Pónganse en situación. El pasado día 15 de septiembre se celebró la asamblea de socios compromisarios del Real Madrid. Ahí estaba Florentino Pérez y a sus pies un páramo. No me malinterpreten, no estoy queriendo decir que los socios compromisarios del Madrid sean un terreno yermo, un lugar frío y desamparado. Me estoy refiriendo a la práctica habitual de exhibir a los pies de la mesa presidencial los títulos deportivos obtenidos durante la campaña anterior, y por extensión, a la ausencia de estos este año. Vale que se ganó el campeonato del mundo de clubes, pero ser sólo campeón del mundo no da para sostener al Real Madrid. Así es la grandeza de de esta institución, que conviene recordarlo para que no se nos olvide a los prójimos, dado que los ajenos, por temor reverencial expuesto en forma de odio, suelen tenerla más presente. Transcurría esa mañana entre cifras, datos, planes estratégicos y demás asuntos propios de estos actos, cuando alzó la voz el socio 1776. Yo no sé cómo se llama este señor, pero tengo entendido por sus palabras que es un señor ya de una edad avanzada (se refirió a sí mismo como “una persona de mi edad”). Tras estas primeras palabras, el Sr. 1776 espetó: "Una persona de mi edad y de mi condición puede permitirse el lujo de hacer el ridículo de vez en cuando y además sentir placer por ello, pero siempre lo hago con un gran respeto. Señor presidente, si yo fuera capitán del Real Madrid, ese lujo no me lo podría permitir. Oiga usted, para usted ya eso, que está todos los días en Instagram, en Facebook... Mire, lo hizo una vez, incluso me hizo gracia, se presentó con un sombrero rosa que incluso me hacía gracia. El Madrid se merece un respeto". Anecdótico, podrán decirme, pero déjenme tomar como propio el estandarte del Sr. 1776. Me dirán que son otros tiempos, pero si uno ve las imágenes públicas de D. Alfredo Di Stéfano (hagan el favor de ponerse de pie) siempre se mostró con un aspecto pulcro; traje, corbata y pelo engominado hacia atrás hasta que la alopecia hizo sus estragos. No es la vestimenta que nuestro actual capitán suele portar, y eso que al inicio de todas las temporadas los medios del club se esmeran en enseñarnos cómo los jugadores se prueban el traje oficial e incluso posan con él. Bien es cierto que uno ve a Toni Kroos con traje y corbata y le dan ganas de entregarle hasta a su propia hija, pero tampoco vamos a pedir peras al olmo. Si Sergio Ramos es un trabajador del Real Madrid y tiene un traje oficial, que le dé uso. Y me refiero a que mientras se mueva por cualquier instalación del club o en cualquier acontecimiento de este, porte el uniforme que el Real Madrid le ha facilitado. Bien es cierto que el Real Madrid no es el Eton College (el Colegio del Rey de Nuestra Señora de Eton que se llama, nada menos) pero es el Real Madrid, y aquí, aparte de ganar títulos y jugar bien (se quiera decir con ello lo que se quiera decir) se requiere un cierto grado de excelencia. Un “cierto grado” muy elevado, que conlleva un comportamiento y una imagen intachable tanto dentro del club como fuera de él. Que Sergio Ramos celebra su boda de una manera estrambótica, es su vida privada y con ella que haga lo que considere. Pero no se le puede permitir que en todo lo relacionado con el Real Madrid vista y se comporte de un modo ajeno a lo que implica ser el capitán del club. Incluso que use el coche que se le proporciona, que para eso Audi pone un dinero como patrocinador, basta ya de verlo conducir utilitarios excéntricos. Así, traje Hugo Boss y Audi, es mi última palabra.
Sé que es cierto que a un futbolista se le exige como premisa que juegue bien al fútbol y ya, que no todos han tenido la misma formación académica, educacional o cultural, y que ya toda la caterva antimadridista se rió de Ramos con aquel memorable “morry crismas” del año 2012 como si ellos hablaran un inglés propio del Eton College al que ya antes me he referido. También es cierto que Ramos coqueteó con la idea de irse del Madrid, probablemente intentando una mejora económica en su contrato, circunstancia que, supongo, aquellos que le critican nunca habrán buscado en su vida profesional.
Ramos, el mamarracho, el chantajista, el que está fuera de forma porque mentalmente ya se fue del Madrid para degustar los millones orientales, es el mismo Ramos que ha marcado goles trascendentales en la historia del Real Madrid. El mismo que ha secado delanteros que parecían gigantes imbatibles hasta que se enfrentaron a él, el capitán. Nuestro capitán. Y volviendo al Sr. 1776 y a la asamblea de socios compromisarios, igual que haber ganado el campeonato del mundo de clubes no da para sustentar al Real Madrid, a nuestro capitán, y a todos los que están por debajo de él, se les debe exigir una imagen corporativa a la altura de la institución que representan. Precisamente porque no somos el Eton College, precisamente porque somos el Real Madrid.
Mejor harían los socios en velar por que el Bernabéu sea un infierno para los equipos visitantes en de vez de un reducto de piperío y vinagrismo, donde se pita más a los propios que a los de fuera, en vez de hacer gracietas en asambleas sobre si no sé quién lleva un gorro raro.
Ese es el problema, que ya no se pita en el Bernabéu ni se exhiben grandes pañoladas, que ya no se exige en el Bernabéu, que ya no se advierte en el Bernabéu de las posibles consecuencias, ese gran valor y fortaleza que tenía el Club y se ha perdido. Jugador que no rinda, ya sabe lo que pasa; entrenador que no encuentre soluciones, ya sabe lo que pasa; presidente que no tome las riendas, ya sabe su futuro. Eso solo lo tenía el Real Madrid, el Bernabéu como Juez, Jurado y Verdugo de jugadores indolentes o nulos, de entrenadores incapaces o con caprichos insostenibles. La prensa se ha encargado de darle la puntilla a ese valor y fortaleza del Club, el madridismo lo ha aceptado sin más como se puede ver partido tras partido.
¿Que ya no se pita en el Bernabéu? Será a Borja Mayoral, al que creo que la única vez que han aplaudido en ese estadio ha sido cuando marcó un gol... para el Levante.
Tenemos la afición más antipática, sobrada y displicente del panorama fútbol.
Excluyo, por supuesto, a los miembros de la Grada Fans, que últimamente me parecen verdaderos héroes.
Yo creo que ese socio dijo lo que muchos pensamos. Igual que pides respeto por Sergio Ramos te pido respeto por alguien que ya era socio del Madrid antes de que él naciera. Los socios guardan la esencia del club y sus valores. Si los insultas, insultas también a esos valores. Gente como ese señor llevará pagando su abono y viendo fútbol en el Bernabéu desde hace más de 50 años. Puede opinar lo que quiera. Si se prestara más atención a lo que opina el campo y menos a lo que dicen los jugadores con sus excusas nos iría mejor últimamente. Si el Bernabéu pita es por algo.
Estimado amigo: olvídese de que los socios guarden algo. Guardan recuerdos. Como cualquier otro que se sienta madridista. Los tiempos cambian, y con ellos las formas.
El artículo sobre Ramos, esta por lo tanto, desfasado. Fuera de lugar. El cambio que debe operarse en el Bernabéu es el del público. Antes, no hace tanto, en los momentos difíciles se gritaba: hala Madrid!, hala Madrid!, hala Madrid, y el equipo se sobrecogida, se sentía apoyado. Y así remontó mil veces. Hoy se escucha ese runrún insidioso y vergonzoso.
El público es soberano, y cada parte de él también, independientemente de si son socios, aficionados o espectador ocasional. Por lo que si alguien pita es porque no le está gustando lo que ve (como pasa en los toros si el torero o el toro es malo), cosa que dudo que se hiciera si se ve que se esfuerzan y le echan ganas. En ese caso es lógico que se les anime y jalee porque eso es lo que se pide, que sean inasequibles al desaliento y no que se arrastren y estén mirando la hora para volver a casa a jugar al Fornite o hacer un documental.
Respecto a lo de los atuendos de Sergio Ramos, si quiere ir vestido de explorador victoriano, o de Berengario el Tractorista (con permiso de José Mota) en su vida privada, perfecto. Pero en cuanto vaya a algún acto como jugador del Real Madrid debe, no digo debería si no debe, ir de la forma que indique el Madrid, de la misma forma que en muchos trabajos se nos obliga a ir con traje, incluso en verano, y con el añadido de que se lo tiene que pagar uno y nuestros ingresos no se acercan por muchos ceros a los de un futbolista merengue.
AMÉN.
los futbolistas viven en otro mundo en un anuncio de crema de afeitar y crema para después de afeitado los protagonistas que anunciaban como queda la cara después de dicho afeitado y masaje fueron a la presentación del anuncio sin afeitar, que yo creo que aunque solo sea ese dia debian haberse presentado afeitaditos o no presentarse, es como si presentas un anuncio de trajes y lo presentas en tejanos y camiseta
Yo no tengo el número 1776, tengo el 14 mil y pico. Soy socio desde el 85 y te puedo asegurar que siempre se ha sido exigente. Michel solía decir que Di Stéfano le aseguraba que no debía preocuparse porque a ellos también les piraban si no lo hacían bien. Recuerdo que Redondo, un Dios para todos nosotros, salió del campo con una bronca monumental tras un error en su segunda temporada contra el Oviedo. Años más tarde cuando ya era un ídolo le preguntaron si tenia algo que decirles a aquellos que le pitaron ese día. El dijo: si, gracias.
El problema de los pitos del Madrid es que si no se administran bien, no sirven para absolutamente nada más que para fastidiar. En los últimos tiempos, esa afición bipolar pita por absolutamente cualquier cosa y a cualquiera, haga lo que haga. Ir al Bernabéu se ha convertido en una experiencia muy dolorosa y tensa por culpa de la "autoexigencia" entendida de la peor manera posible.
Y teniendo en cuenta que yo me siento así yendo como simple aficionado, no quiero ni imaginar lo que pasa por la cabeza del jugador en el campo, cuando se ve rodeado por la afición más gélida del mundo.
Pero, eso sí, de lo más exigente.
Ayer jugaron en el Bernabéu??
debe ser, con la paliza que está dando sobre la afición..... en fin.
Le ruego, señor AllDeano, disculpe la "paliza" que le estoy dando sobre la afición. Sugiera usted el tema del que le gustaría hablar si es que este no le interesa.
Hay dos maneras de vivir la afición a un club. Como un "nosotros" englobante, o como un "nosotros-ellos" en relación al equipo. No entiendo de qué se quejan estos últimos cuando hay jugadores que se van a otros equipos (donde sí les apoyan) y luego despotrican del Madrid. Como si nos debieran algo. Lo más probable es que piensen que nos metamos nuestra "exigencia" donde nos quepa, y que opinemos cuando aprendamos a darle una patada a un bote.
No recuerdo haber hablado del partido de ayer, que sí, fue nefasto. Si quiere lo comentamos, pero son temas diferentes. Es posible que el equipo esté a un nivel muy bajo y que, además, la afición tenga los vicios que tiene.
Cuando se pierde de aquella manera. Todos los fantasmas salen a reducir. El Problema es...
Todos nos creemos saber cuales son los males cuando todo es o parece un desastre. El fútbol es muy dificil, y parece que es muy fácil, es dar patadas a una pelota y marcar más goles que el rival.
Y explicar porque se ha perdido cuando eres mejor que el rival..."mejor que el rival", miras plantilla, curriculum. A eso pocos nos superan. Pero a ganas y hambre, sí. Esa "actitud" ahora que está saliendo a relucir. Esa actitud con la calidad y las ganas de ganar es lo que nos lleva a las altas cumbres. Y con ganas y actitud, si no hay calidad no nos llevan a ningún lado.
Yo no creía mucho, luego volví a creer, ahora todo lo veo negro, aunque un poquito menos que anoche. Si son campeones se verá, si no...ya otra temporada más no sujeta a nadie, incluido Florentino...Fútbol es fútbol.
Pero esta pedagogía, que suscribo, la tiene que hacer alguien del club con los jugadores. Supongo que ya alguien reconvino a Ramos tras recoger una Champions con una camiseta de mercadillo con fotos de sus familiares, o eso quiero creer.
Supongo que cada afición es tan diferente en sí como cada persona en particular. Pero a mí se me pareció bastante peculiar " dejémoslo ahí" el día que llevé al Bernabéu a mi hijo de 16 años por primera vez para él (vivimos en Barcelona) y no hay tanta pasta... Y lo primero que escuchamos al fallar no sé quién a los diez minutos en toda nuestra zona era para olvidarse del partido. Se ganó 3-1, era casi Año Nuevo pero daba igual. Críticas y más críticas. Se aplaudieron los goles y solo se levantó la grada con el último, de Lucas Vázquez. Vivir para ver. Creo que fue el último partido de Benítez, o casi.
Estoy seguro que si este individuo y sus compañeros ganaran todo lo que se les pone a tiro al socio 1776 le importaba un pito si salía vestido de payaso en las ruedas de prensa. Y a mí tampoco, desde luego. Pero en los tiempos que corren suena a cachondeo.
Pero vamos a ver, de verdad si el debate después del esperpento de ayer o el año pasado o la pretemporada, es que el Bernabéu es muy crítico, estamos todos locos.
Intachable artículo. Sin caer en estereotipos y redundancias expresa lo que (creo) gran parte del madridismo sentimos.
No es "exigencia", ni nada parecido. Lo de la mayor parte del público que va al sagrado templo del Bernabéu es simple estupidez, pura tontería como la que cada día exhibe Miguel Serrano
La primera vez que fui al Bernabeu, era un preadolescente y fui con un amigo y su primo mayor.
Al sonar el himno, no se me ocurrio nada mejor que ponerme a cantarlo como un poseso. No sabia yo en aquel entonces que tamaña afrenta no tenia cabida en el templo de un "club serio". Y claro, antes de terminar de cantar la parte de "... limpia y blanca que no empaaañaaa..." me percate de que un par de filas mas abajo, un grupito de adolescentes algo mayores que yo, me miraban como si estuviese gritando "tot el camp..." y llevase una camiseta azulgrana (estaba seguro de que llevaba una morada de kelme, aunque lo dude por un segundo) y me quede completamente callado y desanimado.
A continuacion, el primo de mi amigo, que se habia dado cuenta del asunto, me dijo reprendiendome: "Tas tonto? que esperabas? esto es el Bernabeu, aqui somos un club serio. Si quieres hacer el payaso, la proxima vez te vas al Calderon"
Desde entonces, tengo clarisimo que cuando el Madrid juega en casa, no hay nada como verlo en el sofa. Estoy convencido de que debido a ello, mi esperanza de vida capilar ha aumentado y de que sumo mas animicamente a los jugadores de mi equipo, aunque solo sea porque al no estar presente no les resto moral, tratandoles como si fuesen el enemigo.
Siempre he tenido la sensacion, que con el paso del tiempo se ha ido convirtiendo en certeza, de que los madridistas le hacemos mas de la mitad del trabajo a los antis.
Hala Madrid y nada mas.
Sí. Mi experiencia es parecida. Lo peor es que algunos creen que es una virtud.
Y la mia también. Habrá que dejar a la afición entendida, que sabe de sobra que los pitos y el runrun fortalece el ánimo de los nuestros. Supongo que ellos en sus oficios rinden mejor si les meten caña a las primeras de cambio. Si no es por la grada fan, aquello parece la ópera. ¡DESPERTAD! amigos socios o arropamos a los nuestros en los momentos difíciles o mejor jugamos a puerta cerrada
Saludos