Empatar a Ángel Nieto

Buenos días. En una de las últimas entrevistas que concedió, Ángel Nieto instaba a Florentino Pérez a empezar a llamar a la ambición de la Décimo Tercera la ambición de la 12+1. Tan madridista como supersticioso, el legendario piloto trataba de ahuyentar el mal fario desde primerísima hora de la temporada. 12+1 era el número de sus títulos mundiales, y produce verdadero dolor pensar que nunca llegará a atestiguar el otro 12+1, aquel que en el imaginario colectivo vikingo ya ha empezado a  gestarse en Kiev. ¿Cómo un experto en domeñar a la suerte pudo sucumbir a la fatalidad casi tragicómica de morir a ruedas de un quad tras asombrar al mundo a lomos de una moto de carreras? Qué puta es a veces la vida, campeón, qué miserable, si bien no tanto como para ser capaz de emborronar un ápice la soberbia huella de tus neumáticos a través de la historia que tú hiciste.

Los Faerna vinieron ya ayer por La Galerna para rendir tributo a Nieto, quien a lo largo de la entrevista casi póstuma a la que antes aludíamos se refería a su amistad con Juanito. La historia que tú hiciste y la que él hizo también, toda ella entretejida de historia por hacer allá donde no llegamos ni en tiempo ni espacio los comunes mortales. Vistos ahora los dos, juntos de nuevo, se quiere dejar ver incluso un punto de parecido físico, dos pequeños grandes hombres engalanados por una graciosa altivez tocada por el genio.

El tributo de Marca, por su parte, es casi perfecto pero ay. Era realmente una portada muy hermosa hasta que la zarpa ominosa del mercado de fichajes la hirió con un rasguño casi imperceptible pero por ello mismo totalmente prescindible. Que si Zidane, que sí Mbappé y que si Bale. Le ha injertado una hernia de rumorología a esta portada emotiva el mismo periodista que elevó la hernia a la categoría de titular y hasta de nombre propio, The Hernia Chronicle. Pese a que tampoco renuncia a su cuota futbolística del día (la sombra saliente de Neymar es alargada), la portada de Mundo Deportivo se nos antoja sorprendentemente digna, sin que por desgracia podamos decir lo mismo de la de As.

As trata también de homenajear a Nieto pero se queda donde se quedan aquellos a quienes ya no contempla el menor rastro de clase. Aquí la intromisión del mercado de fichajes es más notoria, más zafia, más estrepitosa. La foto es fea y el homenaje es probablemente bienintencionado y esencialmente cutre. El contraste queda de manifiesto en este día de luto por el mito: hay medios que siguen una buena línea con alarmante facilidad para cagarla, y medios que la cagan mostrando una pasmosa incapacidad para acertar ni siquiera de modo ocasional. Hasta Mundo Deportivo semi-acierta hoy en el terreno de la dignidad a la que As no llega a asomarse.

A partir de aquí resta poco que reseñar (pondremos la portada de Sport porque querréis, o no, verla,
pero el homenaje es ya tan residual y frío que ni computa). Ángel Nieto -que abrazó el madridismo a partir del momento en que Bernabéu le concedió la insignia del club tras sus primeros títulos del mundo-
se quejaba del escaso eco que la prensa deportiva ofrecía al motociclismo en beneficio del fútbol. Poco, muy poco caso le hace La Galerna al motociclismo (aunque algo ha habido) mientras mucho, mucho le dedica al fútbol, de modo que no es descabellado pensar que al Ángel Nieto más joven en nada le hubiese agradado La Galerna. Sí al Nieto posterior a esos años, el Nieto futbolero. Quién sabe si algún día incluso nos leyó. Si así hubiera sido (y aunque no hubiera sido así), qué mejor aliciente para que La Galerna siga soñando vicariamente con la 12+1, aquella en la que, a escala, el Madrid aún podrá empatar a Ángel Nieto en grandeza.