Enhorabuena, amigos atléticos

Buenos días. Las portadas deportivas de la jornada vienen monopolizadas por el anuncio ya oficial de un fichaje por parte del FC Barcelona y la posible (nosotros no nos lo creemos) salida de un jugador emblemático del Real Madrid. Y sin embargo, de un extraño modo, el auténtico protagonista del día es el Atlético de Madrid, cuyo silencio a nivel institucional (y por parte de su afición) es de una elocuencia ensordecedora en una jornada como la de hoy.

Desde La Galerna felicitamos afectuosamente a nuestros amigos atléticos por el fichaje de Arda Turan por el FC Barcelona. Nos explicamos, aunque tal vez no haga falta.

No hemos escuchado la menor queja por parte de los componentes de la zona noble (?) del club, como tampoco del lado de la afición atlética, por causa de la baja del turco, a pesar de que el fino interior engrosará las filas de un hipotético rival en Liga y competición europea. El precio del fichaje es razonable hasta lo llamativo, la masa social colchonera no se ha echado a la calle para pedir la encarcelación del presidente de la Junta Gestora del Barça (ni de quien está detrás, es decir, Bartomeu, a quien no se acusa de romper la competición de manera infame a golpe de talonario) y ni Gil Marín ni Cerezo han usado la habitual retórica victimista para referirse a la operación, que esta vez no es un robo ni un ultraje ni una agresión. No. Paz celestial en el calderón y sus aledaños, donde parece cundir una desarmante y completa indiferencia en relación al traspaso.

Pero ah. Sabemos que no hay nada en este mundo que sea completamente neutro. Sabemos que la indiferencia completa no existe, lo que nos permite concluir por descarte -puesto que a la vista está la ausencia de sentimientos negativos- que lo que cunde en la institución y el aficionado atlético es una serena alegría por la baja del turco. Es por eso que felicitamos de corazón a nuestros amigos atléticos por una operación con la cual, a las pruebas nos remitimos, están completamente de acuerdo. De acuerdo los dirigentes, de acuerdo los hinchas y de acuerdo sus ya ex-compañeros. Ya no contarán con un excelente jugador como es Arda Turan, ya no le verán jugar más en sus filas, y lo que esta circunstancia parece generar en sus complejas psiques es una honda paz interior. Siendo esta paz uno de los estados espirituales más deseables, y que algunas personas no alcanzan en el curso de sus vidas ni con la ayuda de los más conspicuos manuales de autoayuda, solo resta congratularnos por tanta y tan profunda dicha en el alma de nuestros amigos colchoneros.

Si bien es una paz difícil de explicar, vamos a aventurarnos con alguna hipótesis. La Galerna tiene para sí (ya veis qué cosas se nos ocurren) que el aficionado atlético quiere a Turan (y a cualquier otro buen futbolista con el que cuente en su plantilla) allá donde más daño pueda hacerle al Madrid. Parece cierto que ese lugar es el Barça en mucha mayor medida que el propio Atleti. La única razón por la cual hoy no fluye el champán en las casa de nuestros asiduos al Córner del Anti, los atléticos José Luis Heras y Eduardo Contreras, es el mantenimiento de una cierta imagen de decencia. O acaso solo es demasiado temprano aún para el descorche.

Por lo demás, ¿es la "fórmula imaginativa" que según Sport ha regido el fichaje un neologismo-eufemismo para aludir a la oscura "ingeniería financiera" del reciente ayer? Gallardón, por si acaso, ya ha descolgado el teléfono y tiene un dedo en el 9 de los jueces.

Mientras tanto, la Central Lechera lleva a cabo encomiables esfuerzos por solucionar el asunto Iker exactamente como Iker querría que se solucionara. Nosotros, entendiendo que el Real Madrid quiere que se solucione de un modo radicalmente distinto, no podemos sino mostrarnos tímidamente escépticos al respecto.

El planteamiento que se desprende de la portada de As es antológico. Iker está con un pie en el Oporto, reza el titular. El otro pie lo tiene debajo del larguero, dirá un malandro, cuando donde en realidad lo tiene es al lado del otro y dentro, dentrísimo aún, del Real Madrid Club de Fútbol. "Falta que el Madrid acepte pagar una parte importante de la ficha", agrega As. Una fruslería. Una cosa casi indigna de ser tenida en cuenta, que en modo alguno condiciona o se contradice con el titular. ¿Acaso -se pregunta implícitamente el Diario de la Ouija- un club del señorío del Real Madrid impediría que un jugador importante en su historia juegue en otro club pero pagado por el propio Real Madrid? Sería el colmo de la pérdida de valores característica del florentinato y tal.

Hay días en que nos levantamos especialmente galernarios. Hay días donde tiraríamos por la calle de en medio y ficharíamos un gran portero que no fuese De Gea y un central capaz de competir con Ramos caso de que al final no se fuese, y dignísimo para sustituirlo caso de que al final sí. Hay cosas innegociables, y una de ellas es que el Madrid no puede ser abducido por esta especie de Triángulo de las Bermudas con un vértice en Manchester y los otros ya se sabe dónde.

Otra de las cosas innegociables viene dictada por el Barça, desgraciadamente. En el pequeño país de ahí arriba parecen decididos no ya a tener una plantilla con recambios fiables, sino una en la cual dos estrellas mundiales pelearán por el mismo puesto. Estamos seguros de que nos hemos dado por enterados.