Evergrande

No hay Supercopa de España que se imponga al fichaje de Paulinho. Miren que nosotros querríamos no parar de hablar de que esta noche se viene partido grande, el primero de dos contra el Barcelona, en disputa por el segundo título de una temporada que aún no ha empezado de verdad. Querríamos, pero quién puede ponerse ahora a elucubrar si va a jugar o no Cristiano, cuando se ha confirmado que el Barcelona ha fichado por fin a Paulinho, procedente del Guangzhou Evergrande (por siempre grande, suponemos) de la Superliga china. Entenderán ustedes, queridos galernautas, que difícilmente se va a imponer una Supercopa, por mucho que la disputen Madrid y Barça, a una Superliga, dónde va a parar.

Pues eso, "superclásico de verano", "el Barça recibe en el Camp Nou al Madrid en el primer duelo oficial de la temporada", pero no, algo nos pasa cuando nos fijamos en lo que de verdad verdadera de la buena buenísima es la noticia del día y más allá. Sepan ustedes que no todos los días el Barcelona contrata a José Paulo Bezerra Maciel Júnior, elegido, sin duda por joder, peor futbolista de la historia del Tottenham por una seguramente ingrata revista. Sepan aún más, si es que aún no saben, que los 40 millones que el Barcelona es tan amable de ceder al citado Guangzhou Evergrande (grande por siempre, ¿no?) no se quedarán tan solo en China, sino que circularán nada menos que por siete clubes, según manda la FIFA por aquello de los años de formación del citado José Paulo. Así, Corinthians, Club Atlético Juventus, Bragantino, Audax, Lódzki y Vilnius se beneficiarán, en mayor o menor medida, de la generosidad culé, que no conoce fronteras y que reparte sus valors desde Brasil hasta Lituania, pasando por Polonia y llegando a China, a la Superliga china, esa que no encuentra rival posible en una mera Supercopa de España.

Tal vez no conociera esta diseminación millonaria la parroquia culé que ayer bramaba en redes sociales contra Bartomeu, pidiendo su dimissió. Gente ingrata esta, más o menos como la revista que declaró a José Paulo Bezerra el peor jugador de la historia del Tottenham. Dicha gente considera que la marcha del hijo del padre de Neymar Jr. no se palia con la venida de un jugador de 29 años por 40 millones procedente del Guangzhou Evergrande (grande para toda la eternidad, creemos). Dicha gente vio lo cerca que estaba Verratti y sigue viendo lo cerquísima que están Coutinho y Dembelé, pero lo que realmente ha visto es que el fichaje de Paulinho es el que, por ahora, se ha materializado. No tiene paciencia esta gente; tampoco perspectiva. No son capaces de ver que Bartomeu también han fichado a Semedo y Deulofeu, que también contrató en su momento (dulce) a Alcácer, Arda Turan y André Gomes, y que el padre de Neymar Jr. ya poliniza otras flores. Desde aquí solo podemos llamar al sosiego culé y pedir un Barto forever. Barto evergrande, como el Guangzhou, pero no en China, sino aquí mismo, tan cerca del corazón.

Mientras reconsidera su posición la afición culé, mientras aprenden a querer al peor jugador de la historia del Tottenham, mientras alcanzan a valorar que 40 millones de color azulgrana viajan por el mundo porque we are the world, we are the children (o porque tot el camp es un clam, que para el caso es lo mismo), mientras todo esto pasa y las aguas vuelven a su cauce, hoy se disputa la ida de la Supercopa de España, trofeo a doble partido que sin duda queremos ganar porque sí, como si necesitáramos darles explicación alguna del porqué. Nosotros no sabemos qué demonios es un sextete, incluso nos duele la boca al pronunciar semejante palabreja, pero sí sabemos que cada vez que juega el Madrid -sea contra el Barcelona o contra el Guangzhou Evergrande (grande para los restos)- es una buena ocasión para que gane el Madrid, para que siga ganando el Madrid. Si de ir ganando ocasiones resulta que cabe concluir que el Madrid ha conseguido un doblete, un triplete o esa cosa del sextete, pues que así sea y evergrande. Todo lo demás es cuento chino.