-Me han dicho que hubo un tercer hombre ayundádoles a Kurtz y a usted a cambiar el cadáver de sitio.
-No sé de dónde ha sacado usted esa idea. Todo está en el atestado de la policía. Solo estábamos Kurtz y yo. ¿Quién le ha contado semejante historia?
Si aún no han reconocido este diálogo, añádanle la cítara de Anton Karas. Si siguen sin caer repasen el título de este artículo, y si nada de esto les pone sobre la pista abandonen la lectura de este texto pedestre, entren en filmin y vean la película de una vez por todas. No haberla visto es como haberse perdido a Modric.
Pero no estamos aquí para hablar del eximio centrocampista croata, ni de sus dos legendarios compañeros de línea (Casemiro y Kroos), sino para adentrarnos más adelante en las líneas enemigas, como quien cruza al otro lado de la frontera de la Viena de posguerra, y fijarnos en la delantera del Madrid. Ha anunciado Carletto taxativamente que, salvo que medie imprevisto, el Madrid va a jugar siempre con un 4-3-3, de modo que siempre habrá un tercer hombre. Los otros dos hombres, los otros dos nombres, los conocemos de sobra, pero diga lo que diga el atestado policial siempre habrá otro vértice en el triángulo, no en este caso en la tarea de trasportar cadáver alguno de la calzada a la acera, tras sufrir el finado ningún misterioso atropellamiento, sino en la de llevar al Madrid a lo más alto, que es donde el italiano mantiene al equipo en esta temporada que hasta el momento es difícilmente mejorable.
Los dos hombres preceptivos, que preceden al tercero, son sobradamente conocidos. Benzema no se parece en nada a Popescu, no solo al tosco medio rumano que jugó en aquel Barça tan de entreguerras como el actual, sino tampoco al personaje de El Tercer Hombre que mantiene la conversación inicial con Joseph Cotten, Holly Martins en la obra maestra de Carol Reed. Popescu es corpulento, bigotudo y profundamente sospechoso, mientras que Karim nunca ha estado más fino y su hirsutismo tiene un sentido estético que armoniza con el dedo en cabestrillo para hacerle la guerra al glamour. El siniestro barón Kurtz, tan desasosegador, no recuerda a Vinicius en casi nada, si bien no es difícil imaginar al brasileño con un abrigo de piel algo excéntrico y sosteniendo un chihuahua.
¿Quién era el tercer hombre? No es cuestión aquí de hacer spoilers, existiendo como existirán por ahí fuera afortunados que aún no hayan visto esa catedral del cine y puedan disfrutar de ella por primera vez. Para el futuro, en cambio, no se han inventado los spoilers, lo que legitima la actividad inocente de vaticinar quién puede acompañar a Vini y Karim en la formación de ataque para lo que queda de temporada, incluso la de especular jugando a entrenadores acerca de quién debe hacerlo.
Con sabiduría (valga la redundancia tratándose del técnico transalpino), Carlo tiene compitiendo por el puesto mayoritariamente a dos hombres: Rodrygo y Asensio. Es de hecho el único puesto del equipo que no tiene un protagonista fijo. El resto del once se puede recitar hoy por hoy de carrerilla, como sucede con los madrides más clásicos -otro debate es si el fútbol actual recomienda ese lujo-. En ese undécimo hombre que es el tercero a mí me gusta especialmente Rodrygo, porque tiene talento, tiene gol y tiene una capacidad de trabajo y una falta de ego para ejercerla absolutamente encomiable. La opción Asensio me gusta un poco menos, propendiendo como propende el mallorquín a cierta dispersión y acomodándose con menor naturalidad al ataque por banda derecha (no soy un fan de la "pierna cambiada"), pero le reconozco esperanzadores ratos de fútbol reciente, como su hat trick al Mallorca, su gran partido ante el Rayo y su fulgurante aparición a última hora frente al Inter, golazo incluido. No solo golazo: se fue arriba en internadas plenas de mordiente en varias ocasiones, permitiendo intuir que ese jugador aversor al riesgo (en el que ya se había convertido antes de la lesión) puede estar quedando atrás.
Carlo tiene compitiendo por el puesto mayoritariamente a dos hombres: Rodrygo y Asensio. Es de hecho el único puesto del equipo que no tiene un protagonista fijo. El resto del once se puede recitar hoy por hoy de carrerilla, como sucede con los madrides más clásicos
Para engalanar el once inicial de un partido que arranca con la relativa escasez de condicionantes de todo minuto cero, me quedo con el brasileño. Para poner patas arriba un marcador ajustado, cuando las piernas comienzan a flaquear, entiendo que hay pocos como Marco, sin perjuicio de que ambos puedan intercambiarse los papeles con alguna frecuencia. No sería la primera vez que vemos a Marco brillar desde el comienzo de un choque, ni a Rodrygo servir de revulsivo apareciendo desde el banquillo. Sería interesante conocer lo que Kurtz y Popescu querrían opinar al respecto.
Me quedo con rodrygo, de aquí a lima
Es el entrenador , sabio en este casi, quien toma la decisión. El sabrá , mejor que nadie, en función de los datos que maneje. Por gusto personal, y como mero aficionado, me quedo con Rodrygo. Sin embargo, también reconozco que Marco Asensio en ocasiones, no pocas, entusiasma.
Dada la longitud de la temporada, lo ideal sería, que tanto Rodrygo o Asensio disputen con ferocidad la titularidad en ese puesto y que Jovic esté preparado para suplir a Benzema, al igual que Hazard o Bale lo estuviesen para dar descansos a Vinicius.
Resumiendo, necesitamos lo mejor de esos hombres que no son los titulares habituales y que cuando salgan aporten esfuerzo y calidad, ya sean Camavinga, Vakverde, Nacho, Hazard, Asensio, Jovic o Rodrygo por citas los más importantes.
También hay que esperar que la Copa del Rey sea tomada con la suficiente seriedad por esos jugadores menos habituales y que sirva para elevar el tono competitivo de la plantilla.
Prefiero a Rodrigo trabaja más más y tiene más desborde.Asensio rinde mejor cundo sale desde el banquillo no se pir que será pero es mi apreciación y siempre nos deja esos goles o tiros con peligro.
Comparto los comentarios, pero me gustaría ver a Asensio jugando mas al medio, ya demostró que es dúctil en esa franja del campo y arrollador. No me convence mucho en la banda, pero Carleto no juega con mediapunta. La zurda que tiene Asensio no la tiene nadie, la potencia de voleo tampoco, por eso creo que jugando como mediapunta detrás
de Karin y Vini podría hacer destrozos.
Recuerdo la desagradables escena y el consecuente recuerdo que dejó en mí el “encuentro” , un domingo por la mañana en una tienda de una localidad no muy lejana a la condal, con Gheorghe Popescu. Menudo elemento. Muy estirado , el tío, se metió en el Porsche deportivo y salió a toda pastilla, chirriando ruedas y todo. Del farça tenía que ser. Dada mi propensión a la antipatía por lo culer, me alegré de tal secuencia y me reafirmé en mis “ideales” ( no confundir con aquella picadura de tabaco hecha cigarro , ¡ por Dios ! ).
Y los pijeras culers que se cruzaron con él en las inmediaciones lo mismo continuaron admirándole. Conducta típicamente culer.
OEEEEEEEEEEÉ OEEEEEEEEEÉ. OEEEEEEEEEEÉ ...OEEEEEEEEEEÉ OEEEEEEEEEÉ LENGLEEET !!!!!