En la lona

Que ya estemos curados del espanto que nos ofrecen a diario nuestras "queridas" portadas deportivas, no quita que, a veces, aún nos mostremos incrédulos y hasta sorprendidos de que en ellas no haya ni una sola pequeña rendija por donde se cuele un asomo de defensa de los intereses del Madrid. Ni siquiera pediríamos que esta defensa fuera una toma de partido explícita -tal vez no sea esa la labor de los medios, y menos de los culés- pero, hombre, no estaría mal encontrarse de vez en cuando con la balanza un poco más equilibrada por la toma en consideración de la versión que el Madrid ofrece de los hechos. Al menos eso: acusar recibo suficiente de tal versión, no desdeñarla con tanta facilidad y aún más displicencia, si es que de informar se trata.

Pero no. Si como decía Nietzsche, no hay hechos sino interpretaciones, las que hacen a diario los cuatro periódicos aquí analizados construyen una realidad en la que el Madrid nunca tiene razones para nada más que para casi disolverse, entregar sus trofeos y vagar en el destierro. Sean ustedes del equipo que sean, no nos digan que la cosa no resulta al menos un tanto perversa. K.O. y punto en boca.

Como era de esperar, en primera instancia el Madrid ha sido eliminado de la Copa por alineación indebida, y es justo y necesario que la prensa dé buena cuenta de tan relevante noticia, faltaría más. Sin embargo, el efectista K.O. que colma las portadas de Marca y Mundo Deportivo -hoy sintomáticamente intercambiables- se nos antoja algo apresurado, aunque solo sea por la provisionalidad de la eliminación. Hace ya dos días que Florentino Pérez anunció que el Madrid agotaría las vías de apelación en su convencimiento de no haber incurrido en la falta de la que se le acusa, pero eso no parece mermar lo más mínimo el furor por un K.O. bien grande y contundente.

Fíjense si seremos desconfiados -"yo soy rebelde porque el mundo me ha hecho así", que cantaba Jeannete- que hasta llegamos a pensar que el K.O. del Madrid podría gustar a los chicos de la prensa. El tamaño de letra escogido indica que no cabe más en la boca del que lo pronuncia, aunque sí quepa en los ojos una expresión entre burlona y revanchista, tal vez similar a la que muestra Piqué más veces de las que la profesionalidad y el compañerismo le exigirían.

Nosotros preferimos ser cautos y esperar al final de todo el procedimiento. Y no solo porque el Madrid sea el club de nuestros amores -no se equivoquen- sino porque consideramos que es justo atender a todas la voces implicadas, incluso aunque esa voz sea la del Madrid (miren ustedes qué atrevimiento el nuestro), sin que ello nos ciegue para negar que el club de Chamartín cometió una torpeza que ha desencandenado la enésima tormenta perfecta. Dicho lo cual, ¿será posible que alguna vez una lluvia, una racha de viento o una ola algo crecida no sean interpretadas como inundación, huracán o maremoto? (Suspiro).

El símil pugilístico de Marca y Mundo Deportivo -ese que parece divertirse viendo al Madrid en la lona- es sustituido en As y Sport por los respectivos "eliminados" y "expulsado". El primer término se ajusta más al asunto, pero la palabra elegida por Sport le da un sesgo casi moral, como si el Madrid se hubiera comportado mal en clase y el profesor le obligara a abandonarla con la correspondiente notificiación paterna. No sabemos si -dicho sea de paso- también Mascherano ha sido enviado al despacho del director por sus peculiares manejos contables.

En la misma línea , el Ouija Daily dice que el juez único "reprende" al Madrid, quien otra vez aparece como el alumno indisciplinado, el malote de la clase que no se atiene a las normas de la institución. Está por ver aún si esas normas han sido contravenidas o no por el Madrid, pero lo que está sobradamente argumentado es que los asuntos concernientes al derecho no se dirimen por la vía de la condena o la exculpación moral, aunque tal perniciosa derivación sea muy habitual en los medios de comunicación para propagar la plaga de los juicios paralelos, injustos y ajenos al más mínimo rigor por definición. Dicho con otras palabras: si al final de todos los recursos quedara fijado que el Madrid ha cometido alineación indebida, la sanción pertinente no sería por haberse portado mal ni por ser un niño intratable o un adulto condenado a los infiernos, pese a que algunos parezcan estar siempre deseando que la camiseta blanca lleve al lado del escudo una letra escarlata que le haga aparecer como pecador a ojos de todo el mundo.

De modo paralelo, no seremos nosotros quienes digamos que Relaño, por ejemplo, es mala persona por el hecho de haber sido condenado por un delito contra el derecho al honor del presidente del Madrid. El juzgado de primera instancia número 16 de Madrid no ha reprendido al director de As, sino que "solamente" le ha condenado. Bastante le ha costado a la humanidad generar intrumentos de derecho al margen de los meros usos y costumbres de la moral como para venir ahora a confundirlos de modo torticero. ¿O.K.?