Los seres humanos somos fascinantes. Complejos. Tercos. Algunos más que otros. Hacemos de nuestras pasiones nuestro modus operandi. Lo que ahora está tan de moda: un estilo de vida. Antes te ponías la gorra al revés para poder besar a tu abuela y ahora resulta que es un modo de existencia, un signo de distinción, una actitud. Pues vale. Sin embargo, cuando combinamos pasiones, estilos de vida e incluso obstinación, los humanos hacemos cosas maravillosas. Hechos que transcienden a la propia historia y se encumbran en los altares de los mitos y las leyendas. Dar la vuelta al mundo por primera vez, subir a la Luna a pasear un ratito, ganar 14 Copas de Europa contra todos y contra todo… Ahora bien. Ganar la 14ª Copa de Europa e ir a recogerla en Vespa... desde España. Salir de buena mañanita de Castellón y plantarse en Saint Denis a reclamar lo que es tuyo. ¿Qué les parece? Maravilloso.
Esta es la historia de Manuel Martín, conocido en el mundillo del scooter clásico como “Mamu”. Un vespista consagrado que lleva sus pasiones al extremo. Cuando la salud le ofreció un respiro, subió a Cabo Norte en Vespa: el anhelo de todo motoviajero. Es habitual verlo en eventos y concentraciones, siempre con su scooter listo para el viaje y con su conocido carácter “tan especial”. Porque hay que tener carácter para ir a Paris en Vespa a recoger una Copa de Europa. Recorrió más de 1.400 Km a la ida en 3 etapas y otros tantos a la vuelta. Entró en Paris a trompicones. Sí, experto y contrastado conductor, pero la ocasión suponía un esfuerzo superior. Viajero incansable en solitario; este último viaje fue mucho más que un reto. Llevaba en la cabeza y el corazón sus dos pasiones: la Vespa y al Real Madrid.
Ganar la 14ª Copa de Europa e ir a recogerla en Vespa... desde España. Salir de buena mañanita de Castellón y plantarse en Saint Denis a reclamar lo que es tuyo. ¿Qué les parece? Maravilloso
Nuestro intrépido viajero fue testigo de la vorágine que vivió la capital del Sena durante esas horas previas al encuentro. Disfrutó en primera persona del ambiente desde la Torre Eiffel. Incluso presenció cómo se las gastan en la “Ciudad de la luz”: sólo unos segundos para robar todo lo que llevaba en el maletero. Son hábiles esta gentuza… Y es que la Vespa levanta también recuerdos, retratos de la infancia: la tuya y la de tus familiares. Fue así como vieron la Vespa de Mamu y le ayudaron a acercarse al estadio de fútbol. Incluso le dieron el mejor consejo: “si no tienes entrada para ver el partido, vete de aquí, porque se va a liar parda”. Hecho. En Vespa, a pie o en coche. París fue el escaparate de un bochorno que vio todo el mundo durante varios minutos. Inseguridad, robos, ultrajes, miedo. Liberté, égalité, fraternité. Ahí es nada, my friend. A la pregunta de… ¿y si llega a perder? Martín lo tiene claro: “ni se me pasó por la cabeza pensar que iba a perder, las finales están para ganarlas y eso es lo que hace siempre el Real Madrid”.
Porque “los sueños, sueños son” y Mamu quería cumplir dos. Y así fue. Desde su hotelito ya a las afueras de París, fue testigo de la proeza. “Abuela, otra vez el ‘Madriz’ campeón de Europa”. Con una sonrisa de satisfacción que eclipsaba a la propia de la Mona Lisa, nuestro querido scooterista emprendió el camino de vuelta a casa, pero bien cargado. Nada más y nada menos llevaba en sus alforjas la 14º. Camiseta del Real Madrid autodiseñada, bandera de España y la orejona debajo del brazo. Encima tuvo el percance de romper la Vespa antes de llegar a casa. Pero el objetivo estaba cumplido. Ya todo daba igual. Mamu había conseguido su sueño. Pero son sueños. Y pueden quedar más aún por cumplir. Por ejemplo, la siguiente Copa de Europa en sidecar Vespa. O por qué no, ir a contemplar dónde descansan las 14 Copas de Europa. Y no queremos ir a pie. ¿Nos dejarán entrar en el estadio Santiago Bernabéu en Vespa? Un sueño. Una ilusión. Una Vespa. Es el Real Madrid.
“Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.”
Calderón de la Barca.
Fotografías: MAMU_56.
Genial. Felicidades, y espero que haya podido reparar la Vespa.
Creo que al día siguiente la puso ya en orden. Este Mamu ya está pensando en la próxima! De momento no nos dejan entrar en el Bernabeu en Vespa por las obras. Pero todo llegará!
Lo he conocido en Almendralejo a él y su mujer y son dos personas maravillosas, desde Estepona club Vespasianos, Hala Madrid
Mamu es un grande!
Muy bueno. ¡ Grande, Jordi !
Muchas gracias 😉