España cañí

Buenas tardes. Hay noches en las que el desdichado portanalista se mete en la cama con la mosca detrás de la oreja o con Freddy –cualquiera de los dos- rondando bajo la almohada. Hay noches oníricas en las que las primeras planas emergen en sueños más próximos a la pesadilla que a lo erótico, salvo que tu subconsciente freudiano te recuerde que en la contraportada del As reside una maciza en paños menores. Hay noches de insomnio en las que uno juega a imaginar las portadas del mañana tal y como el Dr. Extraño efectuaba viajes astrales.

Anoche tuve miedo. Por un momento el fútbol español, ese que suma voluntades y trae concordias y armonías a las primeras planas, amenazó con un pleno insólito en las dos grandes competiciones futbolísticas continentales. Lo evitó Jürgen. Gracias Klopp. No nos malinterpreten. Aunque hasta Villarreal sí lleguen los faxes relativos a Cheryshev no nos alegramos en absoluto por la eliminación del Yellow Submarine precisamente en el Liverpool de los Beatles. Tan sólo calibrábamos la altura del horror hortera con el que podía martirizarnos La Central Lechera, más proclive a ser de todos y de nadie al mismo tiempo. Viendo lo que ha hecho hoy Marca, no nos equivocábamos. No sabemos por qué espantoso motivo The Hernia Chronicle ha abandonado su ecuménica senda de rigor médico y científico en la investigación de protrusiones discales y nos ha calzado un toro de Osborne en la cara. Aún no entendemos cómo se les ha escapado ese “¡Bravo!” en lugar de un “¡Olé!” o –mejor todavía- un “¡Ozú miarma!”.

Es, sin duda, una portada cañí. Incluso inquietante. Así que imaginen qué hubiera sucedido si finalmente el Villarreal se suma a la fiesta de Real Madrid, Atlético y Sevilla  -¿por cierto dónde anda el Barça?- imagínenselo. Ha puesto hoy tan alto el listón Marca que superarlo supondría regalar con el diario toro, torero y sevillana a depositar sobre el televisor de su casa, junto a un CD –o casete- con los Greatest Hits de Joselito, El Pequeño Ruiseñor.

Si doce cascabeles tenía su caballo, es hora de poner el cascabel a esa gata parda, gorda y sátrapa llamada UEFA. El órgano rector del fútbol europeo, que lo mismo pierde los papeles en Panamá que te pone a un árbitro turco en partidos de máxima enjundia, racanea con las entradas para la final de Milán que enfrentará a Real Madrid y Atlético. Cede 18.000 a cada club en liza y se reserva 44.000 para los amigotes. Así, con dos nísperos. Es el estilo Platini: nada pa´ti y todo pa´mí. Resulta inconcebible –bravo hoy a As por su portada- cómo  la UEFA se mofa así del aficionado que hipoteca parte de su sueldo –si lo tuviera- para llegar a San Siro. El hincha parece aquel espectador que acudía al Coliseo romano de Martes y 13 en alguno de sus memorables especiales de Nochevieja y mostraba orgulloso su frente despejada –sus "entradas"- para poder tomar asiento y disfrutar de los leones, los cristianos y los gladiadores. Claro que entonces llegaba un calvo –la UEFA- y el acomodador se limitaba a proclamar: “Tranquilo, está usted abonado”. Hormigón armado. Así les luce el rostro.

Igualmente cementera es la jeta de nuestros amics de la prensa deportiva catalana, que siguen dando volteretas y haciendo piruetas como los Martian Brothers, aquellos marcianitos cantarines y saltarines amigos de Pocoyó. Todo con tal de escaquearse del futuro que viene: la final de la Champions el 28 de mayo. Se antoja que se les va a hacer más largo que el Camino de Santiago para un peregrino –que no Pellegrini- en chanclas. No se preocupen no obstante, queridos galernautas. Están bien. Al loro que no están tan mal. Su bilis así lo demuestra.

Así entre Sport y Mundo Deportivo rescatamos dos muestras más de su habitual, crónica y galopante madriditis. El diario de Godó, Grande de España, señala que el Atlético golea al Madrid en lo que parece un kafkiano intento por confundir deseo y realidad. No hay que olvidar que por allí han pasado de lacónicos “futboles son así” para lamentar la quema en la hoguera de Sant Pep Guardiola de Santpedor a declararse apóstatas; es decir “cholistas por un día”. Digno de frenopático. Dejémosles. Si MD se queda más tranquilo con "los números e intensidad en las semis de los colchoneros, superiores a los blancos", sea. Nosotros ya nos iremos rompiendo la caja con el sucesor de Busi... Por cierto, ¿han fichado ya a Marquinhos y a Thiago Silva?

No se queda atrás en esto de la maledicencia Sport, aunque, eso sí, más enfocado al derbi contra el Espanyol, en el que el Barcelona se jugará la Liga con la sombra del Tamudazo en el recuerdo. Se afana el diario de Mascaró en practicar el tiro al perico al asegurar que tres futbolistas del Espanyol "se fueron de fiesta con el Madrid", entendiendo futbolista del Espanyol como futbolista del Espanyol cedido por el Madrid –Asensio y Burgui; el restante es el ex del Rayo, Robert Correa- y entendiendo fiesta como partido de vuelta de las semifinales de la Champions en el Bernabéu.

Ya sabemos que a Sport le va la marcha. Como a Neymar, el de la filigrana tributaria que pide derbi porque le van los partidos de "alta tensión". Le dejamos danzando sobre una botella de Ramón Bilbao porque precisamente en un enchufe de alta tensión parece haber introducido los dedos nuestro siguiente personaje. Ya les dijimos alguna vez que navegar por la web de Sport evoca la Ilíada y la Odisea de Ulises. Es todo un viaje.

Tanto que, de regreso a Ítaca, nos encontramos con Carlos Luria, un escritor que ha armado toda una novela a partir de los seis días que Miguel de Cervantes pasó en Barcelona. De los productores de El Quijote era catalán y Colón nació en Barcelona llega Cervantes era del Barça.

Casi que nos quedamos con la portada del Marca.

Buen fin de semana, queridos galernautas.