Según me dijeron, el turco que nos arbitró el partido de ida contra el Manchester City es amigo de Messi. Además parece que admira a Suárez y Neymar. Un fan otomano del tridente. Yo no presto mucha atención a los del pito, pero leí que era el mismo que se tragó el famoso penalti de Alves a Pogba en la última final de la Champions. Eso me hizo albergar esperanzas, lo reconozco. Al final no estuvo del todo mal, pero su actuación fue decepcionante, por debajo de lo previsto tratándose de un tipo con esas credenciales. En el Etihad Stadium no vio un penalti clamoroso a Lucas Vázquez y otro algo más dudoso a Bale. Yo creo que, por ejemplo, no le habría costado un gran esfuerzo haberse inventado alguna pena máxima en nuestra área o haber expulsado injustamente a Pepe, que firmó un partidazo. Como no lo hizo, expulsarlo, el central portugués nacido en Brasil estuvo a punto de marcar un gol a domicilio que habría convertido la vuelta en un mero trámite. Merecimos ganar, pero el árbitro no se empeñó en que perdiéramos y acabamos empatando. Una oportunidad perdida.
En la Liga peligrosamente preparada las cosas están funcionando mucho mejor. Diecinueve penaltis en treinta y cinco jornadas llevan pitados a favor del equipo que ya había ganado la competición en febrero. Lo contaba muy bien Pepe Kollins el otro día. Dice The Hernia Chronicle que siete de los diecinueve fueron imaginarios. Al Madrid nos han pitado nueve, al parecer todos reales. Menos de la mitad. Así sí.
Yo soy de los que piensan que no hay que perder oportunidad de quejarse de los árbitros. Ni señorío ni monsergas. El turco, por ejemplo. Si se hubiera esmerado un poco más estaríamos hablando de nuevo de la necesidad de remontar en el Bernabéu, del espíritu de Juanito, de los noventa minuti, de la épica. Ahora, por su culpa, para llegar a Milán nos basta con ganar por la mínima en nuestro propio campo. Una vulgaridad.
De un amigo de Lindo Pulgoso, de un admirador de Patán y del Pájaro Loco, de un villano otomano uno esperaba, ya digo, algo más. Era el candidato ideal para hacer realidad una fantasía que tengo y les voy a confesar: ver rematar a puerta, a nuestra puerta, a un árbitro. Si al Barça lo que le gusta es jugar contra diez, yo prefiero hacerlo contra doce. A mí me gusta mandar a mi Madrid del alma a luchar contra la flota inglesa de Pellegrini, contra los elementos y contra el sursuncorda. Y, si jugamos en casa, que la grada le pite a nuestros jugadores (bueno, esto ya se me concede a menudo).
¿Cuál es para mí el colmo de los colmos? Ganar de penalti injusto en el último minuto, sí, pero pitado en contra, que Keylor lo pare y el rechace se cuele entre los tres palos del contrario. A ver, es mi sueño, mi fantasía, no tiene por qué ser razonable.
Ayer el Atleti le ganó por un gol a cero al Bayern en el partido de ida de la otra semifinal. No pude verlo, pero no parece que nadie proteste del colegiado. Qué aburrimiento, de verdad. Mientras, todo el madridismo anda preguntándose a quién prefiere en la final de San Siro. Y es que todo el madridismo da por hecho que nosotros estaremos en la final de San Siro. Yo también, es cierto. Mi duda es que no sé a quién prefiero ganarle la Undécima. Porque de que la vamos a ganar estoy seguro desde que don Paco Gento lo aseguró en estas mismas páginas. A mí no se me ocurriría llevarle la contraria a don Paco Gento, se me caería la cara de vergüenza. Aunque respeto mucho al City, al Atleti y al Bayern, respeto mucho más a La Galerna del Cantábrico, y si él le dijo a nuestro editor que este año tocaba Champions habrá que hacerle caso.
Pensándolo mejor, prefiero ganársela al Atleti. Eso sí, lo del cabezazo de Ramos en el descuento hay que mejorarlo. Se me ocurre que en la prórroga, y jugando con diez por expulsión injusta, lleguemos in extremis a los penaltis gracias a una doble parada de Keylor a los dos balones que rueden por el campo después de que uno extra salga misteriosamente del banquillo rojiblanco sin que el árbitro invalide la jugada. Luego, en la tanda, ellos que no metan ni uno, que aunque me fíe ciegamente de la profecía del hombre que más Copas de Europa atesora tampoco es cuestión de tentar a la suerte.
Sí, un disparate, pero no me digan que no sería precioso.
Número Tres
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Lo bueno del miércoles es que ganando se pasa, no hay que hacer remontadas ni gestas heroicas y eso me encanta. El miércoles no habrá escusas, ni arbitro, ni nada. Hay que ganar a un equipo menor, en casa. Todos habríamos firmado eso en Septiembre.
Me encanta su fantasía D Nacho, yo le añadiría a esa fantasía de la final un cabezaso de Zidane a Cholo Simeone
En teoría no debería ser difícil, pero ojo, creo que sabes quien esta de presidente en funciones en la UEFA, por si no fuera bastante... sí Villar. (Lo gracioso es que en Europa deben imaginar que esto de quedar de presidente en funciones, sera una cosa temporal... no conocen al personaje)
Ok Villar al mando (ya estaba antes al cargo de los árbitros, pero ahora a ver quien le tose), por tanto ojo con el arbitro, yo estoy mirando desde que se hace publico para cada partido, para intentar dilucidar hasta que punto nos podemos echar a temblar.
Suma a eso que estamos sin delantera, no sabemos si llegaran CR o Benzema, y si llegan estarán para el arrastre.
Creo que Zidane debió sacar el otro dia a James, tiene gol. Y que lo saque a la vuelta por los que fallen de la BBC.
Es un 10, pero desborda y tiene mas gol que Lucas. Crucemos los dedos por nuestra delantera y porque no haya atraco. Ya he visto demasiados.
Preciosa fantasía, pero creo que demasiado confiada. No nos olvidemos que aún nos quedan 90 minutos en el Bernabéu, y que para un árbitro, 90 minutos son "molto longo", y puede hacer maravillas. Además, ojito con el City. No repitamos lo de la Juve el año pasado.
Cierto, Mauro. A mí el City me parece más peligroso fuera que en su casa. Que le pregunten al PSG, que es mucho mejor que ellos y acabaron palmando. Con el paso de los días, cada vez me viene con más nitidez el partido contra la Juve, cual día de la marmota. Sería un palo muy duro que ocurriera lo mismo, pero creo que la gente está demasiado confiada. Yo, he de reconocerlo, no las tengo todas conmigo. Repaso la plantilla del City y resoplo como un tren de los de las películas del Oeste.
En fin, habrá que confiar en el equipo...