Se culminó la victoria, queridos galernautas. La Selección Española de Baloncesto volvió a ganar el Eurobasket, ampliando una gloriosa racha de éxitos y haciéndonos sentir orgullosos una vez más de un colectivo sin fisuras, comprometido y excelente. El equipo se presentaba con bajas sensibles, había incorporado novedades aún por testar en una gran cita e hizo una primera fase dubitativa, pero poco a poco comenzó a defender con mayor fiereza y Pau Gasol ya no paró de cantar el Don't stop me now de Queen, recientemente señalada por un estudio científico como la canción que mejor nos hace sentir de cuantas existen. Cuestión de endorfinas, las mismas que Pau y los suyos nos han inoculado a granel, en estos benditos días de septiembre, hasta la jubilosa ocasión final de ayer. Y con destacados ídolos de la sección de baloncesto de nuestro club como indiscutibles protagonistas, junto al gigante catalán.
Como bien dice Marca, "España apabulla a Lituania", y miren que parece difícil que unos tipos llamados Sergio, Rodolfo, Felipe, Víctor, Fernando o Pau apabullen a un equipo trufado de Robertas, Renaldas, Antanas, Arturas o Mindaugas, por no hablar de un tal Arvydas Sabonis que veíamos en la grada para mayor gloria de refulgentes recuerdos madridistas. Aunque hay que decir que Lituania contaba con algunos más prosaicos Jonas y, sobre todo, con un Mantas, nombre que en la lengua de Cervantes ya saben ustedes lo que significa. Ese Mantas, de haber jugado en alguna cancha escolar española, se habría llevado todas las burlas de sus compañeros, razón por la cual tal vez quiso ayer reivindicarse y acabar siendo uno de los mejores de su equipo.
Pero, claro, no pudo Mantas con Pau, ni tampoco Renaldas con Sergio, ni Antanas con Rodolfo, a quien toca hacer hoy un merecido homenaje por el esfuerzo demostrado durante todo el campeonato. Los ya largos problemas de espalda de Rudy perjudicaron su juego, mermaron sus minutos y le obligaron a sacar grandes fuerzas de flaqueza. Ni siquiera pudo Rudy cumplir con el rito que tanto le gusta de subir a cortar la red de la canasta una vez culminada la hazaña. Lo hizo por él su amigo y compañero Llull, un chico para todo, un jugador de tanto talento como incorruptible fe, más o menos como Felipe (nuestro particular Benjamin Button), o como el Chacho, ese Fred Astaire que, con todo merecimiento, ha sido elegido el mejor base del torneo. Los cuatro madridistas podrán contar a sus nietos la gloria de este año, donde han ganado todo lo que han jugado, cosa muy loca en la que Pablo Laso tendrá algo que ver. Desde La Galerna les felicitamos y nos felicitamos por ello, deseando que vuelvan al Madrid con el mayor descanso posible y la fe intacta y aún más contagiosa.
"La España de Gasol ¡es de oro!" titula As, mostrando una eufórica foto de grupo en la que el Rey Felipe posa al lado del gigante de Sant Boi, tal y como llamaban a Gandalf antes de convertirse de hecho en Gandalf, cosa que Gasol hará sin duda alguna. En realidad, su magia no es menor que la del barbudo de El señor de los anillos, y puestos a comparar logros y joyas, Pau ya tiene dos aros dorados de la NBA en sus mágicos dedos, conquistados en Los Ángeles, la ciudad de los sueños.
Esos anillos pesan en los rivales y refuerzan la autoestima del equipo español. No lo sabía nadie, pero todos coincidíamos en que una vez batida Francia en su propia casa, con el pabellón atestado de banderas de la república y La Marsellesa a todo trapo (esta vez sin el permiso de Rick), el resto -fuera lo que fuera el resto y aunque los lituanos a base de no sonreír se hubieran cargado a la tampoco risueña Serbia de Teodosic- caería por el propio peso de los anillos de Pau, de la gracia del Chacho, del esfuerzo de Rudy, de las gónadas de Felipe, de la barba de Mirotic... de la calidad y compromiso de un equipo de buenos compañeros que no parecen tener problema en que su selección se llame España.
"Oro de leyenda", titula eufórico Mundo Deportivo a pesar de que ellos, en cambio, sí parecen tener algún problema con que la selección se llame España, o al menos tal cosa cabe colegir de la cantidad de veces en que la palabra aparece en esta portada que parece celebrar el éxito de lo innombrable (hemos dado un tercer repaso antes de cerrar con un punto y seguido esta frase para comprobar que el número de veces que la palabra España aparece en esta portada es en efecto cero, si exceptuamos como es natural las camisetas de los jugadores, por fortuna no mancilladas por el Photoshop). Celebrar a cinco columnas lo que no puedes ni siquiera nombrar constituye un prodigio de habilidad verbal que nos recuerda a los más avezados jugadores de TABÚ, aquel juego de mesa en el que tenías que hacer caer a tus compañeros de equipo en la cuenta de que te referías a la mermelada sin decir "fruta", "fresa", "pan", "rebanada" ni "Ricky Martin".
Claro que, en este sentido, la prensa catalana viene ya con el camino marcado por (paradójicamente) la prensa de la capital de lo innombrable. Repararon en que, de forma sorpresiva, "Roja" no salía en la tarjeta y allanaron el camino con el término. Mi barba tiene tres pelos, tres pelos tiene mi barba, pero sin decir la palabra barba, que ya es no decir en esta selección donde hay unos cuantos talentosos e indomables ermitaños.
Sport, en cambio, inopinadamente, no parece tener problemas en imprimir la palabra maldita y sacarla en portada, recorriendo un camino por el lado salvaje que haría palidecer de envidia al mismísimo Lou Reed. "España (ejem) arrolla a Lituania y conquista su tercer título europeo". Eso sí, se adjudica la licencia de felicitarse por el éxito de España pero otorgando casi el mismo peso al liderato barcelonista.
Trae Sport ambos asuntos a su portada cuasi-asimilando su categoría e importancia, lo que semióticamente concreta con una cortinilla manifiestamente mejorable. Una como esta separaba a los protagonistas de ciertas comedias románticas de los sesenta cuando estos hablaban por teléfono. Messi y Neymar parecen charlar con Gasol y compañía de tú a tú y como lo hicieran Rock Hudson y Doris Day en Pijama para dos.
Hablando de pijamas: no sabemos qué hacéis sin apresuraros aún a salir a la calle a comprar las sábanas del Barça que promociona Sport. Siempre puede venir algún huésped indeseado y este ajuar nocturno, situado sobre el colchón y bajo la gotera, puede muy bien contribuir a acortar la visita.
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3 comentarios en: Endorfinas y tabú
Buenas tardes, veo y leo con agrado que hoy si destacan la importancia del bloque madridista, en la consecución del campeonato de Europa, ninguneo que continua por la ¿ miserable ? banda de los cuatro, miembros relevantes del CE.CO.M.A. Desconozco el informe científico que le da tanta relevancia a una canción de un grupo tan vulgar como QUEEN, yo les pondría media docena ( mínimo ) de canciones de Marvin Gaye que si les pondría en orbita a los del estudio ese. Como dijo El Guerra, -ojo el torero- hay gente "pa to"
Saludos blancos y comuneros
Os habéis fijado como se les llena la boca a los de la prensa culerda con la palabra "líderes"? Cada vez que su equipo va primero la ponen, así, sin más, es para hacérselo mirar
Es curioso, Messi falló un penalty (el enésimo) y la prensa catalana ni lo menciona. ¿O es que lo soñé yo? A buenas horas cualquiera de los medios deportivos panfletarios de Madrid hubiera dejado de mencionarlo si hubiera sido Ronaldo el que falla el penalty!