Buenos días. Ya son 17 los días, 408 las horas y tropecientos los minutos que han pasado sin ver a nuestro Real Madrid sobre el verde de los campos de la piel de toro. A cambio, los popes mundiales del balompié insisten en ofrecer una travesía en el desierto como beduinos envueltos en rojigualda que al parecer alcanza, hoy domingo, una de sus etapas reina; todo un Sacro Imperio Romano Germánico a coronar esta tarde en el emirato.
Yo soy español, ya saben, el cántico que se popularizara cuando los muchachos de Del Bosque acreditaron su buena estrella en Sudáfrica. Lo puede usted cantar en su casa, desgañitarse incluso agitando el Sport más espanyol de temporada o un Mundo Deportivo que al fin y al cabo nunca dejó de ser un diario de Godó, grande de España. Por poder, puede ser usted un español de Doha de arriba, llamarse Yusuf, vestirse de colorao, y salir a cantar las bondades de La Roja por las calles cataríes, donde, al parecer, algunos periodistas de investigación —de salón— esperaban descubrir restos de fiambre, sentenciados a muerte por las cosillas del emirato, asomando la patita por las alcantarillas.
Show must go on. Inshalla. Que no decaiga y arriba el gallinero.
¿Hemos dicho ya que llevamos más de 15 días sin madridismo balompédico masculino?
¿Por qué? Que diría un tal Mourinho.
¿Por qué? Porque hoy juega España.
¡Prensa de combate y prietas las filas!
¡A sus órdenes, Romerales!
Seas el GARA o El Diari de Girona, hoy toca domingo de exaltación patriótica. Y como suele suceder cuando suena el bombo de Manolo los titulares se embrutecen en consecuencia. Ni qué decir tienen sus imágenes de primera plana.
Así como un Morata recién salido de un estreñimiento corona el rotundo ¡Vamos España! con aroma a fritanga de la portada de Marca, son Pedri y Asensi (sí, se le ha caído la “o”) paseando sobre las dunas quienes presiden el pedreroliano —y ridículo— Final para jugones del diario As.
Aún con todo, como soflama y grito de guerra nos quedamos con Morata y lo ajustado de su punto de mira.
Sin embargo, oh sacrilegio, se nos cuela en la azotea de las portadas cierto intruso que se marca además una sardana. Sí, es Lionel, el Argentino, cuyos muñecos vestido de culé aún se venden en los aledaños de un Camp Nou que se cae a cachos bajo la triste y solitaria mirada de un grúa digna del Pocero en Seseña. Tan nostre es Messi como el espetec en Catalunya. Tanto sufrimos sus desdichas sauditas como celebramos la ristra de insultos del hincha argentino —hasta hoy sin ningún género de dudas lo mejor del Mundial— en esta mañana que nos ocupa, como aplaudimos la victoria de la Albiceleste ante una México que está para cantar rancheritas con el Tata. Messi gana, Messi líder, siempre Messi. Menudo fiestón se marcaron los argentinos en el vestuario después de ganar su primer partido en Qatar ante unos aztecas de mercadillo. Como Laporta, pulgares arriba por los campos de España.
¿Es Argentina el Barça de selecciones?
Se lo sugeriremos como encuesta a este Sport de tono rojizo catarí que te vi cuyos lectores aún no adivinan el terrible trauma que habrán de afrontar en la última jornada de la fase de grupos mundialista; ese Polonia (¿Catalunya?) Vs Argentina en el que tendrán que elegir entre papá o mamá, Messi o Lewandowski. Embolia azulgrana garantizada.
Precisamente fruto de la falta de riego son las declaraciones que recoge este Sport ocre del jardinero Hernández, que tan bien conoce las dunas del desierto. El jeque Xavi Al Kharrer aplaude a España y quiere fichar a Endrick como antes a Haaland y como antes de él a Verrati o a Marquinhos, a Neymar; a Ali Babá, incluso.
Así vienen luego los gatillazos. Quizás por eso está por aquí estratégicamente colocada la publicidad del mástil caído.
Hoy no es el día. Vigor para todos que juega la Roja.
Y que el streamer de moda DJLuchoPapiGavi21 nos lo cuente.
Feliz día, amigos galernautas.
La Galerna trabaja por la higiene del foro de comentarios, pero no se hace responsable de los mismos