Hace casi cinco meses que Sergio Ramos levantaba al cielo de Milán la undécima copa de Europa que, desde entonces, engalana aún más las ya de por sí repletísimas vitrinas del Santiago Bernabéu. Casi ciento cincuenta días después de esa hazaña que reiteraba la supremacía del Real Madrid en el fútbol europeo, miles de madridistas volvíamos a sentarnos el viernes frente a una televisión para rememorar aquellos momentos en que el club le gritó al mundo lo que por otro lado todos sabían: que no había nadie más grande que él.
Con el trabajo que ha realizado Real Madrid TV es perfectamente comprensible que los ríos de bilis, resquemor y putrefacción moral que nacen en muchas de las redacciones informativas de este país tengan un caudal abundante y prominente. Es entendible que el antimadridismo recalcitrante y rancio, ese disfrazado de falsa objetividad y rigor, o el otro embadurnado con inmundicia periférica, tengan una cruzada abierta contra el canal de la TDT. Cuanto más alto gritan los enemigos, más orgulloso deben esos profesionales de la televisión de su trabajo, el que han llevado a cabo con el documental sobre la undécima desde luego, ha sido maravilloso; el que siguen realizando cada día de emisión, también lo es.
De las dos horas que dura el reportaje podría rescatar cien momentos distintos que consiguieron emocionarme: volver a visualizar a Lucas Vázquez con una tranquilidad pasmosa dirigiéndose a lanzar el primer penalti, el abrazo entre Florentino y Zidane con la copa ya ganada, la emoción de medio planeta saltando y celebrando el gol de Cristiano o el momento en que Ramos besa a la Cibeles antes de ponerle la bufanda del campeón de Europa.
Sin embargo, una vez más, vuelve a clavarse en mi corazón una frase dicha por el que a todas luces es el hombre que más frases célebres ha dejado para la posteridad en la historia reciente del club. Álvaro Arbeloa ya no viste la camiseta del Real Madrid, ya no juega en el equipo ni forma parte de la entidad… al menos formalmente. Sin embargo, rememorando los momentos más íntimos de ese vestuario que se disponía a cabalgar de nuevo hacia el éxito, nos volvió a regalar un lema que se queda grabado a fuego en mi mente y en mi corazón: Morimos juntos.
Luchar, vencer, morir… pero siempre juntos, eso es el Real Madrid. Mi subconsciente me llevó a la vieja Esparta, a ese desfiladero de las Termópilas donde trescientos soldados se disponían a sucumbir a manos de un imperio muy superior en número y en fuerzas. Y murieron, pero lo hicieron luchando y lo hicieron juntos. Nosotros, el madridismo, lidiamos igual que lo hicieron ellos hace más de dos mil años contra todo y contra todos: prensa, rivales deportivos, instituciones autonómicas y cientos de enemigos más que únicamente quieren ver la aniquilación absoluta de una entidad que odian. Ese ‘morir juntos’ que coreaba Arbeloa es mucho más que dos palabras elegidas al azar, es una forma de vida que todo madridista debe entender desde la cuna hasta la tumba, es una filosofía que hay que aprender y comprender, pues marca todo cuanto engloba a este organismo. Garra, compromiso, orgullo por la camiseta que se viste, por los colores que se lucen y por el himno que se siente. El Madrid gana más que nadie y por eso, no por cualquier otro motivo, tiene más enemigos que cualquier otro. Es el sino del más grande, como ya dijese don Santiago Bernabéu décadas atrás: “Ser odiado por todos es el precio que hay que pagar por ser el mejor equipo de la historia”. Y yo, amigos, qué quieren que les diga: a día de hoy, después de emocionarme recordando la undécima, me parece un precio irrisorio para la cantidad de satisfacciones que este bendito club de fútbol me da.
Lo que mas me ha llamado la atencion del reportaje de la undecima,son las distintas celebraciones en los lugares mas insospechados del mundo y con esa alegria desatada y la cantidad de madridistas que hay por este mundo.¡QUE SATISFACCION TAN GRANDE!.
Y claro,los de la acera de enfrente,reaccionan como estamos artos de ver y escuchar,pero para estos,hay un remedio, "AJO Y AGUA!baybay.........
No he tenido oportunidad de ver el documental, pero con esta descripción me he emocionado tanto nuevamente que no quiero perder más el tiempo. Excelente artículo, morimos juntos hasta el final.
En Cuba los fanáticos madridistas no hemos podido ver ninguno de los dos documentales, el de la Décima y el de la Oncena. Si alguien conoce algún sitio donde podamos descargarlos sin costo alguno (porque por el embargo estadounidense estamos inhabilitados de comprar por Internet) sería bueno que nos lo indicara. Un fuerte abrazo desde Cuba y HALA MADRID!!
JJ yo soy cubano tienes que buscar por google, que estan los dos, de todas formas te pongo dos links que no se si me lo permitan en el post
https://www.facebook.com/926717650791139/videos/1012305145565722/ la undecima
http://fs1.cnubis.com/4nz?download_token=605593b40da8f5334ab1e4a3115442f16e9e7c191a0104d423ec7b391713ee28&.mp4 la decima
Gracias Alex, mi conexión no alcanza para descargar eso pero ya le pedí el favor a un amigo que sí puede y el fin de semana lo hará. Estoy super ansioso por ver esos dos documentales. Mi eterno agradecimiento por facilitarme esos links