Los grandes jugadores siempre van unidos a momentos estelares. La “mano de Dios” de Maradona, la volea de Zidane o aquel gol de falta de Roberto Carlos son ya inmortales. En el caso de Sergio Ramos, decir “minuto 93” hace que a muchos madridistas se nos ilumine la cara, y los atléticos conserven la que tienen siempre. Sea como fuere, Sergio Ramos es ya historia no del Madrid, sino del fútbol mundial.
En el caso de Sergio Ramos, decir “minuto 93” hace que a muchos madridistas se nos ilumine la cara, y los atléticos conserven la que tienen siempre
En su etapa como madridista ha ganado cinco Ligas, cuatro Champions, cuatro Mundiales de Clubes, tres Supercopas de Europa, cuatro Supercopas de España y dos Copas del Rey. Gracias a ello ha sido convocado en 181 ocasiones con la selección española, con el resultado de un Mundial, dos Eurocopas y un Europeo sub-19. Parece claro, pues, que Sergio Ramos ha ganado con el Real Madrid y el Real Madrid ha ganado con Sergio Ramos. Y durante los 16 años que vistió la camiseta blanca, su liderazgo dentro y fuera del terreno de juego fue notable. Tuvo, como todos, sus “momentos”, pero habida cuenta de lo muchísimo que nos ha dado, es mejor quedarse con esto último.
Nadie está por encima de Real Madrid, ni siquiera Sergio Ramos. Tampoco es fácil irse de aquí. Dos leyendas de este deporte, Di Stefano y Cristiano Ronaldo, tuvieron una marcha más agridulce de lo que habrían querido y, sin embargo, son y serán historia. De entre todas nuestras estrellas, quizá Marcelo haya sido quien mejor ha sabido despedirse como Dios manda. En el caso del sevillano, rechazó la oferta de renovación del club —arrepintiéndose cuando ya no había remedio— y puso rumbo al PSG. Ahora ha firmado por su primer club, el Sevilla, donde previsiblemente se retirará. A su llegada, ha pedido perdón por “errores pasados”, algo que ni ha sido entendido por los ultras del Sevilla ni por ciertos madridistas que no ven —vemos— necesidad de semejante gesto.
Quién sabe si Sergio Ramos aún no ha metido su último gol importante para nosotros
Por partes. Sergio Ramos es un tipo que siente el Madrid. También el Sevilla; nunca lo ha ocultado. En toda su excelsa trayectoria ha brillado más por su fútbol que por sus declaraciones y, por qué no decirlo, por algunas decisiones al albur de su “entrono”. ¿Sobraban esas disculpas? Probablemente. ¿Tan graves son? Qué va. Si eso mismo lo hubieran dicho Arbeloa o Xabi Alonso otro gallo cantara. Pero no. Ramos dice lo que dice cara a una galería de cafres e iletrados que sólo saben gritar, y ahí debiera acabar todo. Sergio Ramos es pasado, un pasado glorioso como pocos, pero pasado. Su presente no es asunto nuestro. Y si alguien duda, minuto 93. Quién sabe si aún no ha metido su último gol importante para nosotros.
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Por lo general los jugadores que fueron todo y ya están en el ocaso SE ARRASTRAN COMO LOMBRICES por querer seguir siendo lo que ya nunca podrán ser.
Ramos estes donde estés o caigas donde caigas el resto de tus días te arrepentirás del día que dejaste el Reai Madrid, el único lugar donde se te ha querido de verdad
UNA PENA QUE TU DESPEDIDA COMO FUTBOLISTA NO HAYA SIDO EN EL TEMPLO SAGRADO DEL SANTIAGO BERNABÉU
VAMOS MADRID HASTA EL FINAL
Ramos ejerció de quedabien, él no tenía que pedir disculpas a nadie del Sevilla ya que solo tuvo pique con los biris y porque previamente le habían insultado a él y a sus familiares repetidamente (no solo en ese partido donde tira el penalti de panenka y deja bien claro que va por los biris y no por el resto de la afición) así que otro jugador que no tiene la personalidad suficiente, en todo caso debería exigir que los biris se disculpen ante él.