En Barcelona, la prensa de Madrid...

Buenos días. Pep ya está en Manchester, sacudiendo desde su entrada triunfal (ni el Señor en Jerusalén) las portadas de la prensa del rinconcito y siendo entrevistado por Noel Gallagher. Llegar a Manchester y que te entreviste Noel Gallagher es como llegar a Stratford-upon-Avon y que te entreviste William Shakespeare, quien habría recibido al ínclito Pep con algunos de sus versos más dulces.

Shall I compare thee to a summer's day?

En lugar de eso, Pep, de natural algo edulcorado, se tuvo que conformar con las guitarras rasgadas de Don't look back in anger, lo que tampoco está mal que digamos, si bien no se trata de un consejo que Pep parezca necesitar. No mira atrás con ira el de Sampedó, o eso podemos colegir de las palabras que pronunció sobre Messi a su llegada al lugar, instado por la afición. Palabras que, por demás, la prensa del rinconcito trae a colación como si fueran razón suficiente para ir a Canaletas.-Que no. Que Leo es patrimonio del Barça y, aunque también lo es de la Humanidad no así le ocurre al Manchester City, o a ver si habéis pensado que en todas partes es fiesta. Leo se va a retirar en el Barça, donde aún le faltan muchas cosas por conseguir, verbigracia el Balón de Bronce que -como profetiza un amigo de la peña madridista Al Ataque- este año no se le escapa. Pero es que además sois unos pedigüeños, estimados mancunianos. Conformaos con tener aquí, con vosotros, al artífice por excelencia del fútbol milagroso de Messi y sus adláteres. De igual forma que no en todas partes es fiesta, no todos los días lo es, ni para todo.

-Trae entonces contigo a Busquets, o a alguien- reclama la multitud.- A Pinto. Al padre de Neymar.

-Callad un momento que ahora me está entrevistando Noel y tengo que hablar de lo que supone para mí el estar aquí, así como de la forma en que pienso enfrentarme a la fiereza de los tabloides británicos. Y es aquí donde le voy a decir a Noel una frase absolutamente genial.

-Pep, how do you intend to cope with the harshness of the British press?

-Estoy acostumbradísimo. En Barcelona, a veces, la prensa de Madrid se vuelve loca.

Qué recontraputísima genialidad, amigos galernautas. La repetimos para que gocéis de ella en toda su dimensión.

En Barcelona, a veces, la prensa de Madrid se vuelve loca.

En La Galerna vamos a encargar camisetas con la aseveración y las vamos a lucir en el consejo de redacción día a día.

-Abrid las ventanas, por favor. Lleváis mes y medio sin quitaros la camiseta de Pep y se nota. Lo comprendo y lo asumo, pero abrid las ventanas un rato, por favor.

-Pero jefe. Es que entonces se va el aire acondicionado.

El que no se va porque acaba de llegar (a Manchester) es Pep, a quien deseamos toda la suerte del mundo en su nuevo equipo. La Galerna nació  ya en la era post-Guardiola y no ha tenido grandes ocaciones para manifestar su opinión sobre este entrenador que nos parece estupendo pese a que la mayor parte de su éxito (al menos de su éxito más allá de las fronteras nacionales, perdón, españolas) se sustente precisamente sobre la unicidad irreproducible del propio Messi. No Messi no party or not so much of a party whatsoever, que es justamente lo que le vino a decir aquel hincha del City cuando vena del cuello hinchada le reclamó la presencia del argentino.

-Tráete a Messi- sigue a estas horas gritando el espontáneo, un poco como aquellos del pueblo que reclamaban que la novia del alcalde fuera comunal en "Amanece, que no es poco".

-Queremos que la muchacha sea comunal.
-Y turgente.
-Que turgente ya es- replicaba el primero, justo antes de llegar a las manos.

Nosotros, en La Galerna, podríamos llegar a las manos por defender que no solo la prensa de Madrid, en ocasiones, se vuelve loca en Barcelona, sino que, complementando la camiseta, a veces la prensa de Madrid se vuelve loca en el propio Madrid. Esto no hace sino corroborar la tesis de Guardiola, ya que si uno está loco en el propio domicilio cuánto más lo estará cuando salga al extranjero, como pueden corroborar muchas estudiantes de innumerables programas Erasmus. En Barcelona es la prensa de Madrid la que se vuelve loca pero eso no implica que tenga que ir allí para que un juez médico decrete su incapacidad.

La que en cambio nunca se vuelve loca -ni en Barcelona ni en Madrid ni en ningún otro lugar- es la prensa de Barcelona, que siempre sabe perfectamente lo que quiere y todo lo encamina al logro de esos objetivos hiperclaros, a saber: quitar importancia y hasta emponzoñar los éxitos deportivos del club rival, a cuyo palmarés no puede el Barça ni asomarse sin rubor. Eso e informar puntualmente de las recurrentes renovaciones de Messi.