Buenos días, queridos amigos, bienvenidos todos a este mes de julio, mes de la canícula, las elecciones de “la caló”, la jornada intensiva (¿más?) y los titulares banales para tapar la podredumbre del fútbol español. Aburridos como están los medios por lo que consideran ausencia de noticias de interés, algunos de ellos siguen inflando la burbuja Mbappé que tan poco nos interesa a la mayoría de los madridistas. Marca, por ejemplo, abre una nueva vía y no contentos con publicar noticias aun cuando no hay noticia noticiable, se despachan hoy con las opiniones de alguien ajeno al fútbol sobre el caso del hijo de la Mari. ¿O era Lamari? El youtuber influencer gamer streamer (¿olvidamos algo?) Ibai Llanos opina:
Ahí va, Ibai, ay, un tipo llano como su apellido. Lo respetamos, pero vamos a bucear por la portada, que seguro que hay noticias de mayor calado. Julio es también mes de estrenos veraniegos de cine, de entretenimiento estival, de recuperar viejos héroes como Indiana Jones, y nos ha dado por andar en busca del Marca perdido, el que se podría haber hecho con la noticia que trata de pasar desapercibida a la derecha del bueno de Ibai.
“La UEFA comunica al Barça que no ve motivos de castigo”.
Qué bochorno, qué puñetera vergüenza, sin duda, pero no, señores de Marca, los inspectores de la UEFA no han dicho eso, sino que han recomendado que el organismo “ceferino” espere a la resolución del caso BarçaNegreira en los tribunales españoles antes de sancionar al club catalán por lo que el propio presidente de la UEFA consideró “el mayor escándalo deportivo” que había presenciado en el mundo del fútbol. Que el Barça pueda participar en la próxima edición de la Champions, que no vaya a tener sanción deportiva en España y que muy posiblemente tampoco la tenga en los tribunales ordinarios de justicia es un escándalo monumental que debería ocupar todas las portadas de los diarios españoles. Y que hace mucho daño a la credibilidad del fútbol. Pero ahí está, en pequeñito y con un titular falaz en la portada del diario madrileño, un medio que se ha distinguido por su perfil bajo ante un caso de extrema gravedad.
Cuando uno va al cine a ver a un Harrison Ford octogenario haciendo de Indiana Jones, tiene que realizar un ejercicio de suspensión de la incredulidad, conviene estar dispuesto y predispuesto a tragárselo todo, hasta lo más inverosímil, con tal de pasar un buen rato. Con el fútbol patrio, uno tiene que realizar un ejercicio aún mayor de suspensión de la incredulidad para creerse lo que está viendo: que el equipo que paga al vice del CTA, que tiene como avalista al dueño de las imágenes, que incumple los ratios financieros de LaLiga, que tuvo como vice al redactor de la Ley del Deporte que amparó la impunidad, que hace negocios con el presidente de la Federación, que incumple las sanciones de clausura, que llega tarde a un partido, que no se presenta a otro, que no identifica a espectadores racistas, que, que… (son tantas que nos atascamos), que ese mismo equipo logre que la UEFA mire para otro lado, que LaLiga relaje las medidas de control económico o que el Rubi elimine la facultad sancionadora del Comité de Ética de la Federación es como para mandarlo todo a esparragar. Qué asco, qué vergüenza da todo el fútbol en general. Con este panorama, no debería ni extrañarnos que el equipo campeón de Europa esté siendo investigado por “solo” 115 incumplimientos financieros. Sign of the times, se están comprando el fútbol.
Ibai Llanos es del mismo Bilbao, lahost… y de Bilbao parte el Tour de 2023, un “Tour de museo”, como titula el diario As. Precisamente el ciclismo es un buen ejemplo de lo que ocurre cuando se resta credibilidad a un deporte. El ciclismo ha pasado más de una década de ostracismo y creciente desinterés, de disminución de audiencias precisamente por la incapacidad de sus gestores para enganchar a los jóvenes a un deporte en el que uno dudaba sobre el ganador. “¿Este también habrá hecho trampas?”, pensábamos, como muchos hemos pensado durante las décadas del triunvirato Negreira-Villar-Arminio, y de ese modo resultaba imposible presenciar el deporte en su estado de pureza natural, de competencia limpia y ecuánime, con reglas iguales para todos.
El danés Vingegaard y el esloveno Pogacar nos devuelven a las esencias del cliclismo de toda la vida tras (esperamos) una regeneración costosa y una limpieza de todo el deporte de las dos ruedas. El fútbol italiano ya pasó ese purgatorio tras imponer unas sanciones ejemplares a la Juventus y al Milan, y poco a poco recupera espectadores e influencia en el fútbol europeo, como este año, con dos semifinalistas en Champions y otros dos en la Europa League. En España, como en la UEFA, esa limpieza ni está, ni se la espera. Prácticamente todos los clubes de la Primera División española se enfrentan a graves problemas económicos y en Europa casi todos los grandes sucumben ante el poder de los petrodólares, así que solo queda el Real Madrid como abanderado de “la última Cruzada” que pueda salvar este deporte que tanto nos emocionaba.
La prensa cataculé trae a la portada su particular “templo maldito” repleto de aficionados jubilosos que celebran la impunidad de los actos de su club. El estadio del cochinillo, los mecherazos, los aficionados racistas sin identificar y las manifestaciones indepes celebra que podrá volver a su particular “dial del Destino”: caer eliminado dos veces en Europa la próxima temporada. Júbilo y exaltación en el Tramp Nou, la propaganda oficial dice que “todo OK, Joan”, a cambio de lo que todos imaginamos.
Pero no, no todo está OK, ni mucho menos. Una mentira repetida mil veces no se convierte necesariamente en verdad, por mucho que lo dijera Goebbels. O la prensa catalana. Y traemos a colación al ministro de propaganda nazi porque si los nazis son el enemigo a batir por Indiana Jones, apreciamos algo de resistencia madridista en el célebre arqueólogo del sombrero y el látigo. Un tipo que parece comportarse de manera furtiva frente a unos nazis que controlan las autoridades locales, las foráneas, poseen todos los medios e imponen su relato. Por fortuna en estas pelis suele triunfar el Bien, aunque para ello haya que sufrir todo tipo de calamidades. En el mundo del fútbol… lo dudamos.
Llamativa la portada de Sport. Han pasado de anunciar fichajes que nunca llegaban a celebrar la salida de un jugador. Desconocemos los términos de la rescisión del contrato de Umtiti (se hablaba de 20 millones de euros), pero si al comité que vela por el cumplimiento de las normas económicas de LaLiga no le importan sus propias reglas, no vemos por qué íbamos a hacerlo nosotros. Hace dos años dieron la carta de libertad a Matheus Fernandes y seis meses después supimos que dicha rescisión costó 8 millones de euros al club. 17 minutos jugó en el club en total, echen cuentas. Samuel Umtiti jugó la temporada pasada en el Lecce, pero su salario lo pagaba el Barça, y nada de esto computaba para los límites salariales, así que, ¿quiénes somos nosotros para cuestionar la competición? Nuestra cara de incredulidad es la misma de Indiana Jones cuando el mismísimo Führer le firmaba el manuscrito de su padre: todo vale en este podrido mundo del fútbol que nos está quedando. Parece que el Mal triunfa, aunque seguiremos dando caña, como Indy.
Que pasen ustedes un buen día, vayan a las piscinas y aléjense de este lodazal infecto.
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5 comentarios en: En busca del Marca perdido
Todo es patético. La UEFA, la Liga, el propio patético de Madrid...
Los dos primeros por no hacer nada y permitir que el farsa compre a los árbitros de forma evidente y manifiesta. Quizás debido a esto tengamos que ver a Laporta lucir esa sonrisa irónica tan suya, tan de estar pensando "hago lo que quiero en vuestra cara y no pasa ná"
Lo del patético de Madrid porque en un club donde los socios no pueden decidir nada de un club que pertenece al señor Gil, hijo de Gil y Gil (muchos gilis), deciden que escudo les mola más. Tendrían que votar también sobre la camiseta profidén o colgate. Colgate suena a cuélgate dicho por el Cholo. Luego otros cuelgan muñecos con la camiseta de Vinicius y no pasa ná.
Estaremos nosotros, La Galerna, Indiana Jones y a los que les preocupa la tóxica situación del fútbol patrio, todos equivocados y son los Marca, As, y casi toda la demás ¿prensa? deportiva los que tienen la fuerza de la razón ?
...y por supuesto la RFEF y La Liga como máximos responsables de este deterioro
Cuando descubrí la Galerna , hace
Cuando descubrí la Galerna, hace algo menos de
5 años, sentí una sensación de alegría combinada con estupor. Vi enseguida que había encontrado alguien y algo , la línea editorial , que plasmaba muchas de las cuestiones extradeportivas que condicionan e interfieren las competiciones deportivas. Me enganchó el cómo y el qué decían. De conspiranoia, nada. Viene de muy lejos, desde muchos años ha , todo este nauseabundo montaje.
Conforme leía el PA , ante el símil entre esta pantomima de competición y una película de Indiana Jones (por ejemplo), me ha venido a la cabeza lo de que en esta película sí ganan los malos en el amplio sentido de la palabra. Luego lo he visto refrendado en el texto. Es un win-win absoluto del nazional-culerisme. Sin the Tinglao serían un violència o un cerdilla de la vida.
El furgol (for fans) y, en general, el deporte han perdido un apasionado seguidor. Me conozco y sé que nunca volveré. Seguiré incordiando y opinando , con las verdades del barquero, fustigando en la medida de mis posibilidades al "més que un club" y satélites correspondientes. Continuaré sodomizando culers mientras pueda. Rebelde ante semejante patochada.