Volvió la competición de élite, volvió el fútbol de clubes. Y volvió el Real Madrid tan fuerte e inexpugnable como se marchó: rocoso atrás, dinámico en medio campo y certero arriba. Semana grande con encuentro de Champions incluido. Aunque primero tendríamos el compromiso liguero. El pasado domingo sacamos los tres puntos del Estadio Nuevo Mirandilla. Si nos fuimos al parón de selecciones goleando al Valencia, volvimos imponiéndonos fácilmente al Cádiz Club de Fútbol. Regresamos con la moral algo tocada por las pérdidas del siempre letal virus FIFA, pero invulnerables a su maligna enfermedad.
El equipo continúa la senda victoriosa que lo sustenta en lo más alto y mantiene su dinámica positiva de toda la temporada. En los catorce partidos disputados de Liga hay un dato que me parece abrumador: el Real Madrid solo ha recibido 9 goles. Este dato es importantísimo, pues tenemos a nuestro portero titular lesionado y al mejor central del equipo fuera de competición desde el principio del campeonato. Es decir, el Madrid es el equipo menos goleado de La Liga a pesar de estas dos bajas tan significativas. Y ese es el milagro de este equipo: puede tener a la columna vertebral del once inicial de baja, pero sigue siendo competitivo. No es poca cosa.
En los catorce partidos disputadosde Liga, el Real Madrid solo ha recibido 9 goles. Este dato es importantísimo, pues tenemos a nuestro portero titular lesionado y al mejor central del equipo fuera de competición desde el principio del campeonato
Reconfortante es el estado de forma de Rodrygo. El delantero brasileño atravesó un periodo de sequía durante el primer tercio de temporada, pero de un tiempo a esta parte parece que ha destapado el célebre tapón de kétchup. Desde la ida en el campo del Braga, el crack brasileño está recuperando sensaciones y vuelve a ser el jugador determinante que siempre ha sido. Es lógico que una mala racha desmoralice a un delantero, por eso la confianza del entrenador es tan importante. Ancelotti apostó por él y tuvo paciencia. El brasileño devolvió el cariño fundiéndose en un abrazo con el míster italiano y ese bonito gesto nos desveló un mutuo afecto entre ambos.
El pasado domingo Rodrygo marcó dos golazos marca de la casa. El primero es especialmente bello pues recorta donde no hay espacio para hacerlo y luego clava por la escuadra un disparo clínico imposible de detener. Por su parte, Jude Bellingham siguió a lo suyo, que es hacer kilómetros como si no costara, dar soluciones tácticas por doquier, dejar detalles del superclase que es y anotar como si no hubiera mañana. El británico cerró el marcador y ya suma 11 goles en Liga siendo el máximo goleador del campeonato. Mención especial a Ferland Mendy. El francés continúa mejorando físicamente y de nuevo luce esa potencia muscular que le hace ser el mejor lateral izquierdo defensivo del fútbol mundial. Reconozco que siento debilidad por él, pero es que un Mendy sobresaliente hace que tanto Kroos como el jugador de ataque que caiga por banda izquierda puedan realizar su función con un extra de energía más que es el pulmón del lateral francés que regala oxígeno a todo el eje izquierdo del equipo. El empate del Girona frente al Athletic Club hace que recuperemos el liderato.
Rodrygo atravesó un periodo de sequía durante el primer tercio de temporada, pero de un tiempo a esta parte parece que ha destapado el célebre tapón de kétchup
Sin apenas días para recuperarnos, llegaba el encuentro de Champions frente al Nápoles. Jugábamos para certificar nuestro primer puesto en el grupo. El Nápoles se adelantó con gol de Giovanni Simeone en el minuto 8 aprovechándose de un desbarajuste defensivo. No obstante, el Madrid respondería de inmediato con un golazo por la escuadra de Rodrygo. Con el marcador igualado, los nervios se fueron aplacando. Diez minutos más tarde, llegaría la remontada. El segundo gol lo anotó Bellingham de un genial testarazo. La jugada del gol es preciosa pues Jude tira el desmarque justo cuando David Alaba lo ve adentrándose en el área napolitana y le centra un balón de dulce. Por cierto, con este gol el británico se convierte en el primer jugador que marca cuatro goles en sus primeros cuatro partidos en Europa con el equipo blanco. Ni Cristiano Ronaldo ni don Alfredo Di Stéfano lo lograron. Palabras mayores.
El Madrid daba la vuelta al partido hasta que Frank Zambo volvía a empatar justo a la vuelta de vestuarios con un derechazo imposible de atrapar. Entonces, el Madrid empezó a remar y toda la segunda parte fue un acecho hasta que el canterano Nico Paz hizo una jugada para enmarcar. Paz recibe de espaldas, se gira con un regate deshaciéndose del rival y prueba suerte desde fuera del área con un disparo seco imparable. Jugada para el recuerdo. El cuarto y último llegó tras una jugada personal de Bellingham que lideró un contragolpe matador que brindó en suerte a Joselu. El delantero gallego ponía fin a una pequeña crisis anotadora. En fin, el de anoche fue un partido antológico que únicamente se da en Champions. Líderes en Liga y líderes en Champions.
Con el gol ante el Nápoles, Bellingham se convierte en el primer jugador que marca cuatro goles en sus primeros cuatro partidos en Europa con el equipo blanco. Ni Cristiano Ronaldo ni don Alfredo Di Stéfano lo lograron. Palabras mayores
Y como si nada, encaramos el final de la primera vuelta en un abrir y cerrar de ojos. La voracidad de los tiempos es tal que ya estamos bordeando la Navidad. Los anuncios de perfumes acaparan la programación y hasta las luces navideñas están encendidas en nuestras ciudades. Esto es algo contra natura porque de toda la vida de Dios el encendido se hacía durante el megapuente de la Constitución y la Inmaculada Concepción. Tradicionalmente las familias ponían el portal de Belén y decoraban el hogar con motivos navideños en esos primeros días de diciembre. Así pues, con las luces ya prendidas el personal está pensando en el jamón, en los pestiños y en los regalos. Quien más y quien menos hace propósito de enmienda para suavizar el carácter y esforzarse en su bondad a la hora de afrontar las temidas reuniones familiares o esos reencuentros episódicos con compañeros y antiguos amigos.
En estos días la prensa deportiva ya suelta titulares de si fulanito o menganito no se comerá los turrones en tal o cual equipo porque lleva desde el Pleistoceno sin ganar un partido. Por ejemplo, el simpatiquísimo entrenador del Sevilla F. C. Diego Alonso tiene pinta de no disfrutar de las bondades culinarias de la calle Sierpes. Ya están tardando esos titulares. Es un asunto de credibilidad. La construcción de la credibilidad es ardua pero su destrucción se logra en cinco minutos. Y una vez perdida ya no es tan fácil recuperarla. Eso le pasa a Xavi Hernández y al relato barcelonista. Tras hablarnos de la excelencia y de que en Can Barça no vale ganar por ganar, ya no engaña a nadie. El Barcelona no juega a nada, Xavi sigue sin dar con la tecla y el entorno culé empieza a ponerse algo nervioso tras el empate frente al Rayo Vallecano. Damos por hecho que el bueno de Xavi tomará sus canelones por San Esteban pero su figura parece cada vez más desgastada ante la opinión pública. Toca portarse bien, que los Reyes Magos ya están al acecho mirando si somos buenos. Que Dios reparta suerte.
Getty Images.
Creo que los madridistas debemos estar agradecidos al club en particular a Florentino y José Angel Sánchez por la planificación del equipo a Ancelotti por regalarnos el disfrute de este Madrid. Estos días hemos tenido que soportar las quejas de algunos madridistas (piperos?) y en artículos de medios de comunicación que no hay planificación (!!!!!) Y que Ancelotti no es entrenador para el Madrid y que no tiene trabajado el equipo(!!!!!!!!!!!!).
En fin....