"Ceballos no ha jugado los minutos que merecía con sus entrenamientos".
Carlo Ancelotti, abril de 2022
La reanudación de la temporada de clubes tras el abrupto parón provocado por el Mundial de Catar va a exigir al Real Madrid dar lo mejor de sí mismo durante un atípico mes de enero que se antoja vital para el devenir de la segunda mitad del curso de los de Ancelotti. No sólo porque está obligado a mantener el alto ritmo de puntuación que, hasta ahora, ha exhibido en la Liga, sino porque a las posibles eliminatorias a partido único en la Copa del Rey se sumarán la disputa de la Supercopa de España y el viaje a Marruecos para intentar hacerse con su quinto Mundial de Clubes días antes de encerrarse en un cuarto con la hidra de tres cabezas que es el Liverpool de Klopp en los octavos de final de la Champions League. Una cronoescalada de cinco puertos con final en alto para la que el técnico italiano tendrá que confiar en varios de los menos habituales. Y ahí es donde Dani Ceballos puede y debe dar un paso adelante para sumar y, de paso, ayudarse a sí mismo a definir su futuro.
Hasta que Modrić, Tchouaméni y Camavinga se reincorporen a la dinámica del equipo después de sus días de vacaciones, Ancelotti únicamente podrá contar con Kroos, Fede Valverde y Ceballos como centrocampistas puros del primer equipo. Porque, aunque en su etapa en el Bayern ocupó posiciones de mediocentro o interior en muchos partidos, desde su llegada a Chamartín Alaba sólo ha jugado como central o lateral zurdo y parece poco probable que 'Carletto' vaya a sacarle del centro de la zaga. Es por eso que con Kroos jugando, presumiblemente, como pivote en la base y con Fede Valverde actuando con libertad en todo el carril derecho, el talentoso futbolista sevillano deberá ser capaz de generar ventajas desde la banda izquierda formando triángulos con Mendy y con quien juegue como extremo zurdo hasta el regreso de Vinícius (¿quizá Hazard?), ser un socio para Benzema en el último tercio del campo y ayudar en fase defensiva gracias a la intensidad y la concentración de la que suele hacer gala cada vez que salta al césped. Es decir, Ceballos está obligado a darle al Madrid respuestas y soluciones a partir del control de la posesión frente a equipos que, como el Girona o el Cádiz, se encierran atrás esperando una contra.
Dani Ceballos puede y debe dar un paso adelante para sumar y, de paso, ayudarse a sí mismo a definir su futuro
No es ningún secreto que su calidad con el balón, su imaginación y su capacidad para poner ese talento al servicio del colectivo han hecho de Ceballos un jugador muy del gusto de Ancelotti, su gran valedor para que ni el verano pasado ni este último abandonara el Santiago Bernabéu. Sin embargo, a pesar de que una vez recuperado de la grave lesión de ligamentos que sufrió en los Juegos Olímpicos de Tokio su final de temporada fue bastante notable, sumando minutos en momentos clave e incluso titularidades en partidos de Liga —por ejemplo, su actuación en el triunfo ante Osasuna en la jornada 33 de Liga fue sobresaliente—, su protagonismo en este primer tramo de la temporada ha ido de más a menos. En las cuatro primeras jornadas de Liga entró en el último cuarto de hora con el objetivo de aportar frescura y pulmones y conservar el resultado, mientras que en la victoria frente al Mallorca Ancelotti apostó por él como titular, repitiendo tres semanas después ante Osasuna. En cambio, en una espesa noche de todo el equipo justo después de los compromisos de las selecciones, fue sustituido en el descanso y no volvería a jugar hasta el 2 de noviembre, cuando salió en la última media hora de la victoria contra el Celtic de Glasgow en Champions, competición en la que únicamente había disputado cinco minutos a mediados de septiembre. Entre medias, una rotura fibrilar en el bíceps femoral justo antes de medirse al Shakhtar Donetsk le impidió participar en siete partidos durante el comprimido mes de octubre y con la que dijo adiós a las escasas opciones que aún tenía de estar en Catar.
Es difícil calibrar cómo mezclarán las piezas de este inédito centro del campo que, en teoría, deberán formar Kroos, Valverde y Ceballos en el encuentro liguero frente al Valladolid, pero lo que es indiscutible es que el sevillano afronta unos meses fundamentales para determinar el rumbo de su carrera. No sólo porque si su último semestre del curso fuera bueno se le volverían a abrir las puertas de la Selección de la mano de Luis de la Fuente, que como responsable de las categorías inferiores siempre ha confiado en su fútbol técnico y elegante. Sino porque, aunque ahora parece una hipótesis remota, el Real Madrid podría plantearse la renovación de un contrato que expira en el mes de junio si Ceballos consigue convertirse en una pieza útil en la rotación de Ancelotti, más aún teniendo en cuenta que Kroos sigue meditando su posible retirada a final de temporada, que Modrić, en unos meses, cumplirá 38 años y que el precio que se va a pagar por futbolistas como Bellingham o Enzo Pérez va a ser superior a los cien millones de euros. Por eso, si consigue transformarse en una cola de león parecida a lo que Kovačić o James Rodríguez fueron en la temporada 2016-17 el Real Madrid tendrá más posibilidades de volver a pelear por todos los títulos. El reto, para ambos, es mayúsculo.
Getty Images.
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