Hay una antigua máxima del espectáculo que dice que los viejos rockeros nunca mueren. Tenemos muchos ejemplos para atestiguar que es así. E incluso algunos aficionados llegan aún más lejos y sostienen que Elvis cada día canta mejor. Pero sin tener que llegar a la apología o al fariseísmo, todos estamos de acuerdo en que muchas estrellas aún siguen vigentes a una avanzada edad. Pues bien, Luka Modrić es uno de esos viejos rockeros que renuncian a jubilarse. El pasado domingo el croata se sacó de la chistera uno de esos disparos frontales desde fuera del área donde sin espacio para maniobrar es capaz de chutar con fuerza y precisión. Imposible para Ørjan Nyland. Golazo manifiesto de Modric que hizo justicia. El Real Madrid merecía la victoria ante un Sevilla Fútbol Club que vino con el autobús colgado del larguero.
En líneas generales, me gustó bastante el Madrid a pesar de las bajas. Costó conseguir los tres puntos pero el equipo hizo de todo para ganar, palos de Valverde incluidos. La victoria ante el Sevilla era importantísima. Desde el punto de vista clasificatorio, el equipo sigue sumando victorias. En el anímico, mucho más importante, ganar al Sevilla evita un más que posible estancamiento tras el empate ante el Rayo Vallecano de la semana pasada. Dos empates consecutivos nunca son pájaro de buen agüero. Hay empates y empates, véase el ejemplo frente al Atlético de Madrid como uno bastante infortunado, que entran dentro de lo previsto, pero los últimos dos partidos no eran encuentros donde el Madrid mereciera conseguir un punto. Si en Vallecas un arbitraje permisivo sacó del partido al Madrid con un penalti más que discutible y continuos parones con faltitas que se veían premiadas sin tarjetas, el partido del pasado domingo volvimos a asistir incrédulos a un nuevo arbitraje tan horroroso que no sabemos si pertenece al terreno de lo intolerable o estancias más inmorales.
El Real Madrid merecía la victoria ante un Sevilla Fútbol Club que vino con el autobús colgado del larguero
Este año el tema del arbitraje da para una sesión de terror o evento paranormal. Si te lo tomas con distancia, como aconsejaba hacer Woody Allen con las tragedias, hasta le encuentras cierta gracia macabra a tanto despropósito. Ya en la primera vuelta en Nervión sufrimos un arbitraje dantesco que anuló un gol legal por una falta inexistente y un fuera de juego que hace dudar del equipo que tira las líneas desde la sala VAR. No obstante, la participación del colegiado Díaz de Mera el pasado domingo ya no sé ni cómo calificarla. No puedo creer que anulara, VAR mediante, el primer gol de Lucas Vázquez. Sinceramente, no entiendo que anulase ese gol. Si lo de Nacho a En-Nesyri es falta, ¿qué fue un posterior codazo de éste a Nacho? ¿Ahí no entra el VAR? ¿Es una jugada gris? ¿No hay zoom en la realización? ¿Y el codazo de Ocampo a Lucas Vázquez? Decisiones tan variopintas te pueden costar un título perfectamente. Todos nos acordamos cómo ante el Sevilla en el estadio Alfredo Di Stéfano nos birlaron un gol legal y se inventaron una mano de Militao. Y todos recordamos cómo acabó esa liga.
En mi opinión, no solamente las jugadas tan descaradas como los penaltis, los fueras de juegos o los goles anulados son las que pesan. También pesan esas faltas continuas sin pitar, las tarjetas amarillas a jugadores nuestros por nada y ver a especímenes contrarios lucir palmito por todo el campo durante todo un partido cometiendo obscenidades. El máximo ejemplo de esto fue la reacción de Toni Kroos el pasado domingo cuando el árbitro toleró un empujón a Brahim Díaz en el pico del área del Sevilla y justo un encontronazo después de Toni Kroos para luchar por el balón fue sancionado con falta. El bueno de Kroos no daba crédito a la decisión de Díaz de Mera y este ni corto ni perezoso le sacó una amarilla por su protesta airada. Poco pasa. El aficionado que asiste a este horrendo espectáculo se siente identificado con el alemán. Es más, ¿es justo que de un tiempo a esta parte los colegiados tengan tanta importancia? Sospecho que poco favor le hacemos al espectáculo cuando son las decisiones arbitrales las que ganan tanto foco.
tiene todo el mérito del mundo lo que está sacando esta temporada el Real Madrid sin ocho titulares en la mayoría de sus partidos. Sin lugar a dudas, si algo recordaremos de la temporada 2023/2024 es la proeza de una plantilla plagada de lesiones de larga duración que se supo sobreponer a todas adversidades e hizo de la necesidad virtud
El próximo sábado tenemos cita en Mestalla. Ir a jugar a Valencia siempre es complicado y más esta temporada que el equipo de Baraja ha crecido muchísimo. Un equipo lleno de canteranos que comandados por su entrenador está realizando una temporada admirable. Y además, la vuelta de octavos de Champions ante el R. B. Leipzig siempre es un arma de doble filo. Es inevitable tener la cabeza en ella. Por todo ello es admirable la conducta de la plantilla. Para mí, tiene todo el mérito del mundo lo que está sacando esta temporada el Real Madrid sin ocho titulares en la mayoría de sus partidos. Sin lugar a dudas, si algo recordaremos de la temporada 2023/2024 es la proeza de una plantilla plagada de lesiones de larga duración que se supo sobreponer a todas adversidades e hizo de la necesidad virtud. Señores futbolistas de la primera plantilla del Real Madrid, me quito el sombrero ante vuestra profesionalidad. Y muchas gracias.
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