El Real Madrid jamás ha tirado una Liga

Las palabras son importantes. Decir algo usando palabras equivocadas supone decir otra cosa. Fondo y forma son inseparables, de manera que sólo se puede decir algo si se dice del único modo posible.

Cuando uno habla sobre el Real Madrid, las palabras también cuentan. Si uno quiere al Real Madrid, las palabras cuentan más todavía, y tendrá que seleccionarlas con esmero.

Se ha hecho fuerte en el madridismo la especie según la cual el Madrid tira ligas. Tiene que haber otras cien mil maneras de decir que la cultura del esfuerzo liguero continuo es mejorable en un club obsesionado con la Copa de Europa. Una de esas formas puede ser la que acabo de usar yo. Puede haber otras. La frase hecha de las ligas tiradas se ha apropiado hoy no ya de un artículo de La Galerna, sino de un titular. Estoy en contra y lo lamento.

Decir que el Madrid tira ligas es una simplificación burda y una falta de respeto al equipo, que puede y debe ser criticado cuando proceda, pero no vilipendiado ni ultrajado salvo circunstancias de palmaria falta de profesionalidad que me parece están lejísimos de la ecuación que manejamos. No hay nada más vil que despreciar un esfuerzo baldío por el mero hecho de serlo. El que sea infructuoso no convierte un esfuerzo en indigno o irrisorio. La cultura de la constancia, en general, es muy posible que pueda y deba mejorar en los jugadores del Real Madrid. Pero decir que tiran ligas es un ejercicio grosero de crueldad y ventajismo, una simplificación obscena de la realidad.

Me asombra cómo tantas mentes preclaras atribuyen a la indolencia, de manera automática, lo que puede estar explicado por infinitas otras circunstancias. La falta de forma física (por ejemplo) no es vagancia, y yo cuando veo a un jugador correr menos de que lo que yo quisiera me pregunto, antes de denigrarlo, si está en forma. La falta de confianza no es vagancia, puede producirse por variables exógenas (falta de acierto ante el gol, arbitrajes), y yo cuando veo a un jugador desanimado me pregunto, antes de denigrarlo, si está falto de confianza, de la alegría necesaria para el juego. Puede que la explicación sea más simple y se trate de un perezoso desorejado que “tira ligas”. Yo, cuando no sé, prefiero callar, sobre todo cuando mi opinión puede condicionar, en mayor o menor medida, la reputación de alguien.

El tercer año de Mourinho comenzó con una serie de asaltos arbitrales al Real Madrid que coincidieron con descarados beneficios del estamento para con el Barça. El madridismo, en las redes sociales, mostró su indignación: competición manipulada, así no se puede, etcétera. El Madrid quedó fuera de la Liga en diciembre. En abril, el madridismo ya había olvidado lo de los arbitrajes y decía que el Madrid había tirado la Liga. No le habían sacado de ella (lo cual, en atención al uso apropiado de las palabras que preconizó, tampoco habría sido del todo cierto), sino que la había tirado.

El tercer año de la primera etapa de Zidane comenzó con una serie de asaltos arbitrales que coincidieron, nuevamente, con descarados beneficios del estamento para con el Barça. “Competición manipulada”, “Así no se puede”, bramó Twitter Madrid. El Madrid volvió a quedar fuera de la Liga en diciembre, y para marzo Twitter Madrid había virado de los árbitros al propio Madrid, que ahora pasaba a ser el culpable. El equipo (adivínenlo) había tirado la Liga.

Esta temporada, el cinismo de los “tiraligas” (o su escasa tendencia a pensar las cosas dos veces) cobra caracteres especialmente llamativos. El Madrid vuelve a sufrir arbitrajes infames, tantos como los que allanan el camino del Barcelona en la otra orilla. En diciembre estamos fuera de la competición entre gritos de “competición manipulada” y “Así no se puede”, gritos tuiteros que por supuesto quedan olvidados en abril, cuando cambia el objeto de las iras y resulta que ha sido el propio Madrid quien (tachán) ha tirado la Liga.

Pero es que además los que afirman que la ha tirado son los mismos que denuestan la planificación llevada a cabo en verano por la cúpula del club, resultado de la cual (según ellos) ha sido el diseño de una plantilla “incapaz de competir”. No me queda claro si hablamos de una panda de pasotas que “tira ligas” o de un grupo de incapaces que no podrán jamás competir con el Barcelona por mucho que se empeñen. Solo tengo claro lo siguiente: o una cosa o la otra.

Por lo demás, la mayoría de las ligas ganadas por el Barça (el Barça de Messi,
el mejor de la historia del club catalán) en los últimos quince años han sido peleadas por los blancos hasta el final.

El Madrid puede haber estado excesivamente obsesionado por la Champions. El Madrid puede haber abonado como hábito de riesgo el fiarlo todo a la competición europea. El Madrid puede haber sido timorato y pusilánime en su batalla liguera contra los elementos (villarato y Messi fundamentalmente).

Pero el Real Madrid, si uno usa las palabras como las palabras deben ser usadas, no ha tirado una Liga jamás.