1- Sistema y once previsto
El PSG llega al choque de octavos contra el Real Madrid en una línea irregular, que es lo que lleva ofreciendo desde principios de temporada. Un plantel repleto de calidad individual, pero al que le cuesta funcionar en conjunto y no ofrece garantías continuas de buen juego. Pochettino utiliza de forma inalterable el sistema 1-4-3-3 y para esta cita no podrá contar con Sergio Ramos que está lesionado. Además, Neymar llega muy justo y aunque estará en la convocatoria no se le espera en el XI después de varios meses en el dique seco. De esta forma la alineación, salvo la duda en el marco, parece clara. Donnaruma o Keylor Navas en portería; en la defensa Achraf, Marquinhos, Kimpembe y Nuno Mendes; en la media Verratti, Paredes y Danilo y en la línea de ataque Messi, Mbappé y Di María. En el banquillo mucha profundidad de plantilla, y con Neymar como revulsivo, también tienen opciones de salir y tener protagonismo en la segunda mitad hombres como Icardi, Draxler, Ander Herrera, Wijnaldum o Gueye.
2- Presión
La presión del PSG cuando no acaba la jugada se limita a unos pocos segundos. Si en ese tramo de tiempo no consigue robar, comienzan sus problemas. El equipo ataca con mucha gente y si el rival sale de esa rápida presión con celeridad y precisión el PSG sufre. Los adversarios le hacen mucho daño en las transiciones rápidas y sobre todo por el sector derecho de la defensa. Achraf deja muchos espacios, tarda en replegar y no es un baluarte defensivo para recuperar la posición. En ese sentido, Vinícius debe ser un jugador capital para mostrar las debilidades del PSG. Los grandes defectos del equipo francés todo el año han sido convertirse en un equipo que se parte, con cinco o seis futbolistas arriba y cuatro defendiendo con el conjunto contrario corriendo y llegando sin oposición hasta las inmediaciones del área. Si la presión surte efecto, son un equipo devastador, porque te ahogan, no te permiten descansar con balón, y si recuperan cerca del marco rival son temibles. La presencia de Di María ayudará en ese sentido, por tener una capacidad de sacrificio y un físico mayor que el de Neymar.
3- Salida de balón
En el magnífico hilo que publicó Andrés Onrubia en Twitter (@AndiOnrubia) se muestra a la perfección cómo el cuadro parisino usa la salida de tres para sacar el cuero desde la zaga. Tres opciones distintas. En una de ellas, con Danilo por la zona derecha, en la segunda, con Paredes bajando a la posición de libre y Verratti o Danilo por delante, y en la tercera con el italiano en el sector izquierdo y el portugués unos metros más arriba. Es la idea de Pochettino cuando los rivales presionan con dos delanteros, aunque lo probable es que mañana el Real Madrid mantenga su bloque medio y no se vuelva loco a presionar con intensidad cerca del área del PSG. La ayuda de uno de los medios es básica, pero los dos centrales, Marquinhos y Kimpembe, tienen buen pie para jugar el cuero. Los dos laterales se abren para ampliar el rango de juego e incluso en ocasiones se lanzan arriba para que exista la posibilidad de cruzarles un balón en diagonal desde la defensa. Si en algún momento jugase Icardi, el argentino ofrece la alternativa de recibir pases en largo para que pelee con los centrales, busque los balones aéreos e intente descargar a los medios que llegan de cara.
4- Aspecto defensivo
En el apartado defensivo, el PSG ha combinado este curso momentos de solidez con otros de dudas. Con el equipo armado y en estático se muestran firmes gracias en parte a sus dos fenomenales centrales y las ayudas en el medio de jugadores físicos como Danilo o Gueye. En ese aspecto, lo ideal para hacer daño es entrar por las bandas, con la derecha como zona más frágil. Entre líneas dejan pocos espacios, pero si Benzema fuese de la partida y estuviese a buen nivel físico tras sus molestias, sería un jugador referente para posicionarse por detrás de Danilo, sacar a uno de los centrales de zona y buscar combinaciones para las entradas de Vinícius o Asensio. En cuanto a la opción de colgar centros desde la banda, tanto Marquinhos como Kimpembe son contundentes en el juego aéreo y dejan pocas opciones al remate. En las jugadas de estrategia estará todo muy igualado en cuanto a futbolistas potentes por arriba con interesantes duelos como el de los centrales brasileños o el de los pivotes Casemiro y Danilo.
5- Poderío ofensivo
Uno de los equipos con más pólvora y arsenal ofensivo del planeta. Un cuadro que cuenta con Messi, Neymar, Mbappé, Di María o Icardi es garantía de gol y pegada. Los parisinos pueden tener media oportunidad y lograr dos goles porque la eficacia de sus delanteros es altísima e impresionante. Las individualidades son formidables y de la nada pueden inventarse un gol en cualquier momento. En línea de tres cuartos, si se juntan los dos argentinos con espacios y opciones de girarse y encarar portería, son dañinos, tanto si buscan el disparo ellos mismos como si intentan filtrar balones a Mbappé. Además, la banda derecha es otra de las zonas prolíficas parisinas con un Achraf que se despliega con potencia, velocidad y llegada arriba. El sistema que ha quedado verificado que les cuesta más atacar es el de 1-4-4-2 cuando se cierran bien los carriles centrales y se les obliga a jugar y proyectarse mucho por la banda. En los córners o faltas laterales también tienen un poderío aéreo considerable con Marquinhos, Kimpembe o Danilo, tres jugadores de gran envergadura y magníficos en el remate de cabeza. Por último, no es recomendable concederles faltas cerca de la frontal por la enorme capacidad de Messi para convertir un tiro libre en gol.
6- Estilo de juego
La propuesta de Pochettino en su ya importante trayectoria como técnico se define siempre como ofensiva, vistosa y con gusto por la iniciativa del juego. El argentino busca la posesión de la pelota, las combinaciones rápidas y la capacidad de asociación, pero también demuestra sus armas al contragolpe si es lanzado por Messi y finalizado por Mbappé. Un combo de visión, precisión, velocidad y definición. La clave de los parisinos en la parte estática se basa en el dúo Verratti-Messi. Si el italiano y el argentino se encuentran, se entienden y conectan en el mediocampo o en tres cuartos de campo, el juego fluye. Y ahí es cuando el PSG es un equipo complicado de detener y de contrarrestar. Por tanto, un resumen conciso es que el equipo parisino te puede matar en capacidad asociativa si no se ejerce una presión y enorme agresividad cuando tienen el balón Verratti o Messi o en una contra porque con espacios Mbappé es casi intratable.
7- Hombre clave
El fichaje estrella del PSG el pasado verano fue Messi, pero el césped está confirmando que el jugador franquicia es Mbappé. Los guarismos del delantero son abrumadores y en su club acumula 21 tantos y 13 asistencias este curso. A ello hay que sumar las estadísticas con la selección francesa donde ha conseguido siete dianas y cuatro pases de gol. A estas alturas es difícil descubrir la calidad del parisino. Un delantero rapidísimo, con una calidad técnica fantástica, hábil, eléctrico, con desparpajo para el regate y desequilibrante. Un fenómeno que está en el olimpo futbolístico mundial en este momento. Un jugador al que no se le debe dejar ni un centímetro para armar el disparo, girarse o arrancar porque en velocidad es prácticamente imparable. Una dura piedra de roer para los Carvajal, Militao o Alaba, con los que se encontrará en distintos lugares del terreno de juego.
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Son equipos parecidos, de transición más que de ataque. El Madrid tiene mejor media y el PSG mejor delantera. El PSG tiene problemas en la presión adelantada y en las coberturas. El Madrid no va a presionar así q esperará en bloque medio e incluso bajo. Bale puede ser interesante para coger contras. Bastante importante será que nuestro centro del campo tenga el balón. Si Modric y Kroos marcan el ritmo se jugará a lo que nosotros queremos, pero eso dependerá de la intensidad que marque el PSG.