Basta echar un vistazo a la lista de incorporaciones – las confirmadas y las presuntamente pretendidas – del Real Madrid este verano para darse cuenta de un denominador común en casi todas ellas: el poderío físico.
Militao es un central con un despliegue exuberante, que destaca por su velocidad en carrera, su salto, su capacidad de corrección y por una elasticidad que le habilita para el robo de balón. Mendy es otro futbolista que impresiona por su potencia y rapidez, capaz de dominar toda la banda de ida y vuelta. Una de las cualidades que se resaltaba en el análisis que dedicamos a Jovic era su constante movilidad. El serbio no se está quieto durante todo el partido - con continuos desmarques, apoyos o en presión defensiva - por todo el ancho del terreno de juego; además, es un jugador que aprovecha su corpulencia para ir al choque. Pogba – otra de las predilecciones de Zidane - es un compendio de cualidades físicas que desbordan literalmente a los rivales, casi un modelo perfecto en esta parcela, si bien – contrariamente a lo que han insinuado algunos medios que lo han tildado de mero músculo – es un futbolista que ante todo destaca por ser un virtuoso técnicamente. Hazard aporta un cambio de ritmo y aceleración de la que adolecía el Real Madrid, al menos, hasta la llegada de Vinicius.
Precisamente, el éxito de la irrupción del brasileño a principios de año tuvo mucho que ver con lo físico. Sus carreras dejando un reguero de rivales a sus espaldas, la viveza que demostró en cada lance, su ritmo eléctrico, no solo sirvió para ilusionar a la afición sino para detectar, en contraste, uno de los principales problemas del equipo: su escasa energía. El ritmo plomizo de la mayoría de los jugadores, las constantes pérdidas de balones divididos, la lentitud a la hora de bajar a recuperar la posición, el posicionamiento exageradamente estático… fueron una constante a lo largo de la temporada. En según qué partidos, los mapas de calor de algunos jugadores apenas fueron un goteo imperceptible. La espléndida forma de Marcos Llorente fue otro de los indicadores que dejó en evidencia estas carencias.
No obstante, es justo reconocer que esa debilidad no ha sido solo achacable al Real Madrid. Si el Ajax de Amsterdam destapó la fragilidad del conjunto blanco, con una presión asfixiante y un ritmo de juego insoportable, el F.C. Barcelona fue igualmente arrollado por el Liverpool. Todos los jugadores azulgranas que fueron consultados y hasta el propio Ernesto Valverde, destacaron al término de la eliminatoria la dificultad que suponía enfrentarse a un equipo con un nivel físico tan elevado. Los de Klopp imprimieron, tanto en el Camp Nou como en Anfield, un juego frenético, encimando a los azulgranas desde el primer minuto.
Esa ha sido la tónica de los mejores equipos de la Champions League este año, formaciones de un potencial atlético muy alto, con una intensidad sostenida durante todo el partido, una presión de una agresividad casi suicida - como la del Ajax que en ocasiones sitúa hasta cinco jugadores en la cercanía del área -, con centrocampistas enérgicos, laterales muy largos y veloces y centrales de gran corpulencia, pero para nada lentos.
Son los tiempos del Rock and Roll de Klopp, expresión que utilizó el técnico alemán para definir el juego de su Borussia de Dortmund, en contraposición con el vals del tiki taka. La mejor prueba para reafirmar esta tendencia es el Ajax, la cuna del fútbol mecánico del Rinus Michel, que luego promocionó Johan Cruyff, y que hace años ha lanzado una decidida apuesta por la preparación física como factor fundamental en la formación de sus canteranos. En un reportaje en el portal “El 9 y medio”, Ruben Jongkind, un triatleta de élite y miembro de la organización ajacied, explicaba como se planificaba personalizadamente la preparación de cada joven, complementando los entrenamientos regulares con otros deportes y prácticas específicas – como atletismo y artes marciales - para desarrollar un físico completo y de alto nivel.
Liverpool, Ajax, Tottenham, Chelsea, Manchester United u Olympique de Lyon son algunas de las formaciones que ya han optado por esta senda que comienza a dominar el fútbol. El propio Valencia de Marcelino es un equipo que explota, fundamentalmente, esta faceta por la que ahora, parece apostar también el Real Madrid: jugadores que doten al equipo de un plus de energía, intensidad, fuerza y velocidad, de la que ha carecido estos dos últimos años.
Está claro. Durante este lustro, el Real Madrid ha juntado un potencia física (BBC y línea defensiva) con un mediocampo de un virtuosismo histórico (Modric - Casemiro - Kroos es el mejor mediocampo de la historia, incluso superior al Xavi-Iniesta).
Si os fijáis, salvo en la Undécima, en el resto de finales nuestros rivales terminaban desfondados mientras nuestros jugadores los arrollaban. Y en las 2 últimas finales, se puede observar como tanto Juventus como Liverpool empezaban el partido al 200 o 300% porque su estrategia (así como en algunas eliminatorias) era aplastarnos al principio y después conservar su ventaja, porque como empezaran a conectar Modric, Kroos e Isco, estaban completamente perdidos (la Duodécima y el último partido europeo del Calderón son 2 clarísimos ejemplos de eso). Obviamente, no les funcionó nada, solo caímos en 2015, precisamente el año con nuestro nivel físico más bajo debido a las lesiones y a las pocas rotaciones. se tuvieron que marchar Cristiano Ronaldo y Zidane, con cracks como Modric agotado tras el mundial (33 para 34 años) (y con una preparación física de Lopetegui absolutamente ridícula) para que nos eliminaran.
Pero ahora, esa escalada armamentística les ha dado sus frutos, sobretodo al Liverpool, que le sirvió para arrollar al FC Barcelona.
Ahora nosotros, sin CR7, con Bale más fuera que dentro, con Modric y Sergio Ramos casi en la mitad de los 30, y con Marcelo al inicio de los 30, nos toca no sólo obtener talento, sino también físico. Adaptarse.
adolecer
verbo intransitivo
1.
Sufrir cierto defecto, carencia o vicio.
"su trabajo adolece de los errores de siempre; la política industrial adolece de falta de un marco jurídico; su partido siempre adoleció de los vicios propios de una organización formada desde el poder"
2.
Padecer una enfermedad.
"adolece de insomnio desde que era muy joven"
El equipo no adolece de energía, sino de falta de energía.
Hola Blas de lezo,
Tiene usted toda la razón. De hecho la historia del verbo adolecer y La Galerna es rica en anécdotas, lo cual no quita para que sigamos cayendo, una y otra vez, en su trampa. Tantas veces que incluso no descartamos hacer una serie de artículos de la web en los que se adoleció incorrectamente. En cualquier caso, gracias por su puntualización. La prioridad siempre ha de ser el correcto uso del lenguaje.
Un saludo
Una antología de los fallos de que ha adolecido la galerna bien podría llevar por título "Adolece, que no es poco", "Desde que amanece, adolece", o bien "Los adolescentes", atendiendo a la vena cinéfila de muchos galernícolas.
Es usted tremendo. Si sus entradas no son de 100, son de 150 quilates. Genio y genial !!! Un saludo del tamaño del mar desde "La Mayor de Las Antillas" !!! HALA MADRID... Y NADA MÁS !!!
Buenas tardes, buen artículo D. Pepe, que pone blanco sobre negro uno de los fallos del equipo estas dos últimas temporadas, la falta de una base física, que ha hecho que los partidos se nos hiciesen largos y el trabajo en defensa fuese escaso y malo, nos guste o no el futbol del futuro pasa por la defensa, lo he dicho tantas veces en La Galerna desde que apareció, hace ahora 4 años que a igualdad de calidad, es la defensa la que en los deportes de equipo determina el resultado final, que parece que 4 años después en la gerencia madridista parece, -ojo-, parece que se han enterado, no basta con fichar calidad, es también indispensable el físico. Veremos
Saludos blancos, castellanos y comuneros
Cuando se habla de físico en deporte, no hay que desatender nunca la variable farmacológica. Aunque los implicados no sean enemigos (ni amigos).
¡Ufff!. Ha dado usted con una de las claves. "This is the point", que dirían los británicos.
Interesante. Lástima que te hayas dejado, estimado Pepe, la "s" al final del apellido de Ma(Rinus)... Es curioso observar la evolución, a veces incluso vaivenes, en las tendencias sobre preparación física , tácticas y métodos de entrenamiento. Por poner un ejemplo, a uno que que se le han dado bien lo deportes practicados, exceptuando el tae-kwon-do y el equí, los entrenadores -especialmente en las categorías de formación- le prohibían, desaconsejaban, la práctica del tenis y del fútbol. Entiendo que no solo por el temor de que abandonara el baloncesto y me dedicara a competir en otra disciplina deportiva. Creo que cuando argumentaban riesgos de lesión o movimientos incompatibles (antagónicos) eran sinceros. Mira por donde en la escuela ajacied, de las más prestigiosas del mundo en cuanto a formación, propugnan la complementariedad del fútbol a través de las artes marciales. A uno , poco flexible o elástico, le habían explicado especialistas en la materia que el "problema" era el trabajo físico relacionado con el baloncesto. Todo mi historial acumulado de saltos, movimientos y ejercicios... En definitiva, este artículo, a la par que me ha aportado un mayor conocimiento, también me abre nuevos interrogantes y/o dudas. A veces saber un poco, comporta la positiva sensación de que no sabes nada. Lo digo por un servidor, que conste .
" esquí"...¡vaya con las "s"!...
🙂
Me gusta el análisis y la perspectiva. Ando tan desconcertada últimamente en este tema. Añadiría al Atalanta de esta última temporada en la selección de rocking-teams.