Hace algún tiempo que es cada vez más perceptible que el Real Madrid como institución, así como sus dirigentes y su legión de seguidores, estamos solos contra todo y contra todos.
Es un hecho fácilmente constatable que el alarmante, histérico y enfermizo antimadridismo se ha colado por todas las venas de nuestro fútbol patrio, siendo igualmente indiscutible que nuestro Club no se ha movido ni un milímetro de su posicionamiento y esencia.
Pero como lo que no puede ser no puede ser, y además es imposible, conviene analizar el motivo por el cuál la fractura entre el Real Madrid y los coristas apesebrados de nuestra España cainita es absolutamente irrecuperable.
El Real Madrid como institución, así como sus dirigentes y su legión de seguidores, estamos solos contra todo y contra todos
Y no, el motivo no es baladí, sino consustancial a la naturaleza y esencia de nuestro Club y del resto.
Nada tiene que ver el Real Madrid con una Real Federación Española de Fútbol que lleva años salpicada por escándalos de corrupción (Soule), abrazada a estrategias preconcebidas y actitudes dictatoriales con el fin único de perjudicar a un Club (Villarato), y que en el último periodo se ha encargado de premiar con los más altos cargos a los menos espabilados de la clase, que sin duda utilizan esa casa para fines personales, siendo conscientes de que ni en sus mejores sueños hubieran imaginado semejante poltrona.
Luis Rubiales (el de las piernas de Motril) es un sindicalista trasnochado que tiene guerras a diario, que mantiene en el Comité Técnico de Árbitros a personajes indignos y mentirosos (es deleznable la desvergüenza de Luis Medina Cantalejo), y lleva a cabo acciones tan ridículas como destituir a Lopetegui (siempre el Madrid), pero no pestañea en ceder el timón de “La Roja” a un reconocido antimadridista, siendo que solo con preguntar en Vigo o Roma hubiera sido suficiente para conocer sus carencias futbolísticas y sus fobias personales, contundentemente acreditadas en el último mundial.
Nada tiene que ver el Real Madrid con el archienemigo de Rubiales, que dirige La Liga con el fin único y último de batirse en duelo con Florentino, siendo tal evidente su fracaso y ausencia de altura, que llega al delirio de escribir post diarios a través de Twitter, frente a periodistas (Jorge Calabrés) a los que insulta y denigra, plagando además sus textos de faltas de ortografía. El cargo no puede estar mas desprestigiado y la institución más achicharrada socialmente.
Nada tiene que ver el Real Madrid con jugadores como Raíllo, Maffeo, Ruibal, Alejo, Gavi, Fali o Baena, que bastante tienen con saber —casi todos— atarse los borceguíes
Nada tiene que ver el Real Madrid con esa turba de pseudo periodistas amancebados, que el otrora hábil Alfredo Relaño creó, uniendo Canal + con el invento del futbol Club Barcelona.
Es insultante la comparecencia del avalista de un Club que participa en la competición, con ser su empresa (Mediapro) la que dirige a dedo las retransmisiones televisivas, selecciona las repeticiones y tira las líneas que son analizadas por la sala VAR.
Es indignante para el oficio que existan y coexistan personajes como Óscar Lago, Carlos Martínez, Iturralde González, los diarios As y Marca, el locuaz asturiano radiofónico (que tan pronto cocina un besugo como entra en cólera porque el Real Madrid remonta en Champions a la Juventus con un claro penalti), Mónica Marchante, RTVE (sí, la TV nacional que antes de la final de Champions de 2017 que jugó y ganó el Madrid, claro, lanzó la encuesta de que si era “bueno para el fútbol español que ganase el Real Madrid”), o su último y grosero adalid, Gerard López, que justifica abiertamente que el Camp Nou cante el deseo de la muerte de Vinicius Jr, porque “solo se lo canta a él”.
Nada tiene que ver el Real Madrid con jugadores como Raíllo, Maffeo, Ruibal, Alejo, Gavi, Fali o Baena, que bastante tienen con saber —casi todos— atarse los borceguíes.
Nada tiene que ver el Real Madrid con los Clubes que participan en el Campeonato Nacional (salvo honrosas excepciones); FC Barcelona-Negreira, Atlético de Madrid-Frente Atlético, Sevilla-Monchi, Valencia-ruina económica, Mallorca-encerrona, etc.
Pero lo más destacable es que nada tiene que ver el Real Madrid con aquellas personas que amparadas en su antimadridismo se cargan de razones para ir a un campo de fútbol con un mono al que llaman Vinicus, o con una cabeza de cochinillo para lanzarla al campo.
No, no puede el Real Madrid compartir con esta tropa ni un minuto más. España no merece al Real Madrid.
Cómo expresa don Emilio Butragueño en el magnífico documental La Leyenda Blanca, creado por mi amigo Íñigo de Carlos, el Madrid en un “modo de vida”. Y así debe seguir siendo.
No, no puede el Real Madrid compartir con esta tropa ni un minuto más. España no merece al Real Madrid
He tenido la inmensa suerte de estar presente en las 8 finales de Champions que el Real Madrid ha ganado desde 1998. En la última, además, con mi hijo mayor de 11 años, momento que no olvidaré jamás.
Si algún día le veo en un campo de fútbol llamando mono a alguien, o cantando jubiloso desear la muerte de algún jugador, habré fracasado como persona. Y no seré digno de estar en la órbita del Real Madrid. Como les pasa a todos los mencionados anteriormente.
Afortunadamente, casi toda España es madridista, y fuera de nuestras fronteras el respeto a nuestro Real es infinito.
Toca, muy a nuestro pesar, reeducar al animal patrio.
Getty Images.
Eso , que ya es demasiado, y mucho más.
Cada madridista ha de mostrarse activo, dentro de sus posibilidades, y combatir el actual orden de las cosas. Es la manera. Y hacerlo llegar a nivel internacional.
Dice usted entre paréntesis
(Toca, muy a nuestro pesar, reeducar al animal patrio.)
Una pena terminar un artículo encomiable, con un delirio imposible, ni Hercules podría limpiar la basvra que se acumula en el Estado Español
Ole, ole y ole. Totalmente de acuerdo
Coincido en todos los "personajes" que mencionas y añadiría al menos uno más, el de Xavi Fortes, el conductor del programa nocturno de RTVE de análisis de la actualidad política. Independientemente de lo que cada uno podamos pensar de su ideología en lo que a la política española se refiere (la mía no se aleja mucho de la suya), es inaceptable que utilice su puesto al frente del programa para atacar al Real Madrid cada vez que puede. Particularmente indignante fueron sus comentarios a raíz del 0-4 del año pasado. Ni que decir tiene que cuando su Barça fue eliminado de las dos competiciones europeas, tanto el año pasado como éste, el susodicho evitó todo comentario al respecto.
Por continuar con Fortes, su tratamiento de la única tertuliana madridista de esa noche, a la que no permitió responderle y a la que dirigió miradas claramente despectivas me descubrió no solo a un fanático culé sino también un machista decimonónico. No olvidemos que el programa que dirige es un programa político, no un programa deportivo
Completamente de acuerdo. Espanya es ya un caso perdido, está manejada por los que la querían destruir y ya la han destruido. Dedicar esfuerzos a un caso perdido es absurdo. Hay que centrarse en Europa, en la superliga, en los valores de verdad, en la limpieza. En lo bello de la vida. A los que rebuznan, ni perder el tiempo tratandoles de evangelizar. Que sigan pastando.
Abrazos madridistas