Ana Pastor ha entrevistado a Rubiales, y el ya expresidente de la RFEF ha soltado una nueva perla que añadir a su inmenso catálogo de citas portentosas. Enfático él como acostumbra, se golpeó el envés del brazo y reclamó le inyectaran el suero de la verdad para dejar claro que él jamás ha yacido con ninguna mujer de vida horizontal, que nunca ha ido de putas, vaya, o a putas, como en audaz trueque de preposiciones tiende a designarse dicha actividad en el gremio de las artes gráficas, tradicionalmente hermanado con el de las hetairas sin perjuicio de que ciertas federaciones deportivas le tengan también querencia.
"Yo no creo en el suero de la verdad", le espetó como respuesta incisiva la entrevistadora. Resultó una réplica aún más pasmosa que la declaración inicial, dado que de ella se derivaba que sí no le inyectaban sobre la marcha a Rubiales medio litro de pentotal sódico era sólo porque Ana Pastor no es partidaria de la veracidad de sus efectos, no porque los de la Sexta no tuvieran preparados el punzón y la cámara de goteo bien a mano.
Como para brindar al momento un aire aún más onírico, la entrevista tuvo lugar entre palmeras dominicanas y bajo uno de esos cielos encapotados que cubren el Caribe para prolongar el bochorno hasta la tormenta. La tormenta no llegó. No hacía falta. Habría quedado eclipsada por Rubiales. No hay aparato eléctrico ni lluvia racheada que compitan cara a cara con virilidad tan atávica y sin embargo, según el propio interesado, renuente a la contratación de servicios de profesionales del sexo. Rubi, puesto a contratar, se compra mejor Supercopas arábigas, las que nos tuvieron a algunos dudando con fuerza de la idoneidad ética de las mismas sin que los que no son esos algunos arquearan una ceja al respecto, como improvisados ancelottis de la perspicacia. Aquí lo que hace falta es que alguien le ponga un suero de la verdad a todos los responsables de la puesta en manos de la justicia de Rubiales, no porque no esté bien puesto en dichas manos, sino para que expliquen por qué ha tenido que hacer falta que un machirulo impresentable se comporte como tal para que de pronto se entienda que el Presidente de la RFEF -y por tanto jefe de los árbitros- no puede lucrarse organizando una competición cuyos réditos dependerán de la clasificación liguera de uno de los contendientes de la Liga, y mucho menos hacerlo en ufana joint-venture con el capitán en activo de dicho contendiente. Hablamos del gran amigo de Rubi, es decir, de Geri, compañero en los negocios del de Motril al que sin embargo, de manera pasmosa, y al contrario que su compañero de correrías, los medios están dejando bastante en paz.
Como ahora todo nos llega segmentado, en breves extractos tuiteros, ignoro y me intriga si la chocante declaración de Rubi sobre su nula vinculación con el oficio más antiguo del mundo se produjo a resultas de una pregunta de Pastor. No me imagino a la excelente entrevistadora espetando out of the blue un "¿Va usted de putas, D. Luis?", cuánto menos un "¿Va usted a putas?" más propio del dueño de una imprenta, aunque todo puede ser. Más bien tiendo a pensar, sin embargo, que la visceral confesión se produjo de manera espontánea, brotando como un torrente de agua pura en las montañas del corazón de Rubi, que no le cabe en el pecho, y sin ser antecedida por pregunta alguna sobre el particular. Pertenece Rubi a la estirpe de entrevistados vocingleros cuya locuacidad, lejos de servir de algo, enmaraña y enturbia. He hecho muchas entrevistas y conozco el percal, si bien no el percal concreto, único e intransferible del hermano de la hermana de Rubiales, que le partió las piernas etcétera etcétera. Son entrevistas agónicas. En este sentido, vaya mi solidaridad con Ana Pastor y con cuantos alguna vez hayan tratado de hilvanar con el sujeto una conversación medianamente inteligible.
el Presidente de la RFEF -y por tanto jefe de los árbitros- no puede lucrarse organizando una competición cuyos réditos dependerán de la clasificación liguera de uno de los contendientes de la Liga, y mucho menos hacerlo en ufana joint-venture con el capitán en activo de dicho contendiente. Hablamos del gran amigo de Rubi, es decir, de Geri, compañero en los negocios del de Motril al que sin embargo, de manera pasmosa, y al contrario que su compañero de correrías, los medios están dejando bastante en paz
Por eso, dado que de Rubiales nunca vamos a sacar nada fuera del folclore testosterónico del que forma parte, sugiero optemos por diversificar el ángulo de las alcachofas y, caso de ser necesario, también el de la aguja del suero. ¿Por qué no entrevista Ana al socio arábigo del hermano de la hermana de Rubiales? Al final de la alargadera está Gerard Piqué, con el pelo de punta y su calculada pose de enfant terrible de Pedralbes. La pregunta, con pentotal o no, está servida.
-Sr. Piqué, con el debido respeto. La policía investiga sus 96 cuentas bancarias para la gestión de los réditos de la Supercopa arábiga. 96. ¿No son un poco muchas?
Procésese mi petición en los pasillos de A3 Media, hágase el favor. Si además, como su socio, Piqué desea aclarar espontáneamente su posible relación histórica con el sector de las cortesanas, allá él. No es donde yo pondría el foco, y puede distraer de lo que realmente produce curiosidad.
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