual para los salarios: sin desprenderse de algún salario alto, no llegará un jugador con parecido salario.
A estos problemas comunes para todos los clubes para dar altas y bajas de cara a la próxima temporada, músculo financiero y mercado de fichajes abierto mientras se disputan las competiciones oficiales, se suman unos condicionantes que afectan particularmente al Real. Son tres y marcarán algunas decisiones: Limitación FIFA a 8 jugadores cedidos de 22 años o más, cupo UEFA y el tope de 3 extracomunitarios. Cada uno con sus características puede afectar a los movimientos que quiera tomar el club.
Empezando por el primero, desde el mes de julio entra en vigor la reforma para que los clubes no puedan abusar de las cesiones para fines no deportivos. Esta limitación en el número de cesiones era algo que llevaban pidiendo muchos clubes desde hace unos años para poner coto a equipos como el City o el Chelsea, que llegó a tener 41 jugadores cedidos y que, claramente, con tantas cesiones, buscan más el negocio económico que un beneficio deportivo.
Esta es una norma que temporada a temporada irá reduciendo el número de cedidos que los equipos podrán tener, tanto altas como bajas. Ocho a partir de julio, Seis para la 21/22 y para la 22/23, con la norma ya consolidada, los clubes solo podrán tener un máximo de tres jugadores cedidos en su equipo y tres fuera del equipo. Esta norma hará que la exitosa política del Real de captación de jóvenes promesas se afine más si cabe, la formación en otros clubes habrá de ser antes de los 22 años y sólo se seguirán formando fuera a partir de esa edad aquellos con verdadero potencial, los Ødegaard de turno, es decir, los que se vea claro que en una temporada regresarán para ser titulares. Los traspasos con opción de compra podrían ser una solución para según qué casos.
El Real para este mercado de fichajes cuenta con catorce jugadores cedidos, de los cuales Luca Zidane y Javi Sánchez terminan contrato el 30 de junio, y tienen muchas probabilidades de no renovar, por su rendimiento y por esta limitación. De los otros doce, cinco, Achraf, Ødegaard, Soro, Lunin y Kubo tienen menos edad y no les afecta esta norma, pero, los otros siete, Ceballos, Reguilón, Odriozola, Vallejo, Óscar Rodríguez, De Frutos y Mayoral, tienen 22 o más años. Lo que significa que el club, de no desprenderse de ninguno de ellos, sólo podría tener un cedido más. Parece acertado que se traspase a al menos un par de ellos, aunque sea con opción de recompra, para tener más hueco por si no puede traspasar a algunos jugadores de la primera plantilla con los que no cuente que, al menos, pueda buscarles una cesión y así ahorrarse amortización y salario anual. Pienso en James y Bale.
A esta limitación hay que sumar los mal llamados cupos UEFA, los requisitos que exige la UEFA en sus listas de inscripción para la Champions League, y que David (@soccermemoriess) ya nos explicó el verano pasado. Es necesario que cada plantilla tenga al menos ocho jugadores locally-trained, obligatoriamente cuatro de ellos han de ser club-trained y otros cuatro association-trained. Pueden ser inscritos hasta 25 jugadores con al menos dos porteros. Si el club no cumpliera con estos requisitos mínimos sobre jugadores locales, el número permitido de inscritos se va reduciendo en concordancia.
A grandes rasgos, son jugadores club-trained aquellos que han estado inscritos en el Real (en cualquier categoría) de forma continuada o no, durante al menos tres temporadas completas o 36 meses, entre los 15 y 21 años de edad. De la actual plantilla son Carvajal, Varane, Nacho, Lucas Vázquez, y Mariano. Cupo cubierto al ser 5, más Valverde desde julio y a los que se podrían sumar Achraf, Reguilón u Óscar Rodríguez si finalmente alguno de ellos tuviera hueco entre los 25. Si se decidiera inscribir como tercer portero a Belman o Altube del Castilla, también contaría como club-trained.
Son jugadores association-trained aquellos que han estado inscrito en otros clubes asociados a la RFEF de forma continuada o no, durante al menos tres temporadas completas o 36 meses, entre los 15 y los 21 años de edad. En este grupo contamos con Ramos, Isco y Asensio. A los que se podrían unir Ødegaard, Odriozola, Vallejo o Ceballos.
Vistos los rendimientos de todos estos jugadores y contando que, del segundo grupo, association-trained, los tres, Ramos, Isco y Asensio son intransferibles, no habría ningún problema siempre y cuando hubiera al menos cinco club-trained. De este grupo, son intransferibles Carvajal, Valverde y Varane, y parece clara la llegada de Achraf, por lo que para cumplir con los cupos podrían salir 2 jugadores de entre Nacho, Lucas y Mariano. Incluso los tres, inscribiendo a Belman o Altube como tercer portero, limitando a 22 las fichas para jugadores de campo. Estos cupos UEFA no parece que vayan a influir demasiado en el diseño de la plantilla de la próxima temporada, pero sí que en futuras temporadas podría tener mayor relevancia por los pocos canteranos que suben. Vinicius en julio de 2021 será club-trained.
Quizá el mayor quebradero de cabeza esté en el número de extracomunitarios. Ahora mismo están inscritos en el primer equipo Militao y Vinícius, en el Castilla Rodrygo y Reinier, y volverá de su cesión Kubo. La legislación establece un máximo de tres inscritos en primera plantilla por lo que ahora mismo el Real tiene sólo una plaza libre, que suele usarla Rodrygo pero, que para estas once jornadas, Zidane podría alternar con Reinier. Podría convocar a uno de los dos para cada partido. Al ser el Castilla un club dependiente (coloquialmente mal llamado “filial”) esta alternancia la permite el artículo 227 del Reglamento General de la RFEF.
De cara a la próxima temporada, se recomienda que Kubo siga con su formación en otro club español, el ideal sería la Real Sociedad si Ødegaard regresara, y mantener a Rodrygo y Reinier con ficha del Castilla para permitir la alternancia para ese tercer extracomunitario. Eso sí, hay que tener en cuenta y puede ser muy importante, que en caso de seguir en plantilla y de no mediar un acuerdo ulterior entre Reino Unido y la Unión Europea, que de producirse lo más seguro sería al menos con el mercado estival ya cerrado, a partir del 1 de enero, Gareth Bale ocuparía plaza de extracomunitario. Lo que cerraría la puerta del primer equipo a Rodrygo y a Reinier.
Por este motivo, el club debería valorar una posible cesión de Rodrygo a un club de cierto nivel, español o europeo. El problema en este caso sería la alta ficha del jugador, que no puede pagar cualquier club español, pero, como siempre, se ha de valorar si merece la pena el esfuerzo económico de pagar parte de la ficha por las ventajas que se podrían obtener, continuar la formación del jugador con muchos minutos de calidad y liberar plaza de extracomunitario para que la pudiera usar Reinier, al menos hasta enero, dependiendo de si sigue Bale, del Brexit y de su posible efecto que convertiría al jugador galés en extracomunitario. Como ven, sin duda alguna, estamos ante uno de los mercados de fichajes más complejos de los últimos años.
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Pues, eso requiere de un trabajo que no puede hacer cualquiera. Hay que estructurar adecuada y cuidadosamente el puzzle. Para ello hay que tener planes y alternativas. Y trabajar con antelación suficiente para que , luego, no tengas que ir a salto de mata, cuadrando a martillazos y, lo que es peor, obligado por las circunstancias.