El Real Madrid visita la ciudad alemana de Leipzig para enfrentarse en Champions al gran equipo de la ciudad, el Red Bull. Sin embargo, no se trata de su primera vez, sino que hay que remontarse a 1931, cuando jugó un amistoso en dicha localidad germana.
El equipo blanco, llamado entonces Madrid FC con la declaración pocos meses antes de la República, realizó una gira por pretemporada que le llevó por Centroeuropa. La expedición pisó diferentes países como Hungría, Checoslovaquia, Alemania, Yugoslavia e Italia, y el 30 de agosto concertó un partido en Leipzig.
Aquel verano, el club realizó una de las más fuertes apuestas de su historia en materia de fichajes. El mercado, como se comprobó con los éxitos que vinieron, fue majestuoso. Se incorporaron el dúo defensivo célebre de Ciriaco y Quincoces, además de Olivares, Bestit, Ateca, Hilario y el artista del balón Luis Regueiro. La gira era una magnífica forma para evaluar a los nuevos jugadores (sobre todo Regueiro, que firmó al regresar a España) en lo deportivo y humano por parte del secretario técnico Hernández Coronado y del técnico que llevaba las riendas en el banquillo, el magiar Lippo Hertzka.
Leipzig fue la cuarta parada tras Budapest, Praga y Berlín y los jugadores comenzaban a notar la fatiga. Viajes largos por entonces y un cuarto partido en apenas ocho días. El bagaje era de una victoria en el Mommsenstadion ante el Tennis Borussia Berlin, un empate frente a la selección de Praga y una derrota contra la selección de Budapest.
La comitiva merengue llegó de Berlín (donde jugó el día anterior) por la mañana en tren y fueron recibidos en el estadio por representaciones de todas las sociedades deportivas de la ciudad y miembros de la colonia española. El rival por la tarde iba a ser una selección con jugadores de diferentes equipos locales. Este partido formaba parte de una serie de actos de propaganda española relacionados con la inauguración de la feria de otoño en esta ciudad alemana. En dicha feria se encontraba una sección española con instalaciones de sus productos agrícolas y diversas manufacturas.
El Real Madrid visita Leipzig para enfrentarse en Champions al gran equipo de la ciudad, el Red Bull. Sin embargo, no se trata de su primera vez, sino que hay que remontarse a 1931, cuando jugó un amistoso en dicha localidad germana
La sede del encuentro fue el Probstheidaer Stadion, pero que la mayoría llamaba VfB-Stadion porque allí disputaba sus encuentros el VfB Leipzig. Algunas crónicas explicaron que la asistencia fue de 8.000 espectadores, mientras que otras hablaban de 12.000, pero el gran interés y expectación de todos ellos era ver a Ricardo Zamora en la portería. Junto al 'Divino' se alinearon en el equipo blanco Ciriaco y Quincoces en defensa, Prats, Esparza y Leoncito en la media y Eugenio, Bestit, Olivares, Luís Regueiro y Luís Olaso en la delantera. En la segunda mitad, además, saltó al campo Hilario sustituyendo a Eugenio que se lesionó.
El encuentro se jugó de poder a poder con una selección de Leipzig muy dura y con un Madrid FC de juego rápido y animado. Sin embargo, la energía duró una parte, ya que los madridistas acusaron el viaje y el desgaste del partido del día anterior y exhibieron profundas señales de agotamiento en la segunda mitad. Al descanso los alemanes vencían por 1-0 y al término de los 90 minutos el resultado fue de 3-2, con goles de Feneraun, Krausz y Nöckel por la selección de Leipzig y de Luis Olaso y Luis Regueiro por el cuadro blanco. La crónica de ‘El Sol’ formada por el extremo izquierda Olaso habla de un “balón grande que excedía las medidas reglamentarias (Hernández Coronado lo comparó con una sandía), un campo enorme y una manifiesta parcialidad por parte del árbitro a favor de los locales”. El trencilla tuvo mucha permisividad a los defensas a los que permitió toda clase de brusquedades, anuló un tercer tanto a los merengues, expulsó a Bestit a falta de diez minutos y sobre todo concedió el tanto de la victoria a Nöckel, que marcó después de un descarado empujón a Zamora. En el Madrid FC el jugador que más destacó para los cronistas fue Quincoces, seguido de Esparza y Leoncito para unos medios y Prats y Bestit para otros. Ricardo Zamora estuvo brillante realizando varias paradas de mérito y se llevó calurosas ovaciones por sus intervenciones.
En ‘ABC’, Hernández Coronado escribió sobre el amistoso que “el equipo ha sido muy obsequiado y la prensa dedica largos comentarios a la actuación individual y general”. Mientras que unos días más tarde, concluida la gira y ya con los expedicionarios en España, ‘El Divino’ declaró sobre aquel partido que fue “el más difícil porque nos echaron un verdadero equipo nacional con la consigna de ganar a toda costa”. También fue entrevistado el técnico Hertzka en ‘El Heraldo de Madrid’, aunque quiso comentar poco del choque en Leipzig limitándose a decir que el árbitro “era un pobre diablo, del que echaron mano a última hora y carecía de categoría para juzgar el partido. Nos venció él, no el equipo adversario”.
Getty Images.
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Excelente artículo. Me encanta la historia de este Club. Muchas gracias.
Qué interesante historia, debe haber sido bastante emocionante para el equipo en esa época.