Tengan ustedes buen día. Por esta vez en La Galerna no se han dirigido a mí para que les escriba un texto sobre tal o cual cuestión, sino que han recurrido a mí por mi profesión. En La Galerna han decidido que el Real Madrid necesitaba un abogado defensor ante los ataques, infundados a nuestro parecer, que por parte de diferentes medios de comunicación y particulares concretos está padeciendo nuestro club con la única finalidad de desacreditar la conquista de nuestro trigésimo cuarto título de liga.
La lista de los denunciantes, por conocida y prolija, no la enunciaremos aquí, dado que si no esta defensa sería demasiado larga y perdería la efectividad que entendemos ha de tener. Tampoco vamos a entrar en datos comparativos, sobre todo porque nuestra salvaguardia de los intereses del Real Madrid no puede basarse en ese tan de moda “y tú más”, como queriendo eludir nuestra culpa alegando que, en tiempos pasados y no tan pasados, se creó de una manera institucional y mediática una red de ayudas arbitrales hacia aquellos que, a día de hoy, están poniendo el grito en el cielo por hechos carentes de veracidad y contra nuestro equipo.
Para darle mayor notoriedad a nuestros argumentos, recurriremos a la figura de Atticus Finch, el abogado de “Matar a un ruiseñor”, novela de la escritora Harper Lee y papel interpretado en la película de Robert Mulligan por el actor Gregory Peck. En el caso que nos ocupa, como en el relato de Lee, nuestra defensa también viene marcada por acusaciones infundadas, aquí acerca del uso que del VAR se está haciendo. El VAR, ese elemento tecnológico que cuando apareció, los mismos que acusan al Real Madrid de beneficiarse de él, anunciaban el final de nuestros éxitos deportivos dado que con él llegaría la imparcialidad real y la ecuanimidad a la competición. Con el VAR habría, por fin, verdadera justicia deportiva. Pues desde la vuelta a la competición tras la crisis sanitaria del coronavirus, el VAR se ha convertido, para los acusadores, en el jugador número 12 del Real Madrid. Antes del parón, cuando el Fútbol Club Barcelona era líder con dos puntos de ventaja sobre nuestro equipo, el VAR era criticado de una manera objetiva dado lo errático de su protocolo de aplicación. Y esta crítica se extendía, y se extiende, tanto en Alemania como en Francia, Inglaterra e Italia, donde las críticas al sistema son unánimes. También en aquellos países se bendijo el VAR en sus comienzos para pasar ahora a considerarlo un “desastre total”.
¿Que el VAR ha cambiado el fútbol? Es obvio. ¿Que las decisiones trascendentes ahora se toman desde una sala y no desde el campo? También. ¿Que habría que cambiar las siglas porque el término “assistant” no es tal y los miembros del VAR se han convertido en los árbitros reales, que no asistentes, de la competición? Pues pudiera ser.
Ahora bien, de ahí a afirmar que el VAR es la herramienta que engrasa las victorias del Real Madrid, pues miren, no. Para empezar (recurran a las estadísticas) si se anularan todas las decisiones del VAR, el Real Madrid sería el líder de la competición con cuatro puntos sobre el segundo. Y si ven las imágenes en las que este ha intervenido, en ningún momento ha beneficiado a nuestro equipo, sino que ha supuesto la aplicación efectiva de la norma en cuestión, así, allí donde era penalti el penalti se ratificó y donde era fuera de juego o no debió serlo, el VAR fue ecuánime en su aplicación. Pero claro, ahora se trata de fulminar al VAR porque está siendo justo, o quizá equitativo, entendiendo la equidad como dar a cada uno lo que le corresponde. Cierto es que, si acabamos ganando la liga, al igual que en “Matar a un ruiseñor” este abogado que hoy les escribe, aun habiendo demostrado la falsedad de las inculpaciones que se vierten sobre su cliente, no logrará un veredicto absolutorio por parte de esos acusadores, que pedirán que el título se declare desierto ante el amaño evidente de la competición. Pero, amigos, por suerte los denunciantes, conocidos ya por su trayectoria difamatoria, sólo pueden vocear desde su páramo de infelicidad que no es otro que el de no ser del Real Madrid. Y no tengo nada más que añadir, Señoría.
Sombrerazo.
Desde la vuelta a la competición, los arbitrajes al Barcelona y al Real Madrid han sido razonablemente justos. Lo que a uno le llevaría a pensar que, con un un poco de suerte, el Villaratinglao estaría llegando a su fin. De hecho, si en esta próxima y penúltima jornada de Liga los árbitros y sus ayudantes del VAR continúan con sus aciertos, casi se podría parafrasear aquella famosa noticia televisada:
"Españoles... El Villaratinglao ha muerto".
Pero habrá que esperar a ver qué sucede y cómo actúan en esta penúltima jornada Hernández Hernández y compañía (pensarlo produce escalofríos...). Porque si se volviera a las andadas, y a causa de errores arbitrales y del VAR, el Real Madrid perdiera y el Barcelona ganara, habría que esperar a la última jornada, en la que los escalofríos se podrían convertir directamente en temblores de 8,9 en la escala Richter. Y ahí, el madridismo tendría que elevar la voz como jamás la ha elevado en la historia, para evitar la trampa final y morir nadando sin alcanzar la orilla...
Todo el mundo que entiende un poco de fútbol, y a las imágenes me repito desde cualquier RRSS.
Se puede observar que lo que ha vivido el barSa con Villar y Gaspar ha sido una MANIPULACIÓN que ha sobrepasado la realidad.
No me quiero extenderme más, repito, a día de hoy todo está visible!!!
Creo que la foto se corresponde con un partido entre el Real Madrid y el VARsa. Y el entrenador que está de espaldas, Lopetegui; penaltako , no señalado, sobre Benzema por empujón-agarrón de gordi alba.
Reial Madrit, el millor. En tot i sempre.
Gran artículo sobran las palabras y el ejemplo de matar al ruiseñor fantástico y gran película con el resto esta todo dicho el madrid a ganado bien pero hay polémica verdad Raúl varela vamos a explotarlo por que si seguimos metiendo mierda seguiremos como antes puteando al madrid y no dejándolo competir como a pasado en estas dos décadas esto lo ve hasta un ciego