Buenos días. Otra vez. Hoy todas las portadas de los diarios deportivos traen el mismo tema en su portada, principalmente porque es el único tema. No habíamos visto nada igual desde el día de los editoriales conjuntos en Barcelona, pero esa es otra historia, algo relativo también a la enfermedad, pero de otra índole. Lo que nos ocupa es un virus mundial, no regional, que al portanalismo le deja sin deporte donde rascar y a la humanidad mermada de serenidad con la que vivir.
A pesar de la impepinable unidad portadista, encontramos destacadas particularidades. Es como el juego de “Encuentra las siete diferencias”: dos imágenes parecen iguales, pero no lo son. Es la idiosincrasia local de Sport y de Mundo Deportivo la que nos habla de ellos mismos. Del Camp Nou como epicentro de la crisis global. La posible puerta cerrada del estadio barcelonista como núcleo de una decisión que trasciende que en Italia han cerrado sus fronteras y suspendido todas las competiciones deportivas; o que el torneo de tenis de Indian Wells no se va a celebrar. Todo eso lo trae Sport en pequeñito, como si fuera una pequeña parte de la grada del monumental coliseo culé vacío que ocupa su frontispicio. Más pequeñito incluso que la foto de Ronaldinho en chanclas en la cárcel. “Ronaldinho pide arresto domiciliario”, dice Sportivo. Y a nosotros que nos parece que pide algo más que arresto domiciliario, pobre, a pesar de su sonrisa permanente.
En Mundo Deportivo también el Camp de los camps ocupa la fachada. El Barsa y la Generalitat, La Generalitat y el Barsa, nos repiten (como en Sport), que decidirán, ellos solitos, en una “cumbre”, si habrá público o no en el encuentro entre el Barcelona Y el Nápoles. Subyace un “nosotros a lo nuestro”, que no es lo de todos porque lo nuestro es mejor. Ellos son así. Tan distintos, tan importantes, tan especiales. Mes que un club y mes que Italia y mes que lo que haga falta y cuando haga falta. Qué viva el terruño. Y que viva Cuchitini, no faltaría más.
De viaje hacia el centro de España (no hacia el centro de la Tierra, que ya saben dónde está), nos encontramos con As de un cosmopolita espléndido para lo que nos tienen acostumbrados. El portadismo de hoy es un avance progresivo hacia la deseable, necesaria, neutralidad de la preocupante noticia mundial. Es como la noticia vista en el pueblo, vista en las afueras y vista en la ciudad. Ya lo verán. As nos dice que hay un “Jaque a la Liga”, precedido de un “Italia echa el cierre” y el resto de las noticias del mundo. Son maneras de vivir, formas de ser. Y apunta que decidirá Tebas (hemos pasado de la Generalitat y el Barsa a Tebas, cada uno se debe a quién se debe) si el fútbol en España se jugará a puerta cerrada desde la próxima jornada.
Y por fin, llegamos a Marca donde nos informan, sin más, de los efectos del coronavirus en el mundo. Sin precisiones indirectas, ni atávicas ni inducidas: “El coronavirus revienta el deporte mundial”. Es el cosmopolitismo deportivo-portadista en su máxima expresión. Es la portada sobresaliente de las cuatro que nos interesan. Si fuéramos profesores le pondríamos un diez por desprenderse de todo lo superfluo, que tan pesado resulta en días como hoy. Esta portada deslumbra por su desapasionamiento, del que estamos tan faltos, sobre todo en referencia a sus compañeras. Información sencilla y sin sensaciones, ni melindres. Información precisa en un momento de urgencia de precisiones. Hoy Marca es el Tiffany’s de Holly Golightly de las portadas. Si tuviéramos que refugiarnos en una, sería en esta.
Es como aquello de que la inteligencia, lamentamos no recordar quién lo dijo, se demuestra por la forma de dirigirse ante la incertidumbre.
Pasad un buen día. De nuevo.
Tebas decidirá, hasta ahí he leído. España es un chiste.
Se nota que conocéis mejor que bien la secta blaugrana.
Fue Kant