El VAR ayuda a Ter Stegen

Buenos días. Ayer arrancó la Champions League 2019/2020, aunque bien es cierto que lo importante empieza hoy, con el Real Madrid en París y el trece temblando por si irrumpe en unos meses el catorce. Luego hablamos del equipo de Zinedine Zidane. Ahora vamos a centrarnos en el 0-0 del Barcelona en Dortmund. Tiene miga, y mucha, pese al silencio y el tono agradable de la prensa.

Muro, muro y más muro. El entorno cataculé olvida la originalidad y tira de topicazo para hablar de Ter Stegen y no hacerlo de todo lo demás. ¿Y qué es todo lo demás? La imagen paupérrima de un Barcelona que hizo méritos para ser goleado por el Borussia Dortmund. La sustitución de Ansu Fati, que conoció ayer el significado de los galones cuando Ernesto Valverde decidió quitarlo a él y no a Griezmann, Luis Suárez u otro compañero. El pobre rendimiento de Messi en los minutos que estuvo en el terreno de juego. Pero, sobre todo, la ayuda del árbitro y del VAR.

Nos detenemos en esto último. Ter Stegen paró un penalti a Reus, y lo hizo tras alejarse un poco de la línea de gol, algo que está terminantemente prohibido y que, reglamento en mano, obliga a repetir el lanzamiento desde los once metros. El colegiado no lo vio y el VAR no quiso meterse. Tampoco entendió el señor Ovidiu Haţegan que había que mostrar la segunda amarilla a Piqué por una mano por la que sí fue amonestado Rakitic cinco minutos antes.

Curiosamente, la prensa cataculé -y la madrileña, seamos sinceros- nos habla de Ter Stegen y de un Barcelona que no estuvo bien, pero pasan por alto la ayuda del VAR en el penalti, la roja perdonada -otra más en Europa- a Piqué y lo mucho que va a pisar banquillo y/o grada Ansu Fati ahora que están todos los cracks disponibles.

Centrándonos en el PSG-Real Madrid de esta noche, agradecemos la portada de 'La Ouija Today' y ese mensaje reivindicativo que sitúa a Zidane en el lugar que merece, que no es otro que el de uno de los mejores entrenadores de la historia de la Champions League. Seguramente el diario madrileño no quería ser tan cariñoso ni contundente, pero lo ha sido y a nosotros nos encanta. Una vez al año no hace daño.

Volveremos a ver a Keylor Navas, esta vez con otra camiseta, pero no encontraremos enfrente a Cavani, Neymar y Mbappé, ya que ninguno estará en el debut del PSG en Europa. Bajas sensibles, qué duda cabe, aunque no suficientes como para que el Real Madrid sienta que puede saltar confiado al césped. El club francés se ha reforzado mejor que otros años y al brillo individual ya lo envuelve una estructura colectiva bastante potente. Nosotros, mientras tanto, aterrizamos allí sin Sergio Ramos, Nacho, Marcelo, Modric, Valverde, Isco y Asensio. Que suene el himno y volvamos a soñar.