En Esparta, a la edad de 7 años los niños abandonaban sus hogares para comenzar la agogé, un sistema educativo enfocado a resistir las penalidades, estimular el coraje, reforzar la disciplina, y convertir a los ciudadanos en soldados férreos y ejemplares. En una primera etapa aprendían a leer y a escribir, también a cantar; pero sobre todo practicaban la lucha, la gimnasia, el manejo de las armas, y la austeridad. Descubrían la obediencia y el laconismo. A partir de los 14 años se ejercitaban en la supervivencia y en la resistencia al dolor. Debían superar el hambre, la sed, las inclemencias del tiempo, y los ejercicios de disciplina y de combate. Primaban la competitividad y la ambición, pero también se fomentaba el compañerismo y la hermandad.
Nadie como Esparta para formar espartanos y nadie como el Real Madrid para formar jugadores válidos para el Real Madrid. Los jugadores que han salido de la cantera han sido siempre el mejor ejemplo de compromiso, esfuerzo, tensión competitiva y pundonor. A la detección temprana del talento se suma la educación en unos valores que permiten el desarrollo de todo ese potencial, así como su crecimiento como personas. No hay un solo jugador de la sección de fútbol o de baloncesto que haya salido de la cantera y no se muestre orgulloso y agradecido de su paso por la Fábrica. Ni siquiera estrellas mundiales como Luka Doncic olvidan la impronta que la formación del Real Madrid ha dejado en ellos.
Los jugadores que han salido de la cantera han sido siempre el mejor ejemplo de compromiso, esfuerzo, tensión competitiva y pundonor. A la detección temprana del talento se suma la educación en unos valores que permiten el desarrollo de todo ese potencial, así como su crecimiento como personas.
Cuanto antes llegue el jugador al club y más etapas viva en él, tantas más garantías habrá de encontrar un jugador digno de los primeros equipos y con una gran trayectoria. Esas carreras tan dilatadas son sinónimo de éxitos para el club, motivo de arraigo para los jugadores símbolos de identidad para la afición y un magnífico ejemplo de excelencia a todos los niveles. Ningún jugador consigue mantenerse tantos años en el Real Madrid sin haber demostrado carácter, ambición, fortaleza mental, esfuerzo, ética del trabajo, capacidad de superación y madridismo.
Aparte de los canteranos, hay una serie de jugadores que suele llegar casi directamente al primer equipo, en edades tempranas, procedentes de otros clubes. Se forman en la casa y forjan toda o prácticamente toda su carrera en el Real Madrid. Tenemos casos históricos y paradigmáticos como los de Gento, Amancio, Zoco, Juanito, Camacho, Hierro, Ramos y muchos otros. Antes se fichaba a los mejores jóvenes de España, y ahora se ficha a los talentos más prometedores del mundo.
En los últimos años han llegado al club jugadores como Marcelo, Higuaín, Varane, Casemiro, Asensio, jugadores muy jóvenes con la función de ser suplentes en primera instancia, y de dar un relevo de plenas garantías a medio plazo. Tienen la oportunidad de compartir vestuario con sus ídolos, de madurar sin prisas y de aprender el oficio de los mejores. Marcelo con Roberto Carlos, Higuaín con Raúl y Ronaldo, Varane con Pepe y con Ramos, Casemiro con Xabi Alonso, Asensio con Gareth Bale.
Tienen la oportunidad de compartir vestuario con sus ídolos, de madurar sin prisas y de aprender el oficio de los mejores. Marcelo con Roberto Carlos, Higuaín con Raúl y Ronaldo, Varane con Pepe y con Ramos, Casemiro con Xabi Alonso, Asensio con Gareth Bale.
La convivencia de los más jóvenes con los más veteranos produce una suerte de educación sentimental y de formación del carácter. Se promueven la competencia y el rigor. Se evitan la apatía y la complacencia, se mejora la técnica y la comprensión del juego. Se asume vivir con presión, y se aprende que los sueños deben convertirse en metas y los imposibles en objetivos.
Esa misma oportunidad se les presenta ahora a jugadores como Valverde, Vinicius, Rodrygo y Militão: la oportunidad de crecer y trabajar hasta competir de tú a tú con sus ídolos reconocidos, como Kroos, Benzema, Hazard, Ramos. Para ello se pide a los jóvenes paciencia para esperar sus oportunidades y rendimiento para aprovecharlas, a los veteranos rigor, maestría y generosidad, y a todos trabajo duro y auto exigencia.
Evidentemente este proceso no siempre funciona, bien sea por mala cabeza, lesiones, falta de adaptación, exigencias o desacuerdos contractuales –en cuyo caso suelen generar una buena venta–. Tenemos los casos de Robinho, Canales, Sahin, Di María, Özil, Lucas Silva, Kovacic, Theo, Ceballos y Vallejo; o más recientemente Jovic y Odegaard. Sin embargo, parece claro que cuanto más jóvenes lleguen los jugadores, mejor. No sólo se produce una aclimatación, sino una chamartinización, la identificación con la cultura y valores madridistas.
Cuanto más tarde llegan los jugadores, más difícil es que esos jugadores se acoplen y rindan plenamente, más complicado resulta que desarrollen todo su potencial, menos penetra el madridismo y sus virtudes en ellos. Hay futbolistas que no tienen la mentalidad necesaria y no llegan a adquirirla: no han aprendido a gestionar la presión y no consiguen dominarla, llegan con ciertos vicios adquiridos, o vienen maleados con actitudes de estrella. Esperan ser titulares, porque eran los mejores en sus anteriores equipos, sin interiorizar debidamente que el Real Madrid es completamente diferente a todo.
Por el contrario, ninguno de los jugadores formados en el Madrid ha sido nunca una prima donna; nunca ha regateado el compromiso ni el sacrificio, ni ha padecido grietas en la moral. Tienen asimilado e incorporado lo que se espera de ellos. Resulta pues más conveniente invertir en talento muy joven y tener paciencia que comprar clase media y jugadores formados fuera. Encontramos los casos de Walter Samuel, Cicinho, Diogo, Pablo García, Cassano, Gravesen, Pedro León, Coentrao, Altintop, Illarramendi…
Resulta pues más conveniente invertir en talento muy joven y tener paciencia que comprar clase media y jugadores formados fuera
Los jugadores mayores de 22 años se integran y rinden plenamente en dos supuestos: que sean verdaderos fuera de serie como Cristiano, Modric y Kroos, o que sean jugadores que ya han pasado por la casa y vuelven tras cierto acopio de experiencia, como Arbeloa, Diego López o Lucas Vázquez. Quizá ése pueda ser el caso en un futuro de los Achraf, Óscar, Reguilón y Odegaard. Quién sabe. A veces es más sencillo ser perseverante y esperar con ahínco la ocasión que salir y regresar. Hay que ser muy bueno y rendir a un nivel excepcional para que el tren del Real Madrid pase dos veces.
La culminación del proyecto se produce cuando hay jugadores crecidos en la casa en las tres fases, la de incorporación y crecimiento, la de maduración y máximo rendimiento, y la de experiencia y conocimiento. De ese modo, hay una continuidad pasado, presente y futuro, y quedan garantizadas la educación eficaz, el aprovechamiento óptimo y la transmisión del legado.
Últimamente, sin embargo, parece que a los más jóvenes les cuesta comprender que hay muchísimo más a ganar en unos minutos en el Madrid que en partidos enteros en otros clubes. Hay una nueva generación de jugadores que aspiran a una felicidad pequeña, trivial, fútil. Anteponen la satisfacción de su ego al bien del colectivo. Prefieren la titularidad y los cumplidos antes que integrarse en un gran proyecto. Favorecen su brillo individual en equipos menores a logros mucho más importantes, aunque sea ayudando desde el banquillo.
Ahora se les brinda una oportunidad a los Arribas, Marvin, Gutiérrez, Blanco, Chust, Ramón, Peter y compañía, ganadores de la Youth League. No cabe ninguna duda de que serán útiles, aportarán entusiasmo, idiosincrasia y energía, se entregarán y lo darán todo. Siempre que el Real Madrid ha necesitado de sus canteranos, ahí han estado; aunque haya sido puntualmente, como los Meca y Zárate en la temporada de la Octava. Transforman la necesidad en virtud, y se les recuerda por ello.
Los canteranos conocen de primera mano los valores del madridismo clásico: el compromiso permanente y el esfuerzo constante, donde importan más la cabeza y el corazón que los pulmones y las piernas. Se identifican y se mimetizan con el madridismo. No se preguntan lo que el Madrid puede hacer por ellos, ni los minutos ni la importancia que van a tener, si no lo que ellos pueden hacer por el Real Madrid. Favorecen el espíritu del colectivo y el bien del equipo en vez del egoísmo y el divismo. Comprenden, al igual que los espartanos, que la verdadera fuerza se encuentra en los compañeros junto a los que se trabaja y combate.
Fotografías: Getty Images.
"LOS JUGADORES QUE HAN SALIDO DE LA CANTERA HAN SIDO SIEMPRE EL MEJOR EJEMPLO... "
Mi opinión es diametralmente opuesta.
En la última década han salido más topos que madridistas de esa cantera.
Con el Castilla en Segunda B, los jugadores no pueden hacer esas "tres fases" en el Madrid. Necesariamente tienen que salir a otros equipos si queiren adquirir experiencia de competición (más allá de jugar tres o cuatro veces, unos minutos, con el primer equipo).
Ahí ya descartas a muchos que no dan el nivel.
Y de los que lo dan, pues ocurre en ocasiones que prefieren no volver para estar un número no definido de años a la sombra de jugadores que parece que tienen que jugar sí o sí.
Si el Castilla subiera a Segunda, y las vacas sagradas desaparecieran, probablemente aprovecharíamos la cantera durante algunos años. Si no, a fichar en el mundo entero y esperar que nos salgan más CRs, más Modrics y más Krooss, con todo lo difícil que eso es.
Al Castilla no le dejan subir a segunda, menudos arbitrajes le hacen. A ellos también les llega el Tinglao ¡qué hartura!
De las pocas veces que estoy de acuerdo contigo. Yo que veo todos los partidos del Castilla, me parece increible que los arbitruchos que pululan por esa categoría expulsen más veces a los mirlos blancos que a los viejales que juegan contra ellos y que los fríen a patadas en todos los partidos.
Las eliminatorias de ascenso contra el UCAM Murcia y el Cartagena fueron auténticas vergüenzas que la RFEF no puede consentir y que el Madrid como club debió denunciar ante los tribunales
No dejan subir al Castilla ni a ningun filial y si consiguen subir no duran mas de una temporada en Segunda, les descienden por lo civil o por lo criminal
coincido con usted en lo que comenta.
sin duda el salto de la segunda b a segunda division es grande, y se notara a la hora de formar jugadores. no obstante recordemos que raul gonzalez blanco salto del real madrid c (en segunda b) al primer equipo...
no obstante lo mas importante sería que se acabasen las titularidades por decreto. mientras estas existan, lo mejor que le puede pasar a un canterano de nivel en el madrid en mi opinion es conseguir una buena cesion, para con suerte volver como arbeloa o como carvajal.
Tuve que compartirlo en Twitter. Mucha calidad.
Saludos... ya tú sabes de que tamaño jaja jajaaa
Me ha encantado la comparación con los espartanos y la dureza que se les transmitía a estos desde pequeños. A nuestros jóvenes, desde bien pronto se les enseña la dureza que padecerán si dan el salto al primer equipo, por un lado con unos arbitrajes inaceptables y por otro con el silencio de la prensa respecto a los mismos. Si ya callan cuando todos lo vemos en la primera división, ni que decir tiene lo que ocurre en la segunda B. Y la dureza de los rivales, como se vio por ejemplo en las dos últimas eliminatorias de ascenso del Castilla. Yo no he visto cosa igual a lo que hicieron los veteranos del Universidad de Murcia y el Cartagena agrediendo a los chicos del Castilla con la aquiescencia arbitral.
Un solo pero al artículo: he echado de menos las menciones a Nacho, un ejemplo en todo, y a Carvajal, que además cumplió fase por fase con todo lo expuesto en el artículo (paso por el extranjero para curtirse incluido) y porque fue el que estuvo con Don Alfredo Di Stéfano en el acto de la primera piedra de la Ciudad Deportiva de Valdebebas.
Esas eliminatorias, en concreto, fueron vergonzosas, el Tinglao en su esplendor ¡qué impotencia!
Sí, todo muy miserable y ruin. The Tinglao is the Tinglao.
Se viene época de comer canteranos: fritos, al horno, estofados, al arroz, crudos...
Para comparar a Higuaín con Raúl y Ronaldo igual deberías haber esperado a que sea efectiva la eliminación de las penas de cárcel para los delitos de expresión.
La comparación con la agogé espartana es problemática en algunos aspectos, pero la daremos por válida a los fines que pretende el autor.
Sólo reprocharía a su excelente artículo-metáfora que en la lista de históricos efebos (oh my God) formados en los cuarteles espartanos del madridismo haya omitido usted el nombre de Pirri. Error imperdonable, a mi juicio, a no ser que su omisión se deba a que considere usted que Pirri ya nació hoplita sin necesidad de agélē; y que al ceutí le va cualquier adjetivo, menos el de efebo.
Me corrijo. Efebo es un sustantivo. Como Pirri.
La última palabra la tiene el entrenador de turno. Ya vimos entrenadores que subieron al primer equipo a Raúl, Guti, Víctor,Casillas,Pavón,Nacho,etcétera por poner ejemplos de jugadores que no necesitaron hacer la mili en otros clubes y nos dieron alegrías. Otros jugadores tuvieron que ganarse minutos y adquirir experiencia en otros clubes para volver a tener la oportunidad de jugar en el Madrid, otros jugadores no funcionaron... Pero si antes de verlos en el campo ya les ponemos la etiqueta de "éste no tiene nivel", le hacemos el juego a los entrenadores que han pasado y están en el club más para alinear que para entrenar, y luego si no cuajan los fichajes y no consigue títulos se llevan el finiquito y a vivir.
Siempre he defendido que al menos el 50% de la plantilla sean canteranos. Creo que es la mejor manera de mantener vivos los valores del club y fomentar la motivación en los más jóvenes. En este sentido pienso que las ventas de Hakimi, Llórente, Reguilon u Oscar han sido pésimas noticias. Todos ellos tenían hueco, incluso me atrevería a meter a Febas y a Javi Sánchez. Es mejor destinar el dinero que tengamos a fichajes de jugadores consolidados y capaces de marcar diferencias y apostar por la cantera para el resto.
El Zidanes y Pavones, vamos.
Creo que Arbeloa hizo la agogé del artículo y la auténtica espartana.
Ja, ja, ja, buenísimo.
El sistema formativo de los jóvenes talentos del Real Madrid puede que en sus principios y fundamentos sea muy bueno como intenta reflejar este trabajo. Soy pedagogo y les puedo asegurar que algo está fallando por parte del cuerpo técnico del club a la hora de integrar a esos jóvenes al resto del equipo. En mi opinión se les presenta un ideal de club un tanto inalcanzable para ellos, se sienten presionados y no pueden aportar por ello lo mejor de sí. Si le ofrecieran mayor confianza y apoyo, pienso mejorarían grandemente esos resultados.
¡Hala Madrid!
Mi comentario está relacionado con la cantera, pero desde otro punto de vista. Hace unos días tuvo gran alcance la noticia de una boda pija en el Casino de Madrid, al parecer sin mascarillas, distancia de seguridad y demás normas que hay que seguir actualmente.
Lo que recalcaba la noticia era que el novio ¡había sido ex canterano del Real Madrid! De traca. Igual estuvo dos años en los alevines, pero ¡qué mas da! Hay que atizar siempre.
A mi también me llamó la atención. Y siempre que veo una noticia así, pienso en por qué no se suele resaltar que Urdangarín es un ex-jugador de balomnano del F.C. Barcelona.
En primer lugar, gracias a todos por sus comentarios y aportaciones.
Las tres fases son posibles y tenemos el ejemplo de Ramos 35, Varane y Nacho cerca de los 30, Militao o Chust o Ramón en los 20. O de Vázquez (antes Bale como veterano), en los 30, Asensio en 25, Rodrygo 19.
Dentro de unos años Kroos 30, a quien le sienta la camiseta como un guante, Valverde 22, y otra joven promesa.
Modric, más madridista que el escudo 36, Casemiro con 27, y ahí es donde nos ha fallado Ødegaard.
Incluso Benzema, que llegó con 21, ahora 33, Mariano con 26, y un Latasa, Salazar, o Duro.
Las edades más digo de memoria. Puede que baile algún año. Hablamos aquí de zonas del campo, no de posiciones ni perfiles idénticos.
En el artículo sobre Florentino y la Superliga: denuncio el maltrato de todos los equipos y secciones. Obviamente ganaríamos mucho con el Castilla en 2ª.
Nacho y Guti formaban parte del artículo; alababa su trayectoria en el Madrid prefiriendo disputar aquí menos minutos con menor salario, pudiendo ser los mejores en cualquier otro lugar. Son queridos y parte de la historia madridista por esa entre otras cosas. Como bien sabe el Amiguete Barney, hay limitaciones de espacio. Tampoco queremos aburrir a ninguno de los maravillosos lectores y comentaristas de La Galerna.
Nadie ha comparado a Higuaín con nadie.
Falta Pirri, falta Santillana, falta los García y la Quinta del Buitre. Siempre nos faltan cosas.
La cantera ha adquirido la mayor importancia en épocas de problemas financieros.
Lamentablemente en el Real Madrid se impone la crueldad de los mejores. No hay una pedagogía del ánimo y del cariño, sino dureza y exigencia. Es cierto que muchos jugadores rendirían más si gozaran de apoyo y comprensión, pero en el Real Madrid no se espera a nadie. Hay que estar siempre preparado.
Lo que digo es que cuantos más jugadores formados en la casa haya, mejor: más espíritu tendrá el equipo.
Rodrygo, por ejemplo, no jugará tantos minutos como jugaría en otro equipo, como un Sancho en el Dortmund, pero se garantizan otras cosas importantes para triunfar en el RM. Entre ellas, los jugadores tienen identidad madridista y eso produce identificación en el aficionado. Y
Aunque si nos traen un Zidane o un Cristiano nunca diremos que no.