Estamos en los ochenta, en el cine. Una de las franquicias de terror más exitosas en la historia del cine, Viernes 13, exhibe su tropecienta secuela en las salas. En pantalla, vemos a algún adolescente calenturiento huyendo de algo. Y corriendo muy rápido además. Su perseguidor camina. Sin prisa, sin pausa. Camina. Y lo termina alcanzando. A su perseguidor, el célebre Jason Voorhees le han apuñalado en ese mismo film y en todos los anteriores; le han disparado, ahogado, quemado, ahorcado, atropellado, empalado y metido la cabeza en una licuadora. Pero Jason vuelve. Siempre vuelve. Al inicio de cada nueva cinta de la saga generalmente. Quizá por eso la franquicia lleva ya más de la decena de entregas, porque los humanos tenemos un intrínseco temor a que aquello que nos aterra nos siga, sin prisa pero sin pausa, allá donde vayamos, y nada, pero nada, lo pueda detener.
Imagino algo parecido con los antimadridistas. El Real Madrid siempre vuelve. Regresa. Cuando la adolescente lo da por muerto y el peligro ha pasado, sale de detrás de la ventana, en la puerta o bajo la tierra, pero siempre aparece. Sin prisa, pero sin pausa.
Se vino una asamblea apócrifa con socios introducidos fuera de norma, y el Madrid volvió. Se fastidió una Copa del Rey por un error administrativo y poca tolerancia federativa, pero el Madrid no murió. Llegó el mejor Barcelona de siempre, con uno de los mejores jugadores de todos los tiempos como ariete, y el Madrid no fue derrotado. Se descompuso un fax y no vino el portero que deseaba el equipo, pues resulta que el que se quedó resultó ser el portero más en forma de Europa y el menos goleado de UCL. Llegan árabes y rusos, le inyectan petrodólares a equipos que no los generan, pero sí los gastan, y resulta que el Madrid, autosuficiente al 100%, es la entidad deportiva más rica del mundo. Que las Copas de Europa a color son las que cuentan, pues llega el Madrid y se convierte en ganador de cuatro, empatado con el Barça como máximo ganador del nuevo formato, con la posibilidad de ganar una quinta y superar al mejor Barcelona de todos los tiempos, también en copas a color. Que en verano esto era un solar, que el solar queda a 13 puntos del líder de la Liga, pues mira, Zidane toma el mando y está a un punto del primero. Que no tiene proyecto deportivo, pero disputará la segunda final de Europa en tres años y luchará por la Undécima orejona de su historia. Llegó el Bayern de Beckenbauer, y el Madrid regresó. llegó el Ajax de Cruyff, quien ahora sí desplazaría al Madrid, y éste regresó. El Milán de Sacchi y el Manchester de Fergusón, y el monstruo no cedió. Lo mismo pasa ahora con el Barcelona de Messi. El Madrid volvió.
El Real Madrid siempre regresa, y cuando los antimadridistas lo dan por muerto, inician los chistes e imprimen las portadas, regresa el Madrid, los rebasa por la derecha y se mete en una final. Como Jason Voorhees en la saga de terror, su paso, sin prisa pero sin pausa, hace que cuando le olvidan, cuando creen que ha muerto por fin, entra por la ventana y a volver a empezar.
No sé si ganaremos la final del 28 de mayo. Tengo mucho respeto por el Cholo y su equipo. Pero sé que ganemos o perdamos, siempre regresaremos. Que sin prisa, pero sin pausa, regresaremos una vez más. Lo más probable es que sea en el preciso instante que nos den por muertos.
Que piel más fina tenemos. Ni un insulto había en mi opinión borrada.
Eso no es guardar las formas, es directamente censurar una opinión por su contenido. Vigilen su corporativismo que les empieza a rezumar por las costuras.
Saludos.
Otia, otia, me he equivocado de hilo, pensaba que había comentado en este. 🙁
¡¡Qué vergüenza, que alguien borre mi anterior comentario, por diossssss y por favorrrr!!
Supongo Charly que tambien eres un buen madridista. Que buen articulo . ENHORABUENA
Me encanta su artículo. A eso juega nuestro equipo, este es su estilo y su principal característica. El Madrid siempre está ahí, siempre vuelve y su fe en la victoria se mantiene intacta por muy duro que sean los obstáculos a los que se enfrenta. Cuanto más duro sea el revés, más fuerte vuelve. Por eso son tantos los aficionados al antimadridista F.C. ¡Hala Madrid y nada más!