El estilo. Ajá. El estilo, definido como una forma de hacer las cosas o de intentar lograr un objetivo, resulta ser más importante que la consecución de ese mismo objetivo. Es decir, para ciertos sectores de la prensa presuntamente deportiva de España, importa más cómo se juegue un partido que el resultado del mismo. El cómo supera en importancia al qué. Así, aquella frase de “jugamos como nunca para perder como siempre” cobra plena vigencia y los aficionados de un equipo deben sentirse afortunados si pueden pronunciarla. Sólo de esa manera se entiende la alta consideración que esa misma prensa tiene a entrenadores como Juanma Lillo, trasunto de Joselito de adulto y que ahora ejerce de palmero de Pep Guardiola, el entrenador del regüeldo infinito, o Paco Jémez, otrora melenudo y hoy con sienes brasileñas, nostalgia capilar esta que bien justifica el gesto adusto y el mal carácter que muestra, y a cuyos equipos les meten goles hasta en el minuto de silencio, como diría el ínclito Gregorio Manzano.
El estilo, definido como una forma de hacer las cosas o de intentar lograr un objetivo, resulta ser más importante que la consecución de ese mismo objetivo. Es decir, para ciertos sectores de la prensa presuntamente deportiva de España, importa más cómo se juegue un partido que el resultado del mismo
Aun así, el segundo del City y el ex entrenador del Rayo Vallecano han sido mucho menos discutidos en sesudas tertulias de la prensa de lo que fue Zidane en el Madrid, por ejemplo a cuenta del estilo, si bien este tema parece ser de especial gravedad referido al Barcelona, con esa trascendencia y cursilería que la prensa afín aplica al equipo azulgrana. El estilo del Barça era tener buenísimos jugadores. Cruyff tenía a Stoichkov, Laudrup, Koeman y Romario en su mejor momento. Guardiola tenía a la mejor generación de canteranos criados y/o adoptados de la historia del club, entre ellos a Messi. Lo del toquecito y los millones de pases estuvo muy bien mientras funcionó. Cuando los rivales se aprendieron el truco y la edad ya no acompañaba, esa manera de juego se convirtió en caricatura, genialmente retratada en los Simpson. El estilo, insisto, es una manera de lograr un resultado, que no debe supeditarse a aquél. Si esto ocurre, se puede acabar cayendo en la caricatura.
El Real Madrid de Mourinho en su última temporada también padeció este mal. Un equipo caracterizado por lo vertiginoso de sus contragolpes acabó poniendo el carro antes que los bueyes, y defendiendo los córners más preocupados por montar la contra que por sacar el balón, y así nos fue. De justicia es reconocer que el hecho de contar en la primera mitad de ese año con un portero con notorias carencias en el juego aéreo y en un lamentable estado de forma tampoco ayudó demasiado.
El estilo del Barcelona consiste en vestir de azulgrana, ganar copas del Rey y la queja y la constante atención en qué hace el Real Madrid, cuyo estilo consiste en jugar de blanco y ganar Copas de Europa
Los presuntos popes de la prensa claman por un estilo de juego reconocible. Con esto no quieren decir que el equipo deba saber a qué juega, sino que ese equipo debe jugar de una manera que ellos entiendan. Llevando el razonamiento al mus, lo que esos periodistas quieren equivale a jugar mostrando las cartas a los rivales. Negándome a aceptar tal nivel de estulticia, no creo que el concepto de estilo pueda ser eso. Quiero pensar que lo que quiere la prensa es, haciendo un ejercicio reduccionista, que el estilo se pueda reducir a los hábitos o conductas repetidas de un equipo. El del Atlético es un estilo violento, a imagen y semejanza de su entrenador, otro personaje con peculiar capilaridad, en sus épocas de jugador de fútbol. Siguiendo este razonamiento basado en la repetición o habitualidad, el estilo del Barcelona consiste en vestir de azulgrana, ganar copas del Rey y la queja y la constante atención en qué hace el Real Madrid, cuyo estilo consiste en jugar de blanco y ganar copas de Europa. Quizá esto, y no otra cosa, sea lo que la prensa llama estilo.
Fotografías Imago.
B-r-i-l-l-a-n-t-e
Eso es escribir con estilo
Es muy gracioso lo de estos juntaletras el estilo y el relato. Por que no dicen que hay un equipo que no puede competir con las mismas reglas que otros será por que eso no les interesa y siempre están dando la matraca y solo se critica a un equipo juegue bien o mal pierda o gane todo es negro para estos juntaletras de mierda y no se salva casi ninguno y eso que vestimos de blanco o esque la envidia les corroe tanto que no pueden digerirlo.
En el caso del Madrid, primero a ganar y luego ya se debatirá si bien, mal, regular o todo lo contrario. Los tertulianos de algo tienen que comer. También son criaturas de Dios.
Es un debate eterno. Pero negar un estilo de juego a gente como Cruyff, Mourinho, Van Gaal o Guardiola me parece absurdo. Otra cosa es decir que lo importante es ganar y que a mí me da igual como juegue el equipo, pero el estilo está ahí y no deja de ser el camino que elige un entrenador o un equipo para llegar a su destino. Yo he visto jugar de maravilla al Español de Clemente, al Madrid de Mourinho y también al de Ancelotti. El problema no es el estilo, el problema son los talibanes de un único estilo, el suyo. Se puede jugar bien de muchas maneras y se puede ganar de muchas más. En el fútbol, como en la vida, no hay un único camino.
Nuestro estilo siempre ha sido el mismo.
GANAR
Sólo de esa manera se entiende la alta consideración que esa misma prensa tiene a entrenadores como Juanma Lillo, trasunto de Joselito de adulto y que ahora ejerce de palmero de Pep Guardiola, el entrenador del regüeldo infinito, o Paco Jémez, otrora melenudo y hoy con sienes brasileñas, nostalgia capilar esta que bien justifica el gesto adusto y el mal carácter que muestra, y a cuyos equipos les meten goles hasta en el minuto de silencio, como diría el ínclito Gregorio Manzano “. Tan desternillaste como cierto.
Guardiola y Cruyff, ejemplo de entrenadores mediocres...tirando a malos. Como persona, el holandés fue bastante mejor que Pep.
El cruyffismo iba a llegar con Koeman y Laporta, creían en Barcelona. Pues ya se ha visto lo que es el cruyffismo :pasta para fichar talento y suerte que salga de la cantera una camada extraordinaria de jugadores, que suele ocurrir tantas veces como el paso del cometa Halley por la Tierra. Vale para cualquier estilo.
Quien es el entrenador del regüeldo infinito y xq ese nombre?
Me he partido de risa con eso y con la mencion a Goyo Manzano. No recordaba esa frase.
Ja, ja, ja. Muy bueno y gracioso
Genial artículo, y desconocía la afirmación de Gregorio Manzano, muy acertada por cierto.
Definición de Cruyffismo: "Un partido robar, y el otro lo mismo".
Me he reído mucho con el artículo.
Saludos
Me encantaría ver a Jémez en el Barcelona.
El de sienes brasileñas. Jajajajaaa. Fue genial, de lo mejor -por breve, escueto y demoledor- que se ha escrito en la Galerna, by Nanook .